INTRODUCCIÓN
Las enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT) forman parte de la causa principal de muerte a nivel mundial siendo responsables de al menos 41 millones de muertes. Y si bien pueden afectar a todos los grupos etarios, se estima que 15 millones de muertes se dan entre los 30 y 69 años de edad. De acuerdo a las cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades cardiovasculares son causa de 17,9 millones de muertes por año; 9 millones por cáncer; 3,9 millones por enfermedades respiratorias y 1,6 millones por diabetes.1
A nivel nacional, la hipertensión arterial (HTA) y diabetes mellitus (DM) son prioridades de investigación en salud, debido a que forman parte de problemas sanitarios que más afectan a la población y requieren de respuestas efectivas y eficientes. En el 2019, se reportó que la prevalencia de HTA fue de 19,7% en personas mayores de 15 años, siendo el sexo masculino los más afectados (21,7% vs 17,8% en mujeres), por otro lado la prevalencia de la DM en personas mayores de 15 años fue de 3,9%, siendo esta vez más afectado el sexo femenino (4,3% vs 3,4% en hombres).2
Por otro lado, el estilo de vida es un pilar importante en la prevención y tratamiento de las ECNT. Principalmente la HTA y DM incluyen en el tratamiento no farmacológico la modificación del estilo de vida, sobre todo en términos de ejercicios y dieta. Además, se sabe que el estilo de vida saludable disminuye el número y dosis de fármacos empleados para el manejo de estas enfermedades y previenen complicaciones a futuro.3
El 11 de marzo del 2020, la OMS declaró una pandemia por el nuevo coronavirus SARS-COV 2.4En nuestro país, se confirmó la primera persona infectada el 6 de marzo del 2020, incrementándose rápidamente el número de casos, presentándose las primeras víctimas mortales el 19 de marzo.5Por lo cual, se declaró estado de emergencia a nivel nacional.6
Las medidas de contención permitieron el tránsito exclusivo del personal de “primera línea”6, mientras que el resto de trabajadores se vieron obligados a continuar con sus labores por vía virtual. Así mismo, los centros de salud se enfocaron en la atención de pacientes con COVID-19, derivando a los pacientes con ECNT a tele consultas.
Estos cambios en la rutina, el aumento del estrés, el desempleo, el aislamiento social, el temor de infectarse por COVID- 19 al asistir a los laboratorios para realizar exámenes de rutina y la falta de acceso a sus medicamentos habituales, pueden generar comportamientos negativos en el estilo de vida de los pacientes y en el manejo de sus enfermedades. Por el contrario, la mayor disponibilidad de tiempo para estar con la familia, cocinar de forma saludable y realizar actividad física podría mejorar el estilo de vida y el control de estas patologías.7
Siendo este tema una preocupación a nivel mundial, diferentes países realizaron estudios en el último año abarcando el otro lado de la pandemia por COVID-19, en este caso, el impacto que podría tener la cuarentena como determinante en el cambio del estilo de vida, hábitos alimenticios, actividad física y control rutinario de enfermedad, en aquellos pacientes que presenten enfermedades crónicas no trasmisibles.7-11En el contexto de la situación antes mencionada, nos planteamos el siguiente objetivo: Determinar la asociación entre el estilo de vida y el control de enfermedades crónicas no transmisibles: hipertensión arterial y diabetes mellitus durante la pandemia de COVID-19 en pacientes de un Centro de Atención de Urgencias.
METODOLOGÍA
Tipo y diseño
Se realizó un estudio observacional, transversal, analítico, cuantitativo en un centro de atención de urgencias en Lima. El Centro de Atención de Urgencias (CAU) - Unidad de Control de Emergencias (UCE), es una organización sin fines de lucro al cual acuden pacientes con enfermedades crónicas, no relacionadas al COVID-19.
Población y muestra
El presente estudio incluye a todos los pacientes adultos entre 30 y 79 años de edad con hipertensión arterial o diabetes mellitus que acuden al CAU- UCE. Se incluyó a aquellos pacientes que presentaban una sola enfermedad crónica no trasmisible: hipertensión arterial o diabetes mellitus que cuenten con los datos de presión arterial y glucosa en ayunas en sus fichas de control y se excluyó a los que tenían ambas enfermedades.
Se determinó el tamaño muestral mediante la fórmula de población finita, para lo cual se tomó como referencia el trabajo de Samaneh Akbarpour, et al.12mostrando un total de 158 pacientes. Se utilizó un poder estadístico del 80% y un nivel de confianza del 95%. Se realizó un muestreo no probabilístico debido a que las unidades de estudio han sido seleccionadas por conveniencia, del CAU- UCE, en el distrito de Lince.
Variables e instrumentos
Las variables principales fueron: el estilo de vida (variable independiente) y el control de la hipertensión arterial o diabetes mellitus (variable dependiente).
Para evaluar el estilo de vida se utilizaron dos tipos de cuestionarios, el Perfil de Estilo de vida de Nola Pender, en 1987 (PEPS I), adaptado por Arrioja13en pacientes con hipertensión arterial, el cual consta de 36 preguntas, mostrando un puntaje final, en donde el puntaje de 36 a 58 califica como no saludable y de 59 a 144 como saludable. La escala general tuvo 0.90 de Alpha de Cronbach por lo que se considera aceptable.14Así mismo, se empleó el cuestionario “Instrumento para Medir el Estilo de Vida en Diabéticos” (IMEVID) aplicado en pacientes con diabetes mellitus tipo 2 en un estudio realizado por Guzman y Ttupa, en donde se obtuvo un Alpha de Cronbach del instrumento total de 0.85.15Este cuestionario consta de 25 preguntas, mostrando una sumatoria final, en donde 0 a 74 puntos se considera no saludable, y de 75 a 100 puntos se considera saludable.
Para interpretar y clasificar los resultados de las variables clínicas relacionadas al control de la enfermedad del paciente con HTA y/o DM se empleó la Guía de Práctica Clínica para el Diagnóstico, Tratamiento y Control de la enfermedad hipertensiva arterial y la diabetes mellitus del Ministerio de Salud del Perú. Se clasifico como “paciente controlado” a aquellos que presentaron las 6 últimas mediciones de la presión arterial <= 140/90 mmHg en el caso de ser paciente hipertenso; y las 2 últimas mediciones de glucemia en ayunas <=130 mg/dL en el caso del paciente diabético.
Otras variables estudiadas fueron: grupo etario, sexo, estado civil, nivel educacional, tiempo de enfermedad, antecedente personal de COVID-19, antecedente familiar de COVID-19 y comorbilidad. Así mismo, durante el triaje se realizó la medición del perímetro abdominal, clasificando al paciente en riesgo normal (mujeres < 82cm, varones < 95 cm), elevado (mujeres 82- 87 cm, varones 95-101 cm) y muy elevado (mujeres> 87 cm, varones > 101 cm), se midió la talla y el peso para obtener el cálculo del índice de masa corporal (IMC). Los valores fueron anotados en la ficha de recolección de datos.
Procedimientos
La participación fue abiertamente voluntaria y se solicitó el consentimiento informado por escrito de cada participante que cumplía con los criterios de inclusión del estudio. Los cuestionarios fueron aplicados a los pacientes durante el tiempo de espera para su cita en el consultorio de medicina general, de 9:00-15:00 horas, entre el periodo octubre y noviembre del año 2020. Se realizaron las mediciones de peso, talla y perímetro abdominal usando una balanza inteligente y cintas métricas. Posteriormente, los datos recogidos se almacenaron en una hoja de cálculo de Microsoft Excel, donde se incluyeron criterios de validación para evitar posibles errores de digitación.
Análisis estadístico
Las variables cuantitativas se analizaron a través de medidas de tendencia central, como la media. Las medidas de dispersión usadas para la evaluación de la distribución de frecuencias de las variables fueron el promedio y desviación estándar cuando la distribución se aproximaba a una normal. Para las variables cualitativas se construyeron tablas de frecuencias y contingencia.
Para evaluar la asociación entre las variables cualitativas se utilizó la prueba de hipótesis Chi cuadrado de independencia. Como medida para la evaluación de la asociación entre el estilo de vida y el control de enfermedades, se utilizó la razón de prevalencia (RP) con su respectivo intervalo de confianza al 95%. Finalmente, se calcularon los RP ajustados a través de un modelo de regresión de Poisson. El procesamiento, recodificación y validación, así como el análisis estadístico se realizó en SPSS versión 25.
Aspectos éticos
El presente estudio fue elaborado teniendo en consideración los principios éticos para las investigaciones médicas en seres humanos de la Declaración de Helsinki de la Asociación Médica Mundial y sus posteriores enmiendas. Fue desarrollado en el curso de titulación por tesis del INICIB, y cuenta con la aprobación del Comité de Ética en Investigación de la Facultad de Medicina Humana de la Universidad Ricardo Palma.
RESULTADOS
De la totalidad de los 158 encuestados, se observa que el 51,3% de la población está conformado por el sexo masculino; el 57,6% tienen un estado civil casado y el 51,9% presentan un nivel educacional superior. Con respecto a la edad de los pacientes, se observa que la edad fue de 39-79 años, la media de 60,9 y con una desviación estándar de 9,8. (Tabla 1)
El control de la enfermedad se vio reflejado en el 55,7% de la población en general; también se puede evidenciar que la mayoría de los pacientes hipertensos presentan un estilo de vida saludable (84,8%), en contraste con los pacientes diabéticos quienes presentan un mayor porcentaje de estilo de vida no saludable (72,2%). (Figura 1) Con respecto al IMC, en la población predomina el sobrepeso con un 48,7% y un perímetro abdominal con riesgo elevado en un 36,7%. (Tabla 1)
Con respecto a las comorbilidades el 43,7% de la población sí presenta alguna otra enfermedad, siendo las más frecuentes: dislipidemia, artrosis y migraña.
En el análisis bivariado de los pacientes con hipertensión arterial, se evidencia que las variables que mostraron asociación significativa con el no control de la enfermedad son: el estilo de vida no saludable (RP=3,190; p<0,001; IC95%=2,233-4,558), IMC patológico (RP=3,621; p=0,003; IC95%=1,225-10,701), perímetro abdominal de riesgo patológico (RP=2,978; p=0,005; IC95%=1,173-7,560) y antecedente familiar de COVID-19 (RP=2,094; p=0,011; IC95%=1,321-3,319). (Tabla 2)
En el análisis bivariado de la población con diabetes mellitus tipo 2, se muestra una asociación significativa entre no control de la diabetes mellitus 2 y las siguientes variables: estilo de vida no saludable (RP=6,754; p<0,001; IC95%=1,758-25,948), IMC patológico (RP=2,102; p=0,013; IC95%=1,065-4,150), perímetro abdominal de riesgo patológico (RP=2,793; p=0,002; IC95%=1,234-6,320) y tiempo de enfermedad mayor de 10 años (RP=0,584; p=0,030; IC95%=0,350-0,977) siendo este último un factor protector. (Tabla 3)
En el análisis multivariado de los pacientes con hipertensión arterial se evidencia una asociación significativa entre el no control de la enfermedad hipertensiva y el estilo de vida no saludable (RP=2,538; p=0,000; IC95%=1,608-4,006). (Tabla 4) Finalmente, en el análisis multivariado de la población diabética se obtuvo una asociación significativa entre el no control de la diabetes mellitus con las siguientes variables: estilo de vida no saludable (RP=5,498; p=0,013; IC95%=1,440-20,995) y perímetro abdominal de riesgo patológico (RP=2,623; p=0,038; IC95%=1,057-6,508). (Tabla 5)
CARACTERÍSTICAS GENERALES | General | HTA | DM | ||||||||
N° | % | N° | % | N° | % | ||||||
Sexo | Femenino | 81 | 51,3 | 34 | 43,0 | 43 | 54,4 | ||||
Masculino | 77 | 48,7 | 45 | 57,0 | 36 | 45,6 | |||||
Estado civil | Soltero | 30 | 19,0 | 17 | 21,5 | 13 | 16,5 | ||||
Casado | 91 | 57,6 | 42 | 53,2 | 49 | 62,0 | |||||
Viudo | 11 | 7,0 | 6 | 7,6 | 5 | 6,3 | |||||
Divorciado | 14 | 8,9 | 8 | 10,1 | 6 | 7,6 | |||||
Conviviente | 12 | 7,6 | 6 | 7,6 | 6 | 7,6 | |||||
Nivel educacional | Universidad/Instituto | 82 | 51,9 | 40 | 50,6 | 42 | 53,2 | ||||
Escuela secundaria | 65 | 41,1 | 35 | 44,3 | 30 | 38,0 | |||||
Escuela primaria | 11 | 7,0 | 4 | 5,1 | 7 | 8,9 | |||||
Grupo Etario | Adulto | 75 | 47,5 | 38 | 48,1 | 37 | 46,8 | ||||
Adulto mayor | 83 | 52,5 | 41 | 51,9 | 42 | 53,2 | |||||
Control de enfermedad | Paciente controlado | 88 | 55,7 | 46 | 58,2 | 42 | 53,2 | ||||
Paciente no controlado | 70 | 44,3 | 33 | 41,8 | 37 | 46,8 | |||||
Estilo de vida | Saludable | 89 | 56,3 | 67 | 84,8 | 22 | 27,8 | ||||
No saludable | 69 | 43,7 | 12 | 15,2 | 57 | 72,2 | |||||
Tiempo de enfermedad | Menos de 10 años | 84 | 53,2 | 43 | 54,4 | 41 | 51,9 | ||||
Más de 10 años | 74 | 46,8 | 36 | 45,6 | 38 | 48,1 | |||||
Comorbilidad | No | 89 | 56,3 | 40 | 50,6 | 49 | 62,0 | ||||
Si | 69 | 43,7 | 39 | 49,4 | 30 | 38,0 | |||||
IMC | Normal | 49 | 31,0 | 21 | 26,6 | 26 | 32,9 | ||||
Sobrepeso | 77 | 48,7 | 43 | 54,4 | 36 | 45,6 | |||||
Obesidad grado I | 31 | 19,6 | 15 | 19,0 | 16 | 20,3 | |||||
Obesidad grado III | 1 | 0,6 | 0 | 0,0 | 1 | 1,3 | |||||
Perímetro abdominal | Riesgo normal | 47 | 29,7 | 23 | 29,1 | 24 | 30,4 | ||||
Riesgo elevado | 58 | 36,7 | 29 | 36,7 | 29 | 36,7 | |||||
Riesgo muy elevado | 53 | 33,5 | 27 | 34,2 | 26 | 32,9 | |||||
Antecedente de COVID-19 | No | 137 | 86,7 | 71 | 89,9 | 66 | 83,5 | ||||
Si | 21 | 13,3 | 8 | 10,1 | 13 | 16,5 | |||||
Antecedente familiar de COVID-19 | No | 128 | 81,0 | 67 | 84,8 | 61 | 77,2 | ||||
Si | 30 | 19,0 | 12 | 15,2 | 18 | 22,8 | |||||
Total | 158 | 100 | 79 | 50 | 79 | 50 |
HTA: Hipertensión arterial. DM: Diabetes mellitus tipo 2. IMC: Índice de masa corporal
CARACTERISTICAS GENERALES | CONTROL DE ENFERMEDAD | ||||||||||
Total | Paciente no controlado | Paciente controlado | Chi cuadrado | P valor | RP | IC 95% | |||||
Total | 79 (100%) | 33 (41,8%) | 46 (58,2%) | ||||||||
Estilo de vida | No saludable | 12 (100%) | 12 (100%) | 0 (0%) | 19,723 | 0,000* | 3,190 | 2,233-4,558 | |||
Saludable | 67 (100%) | 21 (31,34%) | 46 (68,66%) | Ref. | Ref. | Ref. | Ref. | ||||
Grupo etario | Adulto mayor | 41 (100%) | 14 (34,15%) | 27 (65,85%) | 2,038 | 0,153 | 0,683 | 0,400-1,165 | |||
Adulto | 38 (100%) | 19 (50%) | 19 (50%) | Ref. | Ref. | Ref. | Ref. | ||||
Sexo | Femenino | 34 (100%) | 15 (44,12%) | 19 (55,88%) | 0,135 | 0,713 | 1,103 | 0,653-1,863 | |||
Masculino | 45 (100%) | 18 (40%) | 27 (60%) | Ref. | Ref. | Ref. | Ref. | ||||
Estado civil | Con pareja | 48 (100%) | 22 (45,83%) | 26 (54,17%) | 0,8295 | 0,362 | 1,292 | 0,731-2,282 | |||
Sin pareja | 31 (100%) | 11 (35,48%) | 20 (64,52%) | Ref. | Ref. | Ref. | Ref. | ||||
Nivel educacional | Colegio | 39 (100%) | 20 (51,28%) | 19 (48,72%) | 2,864 | 0,091 | 1,578 | 0,915-2,721 | |||
Superior | 40 (100%) | 13 (32,50%) | 27 (67,50%) | Ref. | Ref. | Ref. | Ref. | ||||
Tiempo de enfermedad | Más de 10 años | 36 (100%) | 15 (41,67%) | 21 (58,23%) | 0,000 | 0,986 | 0,995 | 0,588-1,685 | |||
Menos de 10 años | 43 (100%) | 18 (41,86%) | 25 (58,14%) | Ref. | Ref. | Ref. | Ref. | ||||
IMC | Patológico | 58 (100%) | 30 (51,72%) | 28 (48,28%) | 8,885 | 0,003 | 3,621 | 1,225-10,701 | |||
Normal | 21 (100%) | 3 (14,29%) | 18 (85,71%) | Ref. | Ref. | Ref. | Ref. | ||||
Perímetro abdominal | Riesgo patológico | 56 (100%) | 29 (51,79%) | 27 (48,21%) | 79,295 | 0,005 | 2,978 | 1,173-7,560 | |||
Riesgo normal | 23 (100%) | 4 (17,39%) | 19 (82,61%) | Ref. | Ref. | Ref. | Ref. | ||||
Antecedente personal de COVID-19 | Si | 8 (100%) | 5 (62,50%) | 3 (37,50%) | 1,572 | 0,210 | 1,585 | 0,858-2,926 | |||
No | 71 (100%) | 28 (39,44%) | 43 (60,56%) | Ref. | Ref. | Ref. | Ref. | ||||
Antecedente familiar de COVID-19 | Si | 12 (100%) | 9 (75%) | 3 (25%) | 6,423 | 0,011 | 2,094 | 1,321-3,319 | |||
No | 67 (100%) | 24 (35,82 %) | 43 (64,18%) | Ref. | Ref. | Ref. | Ref. | ||||
Comorbilidad | Si | 39 (100%) | 19 (48,72%) | 20 (51,28%) | 1,528 | 0,216 | 1,392 | 0,816-2,375 | |||
No | 40 (100%) | 14 (35%) | 26 (65%) | Ref. | Ref. | Ref. | Ref. |
* Prueba de probabilidad exacta de Fisher entre control de la enfermedad y estilo de vida en pacientes con HTA del Centro de atención de urgencias, periodo octubre - diciembre 2020.
CARACTERISTICAS GENERALES | CONTROL DE ENFERMEDAD | ||||||||||
Total | Paciente no controlado | Paciente controlado | Chi cuadrado | P valor | RP | IC 95% | |||||
Total | 79 (100%) | 37 (48,8%) | 42 (53,2%) | ||||||||
Estilo de vida | No saludable | 57 (100%) | 35 (61,40%) | 22 (38,60%) | 17,446 | 0,000 | 6,754 | 1,758-25,948 | |||
Saludable | 22 (100%) | 2 (9,09%) | 20 (90,91%) | Ref. | Ref. | Ref. | Ref. | ||||
Grupo etario | Adulto mayor | 42 (100%) | 19 (45,24%) | 23 (54,76%) | 0,092 | 0,762 | 0,9298 | 0,5798-1,491 | |||
Adulto | 37 (100%) | 18 (48,65%) | 19 (51,35%) | Ref. | Ref. | Ref. | Ref. | ||||
Sexo | Femenino | 43 (100%) | 18 (41,86%) | 25 (58,14%) | 0,938 | 0,333 | 0,793 | 0,495-1,271 | |||
Masculino | 36 (100%) | 19 (52,78%) | 17 (47,22%) | Ref. | Ref. | Ref. | Ref. | ||||
Estado civil | Con pareja | 55 (100%) | 27 (49,09%) | 28 (50,91%) | 0.369 | 0,543 | 1,178 | 0,681-2,038 | |||
Sin pareja | 24 (100%) | 10 (41,67%) | 14 (58,33%) | Ref. | Ref. | Ref. | Ref. | ||||
Nivel educacional | Colegio | 37 (100%) | 19 (51,35%) | 18 (48,65%) | 0.57 | 0,450 | 1,198 | 0,747-1,921 | |||
Superior | 42 (100%) | 18 (42,86%) | 24 (57,14%) | Ref. | Ref. | Ref. | Ref. | ||||
Tiempo de enfermedad | Más de 10 años | 38 (100%) | 13 (34,21%) | 25 (65,79%) | 4,687 | 0,030 | 0,584 | 0,350-0,977 | |||
Menos de 10 años | 41 (100%) | 24 (58,54%) | 17 (41,46%) | Ref. | Ref. | Ref. | Ref. | ||||
IMC | Patológico | 53 (100%) | 30 (56,60%) | 23 (43,40%) | 6,171 | 0,013 | 2,102 | 1,065-4,150 | |||
Normal | 26 (100%) | 7 (26,92%) | 19 (73,08%) | Ref. | Ref. | Ref. | Ref. | ||||
Perímetro abdominal | Riesgo patológico | 55 (100%) | 32 (58,18%) | 23 (41,82%) | 9,360 | 0,002 | 2,793 | 1,234-6,320 | |||
Riesgo normal | 24 (100%) | 5 (20,83%) | 19 (79,17%) | Ref. | Ref. | Ref. | Ref. | ||||
Antecedente personal de COVID-19 | Si | 13 (100%) | 6 (46,15%) | 7 (53,85%) | 0,003 | 0,957 | 0,983 | 0,516-1,872 | |||
No | 66 (100%) | 31 (46,97%) | 35 (53,03%) | Ref. | Ref. | Ref. | Ref. | ||||
Antecedente familiar de COVID-19 | Si | 18 (100%) | 8 (44,44%) | 10 (55,56%) | 0,054 | 0,817 | 0,935 | 1,676-0,620 | |||
No | 61 (100%) | 29 (47,54%) | 32(52,46%) | Ref. | Ref. | Ref. | Ref. | ||||
Comorbilidad | Si | 30 (100%) | 13 (43,33%) | 17 (56,67%) | 0,238 | 0,625 | 0,885 | 0,535-1,462 | |||
No | 49 (100%) | 24 (48,98%) | 25 (51,02%) | Ref. | Ref. | Ref. | Ref. |
IMC: Índice de masa corporal
CARACTERISTICAS GENERALES | HIPERTENSION ARTERIAL | ||||
Valor P | RP ajustado | IC 95% | |||
Inferior | Superior | ||||
Estilo de vida | No saludable | 0,000 | 2,538 | 1,608 | 4,006 |
Saludable | 1 | ||||
IMC | Patológico | 0,240 | 2,270 | 0,578 | 8,912 |
Normal | 1 | ||||
Perímetro abdominal | Patológico | 0,451 | 1,581 | 0,480 | 5,206 |
Normal | 1 | ||||
Antecedente familiar de covid-19 | Si | 0,916 | 1,025 | 0,653 | 1,607 |
No | 1 |
IMC: Índice de masa corporal
CARACTERISTICAS GENERALES | DIABETES MELLITUS | |||||
Valor P | RP ajustado | IC 95% | ||||
Inferior | Superior | |||||
Estilo de vida | No saludable | 0,013 | 5,498 | 1,440 | 20,995 | |
Saludable | 1 | |||||
IMC | Patológico | 0,491 | 0,778 | 0,380 | 1,592 | |
Normal | 1 | |||||
Perímetro abdominal | Patológico | 0,038 | 2,623 | 1,057 | 6,508 | |
Normal | 1 | |||||
Tiempo de enfermedad | Más de 10 años | 0,096 | 0,677 | 0,428 | 1,071 | |
Menos de 10 años | 1 |
IMC: Índice de masa corporal
DISCUSIÓN
En el presente estudio se determinó una asociación significativa entre el estilo de vida no saludable y el no control de la HTA y DM2 en pacientes que acuden al Centro de Atención de Urgencias - UCE, durante la pandemia por COVID - 19. Dentro de la población con hipertensión arterial, la prevalencia del no control de la ECNT fue de 1,5 veces más en pacientes con estilo de vida no saludable, frente a aquellas con estilo de vida saldable (RP=2,538; p= 0,000; IC95%=1,608-4,006). Un estudio realizado por Hernández et al, en México, en 306 pacientes hipertensos obtuvo resultados similares, pues concluyen que existe una asociación significativa entre estilo de vida y el control de la HTA, demostrando que los pacientes con peores estilos de vida no presentan control de la enfermedad (p=0,0001).16Yokokawa et al, en un estudio realizado en Japón en pacientes hipertensos, reveló que mantener un estilo de vida saludable fue un factor protector significativo para lograr la presión arterial objetivo: <140 /90 mmHg (OR=,51; IC95%=0,36-0,72).17
En la presente investigación se obtuvo que la población de pacientes con diabetes mellitus tipo 2 muestra una asociación significativa entre el estilo de vida no saludable y el no control de la enfermedad diabética (RP=5,498; p=0,013; IC95%=1,440-20,995). En un estudio similar al nuestro, realizado en Cajamarca por Asenjo, en un total de 102 pacientes con DM2, se concluyó que existe una relación directa y significativa entre el estilo de vida y el control metabólico (p<0,001).18Así mismo, el estudio realizado por Vásquez et al. en México, toma una muestra de 330 pacientes con DM2, se obtuvo que el buen estilo de vida es un factor protector para el control glucémico (OR=0,026; p=0,001; IC95%= 0,009-0,077), a diferencia de nuestro estudio, en éste se empleó como parámetro de control glucémico la HbA1c <7%.19
En el contexto de realizar este estudio en medio de una pandemia junto con los descrito anteriormente, Mattioli et al. nos recalca que el cambio en el estilo de vida y actividades rutinarias, son consecuencias del estrés relacionado al confinamiento, en donde se incluyen cambios en los hábitos nutricionales, los cuales pueden deberse a la menor disponibilidad de productos en el mercado, al acceso limitado a las tiendas debido a los cambios en sus horarios de atención y a la preferencia de alimentos poco saludables (alimentos procesados, alimentos envasados) por su mayor tiempo de duración, pues las grandes cantidades de sal, azúcar o grasas trans que contienen aumentan su tiempo de vida útil.11
Se sabe que el confinamiento genera niveles altos de estrés, lo cual afecta el equilibrio en el sistema nervioso simpático-parasimpático y en el eje hipotálamo-pituitaria-suprarrenal, causando efectos cardioestimuladores directos (cronotropo e inotropo positivos), efectos vasopresores, aumento de la resistencia a la insulina, mayor lipólisis y aceleración del proceso aterosclerótico, afectando negativamente al sistema cardiovascular y metabólico.11Así mismo, Laura Di Renzo et al, en su estudio realizado en 3533 personas en Italia, observó que efectivamente el 37,3% de la población tuvo modificaciones en su estilo de vida y sus hábitos alimenticios durante la cuarentena por la pandemia por COVID-19, en donde el 16,7% hizo modificaciones positivas.8De la misma forma, en el estudio de Cancello et al, realizado en el norte de Italia, en una muestra de 490 adultos, se concluye que más de un tercio de las personas pudieron realizar un cambio de manera positiva en sus estilos de vida durante la cuarentena domiciliaria7. En contraste a esto, el estudio de Muhammad aplicado en 181 participantes en Pakistán, demuestra que el 45% de la población tuvo un efecto negativo sobre su salud, señalando ciertos desafíos debido a la cuarentena: dificultad para hacer ejercicios (66%), faltar a sus controles de rutina (53%) y faltar a sus pruebas regulares de laboratorio (42%).9Esto iría acorde con un estudio realizado de manera virtual por Chudasama a 202 profesionales de la salud en 47 diferentes países, siendo en su mayoría pertenecientes al continente europeo (47%), en donde se evidencia que la mayoría de los pacientes tuvieron un impacto negativo sobre la atención rutinaria de sus enfermedades crónicas desde el comienzo de la pandemia (46%), y el 47.8% de la población se vio afectada por la escasez de medicamentos; también reporta que la diabetes y la hipertensión arterial (30%) fueron las dos comorbilidades para las que la atención se vio más afectada en este periodo de cuarentena.10
Así mismo, el presente estudio evidencia que en la población con diabetes mellitus tipo 2 el perímetro abdominal de riesgo patológico y el descontrol glucémico mostraron tener una asociación significativa (p=0,038), con una prevalencia del no control de la enfermedad de 1,6 veces más en aquellos pacientes con perímetro abdominal de riesgo patológico frente a los pacientes con perímetro abdominal normal (RP=2,623; IC95%=1,057-6,508). Se sabe que hay múltiples factores que intervienen en el control de la enfermedad, uno de los más estudiados son los valores antropométricos (IMC y perímetro abdominal). La obesidad (IMC>30) es considerado un estado proinflamatorio; así mismo, el perímetro abdominal aumentado es considerado un marcador de insulinoresistencia, ambos parámetros suelen estar asociados a mal control de la enfermedad en pacientes con HTA y DM2. Pérez et al, en su estudio realizado en España en 5591 pacientes con DM2, obtuvo que el tiempo de evolución de enfermedad < 10 años (OR=1,385; p<0,0001; IC95%=1,21-1,586), la ausencia de dislipidemia y el perímetro abdominal en valores normales (OR=1,410; p<0,001; IC95%=1,187-1,675) son factores asociados al control adecuado de la glicemia20. Por otro lado, Vásquez et al, evidencia en su estudio que el aumento de IMC está asociado significativamente con el riesgo aumentado de descontrol glucémico en los pacientes con DM2 (OR=2,70; p=0,001; IC95%=2,00-3,65).19
En el presente estudio el antecedente de COVID-19 se divide en dos categorías, una señala el antecedente personal de haber tenido la enfermedad, y la otra señala el antecedente de que un familiar que vive con el paciente presentó la enfermedad. Conforme a esto, se evidencia que no existe una asociación significativa entre esta variable y el control de la enfermedad. Se sabe que aquellas personas que sufren de ECNT y se contagian con COVID-19 tienen probabilidades altas de progresar a los cuadros severos de la enfermedad, con un aumento significativo de la mortalidad, siendo la hipertensión arterial y la diabetes mellitus, las comorbilidades más frecuentes en pacientes hospitalizados por COVID-19.
CONCLUSIÓN
El estilo de vida saludable está asociado significativamente con el control de la hipertensión arterial y también con la diabetes mellitus tipo 2 en pacientes adultos durante la pandemia de COVID-19. Por otro lado, el no control de la diabetes mellitus es 1,6 veces más prevalente en pacientes diabéticos con perímetro abdominal patológico que en pacientes diabéticos con perímetro abdominal normal. Finalmente, los factores sociodemográficos (grupo etario, sexo, estado civil, nivel educacional) no presentaron una asociación significativa con el control de la HTA y DM2.