INTRODUCCIÓN
El SARS-CoV fue el responsable de la primera pandemia del siglo XXI que se extendió a 29 países, alcanzando una mortalidad del 9,6%. La segunda pandemia lo causó el MERS-CoV en el 2012 en el medio oriente, alcanzando una mortalidad del 34.4%1. En enero del 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declara en Emergencia la Salud1,2; dos meses después se le consideró una pandemia global por COVID 193.
Las cepas humanas de coronavirus se transmiten durante el invierno y son causantes del resfriado común1,4,5, otitis media en niños, y neumonía(4,5); otras son altamente patógenas, causantes de los síndromes respiratorio agudo grave y del medio oriente, respectivamente5,6.
SARS-CoV-2 es un betacoronavirus que se transmite por vía respiratoria1,4, por fómites4, fecal oral7,8, y materno fetal9. La vía respiratoria es la principal vía de transmisión por las gotas de flügge que se propagan hasta dos metros al hablar, estornudar o toser, y se mantienen en el aire más de 17 minutos1,4,10. La vía por fómites se debe a que el virus permanece viable en superficies lisas, desde 4 horas1a 5 días dependiendo del tipo de material4,11; asimismo, la vía fecal oral se justificaría por la presencia de ARN viral en las heces (aún incluso con prueba de frotis nasofaríngea negativa9 y a la generación de aerosoles infecciosos en el inodoro, conduciendo a una transmisión por fómites8. En cuanto la vía materna fetal, si bien no se ha podido demostrar, aún no se descarta9.
El virus SARS-CoV-2 ingresa a nuestro organismo por la nariz, boca u ojos, e ingresan a la célula por medio del receptor enzima convertidora de angiotensina (ACE2)1,10-12; que se encuentra en las membranas citoplasmáticas pulmonares AT2, así como en las células del íleon y del colon, donde se replica11. El período de incubación es de 3 a 9 días, teniendo la máxima carga viral a los 2,5 días previos a la aparición de los síntomas10.
La sintomatología más frecuente es fiebre, tos, mialgia o fatiga, disnea,1,8,10,11,13) dolor de garganta, diarrea, náuseas y vómitos1,8,10,11, dolor abdominal8,10,13, anorexia, mareos, cefalea, alteración del gusto y el olfato9,11, artralgias12, alteración de la conciencia, y erupciones urticarianas o vesiculares y púrpura11. Estas se resuelven luego de 10 a 15 días, pero la eliminación viral continúa1.
El Hospital I Florencia de Mora EsSalud no fue incluido como centro referencial para SARS-CoV-2 en Trujillo, sin embargo, debido a la propagación que tiene el virus y la saturación de hospitales referenciales, jugó un papel importante en la oferta de servicios de salud para atención de pacientes con COVID-19. En base a ello, el objetivo del estudio es determinar las características clínicas y epidemiológicas de los pacientes con diagnóstico de SARS-CoV-2
MÉTODOS
Diseño y área de estudio
se realizó un estudio descriptivo, observacional, y retrospectivo, a partir de la revisión del sistema de gestión de archivos de EsSalud, de los pacientes atendidos en el Triaje COVID Hospital I Florencia de Mora (HIFM).
Población y muestra
la población incluyo a 2622 pacientes con definición de sospechoso atendidos en el triaje de COVID-19 del HIFM - EsSalud, La Libertad, durante marzo a agosto del 2020. Se incluyeron a pacientes con diagnóstico de COVID-19 confirmado con prueba serológica o molecular, y se excluyeron a los pacientes a quienes no se encontró durante la llamada de control y seguimiento, así como a quienes solicitaron retiro voluntario.
Variables e instrumentos
para valorar las características clínico-epidemiológicas, se consideró caso confirmado por pruebas serológicas o molecular positiva según la definición presente en la alerta epidemiológica oficial. En cuanto a las características epidemiológicas, se consideró a la edad, procedencia y sexo; mientras que en las características clínicas se incluyeron los síntomas y la comorbilidad.
Procedimientos
luego de obtener permiso de la institución, se procedió a revisar las fichas epidemiológicas descargadas de la NotiWeb, ingresando cada ficha a una base de datos para la vigilancia epidemiológica de cada paciente.
Análisis estadísticos
mediante la estadística descriptiva, se analizó la información construyendo tablas de frecuencias de una y doble entrada, con sus valores absolutos y relativos.
Aspectos éticos
En el HIFM - EsSalud no cuenta con comité de ética, por lo cual se contó con la aprobación del servicio asistencial y la coordinadora de capacitación del hospital, guardando la confidencialidad de los datos sensibles y el anonimato en la recolección de datos, a la cual sólo tuvo acceso el personal investigador.
RESULTADOS
De un total de 2622 atendidos en el triaje de COVID-19 del HIFM - EsSalud, solo se le realizó tamizaje al 58.85% (1543) con el método de prueba serológicas 94.5 % (1458), mientras que por prueba molecular un 5.5% (85). Dentro de los tamizados se diagnosticó con SARS-CoV-2 a 74.9% (1155). Es importante mencionar que 5.54% (64) fueron hospitalizados y 1.99% (23) fallecieron.
TIPO DE PRUEBA | SEROLOGICAS | RT-PCR | TOTAL | ||||
---|---|---|---|---|---|---|---|
N | % | N | % | N | % | ||
REACTIVO | 65 | 4,2 | 1155 | 74.9 | |||
IGM | 138 | 8,9 | |||||
IGM/IGG | 719 | 46,6 | |||||
IGG | 233 | 15,1 | |||||
1090 | 70,6 | ||||||
NO REACTIVO | 368 | 23,9 | 20 | 1,3 | 388 | 25,1 | |
TOTAL | 1458 | 94,5 | 85 | 5,5 | 1543 | 100 |
Fuente: Área de epidemiología del HIFM
En el grafico 1 se observan los casos de COVID 19 según el mes de tamizaje, encontrando los meses con más casos en el mes de junio y julio, con el 29.4% (340) y 37.4% (432) respectivamente.
En laTabla 2se encuentran las variables edad y sexo pertenecientes a las características epidemiológicas, siendo el grupo etario más frecuente el de 27-59 años, con el 77.9% (900) y con una edad media de 43.5 años ± 14.8. El sexo más frecuente fue el masculino, con un 57.5% (664).
Grupo etario | Femenino | Masculino | Total | |||
---|---|---|---|---|---|---|
N | % | N | % | N | % | |
1-4 | 1 | 0,1 | 1 | 0,1 | 2 | 0,2 |
5-11 | 4 | 0,3 | 5 | 0,4 | 9 | 0,8 |
12-17 | 7 | 0,6 | 9 | 0,8 | 16 | 1,4 |
18-26 | 37 | 3,2 | 41 | 3,5 | 78 | 6,8 |
27-59 | 371 | 32,1 | 529 | 45,8 | 900 | 77,9 |
>60 | 71 | 6,1 | 79 | 6,8 | 150 | 13,0 |
Total | 491 | 42,5 | 664 | 57,5 | 1155 | 100,0 |
Fuente: Área de epidemiología del Hospital I Florencia de Mora.
El 26.1% de pacientes con SARS-CoV-2 presentó algún tipo de morbilidad, siendo la más frecuente la hipertensión arterial 6.9% (80); la obesidad y sobrepeso se encontró en segundo lugar, con 3.7% (43). El 73.9 % (853) de los pacientes no presentaron ninguna comorbilidad.
COMORBILIDAD | N | % |
---|---|---|
Hipertensión arterial | 80 | 6,9 |
Obesidad y sobrepeso | 43 | 3,7 |
Diabetes mellitus | 35 | 3,0 |
Asma | 32 | 2,8 |
Hipertensión arterial y Diabetes Mellitus | 26 | 2,3 |
Enfermedad del Aparato digestivo | 14 | 1,2 |
Enfermedad intersticial pulmonar y obstructiva crónica | 12 | 1,0 |
Cáncer | 10 | 0,9 |
De dos enfermedades a más | 10 | 0,9 |
Hipotiroidismo | 9 | 0,8 |
Enfermedad Neurológica | 8 | 0,7 |
Otros | 8 | 0,7 |
Enfermedad Osteomuscular | 6 | 0,5 |
Otras enfermedades respiratorias | 5 | 0,4 |
Enfermedad renal crónica | 4 | 0,3 |
Sin comorbilidad | 853 | 73,9 |
Total | 1155 | 100,0 |
Fuente: Área de epidemiología del Hospital I Florencia de Mora
El 85% (982) de los pacientes con SARs-CoV-2 presentaron sintomatología. Los síntomas según grupo etario se muestran en la tabla 5, siendo los más frecuentes la tos con 62.9% (726) y la odinofagia con 55.7% (643). En el grupo etario de 6-11 años, el síntoma más frecuente fue la congestión nasal con 0.4% (5), en el de 18-26 años la odinofagia 4.1% (47), mientras que en el grupo etario de 12-17 años, 27- 59 años, y mayores de 60 años fue la tos con un 0.9% (10), 47.6% (550) y 10.4% (120) respectivamente.
Sintomatología | 1-5 años | 6-11 años | 12-17 años | 18-26 años | 27-59 años | >60 años | Total | |||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
N | % | N | % | N | % | N | % | N | % | N | % | N | % | |
Tos | 1 | 0,1 | 4 | 0,3 | 10 | 0,9 | 41 | 3,5 | 550 | 47,6 | 120 | 10,4 | 726 | 62,9 |
Odinofagia | 1 | 0,1 | 4 | 0,3 | 5 | 0,4 | 47 | 4,1 | 496 | 42,9 | 90 | 7,8 | 643 | 55,7 |
Malestar general | 1 | 0,1 | 3 | 0,3 | 7 | 0,6 | 33 | 2,9 | 427 | 37,0 | 88 | 7,6 | 559 | 48,4 |
Cefalea | 0 | 0,0 | 2 | 0,2 | 6 | 0,5 | 41 | 3,5 | 415 | 35,9 | 60 | 5,2 | 524 | 45,4 |
Fiebre | 1 | 0,1 | 3 | 0,3 | 5 | 0,4 | 29 | 2,5 | 385 | 33,3 | 71 | 6,1 | 494 | 42,8 |
Mialgia | 0 | 0,0 | 3 | 0,3 | 5 | 0,4 | 24 | 2,1 | 370 | 32,0 | 67 | 5,8 | 469 | 40,6 |
Dolor de pecho | 1 | 0,1 | 1 | 0,1 | 4 | 0,3 | 18 | 1,6 | 266 | 23,0 | 44 | 3,8 | 334 | 28,9 |
Congestión nasal | 1 | 0,1 | 5 | 0,4 | 7 | 0,6 | 30 | 2,6 | 254 | 22,0 | 37 | 3,2 | 334 | 28,9 |
Dificultad respiratoria | 0 | 0,0 | 0 | 0,0 | 1 | 0,1 | 5 | 0,4 | 211 | 18,3 | 72 | 6,2 | 289 | 25,0 |
Diarrea | 1 | 0,1 | 2 | 0,2 | 2 | 0,2 | 8 | 0,7 | 182 | 15,8 | 26 | 2,3 | 221 | 19,1 |
Anosmia | 0 | 0,0 | 0 | 0,0 | 5 | 0,4 | 13 | 1,1 | 177 | 15,3 | 18 | 1,6 | 213 | 18,4 |
Ageusia | 0 | 0,0 | 0 | 0,0 | 5 | 0,4 | 13 | 1,1 | 177 | 15,3 | 18 | 1,6 | 213 | 18,4 |
Nauseas | 0 | 0,0 | 0 | 0,0 | 0 | 0,0 | 5 | 0,4 | 79 | 6,8 | 12 | 1,0 | 96 | 8,3 |
Dolor articular | 0 | 0,0 | 0 | 0,0 | 1 | 0,1 | 0 | 0,0 | 50 | 4,3 | 11 | 1,0 | 62 | 5,4 |
Dolor abdominal | 0 | 0,0 | 1 | 0,1 | 2 | 0,2 | 4 | 0,3 | 22 | 1,9 | 3 | 0,3 | 32 | 2,8 |
otros | 0 | 0,0 | 1 | 0,1 | 4 | 0,3 | 0 | 0,0 | 17 | 1,5 | 7 | 0,6 | 29 | 2,5 |
Fuente: Área de epidemiología del Hospital I Florencia de Mora.
DISCUSIÓN
En el presente estudio se realizó el tamizaje a 1543 (58.9%) personas que acudieron al triaje diferenciado para COVID-19, en el Hospital I Florencia de Mora. Se encontró que 75 de cada 100 pacientes tamizados tuvieron COVID-19, resultado similar al 70.07% (192) reportado en el estudio de Villagrán-Olivas K (México)14, y mayor al 22.66% (349) de Vila-Córcoles A. (España)15. Ambos estudios optaron por la prueba molecular para el tamizaje por ser sensible y específica, así como por no tener reactividad cruzada con virus respiratorios16. Sin embargo, Villagrán-Olivas K14utilizó una población de 242 casos sospechosos, mientras que Vila-Córcoles A15, a pesar de incluir a una población de 79 071 pacientes, sólo tamizo al 2% (1547).
En cambio, en nuestro país se opta por hacer el diagnóstico con pruebas rápidas serológicas que son económicas, fáciles y sencillas de utilizar16; estas detectan los anticuerpos IgM e IgG, presentes hasta un 40 % en la primera semana del inicio de sintomatología y llega hasta el 100% para el día 1517. A pesar de que Sánchez C (Lima-Perú)18utilizó la misma prueba diagnóstica, éste incluyó en su población de estudio a personal sanitario, y reportó el 25.6% (1112). Esta diferencia podría deberse a que la población en estudio estuvo más expuesta, a diferencia de nuestro estudio, en el que se optó por esperar el tiempo de aislamiento para el tamizaje, lo que haría que se presenten más casos confirmados.
En cuanto a los meses de mayores casos reportados, estos fueron junio y julio con 29.4% (340) y 37.2% (432); estos resultados coinciden con los meses de mayor positividad en el departamento de La Libertad19.
Dentro de las características epidemiológicas, el sexo más frecuente fue el masculino con 57.5% (664). Este resultado concuerda con los reportados por Villagrán-Olivas K (México)14con 59.38% (114), Ferrer J. (Cuba) con 52.7(71)20en pacientes hospitalizados, y Llaro-Sánchez M(Lima-Perú) con 69.57 % (16)21en pacientes fallecidos. No obstante, difieren con lo encontrado por Vila-Córcoles A. (España)15, Sánchez C. (Lima-Perú)18y Guzmán-Del Giudice O. (Lima-Perú)22, quienes encontraron que el sexo femenino fue el más frecuente con un 59% (206) ,71.7% (797), y 52% (13), respectivamente. Esto se debería a que los hombres están más predispuestos a contraer COVID-19 por su mayor hábito al tabaco, enfermedades concomitantes23,24, y exposición de determinantes de riesgo; sin embargo, estos resultados no son concluyentes23.
El grupo etario más frecuente fueron los adultos, con un 77.9% (900). Estos hallazgos concuerda con Villagrán-Olivas K (México)14, Sánchez C (Lima-Perú)18y Guzmán-Del Giudice O(Lima-Perú)22; mientras que en estudios con pacientes fallecidos como Llaro-Sánchez M(Lima-Perú)21y Escobar G(Lima-Perú)25el grupo etario frecuente fueron los adultos mayores. Esta diferencia se daría porque el adulto mayor tiene una alta tasa de letalidad por su déficit del sistema inmune, asociado a enfermedades concomitantes, lo que justificaría su frecuencia en estudios con pacientes fallecidos26; mientras que el adulto joven se encuentra más inmerso en el sector laboral y social, lo justificaría su frecuencia en nuestro estudio.14
Dentro del perfil clínico, la comorbilidad más frecuente fue la hipertensión arterial con un 6.9% (80). Esto concuerda con Vila-Córcoles A. (España)15y Escobar G. (Lima-Perú)25; mientras que difiere de lo reportado por Villagrán-Olivas K (México)14y Sánchez C (Lima-Perú)18, donde la comorbilidad más frecuente fue la obesidad. Esto se debería a que los pacientes hipertensos consumen medicamentos como IECA Y ARA que aumentan los niveles ECA2, receptores que también se encuentra en el corazón y vasos sanguíneos, lo que facilitaría el ingreso del virus a las células12.
En nuestro estudio, la obesidad fue la segunda comorbilidad más frecuente con un 3.7% (43), a diferencia del 33.3% (64) referido en el trabajo de Villagrán-Olivas K., quien realizó el estudio en México, país en donde la obesidad se encuentra entre los primeros lugares en el mundo14; mientras que Sánchez C. realizó su estudio con personal de salud, quienes por su rutina no tiene hábitos saludables, por lo que estaría presente la obesidad en ellos.
Dentro de la sintomatología, los más frecuentes fueron la tos con 62.9% (726), odinofagia 55.7% (643), y malestar general 48.4% (559). Este resultado difiere de Villagrán-Olivas K. (México)14y Guzmán-Del Giudice O. (Lima-Perú)23, quienes reportaron a la fiebre y tos como síntomas más frecuentes. Esto se debería a que incluyeron pacientes hospitalizados en su muestra. Asimismo, concuerda parcialmente con lo revisado por Ferrer J. (Cuba)20, cuyo estudio reportó la tos y la fiebre con pacientes de todas las edades, como en la presente investigación.
Como limitaciones del estudio, cabe resaltar que el abastecimiento de pruebas moleculares no fue suficiente, lo que pudo haber condicionado un subregistro de casos positivos de COVID-19 entre los 2622 pacientes que fueron tamizados en el triaje diferenciado. Asimismo, se dificultó el seguimiento de algunos pacientes porque no contestaban el teléfono o porque fueron hospitalizados.