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Revista Peruana de Ginecología y Obstetricia

versión On-line ISSN 2304-5132

Rev. peru. ginecol. obstet. vol.63 no.4 Lima oct./dic. 2017

 

ARTÍCULO ORIGINAL

Evaluación de la mejoría de la sexualidad en mujeres intervenidas por incontinencia urinaria

Evaluation of the improvement in sexuality in women undergoing treatment for urinary incontinence

 

Franklin José Espitia De La Hoz1,a, Hoover Orozco Gallegob

1. Servicio de Ginecología y Medicina Materno Fetal, Clínica La Sagrada Familia, Armenia, Quindío, Colombia

a. Especialista en Ginecología y Obstetricia, Uroginecología, Máster en Sexología: Educación y asesoramiento sexual

b. Licenciatura en Física y Matemáticas, Maestría/Magister en Física, Docente Universidad Tecnológica de Pereira (UTP)


RESUMEN

La incontinencia urinaria (IU) afecta 1 de cada 4 mujeres, presentándose a cualquier edad. Son muchos los factores involucrados en su aparición, pero el debilitamiento del suelo pélvico es la principal causa. Objetivo. Analizar la función sexual de las mujeres después del manejo de la IU con rehabilitación o el uso del láser. Diseño. Ensayo clínico, aleatorizado, prospectivo, controlado y abierto. Participantes. Mujeres que consultaron por IU en la Clínica La Sagrada Familia, Armenia, Quindío, Colombia. Intervenciones. Las mujeres diagnosticadas con incontinencia urinaria fueron tratadas con rehabilitación y uso de láser, entre de enero de 2015 y abril de 2017. Principales medidas de resultados. Evaluación de la sexualidad luego del manejo de la IU con rehabilitación o uso de láser. Resultados. Se analizaron 45 mujeres, edad promedio 47,1±9,9 años. En el total de la población estudiada, la prevalencia de IU de esfuerzo fue 55,5%, 35,5% con IU mixta y 8,8% con IU de urgencia; el 86,6% tenía laxitud vaginal, en 28,8% la IU se presentaba durante el coito, y en 31,1% se observó prolapso anterior mayor o igual al grado II. El índice función sexual femenina en la población general fue de 26,4±5,1 puntos; al inicio del tratamiento en el grupo A fue 27,3±5,7 y en el grupo B 26,7±5,4. A las 18 semanas de la última sesión, fue de 30,9±5,1 y 32,7±3,3, respectivamente. Se observó una prevalencia inicial de trastornos sexuales para la población general de 86,6% y al final del 15,5%. Conclusiones. Las mujeres sometidas a rehabilitación tuvieron mejoría en la respuesta sexual. La efectividad del láser, en la resolución de la IU, fue superior a la rehabilitación.

Palabras clave. Dispareunia, Incontinencia urinaria, Rehabilitación, Sexualidad, Terapia por láser.


ABSTRACT

Urinary incontinence (UI) affects 1 in 4 women. It can present at any age; its frequency increases at menopause. There are many factors involved in its appearance, but the weakening of the pelvic floor is the main cause. Objective: To analyze the differences in UI management with rehabilitation and laser use, and their influence in the sexuality of the women being treated. Design: Clinical, randomized, prospective, uncontrolled and open trial of patients who consulted at Clinica La Sagrada Familia, Armenia, Quindío, Colombia. Material: Women diagnosed with urinary incontinence were treated between January 2015 and April 2017. Results: We analyzed 45 women, mean age 47.1 ± 9.9 years. In the total population studied, the prevalence of stress incontinence was 55.5%, mixed UI presented in 35.5% and urge incontinence, in 8.8%. 86.6% of patients had vaginal laxity; in 28.8%, the UI occurred during intercourse, and 31.1% had anterior prolapse stage 2 or higher. The Female Sexual Function Index was 26.4 ± 5.1 points in the general population. At the beginning of treatment, group A had an index value of 27.3 ± 5.7 and group B, 26.7 ± 5.4. 18 weeks after the last session, it was 30.9 ± 5.1 and 32.7 ± 3.3, respectively. We observed an initial prevalence of sexual disorders of 86.6% in the general population; at the end of the treatment, it reduced to 15.5%. Conclusions: Rehabilitated women had a greater improvement in sexual response. The effectiveness of laser is superior to that of rehabilitation in the management of UI.

Keywords: Dyspareunia; Urinary Incontinence; Rehabilitation; Sexuality; Laser Therapy.


Introducción

La incontinencia urinaria (IU) ha sido definida por la Sociedad Internacional de Incontinencia como la pérdida involuntaria de orina, a través de la uretra, objetivamente demostrable y que constituye, para la persona que lo sufre, un problema social e higiénico(1). Ocasiona una percepción de pérdida de calidad de vida(2) y afecta de forma negativa la práctica de la sexualidad.

La prevalencia global de IU en personas mayores de 65 años de edad no institucionalizadas está representada en 15%, afectando más a las mujeres (16,1%) que a los hombres (14,5%); se eleva en los mayores de 85 años (26%)(3). La IU de esfuerzo (IUE) femenina se presenta comúnmente a partir de los 30 años, variando su prevalencia desde el 18% en la mujer en el periodo reproductivo al 42% en la mujer en el periodo postreproductivo, mientras que en mujeres mayores de 70 años es de 57%(4).

La IUE se acompaña en un 40% de urgencia-incontinencia y de inestabilidad vesical en 30%(5), además de asociarse de incontinencia fecal en 5,7%. A su vez, el 53,3% presenta algún grado de prolapso del piso pélvico(4).

La función sexual es un indicador importante de la calidad de vida, la cual está influenciada por múltiples factores físicos, psicológicos y sociales(3,4). La IU afecta la actividad sexual entre 55 y 87,4%, dependiendo tanto del grado de IU como de la edad (4,6) y de la actividad de la mujer.

Las opciones terapéuticas de la IU son múltiples, no excluyentes entre sí, y a menudo complementarias. La decisión del tratamiento debe ser individualizada en cada mujer, y no solo se considerará el tipo de IU sino además las condiciones médicas concomitantes, la repercusión de la IU, las preferencias de las pacientes y su tipo de vida, la aplicabilidad del tratamiento y el balance riesgo/beneficio de cada tratamiento(4,7-9).

El tratamiento conservador de la IU asociada al debilitamiento del piso pélvico, ha tenido excelentes resultados con las técnicas de rehabilitación, con porcentajes oscilantes entre 60 y 90%(8,10-12). La evidencia demuestra que la rehabilitación del piso pélvico muestra mejoría clínica en la IUE, en especial, en pacientes jóvenes (40 a 50 años), bajo un programa supervisado y al menos de 3 meses de tratamiento(13).

En el tratamiento conservador, la rehabilitación del piso pélvico es considerada la terapia inicial de preferencia en los trastornos del piso pélvico, y por ende en la IU, por el riesgo bajo de efectos secundarios, su carácter no invasivo y la variedad de recursos de los que dispone (educación y recomendaciones a las pacientes, intervenciones sobre el estilo de vida, modificación de la conducta, masaje perineal, electroestimulación, bioretroalimentación, conos vaginales, ejercicios de fortalecimiento, entrenamiento de la vejiga, ejercicios hipopresivos, entre otros)(14-16).

El láser fraccionado de CO2 ha demostrado que, como objetivo terapéutico en la IU, tiene ganado su espacio, ya que en mujeres con IU leve o moderada ha revelado mejoría, por lo cual se le considera una terapia alternativa(17,18). Cuando se aplica en la pared anterior de la vagina, el láser CO2 fraccionado tiene la capacidad de generar cambios histológicos y moleculares al activar el colágeno y promover la elastina, ayudando a la restauración de las funciones vaginales (elasticidad y lubricación), promoviendo un epitelio vaginal con espesor y vascularización adecuados(19,20), cambios que se hacen presentes cuando se aplica a la mucosa vaginal un tipo de pulso específico.

A la hora de elegir un tratamiento para el manejo de la IU en una mujer, se hace necesario obtener información acerca de la función sexual, lo cual será relevante para elegir un óptimo tratamiento, sin detrimento de su sexualidad, o para no agravar los posibles trastornos sexuales que traiga consigo. Es por eso que el objetivo de este estudio fue analizar la función sexual de las mujeres con IU antes y después de la intervención de uno de dos métodos terapéuticos aquí utilizados.

Metodología

Se realizó un ensayo clínico, aleatorizado, prospectivo, no controlado y abierto. Se asignaron dos grupos de manera aleatoria como tratamiento primario de la IU: grupo A, 22 mujeres fueron sometidas a terapia con láser CO2 fraccionado; y grupo B, 23 mujeres tratadas con rehabilitación del suelo pélvico. El estudio se realizó en el periodo comprendido entre el 01 de enero de 2015 y el 30 de abril de 2017, con la población de la consulta externa de ginecología de la Clínica La Sagrada Familia de Armenia, Quindío, Colombia. Se reclutaron mujeres con más de 18 años de edad, a las que se les había diagnosticado IU y se les indicó el tipo de terapia. Las características de las participantes se muestran en la tabla 1.

En forma consecutiva, 45 mujeres con IU diagnosticada clínicamente, siguiendo los criterios clásicos para su detección(21), fueron invitadas a participar en el estudio una vez que se les indicaba alguna terapia. Se determinaron los criterios de inclusión: mujeres que consultaron por IU leve o moderada, citología cérvico-vaginal normal, más de 18 años de edad, sin histerectomía, sin enfermedades crónicas degenerativas ni con enfermedades oncológicas. Fueron los de exclusión: gestantes, mujeres con antecedentes quirúrgicos de cirugía anti-incontinencia o de piso pélvico, lesión o infección vaginal activa y urocultivo positivo. Solo tres mujeres se negaron a participar en la investigación.

Una vez aceptaban participar en el estudio, las pacientes fueron distribuidas de forma aleatoria, por un sistema automático por ordenador, en dos grupos: A (láser CO2 fraccionado) y B (rehabilitación del suelo pélvico).

Se trató de un estudio clínico abierto, debido a que las características de los dos procedimientos terapéuticos, así como el seguimiento, impidieron enmascarar a los participantes incluidos en la investigación. Se les hacía firmar el consentimiento informado, previamente a la aleatorización, y luego se les informaba a las pacientes el tipo de terapia que iban a recibir.

Se les evaluaba edad, peso, vía del parto, índice de masa corporal (IMC), peso del recién nacido de mayor peso, antecedente de parto instrumentado, la práctica deportiva, ingesta de alcohol, paridad, religión, antecedente de episiotomía, síntomas depresivos, consumo de cigarrillo, y finalmente se les entregaba el cuestionario índice función sexual femenina (IFSF)(22,23), para evaluar la función sexual.

El grupo A, fue sometido a terapia con el sistema de láser CO2 fraccionado [SmartXide2 V2LR (DEKA, Florence, Italy)] para el procedimiento MonaLisa Touch™ a nivel de la unión uretrovesical. El dispositivo está equipado con un escáner V2LR (VulvoVaginal Laser Reshaping), además de diferentes terminales específicos para vagina. Se siguieron, en todas las mujeres, los parámetros: potencia 40W, DT 1300us, SPC 800 um stack 3, modo DP por tres sesiones con un intervalo de tres semanas entre una y otra, de acuerdo a las recomendaciones del distribuidor(17).

El ciclo de tratamiento incluyó tres sesiones y los controles regulares se hicieron en la primera sesión (terapia basal), a las tres semanas (terapia dos) y a las seis semanas de la primera aplicación (terapia tres), cuando se finalizaba el tratamiento. De forma adicional se les hacía un control a las seis semanas de la última sesión y en dos ocasiones más con intervalos de seis semanas entre una y otra. Por último, se les realizaba un último control a los seis meses de la tercera sesión, con el propósito de evaluar la efectividad a largo plazo, así como para observar la aparición de eventuales efectos secundarios. El procedimiento se realizó en consulta externa del autor y no requirió de preparación específica ninguna. Se les recomendaba a las mujeres evitar las relaciones sexuales coitales durante tres días posteriores a cada sesión, como medida de minimización del traumatismo vaginal.

El grupo B recibió rehabilitación del suelo pélvico en doce sesiones, con un intervalo de tres días entre una y otra. De forma adicional se les hacía un control a las seis semanas de la última sesión y en dos ocasiones más, con intervalos de seis semanas entre una y otra. Se les realizaba un último control a los seis meses de la última sesión, con el propósito de evaluar la efectividad a largo plazo. Se combinaban técnicas activas [cinesiterapia verbal o gimnasia perineal, cinesiterapia con bioretroalimentación (biofeedback) y los ejercicios con conos vaginales] y pasivas (con electroestimulación(24).

Los criterios de valoración del estudio se basaron en los resultados posteriores al tratamiento de la puntuación final del IFSF a las seis semanas de la última sesión de cada grupo. En relación a la curación objetiva de la IU, esta se valoró con la evaluación clínica, siguiendo los mismos parámetros de diagnóstico del inicio(21). Se establecieron criterios para incluir a las mujeres en uno de los siguientes tres grupos: curación, mejoría y falla del tratamiento. La curación se definió como la ausencia de los síntomas de ingreso, puntuación del IFSF mayor al ingreso, ausencia de incontinencia coital, hipermovilidad uretral disminuida y mejoría en la urgencia miccional. La mejoría se definió como la situación clínica que cumplía la mitad de los siguientes criterios: disminución de los síntomas de ingreso, puntuación del IFSF mayor al ingreso, ausencia o disminución en la frecuencia de la incontinencia coital, hipermovilidad uretral disminuida, mejoría en la urgencia miccional aceptable por la paciente. La falla en el tratamiento fue definida como todos los demás casos que no cumplieron los criterios de curación o de mejoría.

Resultados

En el periodo comprendido entre el 01 de enero de 2015 y el 30 de abril de 2017, un total de 6 942 mujeres ambulatorias consultaron en la Clínica La Sagrada Familia por IU, lo cual colocó la prevalencia global de la población estudiada en 46,9%, siendo significativamente más frecuente en mujeres mayores de 35 años que en las menores (OR 5,43%; IC95% 4,41 a 6,42). En las más jóvenes (menores de 35 años) la prevalencia fue 24,6%, aumentando en las mayores a 39,9%, mientras que en las de más edad (mayor de 55 años) alcanzó 45,7%.

La edad promedio global fue de 47,1±9,9 años (n=45 mujeres), y rangos 27 a 57 años. La prevalencia de parto vaginal fue 68,1% en el grupo A y 69,5% en el grupo B, y de macrosomía 24,4% para el total de la población.

La prevalencia de IUE fue 55,5%, 35,5% incontinencia urinaria mixta (IUM) y 8,8% incontinencia urinaria de urgencia (IUU). El 86,6% tenía laxitud vaginal, en 28,8% la IU se presentaba durante el coito, en 17,7% la IU se asoció a inestabilidad uretral demostrada y en 31,1% del total de mujeres se encontró prolapso anterior mayor o igual al grado II, por lo que una proporción importante de las mujeres evaluadas tuvieron algún tipo de alteración del piso pélvico.

La media del puntaje inicial del IFSF, en la población general, fue de 26,4±5,1; antes del tratamiento fue de 27,3±5,7 puntos para el grupo A y 26,7±5,4 puntos para el grupo B. A las 18 semanas de la última sesión después del tratamiento fueron 30,9±5,1 y 32,7±3,3, respectivamente. Se observó una prevalencia inicial de trastornos sexuales para la población general de 86,6% y al final de 15,5%. En esta evaluación, la diferencia antes y después del tratamiento fue estadísticamente significativa (p<0,01).

En las mujeres con IUM se encontraron mayores dificultades en su calidad de vida y promedios más bajos en el IFSF, mostrando una peor función sexual, ya que mientras el valor promedio de la puntuación inicial del IFSF, en la población general fue de 26,4±5,1 puntos, las mujeres con IUM mostraron una disminución significativa de 24,6±4,2 puntos (IC 95%: 24,3 a 27,3).

Se observó una relación estadísticamente significativa entre la intensidad de la IU referida (mínimos, moderados o grandes esfuerzos) y el grado de hipermovilidad uretral valorada por la prueba de Q-tip (p<0,001).

En el total de la población estudiada, el 51,1% manifestó la presencia de urgencia miccional asociada a la IU. Además, el 72% de las mujeres que sufría de urgencia miccional mostró una frecuencia miccional diurna elevada y menor a 2 horas; a su vez, el 75% de las mismas refirió la necesidad de levantarse en la noche más de 2 veces para orinar.

Al promediar la prevalencia de los trastornos sexuales, antes de la intervención, se encontró 86,3% en el grupo A (tabla 2) y 86,9% en el grupo B (tabla 3), pasando a 27,2% en el grupo A y 13% en el grupo B después de la intervención; para una prevalencia total global, al finalizar el estudio, del 20%.

En la puntuación antes de la intervención prevalecían valores inferiores en el IFSF al compararse con la medición posterior a la intervención (tablas 2 y 3), observándose una mayor presencia de poco (bajo) deseo y dispareunia asociados a emociones negativas por la presencia de la IU, diferencia que resultó ser significativa (p<0,001).

Se pudo apreciar que, tanto para la puntuación total del IFSF como para casi la totalidad de sus dominios, se observaron valores más bajos pre

vio a las intervenciones que posterior a las mismas, diferencia que fue significativa (p<0,001), reflejando una mayor afectación de la función sexual antes de la intervención, con independencia de la técnica aplicada. Sin embargo, el dominio orgasmo no mostró cambios significativos (p>0,05). Tablas 4 y 5.

Al analizar el dominio 'Satisfacción', se encontró que su puntuación promedio antes y después de la intervención, cualquiera de las dos, fue similar, y a pesar de no tener significancia estadística (p>0,05), demostraban una considerable presencia de trastorno sexual en las mujeres con dispareunia, lo cual repercutía negativamente en su bienestar y funcionamiento sexual. Tablas 2 y 3.

Se observó que tanto la puntuación total arrojada por el cuestionario IFSF en ambos grupos (30,9±5,1 vs. 32,7±3,3; p<0,001) como las puntuaciones del dominio deseo sexual (3,51±1,8 vs. 3,54±1,3; p<0,001) y dominio satisfacción (4,32±1,5 vs. 4,35±1,2; p<0,001) fueron significativamente más altas luego de la intervención, a excepción del dominio orgasmo donde sus puntuaciones antes y después del tratamiento no mostraron diferencias estadísticamente significativas (p>0,05).

El deseo sexual disminuido se encontró en 86,6% del total de la población estudiada, alteración en la excitación en 75,5%, lubricación disminuida en 71,1%, trastornos con el orgasmo en 64,4%; la satisfacción se hizo notoria en 37,7% y el dolor estuvo presente en 28,8% de las mujeres. Figura 1.

La prevalencia deseo sexual disminuido en las pacientes menores de 35 años fue del 26,6% y en las mayores de 35 años de 60%, mientras que la dispareunia fue de 11,1% y 17,7%, respectivamente.

No se encontró diferencia en la efectividad de la corrección de la IU entre el láser y rehabilitación del piso pélvico en el postratamiento. Se observó a las 6 (p=0,680), 12 (p=0,465) y 18 semanas (p=0,126) de la finalización del tratamiento.

En el grupo B, a las seis semanas de seguimiento de la última sesión, los resultados de curación se acercaron al 57,7%, los resultados de mejoría superaron la tercera parte de las pacientes y el fracaso apareció en el 15,5% de la muestra; mientras que en el grupo A, los resultados fueron del 66,6% en curación a las seis semanas de seguimiento de la última sesión, con un 11,1% de fracaso.

No hubo complicaciones con ninguna de las dos terapias.

Dscusión

El manejo óptimo e integral de la IU femenina amerita, como punto de partida, el conocimiento de la realidad que representa para la mujer, para así poder ofrecerle la mejor alternativa terapéutica. No obstante, a pesar de las elevadas cifras de IU aquí reportadas, existen significativos porcentajes de mujeres que no consultaron previamente por desconocimiento de los recursos diagnósticos y terapéuticos disponibles. Además, por la vergͼenza a informar que el trastorno involucra su vida privada e intimidad sexual, por la creencia de que la IU es parte del proceso normal del envejecimiento o por considerarlo normal después del parto, lo cual trae consigo la presencia de trastornos de ansiedad y depresión.

En esta investigación, la prevalencia de IU fue del 46,9%, y un 86,6% presentó trastornos sexuales asociados a la IU; cifras realmente preocupantes, que obligan a realizar algún tipo de intervención.

La prevalencia de IU fue mayor en mujeres de 35 o más años (39,9%) frente a las menores de 35 años (24,6%), y alcanzó el 45,7% en las mayores de 55 años.

En diferentes estudios se ha demostrado que las mujeres que han tenido hijos tienen menores puntuaciones en los indicadores auto-reportados de la función sexual, al compararse con las nulíparas; no obstante, se han atribuido más bien a factores psicológicos y sociales que a una lesión del piso pélvico(25). Sin embargo, en este estudio es evidente la relación entre los trastornos sexuales y el deterioro del piso pélvico secundario al parto, con independencia de la vía del parto.

En ambos grupos, la IUE fue la condición más frecuente, presentándose en más de la mitad de las mujeres -55,5%, seguida en frecuencia de la IUM con 35,5% y finalmente la IUU pura, la cual es la menos frecuente (8,8%). La IU fue más frecuente en mujeres de raza blanca que en mujeres de raza negra (OR 6,75%; IC95% 3,93 a 19,26), datos concordantes con otras publicaciones(21,26,27).

Al evaluar a las mujeres con IU, se hace necesario tener en cuenta si son sexualmente activas, y en el caso de que no lo sean, es obligatorio investigar si la inactividad sexual es debido a otra causa o está relacionada con su problema de IU, de tal manera que podamos ofrecerle algún tipo de ayuda, si la paciente la considera necesaria.

Se recomienda el uso de cuestionarios específicos que permiten evaluar el impacto de la IU en diferentes poblaciones, tanto desde el punto de vista global como específico, en especial de la investigación de la sexualidad(28).

La IU puede afectar la función sexual de una mujer de formas diversas: disminución del deseo, miedo a perder orina durante la relación sexual y hasta depresión(29,30). En relación a la pérdida de orina durante el coito, en esta serie estuvo presente en 28,8% de las mujeres, cifra en concordancia con lo afirmado en la literatura revisada, entre 11 y 45%(31,32).

El estudio finalmente mostró que 29,4% de las mujeres con IU rechazan la actividad sexual por considerarse sexualmente poco atractivas o menos femeninas, cifra compatible con las de otros autores(4,29,33).

Las pacientes con IUM presentan alta disfunción en su calidad de vida, así como una peor función sexual, hallazgos compatibles con otras publicaciones(34); lo cual explica, una vez más, que la función sexual de las mujeres depende tanto de los niveles de estrógenos como de factores ambientales, sociales, culturales y otros que son propios de cada mujer(35,36).

Otro hallazgo relevante fue que 54,9% de las mujeres mayores de 50 años eran sexualmente activas, con clara disminución de la actividad sexual al aumentar la edad, cifra compatible con otras investigaciones(37,38). Resulta entonces que la IU fue un factor de riesgo para dispareunia (OR 4,77; IC95%:4,35 a 4,89) y alteración de la excitación (OR 4,02; IC95%:3,54 a 4,89).

En las mujeres mayores de 55 años, con mayor prevalencia de IU, fue significativamente mayor el deterioro en la función sexual (OR 9,45; IC95%: 9,24 a 9,69), mientras el resto se situó entre el 5 y el 6 (p<0,001), hallazgos concordantes con otros estudios(39). Actuaron como factores protectores un mejor nivel educativo (OR 26,7; IC95% 25,8-27,9) y el tener una pareja estable (OR 18,6; IC95%:18,3-19,9), coincidiendo con otras publicaciones(40).

En el presente estudio, la IUE se acompañó de urgencia-inestabilidad e inestabilidad vesical, y la incontinencia fecal se asoció en porcentajes inferiores a lo encontrado en otros estudios(4,5).

En la presente investigación, las mujeres con urgencia miccional, en el postratamiento (cualquiera de las técnicas usadas), la mantuvieron hacia la sexta semana de la última sesión en 64,4%. Sin embargo, disminuyó a las 12 semanas a 37,7% para finalmente reducirse a las 18 semanas a 13,3%. A los 6 meses de seguimiento, después de la primera sesión, la urgencia miccional fue casi nula, bajó a 2,2%, lo que requirió el uso de tratamiento anticolinérgico únicamente en 3 mujeres, sin mostrar eficacia en una de ellas.

En esta ocasión se pudo demostrar que los cambios anatómicos y funcionales del aparato genito-urinario afectan de forma negativa y relevante la vida sexual de las mujeres; los problemas sexuales detectados en casi la mitad de las pacientes se manifestaron como reacción a la IU, tal como lo encontramos en la literatura(41).

En la presente investigación, el 77,7% de las mujeres vio afectada su actividad sexual, por culpa de la IU, cuyo grado de afectación, dependió tanto de la edad como de la severidad de la IU.

En opinión de otros investigadores el reparo de la IU debe ser exitoso en el primer intento terapéutico(42), lo cual resultó efectivo en este trabajo, lo que quizás se deba al grado de IU intervenida.

En resumen, la IU, es un problema de salud frecuente en la mujer, la cual deteriora su calidad de vida, y le limita la autonomía, repercutiendo de forma negativa en su ámbito afectivo, laboral, psicosocial y sexual, situación que la lleva a un gran deterioro en su relación de pareja.

El tratamiento con láser se ha convertido, en el último lustro, en una opción innovadora y segura, mínimamente invasiva, para ofrecer en el tratamiento de la IU en las mujeres, con la ventaja de no requerir ni anestesia ni hospitalización; además, muestra una eficacia superior a otras alternativas.

El mecanismo común de la IU es la disfunción del suelo pélvico, debido a la pérdida de su función de apoyo. Como alternativa, la intervención con láser se realiza de forma ambulatoria, sin anestesia y en apenas 20 minutos; tras ella, la paciente puede irse a casa y, al ser una técnica indolora, la reincorporación a su vida normal es inmediata, lo cual convierte la intervención en una opción prometedora.

La fisioterapia y los ejercicios de suelo pélvico pueden ayudar a prevenir la IU y a mejorar sus síntomas; pero, para que sean realmente eficaces, es preciso ser constantes. Infortunadamente, la falta de tiempo hace que sean muchas las mujeres que acaban abandonando la terapia, por lo cual el láser ahí resulta ventajoso.

Finalmente, el láser de CO2 es una alternativa segura e innovadora en el tratamiento de la IU(19), no solo puesta a disposición de las mujeres menopáusicas dado el estrago de la hipoestrogenemia, sino mujeres de cualquier edad con IU. La recomendación final es que estas terapias sean complementarias, pudiéndose hacerlas simultáneamente, e incluso la rehabilitación previa al uso del láser.

Entre las limitaciones de este estudio está el tamaño de la muestra, y que no se siguieron las mujeres más allá de 24 meses, además, no fueron comparadas contra el uso de prótesis. No obstante, se logró el objetivo de la investigación.

En conclusión, las opciones terapéuticas a la hora de abordar el manejo de la IU deben empezar por el manejo conservador o utilizar las técnicas quirúrgicas menos invasivas, dado que se disminuyen los riesgos, los tiempos de hospitalización y los costos, además de lograr una pronta reinserción laboral, social y sexual. Se hace necesaria la evaluación de la respuesta sexual en mujeres con IU, ya que esta condición, con independencia de su severidad, suele causar un impacto negativo en la calidad de vida de la mujer que la padece. En el arsenal terapéutico de la IU, la rehabilitación del piso pélvico constituye una alternativa segura y efectiva, bien tolerada por las pacientes, además de su bajo costo.

Las pacientes sometidas a rehabilitación de piso pélvico han tenido mayor mejoría en la respuesta sexual, pero el láser fue superior en resolver la IU.

Agradecimientos

Agradezco a la doctora Lilian Orozco Santiago, por la dedicación y apoyo brindado en la elaboración de este trabajo, así como en la ayuda de proveer los artículos analizados, sin cuyos aportes no hubiese sido posible finalizar este estudio.

El resumen del presente artículo se encuentra publicado en el Libro de Resúmenes del XVI Congreso de la Sociedad Latinoamericana de Medicina Sexual 2017

Financiamiento: Los autores no recibieron patrocinio para la realización de esta investigación.

Conflictos de interés: Los autores declaran no tener conflictos de interés.

 

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Correspondencia:

Franklin José Espitia De La Hoz, MD
Carrera 12 # 0-75 (508), Quindío, Colombia
7459490
3127436696
espitiafranklin@hotmail.com

Citar como: Espitia De La Hoz FJ, Orozco Gallego H. Evaluación de la mejoría de la sexualidad en mujeres intervenidas por incontinencia urinaria. Rev Peru Ginecol Obstet. 2017;63(4):537-546

 

Recibido: 5 junio 2017

Aceptado: 13 agosto 2017

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