Introducción
El cáncer de cérvix es un importante problema de salud pública en los países en vías de desarrollo, entre ellos los de América Latina, siendo la segunda causa de muerte en mujeres entre los 35 a 64 años a nivel mundial1. El 90% de las muertes por esta causa ocurre en países de ingresos bajos a medianos2, siendo tres veces mayor que en América del Norte y se incrementaría en 45% para el 20303. Desde la década pasada, el conocimiento, herramientas de tamizaje y tratamiento han cambiado el panorama para los países que han adoptado nuevas medidas2.
Aunque cada país tiene su propio plan de abordaje para erradicar el cáncer de cérvix, este sigue sin tener un descenso significativo en nuestra región. Esta publicación tiene como objetivo mostrar la perspectiva del personal de salud en relación al tamizaje del cáncer de cérvix en países de América Latina.
Métodos
Estudio transversal analítico, en el cual se aplicó una encuesta online a grupos cerrados de patología y citotecnología de América Latina y contenía ítems relacionados al estado del tamizaje del cáncer de cérvix en países de América Latina desde su perspectiva como personal de salud. El tratamiento de los datos para alcanzar el objetivo anteriormente propuesto empleó técnicas de estadística descriptiva, y para recolectar la información se diseñó la base de datos en Excel, que facilitó la introducción de datos crudos, creó tablas y gráficos. La descripción de los resultados se presenta mediante el porcentaje de respuestas.
Resultados
Un total de 156 encuestas fueron contestadas. Se retiró un cuestionario previo al análisis de datos por encontrarse incompleta, quedando 155 (Tabla 1).
Tabla 1 Resultados de la encuesta realizada en relación a la percepción del tamizaje del cáncer de cérvix en países de América Latina.v

El país que tuvo más representatividad fue Perú (38,1%) seguido por México (22,6%). Los menos representados fueron Bolivia (0,6%), Costa Rica (0,6%), Haití, Nicaragua y Panamá. Los patólogos fueron mayoría (51,6%), en comparación con los citotecnólogos (48,4%).
La prueba de tamizaje más utilizada fue el cotest (prueba molecular de virus papiloma humano (VPH) más citología) en 53,5%, seguida de la citología sola (40%). La prueba molecular de VPH fue poco usada (71,6%) como tamizaje primario. La mayoría manifestó contar con un programa de entrenamiento especializado en citología cérvico vaginal (63,2%), teniendo este una duración de más de 12 meses (58,8%), principalmente, aunque la mayor parte de los encuestados consideran que dichos programas de entrenamiento no son adecuados (54,2%).
Se observó que el sistema de tamizaje para cáncer de cérvix es insuficiente, en opinión de los encuestados (80,6%). Los dos principales problemas identificados por los colaboradores fueron el plan malo de cobertura (32,3%) seguido de la carencia de profesionales capacitados (27,1%).
Discusión
El impacto del tamizaje de cáncer de cérvix en países en vías de desarrollo sigue siendo insuficiente. Aunque muchos países hayan implementado el co-test entre sus estrategias, este sigue siendo poco viable, básicamente debido a un problema de costos y poca inversión en esta prueba en el sector público. Otra de las barreras son las relacionadas a la calidad de la muestra, con extendidos pobres y errores de lectura, a lo que se sumaría la desventaja geográfica4 y las relacionadas a la experiencia subjetiva de la paciente5. Sin embargo, la citología en conjunto con la prueba molecular del VPH puede llegar a tener hasta una sensibilidad de 100% y especificidad de 93%, pero por un problema de presupuesto la citología sigue teniendo un rol importante en países con escasos recursos. Aunque la implementación de programas de citología de alta calidad es posible, podrían tener solo moderada efectividad6. Adicionalmente, se observa que no todo el personal de salud tiene acceso a entrenamiento, y los que lo tienen lo consideran inadecuado, ya que cada programa varía de duración y en muchos casos carece de estructura.
Algunos países de bajos recursos han introducido la inspección visual con ácido acético (IVAA) como programa nacional, ya que la técnica de ver y tratar disminuye la cantidad de visitas al médico y ha demostrado eficacia significativa para lesiones de alto grado6,7. No obstante, esta no es la estrategia más recomendada debido a sus limitaciones.
Actualmente se espera los resultados del estudio Estampa en Latinoamérica, donde se intenta delimitar el programa ideal de tamizaje para cáncer de cérvix en mujeres mayores de 30 años, evaluando diferentes estrategias8.
Difícilmente se podrá alcanzar la erradicación de este cáncer que es prevenible sin invertir en educación y en prevención primaria (vacuna contra el VPH en niños y niñas) y secundaria con las pruebas de tamizaje. La infraestructura puede resolver poco del problema si no se considera también el entrenamiento del personal. Los programas de especialización en las áreas competentes sin enfoque a los problemas sociales existentes en cada región hacen que el cáncer de cérvix siga siendo un problema de salud pública en los países de América Latina. A la falta de capacitación en el tema se le agrega la falta de habilidades técnicas para abordar a la mujer y crear una adecuada empatía que ayude a una mejor adherencia al seguimiento y tratamiento, perdiendo así la oportunidad de otorgar un buen servicio9. Los profesionales de la salud encuestados en este estudio han corroborado la inconformidad ante las políticas dadas en diversos países de la región en relación al tema.