INTRODUCCIÓN
La pandemia de la COVID-19, ha generado una crisis en los sistemas de salud a nivel mundial. Durante los últimos días venimos siendo testigos del rápido aumento de contagios provocados por la COVID-19, cuya prevalencia e incidencia se ha constituido en un problema de salud pública a nivel mundial, donde, se viene evidenciando alta mortalidad y morbilidad1. La COVID-19 tiene una gran velocidad de transmisión, lo que determina la presencia de gran cantidad de casos y ocasiona el colapso de los sistemas de salud en los países desarrollados, siendo aún más alarmante en los sistemas nacionales de salud en los países de medianos y bajos recursos2.
Frente a la epidemia de la COVID-19, se necesita una inmediata atención; de modo que la aparición de esta pandemia obligó a confinar a la población mundial3. Se han utilizado diversas medidas para reducir el impacto de la COVID-19, como el aislamiento físico o el cierre temporal de fronteras territoriales, instituciones académicas y lugares públicos4, toda persona debe tomar las precauciones necesarias, con un compromiso consciente y responsable, tanto a nivel individual como colectivo, para controlar y adaptarse a la nueva normalidad; lo que exige un compromiso consciente y responsable de todos, ante la pandemia5.
Por ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) insistió en fortalecer la vigilancia eficaz de casos, la detección temprana, el aislamiento y manejo de los mismos, el seguimiento de los contactos y la prevención de la propagación de la COVID-196. Además, la propia OMS7y diversas organizaciones afines difunden de índole preventiva promocional sobre la COVID-19, para que la población tenga conocimiento de las vías de contagio de dicha enfermedad, tome conciencia y adopte actitudes de autocuidado individual y colectivo de la salud.
Las estadísticas mundiales indican que la propagación de la COVID-19 trae consigo importantes consecuencias psicológicas, económicas, sociales y políticas8. Sin embargo, como mencionan Peralta et al.9, esta enfermedad continúa propagándose debido a factores tales como el desconocimiento por la desinformación de los ciudadanos y sus consiguientes actitudes negativas; asumiendo que la enfermedad de la COVID-19 no proviene de la naturaleza, sino que fue creada intencionalmente. Otro factor igualmente atribuible al desconocimiento es la actitud negativa frente a las prácticas de autocuidado de la salud.
Huánuco, es una región con alta incidencia de casos por la COVID-19, con 28 990 casos confirmados y una letalidad de 1,77% (5 de mayo)10. Al obtener estos resultados, los medios de comunicación han venido difundiendo las medidas específicas sobre el autocuidado como el distanciamiento social, la inmovilización obligatoria, la higiene de manos constante y el uso de mascarilla facial. Estas recomendaciones son desatendidas y la población evidencia falta de conocimiento sobre esta enfermedad, por lo que actúa de forma temeraria en base a sus actitudes negativas.
Frente a la problemática descrita, se reconoce un vacío en el campo del conocimiento de la prevención de la COVID-19, por un pobre recurso comunicacional especializado y programado de parte de las autoridades sanitarias nacionales y locales, siendo el conocimiento es el principal recurso con el que los individuos cuentan para solucionar sus problemas o necesidades. Por todo lo anterior se hace necesario desarrollar investigaciones desde el enfoque de la atención primaria de la salud que nos permitan analizar el conocimiento frente a las actitudes dado que, actualmente, no existen estudios al respecto a nivel de Huánuco; por consiguiente, el objetivo de nuestro estudio fue identificar la percepción del conocimiento y el tipo de actitudes frente a la COVID-19 en los ciudadanos de la zona urbana de Huánuco, durante la primera ola, acontecida a lo largo de la primera mitad del año 2020.
MÉTODOS
Diseño y área de estudio
El enfoque del estudio fue cuantitativo, de tipo analítico y con diseño transversal, mediante una encuesta virtual en la zona metropolitana de la ciudad de Huánuco, Perú.
Población y muestra
El tamaño de la muestra se determinó con el programa de análisis epidemiológico Epidat versión 3.1, considerando una población (N) para el distrito de Huánuco11de 56 299 personas entre 18 y 64 años de edad; nivel de conocimiento adecuado sobre COVID-19 del 87,5%12,13, nivel de confianza del 95% y una precisión del 5%. La muestra fue de 168 personas seleccionadas por un muestreo no probabilístico de bola de nieve de tipo exponencial no discriminativo, que consistió en enviar el cuestionario a las personas que residían en la zona urbana de Huánuco, dadas las dificultades de acceso físico para contactarse debido a la cuarentena establecida en el país. Se incluyeron a personas mayores de 18 años, que no hayan sido casos confirmados, ni contactos o sospechosos de ser portadores de la COVID-19 que dieron, además, su consentimiento informado. Excluyendo asimismo a las personas mayores de 60 años y aquellas que eran personal de salud por el dominio cognoscitivo de la temática.
Variables de estudio
Para evaluar la percepción del conocimiento y las actitudes frente a la COVID-19, se aplicó un cuestionario de conocimientos que constaba de 8 ítems y preguntas cerradas con cuatro opciones de respuesta donde solo una era la correcta; otorgándose un punto (1) a cada respuesta correcta y cero puntos (0) a cada respuesta incorrecta. Los puntajes obtenidos fueron categorizados según su agrupación: “percibe que conoce” (5 a 8 puntos), “percibe que desconoce” (5 a 8 puntos). Asimismo, se aplicó la escala de actitudes con 7 ítems, considerándose como opciones de respuesta, según el modelo Likert, el “1” que indicaba “totalmente en desacuerdo” y el “5” como “totalmente de acuerdo”; y como valor final: “actitud negativa” (de 1 a 19) / “actitud positiva” (de 20 a 35).
Los instrumentos fueron elaborados por los autores y validados a nivel cualitativo además de ser sometidos a un juicio de 5 expertos y 2 jueces quienes evaluaron la pertinencia de los reactivos de ambos instrumentos de medición mientras que, a nivel cuantitativo, se calculó la fiabilidad previa de los instrumentos de medición mediante la aplicación a una muestra de 50 pobladores ajenos a la muestra en estudio. De modo que, para el cuestionario de la percepción de los conocimientos se aplicó el método Kuder-Richardson (KR) (0,68) y, en la escala de actitudes, se aplicó el coeficiente Alfa de Crombach (0,85). Además, se recolectaron datos sobre la caracterización sociodemográfica (edad, género, estado civil y escolaridad).
Procedimientos
La recolección de datos se realizó entre los meses de marzo y mayo del 2020, durante la primera ola de la pandemia. Para la obtención de estos, se aplicó una encuesta online por la plataforma de Google Docs, a través de las redes sociales (Facebook), a las personas del área urbana Huánuco, con previa aceptación del consentimiento informado virtual. Se les detalló el objetivo de la investigación y la importancia del estudio para la salud pública. Los primeros en ser incorporados fueron los docentes de la Universidad de Huánuco, quienes fueron invitando a otros. Luego se hizo el control de calidad de la información recolectada a fin de verificar que todos los datos estén completos, caso contrario eran eliminados.
Análisis de datos
Se realizó un análisis descriptivo con frecuencias y proporciones para las variables cualitativas. La comprobación de las hipótesis fue realizada mediante la prueba de chi cuadrado para variables dicotómicas, determinándose como nivel de significancia estadística un valor de p<0,05. Se utilizó el paquete estadístico IBM SPSS 25 para las tablas de resultados y la herramienta ofimática Microsoft Excel 2016 para la base de datos.
Aspectos éticos
Se respetaron los principios éticos de la Declaración de Helsinski de la Asociación Médica Mundial. El protocolo de investigación, antes de su ejecución, fue revisado y aprobado por el Comité de Ética en Investigación de la Universidad de Huánuco. Previa a la aplicación de los instrumentos de recolección se consideró la aceptación del consentimiento informado virtual, resumido en la parte superior de la encuesta online; aunque no se llegó a firmar, solo se consideró la opción de sí acepta o no participar en el estudio de manera voluntaria.
RESULTADOS
Respecto a las características sociodemográficas de la muestra en estudio, se evidenció que un 77,4 % (130), eran adultos jóvenes entre 20 y 39 años; el 54,2 % (91) eran varones; la mitad de la muestra eran solteros; el 44 % (74) tenían estudios superiores completos. El grupo ocupacional al que pertenecían fue al de profesionales con un 26,2 %; el 73,8 % (124) profesaba la religión católica; el 10,7 % (18) estaba viviendo con su familia durante el periodo de la cuarentena; el 47 % (79) tenía hijos y, entre estos, un 19,6 % (33) tenía tres o más hijos. (Tabla 1).
Al analizar la percepción del conocimiento frente a la COVID-19 por los ciudadanos en estudio, se halló que un 55,4 % (93) percibía que conocía las complicaciones de la COVID-19; el 52,4 % (88) el medio diagnóstico; el 42,9 % (72) los factores de riesgo y las medidas de prevención, respectivamente. Por el contrario, un 81 % percibía que desconocía el concepto de la enfermedad por la COVID-19, seguido de un 76,8 % (129) los síntomas y el 75 % (126) el significado de ser portador asintomático; de modo que hubo una mayor proporción en la categoría “percibe que desconoce” (Tabla 2). De modo general y de forma descriptiva, el tipo de conocimiento de la muestra en estudio, en un 62,5 % (105) se ubicó en la categoría “percibe que desconoce”.
Al valorar las actitudes frente a la COVID-19, se evidenció que un 45,8 % (77) nunca cumple las reglas impuestas por el gobierno, frente a un 42,3 % (71) que considera que nunca el hecho de estar saludable es resultado de la responsabilidad del autocuidado individual. El 35,1 % de la muestra en estudio (59) prefirió siempre realizar el autocuidado, dado que no hay suficiente disponibilidad de servicios de salud (Tabla 3).
Al analizar el tipo de actitudes de forma global, se halló que el 63,1 % (106) de los encuestados evidenció actitudes negativas, frente a un 36,9 % (62) con actitudes positivas. Se encontró asociación entre la percepción del conocimiento y las actitudes frente a la COVID-19, obteniendo un valor de chi cuadrado de 7,423, con p=0,005 (Tabla 4), indicando que, a menor percepción del conocimiento, mejor actitud.
Características sociodemográficas | n = 168 | ||
---|---|---|---|
fi | % | ||
Grupo de edad | |||
Adulto joven (20-39) | 130 | 77,4 | |
Adulto medio (40-49) | 25 | 14,9 | |
Adulto maduro (50-59) | 8 | 4,8 | |
Adulto mayor (60-69) | 5 | 3,0 | |
Género | |||
Masculino | 91 | 54,2 | |
Femenino | 77 | 45,8 | |
Estado civil | |||
Casado | 36 | 21,4 | |
Conviviente | 43 | 25,6 | |
Soltero | 84 | 50,0 | |
Separado | 5 | 3,0 | |
Grado de escolaridad | |||
Sin estudios | 8 | 4,8 | |
Primaria incompleta | 5 | 3,0 | |
Primaria completa | 11 | 6,5 | |
Secundaria incompleta | 9 | 5,4 | |
Secundaria completa | 26 | 15,5 | |
Superior incompleta | 35 | 20,8 | |
Superior completa | 74 | 44,0 | |
Grupo ocupacional | |||
Miembros del Poder Ejecutivo, Legislativo, Judicial y personal directivo de la administración pública y privada | 13 | 7,7 | |
Profesionales | 44 | 26,2 | |
Profesionales técnicos | 21 | 12,5 | |
Jefes y empleados administrativos | 5 | 3,0 | |
Trabajadores de los servicios y vendedores de comercios y mercados | 33 | 19,6 | |
Agricultores y trabajadores calificados agropecuarios, forestales y pesqueros | 1 | 0,6 | |
Trabajadores de las construcciones, edificación, productos artesanales, electricidad y las telecomunicaciones. | 9 | 5,4 | |
Operadores de máquina industrial, ensambladores y conductores de transporte. | 9 | 5,4 | |
Ocupaciones elementales | 31 | 18,5 | |
Ocupaciones militares y policiales | 2 | 1,2 | |
Religión que profesa | |||
Católico | 124 | 73,8 | |
Evangélico | 20 | 11,9 | |
Mormón | 6 | 3,6 | |
Otros | 18 | 10,7 |
Fuente: guía de entrevista sociodemográfica de los ciudadanos de la zona urbana de Huánuco.
Conocimientos | n = 168 | |||
---|---|---|---|---|
Percibe que conoce | Percibe que desconoce | |||
fi | % | fi | % | |
Qué es la enfermedad de la COVID-19 | 32 | 19,0 | 136 | 81,0 |
Factores de riesgo de la COVID-19 | 72 | 42,9 | 96 | 57,1 |
Los síntomas de la COVID-19 | 39 | 23,2 | 129 | 76,8 |
Las formas de contagio de la COVID-19 | 47 | 28,0 | 121 | 72,0 |
Forma de diagnóstico | 88 | 52,4 | 80 | 47,6 |
El significado de ser portador sano de la COVID-19 | 42 | 25,0 | 126 | 75,0 |
Las complicaciones de la de la COVID-19 | 93 | 55,4 | 75 | 44,6 |
Las medidas de prevención | 72 | 42,9 | 96 | 57,1 |
Fuente: cuestionario de conocimiento.
Actitudes | n = 168 | |||||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Nunca | A veces | Frecuentemente | Casi siempre | Siempre | ||||||
fi | % | fi | % | fi | % | fi | % | fi | % | |
Se interesa por su autocuidado y por el cuidado de su familia | 0 | 0,0 | 5 | 3,0 | 34 | 20,2 | 73 | 43,5 | 56 | 33,3 |
Es responsable de cumplir su autocuidado | 0 | 0,0 | 11 | 6,5 | 42 | 25,0 | 58 | 34,5 | 57 | 33,9 |
Cumple con las reglas impuestas por el gobierno. | 77 | 45,8 | 58 | 34,5 | 16 | 9,5 | 16 | 9,5 | 1 | 0,6 |
Prefiere realizar el autocuidado, dado que no hay suficiente disponibilidad de servicios de salud. | 0 | 0,0 | 7 | 4,1 | 33 | 19,6 | 69 | 41,1 | 59 | 35,1 |
Considera que la medicalización soluciona los problemas de salud. | 0 | 0,0 | 9 | 5,4 | 34 | 20,2 | 68 | 40,5 | 57 | 33,9 |
Deja que el Estado se haga cargo de su salud | 2 | 1,2 | 9 | 5,4 | 50 | 29,8 | 57 | 33,9 | 50 | 29,8 |
El estar saludable es resultado de la responsabilidad del autocuidado individual | 71 | 42,3 | 61 | 36,3 | 19 | 11,3 | 16 | 9,5 | 1 | 0,6 |
Fuente: escala de actitudes.
DISCUSIÓN
Para las actuaciones de prevención frente a la emergencia sanitaria es necesario la adquisición de conocimientos en forma gradual a fin de actuar con medidas más efectivas ante la situación14. Desde las afirmaciones de Muñoz15, la COVID-19 es una enfermedad que requiere una actitud solidaria por parte de toda la población, siendo esta la mejor medida para hacer frente al coronavirus a nivel internacional. Tal como señala Ubillús16, “vencer la pandemia dependerá de la vocación sanitaria y la responsabilidad social de la ciudadanía”.
Según los hallazgos de la presente investigación, se identificó que la mayoría de los ciudadanos tuvieron que percibían conocer, a su vez, mostraban actitudes negativas frente a la COVID-19; un resultado que pone en evidencia el riesgo de propagar la infección entre los miembros de la familia, de la sociedad y de las comunidades, pues una percepción errónea del conocimiento conlleva a actuaciones inadecuadas; situación a la que lamentablemente se expone gran parte de la población ante una enfermedad de la que más son las incertidumbres que las certezas, lo que lleva a que se propaguen fácilmente bulos o mitos acerca del COVID-19.
Este hallazgo se apoya en el análisis de Llanos et al.17, al considerar que los conocimientos influyen en el pensar o creer y en las actitudes que la persona manifiesta sobre la pandemia de la COVID-19. En el componente conductual se refleja además el comportamiento existente de la persona que, dependiendo del conocimiento que esta posea, mostrará más o menos actitudes correctas. En la misma línea, Pérez18hace referencia a que las actitudes de prevención hacia la pandemia están caracterizadas por el conocimiento, la responsabilidad y el control. Es más, el control de la pandemia de la COVID-19, está en las propias personas, en el cumplimiento del autocuidado individual y colectivo.
Por su parte, la OMS7explica que, durante la emergencia sanitaria, los medios de comunicación proporcionan información sobre la COVID-19 para que la población adquiera conocimientos de las vías de contagio de esta enfermedad y así tomen conciencia sobre su incidencia en el mundo entero; en caso contrario, se analiza que la desinformación ocasiona comportamientos erróneos. Ruiz et al.19observaron relación significativa directa entre las los aspectos cognoscitivos insuficientes y las actitudes desfavorables frente a la COVID-19. Por otro lado, Ríos et al20analizaron en su estudio la correspondencia entre las actitudes y las prácticas, siendo las primeras adecuadas, pero no así la segunda variable; por ello, es necesario promover la educación para la salud, para reforzar los conocimientos sobre la COVID- 19 y así generar actitudes positivas de prevención.
Nuestros hallazgos reportan que, ante la percepción de desconocimiento, mejoran las actitudes hacia la COVID-19; lo que quizás tendría relación con que las personas con menor nivel de educación, con escaso acceso a una diversidad de información sobre la COVID-19 o simplemente porque no se proporciona la información oportuna y adecuada referente a la COVID-19, en ese contexto, solo toman conocimiento básico práctico sobre medidas básicas que permitan adherirse para el control efectivo de la propagación de la COVID-19.
Entre los estudios que difieren de nuestros hallazgos, encontramos el estudio de Azlan et al.21, quienes concluyeron que la población de Malasia tiene un nivel aceptable de conocimientos y, por ende, una actitud positiva en su perspectiva de superar la crisis ocasionada por la pandemia de la COVID-19. En estos estudios se deben considerar además las diferencias educacionales, culturales y sociales de la comunidad estudiada.
También, nuestro resultado también se contradice con los hallazgos de Montaño et al.22quienes identificaron que el 100% de la muestra estudiada evidenció conocimiento alto sobre el agente causante de la COVID-19, el 80% conocían el periodo de incubación del virus, y el 95% tenía un buen conocimiento sobre los síntomas principales que se presentan al contraer esta enfermedad.
Se recomienda implementar medidas focalizadas, más enérgicas y fortalecer las estrategias de comunicación a la población con profesionales con competencias en el área, continuar con las campañas de concientización social desde la atención primaria de la salud a través de un trabajo articulado, acciones de prevención y promoción de la salud, difundidas en diferentes redes y medios comunicación (propagandas publicitarias en televisión, radio, perifoneo, paneles publicitarios, redes sociales, etc.) accesibles a los ciudadanos; asegurándose de utilizar mensajes con información clara y precisa, de manera que se promueva el comportamiento responsable que impida la propagación de la COVID-19.
Como limitaciones de nuestro estudio mencionamos, en primer lugar, que la encuesta online pudo generar sesgo de respuesta; sin embargo, se utilizó un instrumento autoadministrado y estandarizado de fácil comprensión. Por otro lado, el muestreo no aleatorio incrementó el sesgo de selección; no obstante, el estudio describió y evaluó los conocimientos y actitudes en un contexto espacial acotado, los datos generados aquí no son extrapolables a la población urbana de Huánuco. A pesar de estas limitaciones, la investigación aporta resultados para futuros estudios, siendo el primero en su tipo que se reporta en nuestro medio, por lo que sus resultados deben ser tomados como referencias iniciales para futuras investigaciones.
CONCLUSIÓN
Existe asociación inversa entre la percepción de conocimientos y el tipo de actitudes frente a la COVID-19 en un grupo de ciudadanos de la zona urbana de Huánuco. Frente a ello, es importante mantener a la población en un nivel de conocimiento adecuado y acertado que le permita orientarse hacia actitudes favorables de prevención, reconociendo los posibles daños o consecuencias que afectan a los grupos más vulnerables, para así evitar graves complicaciones a su salud.