INTRODUCCIÓN
La Organización Mundial de la Salud(OMS) define a la obesidad como un acumulo excesivo de grasa que es perjudicial para la salud. Además, reconoce este mismo como un problema sanitario que constituye una epidemia global1. A nivel mundial, la prevalencia de la obesidad se ha triplicado entre 1975 y 2016, alcanzando cifras de más de 1,9 billones en los adultos2. México es uno de los dos países con mayor prevalencia de obesidad en el mundo. En 2016, la prevalencia combinada de sobrepeso y obesidad fue alarmantemente del 72,5%3. En este país la obesidad es responsable de más de 200 mil muertes al año, de la cuales, más de 80 mil son por diabetes, y más de 100 mil por enfermedades cardiovasculares4,5. Estas cifras representan una carga constante y significativa para el sector salud y para los mexicanos ya que sus efectos impactan negativamente la morbilidad, la mortalidad y la economía.
Los trabajadores de la salud, en especial, están expuestos a un elevado riesgo de padecer sobrepeso y obesidad dado a sus demandantes responsabilidades laborales por lo que en general, practican un estilo de vida poco saludable6. Por esta razón la prevalencia de la obesidad en esta población en particular es mayor a la población general en México7. La Federación Mundial de Obesidad acertadamente ha identificado y enfatizado la necesidad de acción inmediata para la prevención y control de la obesidad8. Por esta razón, la identificación de herramientas útiles en el combate contra la obesidad toma relevancia crítica.
En el 2013 Donnelly demostró mediante su prueba de ejercicio del medio oeste que con la integración exclusiva de ejercicio aeróbico a los hábitos de sus participantes se logró una disminución significativa en el índice de masa corporal(IMC)9. Posteriormente, en el 2017 Weiss y sus colaboradores encontraron que los beneficios de la actividad física aeróbica además de disminución del IMC, incluían la preservación de la masa libre de grasa y mejoría significante en en él la eficacia de el consumo máximo de oxígeno10.
Aunque estudios recientes han demostrado que el entrenamiento con intervalos de alta intensidad(HIIT) ofrecen una efecto benéfico superior a la del ejercicio aeróbico ser eficaces en la pérdida de grasa corporal11)(12, este fenómeno no ha sido estudiado en los trabajadores de la salud. Por esta razón el objetivo de este trabajo es identificar el efecto de un régimen de HIIT en trabajadores de la salud.
MÉTODOS
Población y muestra
Utilizando un muestreo no probabilístico por conveniencia, se invitó a participar a todos los trabajadores de la salud de entre 20 y 50 años de edad con turnos laborales matutinos, vespertinos o nocturnos. Se excluyeron los trabajadores de la salud con historia de enfermedad cardiovascular de alto riesgo, sintomatología de infección al momento de estudio, embarazo o lactancia y aquellos que utilizan medicamentos hipolipemiantes o antihipertensivos.
Variables, procedimientos e instrumentos
la intervención consistió en 60 sesiones de 30 minutos de HIIT durante 12 semanas dirigidas a los trabajadores de la salud del Hospital General de Montemorelos, con el objetivo de promover el aumento de la actividad física. Cada sesión fue presentada por un entrenadora certificada y consistió en calentamiento y circuitos de 5 ejercicios de fortalecimiento muscular y de resistencia cardiovascular tipo HIIT repetidos por 5 ciclos. Cada participante envió pruebas audiovisuales de cada entrenamiento al equipo investigador como requerimiento para la realización de la evaluación final. El contenido y metodología de esta intervención se describe en el Anexo A.
Se realizó recolección de datos, toma de laboratorios y procesamiento de cada participante en 2 ocasiones, antes de iniciar la intervención y después del mismo. Se obtuvo una entrevista clínica inicial para captura de datos incluyendo uso de medicamentos, antecedentes de enfermedades cardiovasculares y medición de signos vitales.
Se realizó medición de datos antropométricos de cada participante mediante una báscula calibrada OMRON HBF-214 y de la estatura con un estadímetro. El Índice de Masa Corporal13se calculó mediante la fórmula 1:
IMC= Peso en (Kg)/Altura en (cm²)1
Se obtuvieron muestras de sangre de cada participante con 8-12 horas de ayuno y se procesaron en el laboratorio certificado del Hospital General de Montemorelos. Las concentraciones de colesterol total y HDL se midieron con ensayos colorimétricos. La relación Colesterol/HDL fue calculada mediante la fórmula 214:
Relación Colesterol HDL=Colesterol Total (mg/dl)/Colesterol - HDL(mg/dl)2
La presión arterial fue medida con un esfigmomanómetro aneroide Welch Allyn DS4411 calibrado. La presión arterial sistólica fue identificada por la primera fase de los ruidos de korotkoff mientras que la presión diastólica fue identificada por la 5 fase de la misma. La presión arterial media fue calculada mediante la fórmula 315:
PAM =PAD - 1/3 (PAS-PAD)3
Donde:
PAM = Presión Arterial Media en mmhg
PAS = Presión Arterial Sistólica en mmhg
PAD = Presión Arterial Diastólica en mmhg
El Riesgo cardiovascular - colesterol basado en el estudio de corazón de framingham16se obtuvo utilizando la calculadora del Instituto Mexicano de Seguro Social17.
Análisis estadísticos
Los datos fueron recabados y organizados en una base de datos utilizando el programa Microsoft Office Excel® 2019 para posteriormente procesarlos con el paquete estadístico SPSS® Statistics 25 para su análisis estadístico descriptivo y analítico. Se determinó la distribución de las variables utilizando la prueba de Shapiro-Wilk (tabla 2). Posteriormente se realizaron correlaciones entre el resultado pre y post de cada variable utilizando las pruebas estadísticas T de Student de muestras pareadas y la prueba wilcoxon para estimar coeficientes de correlación de pearson.
Variable | Valor P |
Peso 1 | 0,403 |
Peso 2 | 0,325 |
IMC 1 | 0,647 |
IMC 2 | 0,744 |
PAS 1 | 0,555 |
PAS 2 | 0,037 |
PAD 1 | 0,357 |
PAD 2 | 0,142 |
PAM 1 | 0,420 |
PAM 2 | 0,150 |
Col 1 | 0,334 |
Col 2 | 0,690 |
HDL 1 | 0,994 |
HDL 2 | 0,552 |
C/HDL 1 | 0,240 |
C/HDL 2 | 0,473 |
R10 1 | 0,001 |
R10 2 | 0,003 |
1; Valor inicial, 2; Valor Final, Peso; Peso corporal en Kg, IMC; Índice de masa corporal, Col; mg/dl de Colesterol en sangre, HDL; Lipoproteína de alta densidad, PAS; Presión arterial sistólico, PAD; Presión arterial diastólico, PAM; Presión arterial media, C/HDL; Relación Colesterol HDL, R10; Riesgo cardiovascular a 10 años.
RESULTADOS
Se obtuvo una participación de 8 participantes con un promedio de edad de 32,8 años. Las características generales de la población estudiada se muestran en laTabla 1.
Características | Resultado |
Edad(años) | 32,8 ± 10,9 |
Tabaquismo | Negativo 100%(8) |
Diabetes Mellitus | Negativo 100%(8) |
Turno Laboral | Matutino 100%(8) |
Talla(Centímetros) | 163 ± 10,2 |
Peso(Kilogramos) | 84,1 ± 9,9 |
Índice de Masa Corporal | 31,69 ± 2,9 |
Los resultados de riesgo cardiovascular fueron 2,3 ± 2. Se presentan los valores iniciales, finales con desviación estándar y los coeficientes de correlación de pearson entre los valores iniciales y los valores finales de cada variable en la tabla 3. Se encontró una diferencia estadísticamente significativa entre los valores iniciales y finales de peso, IMC, presión arterial sistólica, presión arterial diastólica, presión arterial media, colesterol total y riesgo cardiovascular a 10 años.
Variable | Media y Desviación Estándar | Valor P |
Peso1 | 84,14 ± 9.9 | 0.027 |
Peso2 | 82,45 ± 9.8 | |
IMC1 | 31,69 ± 2.92 | 0.033 |
IMC2 | 31,07 ± 3 | |
PAS1 | 121,2 ± 12,5 | 0,006 |
PAS2 | 111,3 ± 6,4 | |
PAD1 | 81,750 ± 6,7 | 0,033 |
PAD2 | 75,8 ± 8,3 | |
PAM1 | 94,9 ± 8,5 | 0,008 |
PAM2 | 87,6 ± 6,9 | |
Col1 | 163,4 ± 33,2 | 0,010 |
Col2 | 148,8 ± 30,6 | |
HDL1 | 42,5 ± 9,4 | 0,740 |
HDL2 | 43,1 ± 12,3 | |
C/HDL1 | 3,99 ± 1,12 | 0,017 |
C/HDL2 | 3,62 ± 1,03 | |
R101 | 2,3 ± 2 | 0,059 |
R102 | 1,7 ± 2,4 |
1; Valor inicial, 2; Valor Final, Peso; Peso corporal en Kg, IMC; Índice de masa corporal, Col; mg/dl de Colesterol en sangre, HDL; Lipoproteína de alta densidad, PAS; Presión arterial sistólico, PAD; Presión arterial diastólico, PAM; Presión arterial media, C/HDL; Relación Colesterol HDL, R10; Riesgo cardiovascular a 10 años.
DISCUSIÓN
Hasta donde conocemos, este estudio es de los primeros en evaluar el efecto de una intervención de HIIT exclusiva en trabajadores de la salud. Nuestros resultados demuestran una mejoría importante en los valores antropométricos, indicadores metabólicos y en las cifras de presión arterial. Las intervenciones de HIIT con una duración de más de 10 semanas han demostrado ser eficaces para la reducción de peso y mejoría de datos de la composición corporal18, por esta razón múltiples estudios19-21lo han postulado como una herramienta útil para disminuir el porcentaje de grasa corporal y el IMC en la poblaciones con sobrepeso y obesidad. Nuestro resultados se alinean con esta postura dado a que posterior a una intervención de 12 semanas de HIIT nuestros participantes reportaron una disminución estadísticamente significativa en las mediciones de obesidad siendo IMC -0,62 (Valor P 0,033) y peso corporal total -1,69kg (Valor P 0,027). Los mecanismos causales de la pérdida de grasa inducida por HIIT incluyen la generación de catecolaminas que aumentan la velocidad oxidación de grasas y la liberación de grasas de las reservas de grasa visceral, estas mismas disminuyen el apetito después del ejercicio y aumentan el consumo de oxígeno en exceso después del ejercicio resultando en un aumento de pérdida de grasa20,22.
Añadido a estos resultados, se encontró una disminución importante en la PAM(-7,3mmhg) PAS(-9,9mmhg) y PAD(-5,95mmhg). Estos resultados se acercan con gran similitud al metanálisis hecha por Cornelissen23donde se registró una disminución de promedio de PAS(-10,9mm hg) y PAD(-6,4mm hg). La mejoría de la presión arterial inducida por el ejercicio se explica por una disminución de la resistencia total al flujo sanguíneo tanto periférica como central24. Los mecanismos fisiológicos implicados en esta mejoría incluyen una función endotelial mejorada y homeostática en los vasos de resistencia, una disminución del estrés oxidativo y regulación autonómica adecuada25. Es factible atribuir estas adaptaciones endoteliales positivas a la mayor tensión de cizallamiento vascular en las células endoteliales inducida por la intensidad de HIIT. Esta mejoría cobra relevancia clínica dado a que la hipertensión arterial es una de los factores de riesgo modificables para las enfermedades cardiovasculares26.
En este contexto, otro resultado importante a resaltar fue una mejoría significativa de lípidos en sangre. El colesterol total tuvo una disminución promedio -14,6 mg/dl (Valor P 0,010) mientras que se registró un aumento promedio de + 0,6 mg/dl de Colesterol-HDL acompañado por una consecuente disminución de la relación colesterol/HDL de -0,37(Valor P 0,017). Estos resultados concuerdan con el metanálisis realizado por Kelley27demostrando la eficacia hipolipemiante de HIIT en la población obesa. La disminución del colesterol total y aumento en los niveles de HDL posterior a sesiones de HIIT se ha relacionado con su efecto modulador de la actividad de la proteína de transferencia del éster de colesterol y la lecitina colesterol acil transferasa28,29.
Además de indicador de salud metabólica, la relación colesterol/HDL es considerada indicador de la riesgo cardiovascular30, la mejoría franca de los valores iniciales y finales de este índice sugiere una tendencia de mejoría y su posible utilidad la prevención de estas enfermedades cardiovasculares.
Por último, aunque nuestra población se encontró dentro del rango de bajo riesgo cardiovascular, se registró una disminución de 0.6% de riesgo cardiovascular a 10 años de Framingham. Este método de estimar el riesgo cardiovascular ha probado ser un indicador confiable de mortalidad en múltiples poblaciones31,32. Siendo que el cálculo de este mismo considera variables no modificables y solamente 2 modificables(presión arterial y tabaquismo)33es probable que la disminución generalizada de la presión arterial sea responsable de estos resultados. Futuros estudios serán necesarios para confirmar estos hallazgos y estudiar el efecto de HIIT en la salud cardiovascular.
Una fortaleza particular de este estudio es la duración de la intervención lo cual permitió registrar los cambios a mediano plazo de los participantes. Además, la evaluación del perfil lipídico permitió describir los cambios de riesgo cardiovascular y metabólicos de cada participante. Reconocemos que nuestras limitaciones incluyen un tamaño de muestra pequeño y la ausencia de una medida cuantificable de hábitos relacionados con el cambio de peso corporal. Sin embargo, nuestro método resulta provechoso ya que documenta los efectos significativos aún en un escenario no controlado.
CONCLUSIÓN
En este trabajo en particular, buscamos describir el efecto de HIIT sobre indicadores metabólicos, antropológicos y cifras de presión arterial en trabajadores de la salud. Nuestra intervención HIIT mejoró significativamente las valores antropométricas perfil lipídica, y cifras de presión sistólica y diastólica. Los resultados del presente estudio podrían ser de importante contribución en la formulación de intervenciones dirigidas a la prevención y tratamiento de la obesidad en trabajadores de la salud y como consecuencia disminuir las enfermedades relacionadas con la misma. Además, estos resultados plantean la base para la investigación futura que deberá incluir una población amplia, una intervención controlada y centrarse en describir los efectos a largo plazo de la HIIT sobre los trabajadores de la salud.