INTRODUCCIÓN
El sobrepeso y la obesidad se producen por la acumulación excesiva de grasa en el organismo humano1,2. Son de origen multifactorial, sin embargo, los hábitos alimenticios y la inactividad física, se consideran las causas más frecuentes3,4.
Actualmente el exceso de peso corporal (sobrepeso y obesidad) presenta una tendencia creciente a nivel mundial. Es así que, en América latina y el Caribe se calcula que por lo menos uno de cada cuatro adultos padece de obesidad5.
El índice de masa corporal (IMC) es un indicador muy utilizado en estudios epidemiológicos para determinar el sobrepeso y la obesidad2. Se recomienda su uso debido a su adecuada reproductibilidad, simplicidad y capacidad de reflejar la adiposidad en gran parte de la población6. Asimismo, la circunferencia de la cintura sirve como una medida complementaria para establecer la obesidad abdominal7.
El exceso de peso corporal incrementa el riesgo de desarrollar padecimientos hepatobiliares, pulmonares, cardiovasculares, articulares, diversos tipos de cáncer, diabetes mellitus, entre otros. Así también, puede generar depresión en las personas y dificultad para socializar con su entorno8.
Los estudiantes universitarios constituyen un grupo potencialmente vulnerable debido al estilo de vida que poseen. Un estudio realizado en la India encontró asociación entre el exceso de peso en jóvenes universitarios y la falta de conocimiento sobre hábitos alimenticios saludables. Además, influyeron la reducción de las horas destinadas al sueño, vivir lejos de los padres o tutores, consumo de tabaco, entorno social y depresión6.
Sumado a ello, debido la emergencia sanitaria por la COVID-19, las universidades optaron por la educación virtual como alternativa para seguir impartiendo su oferta educativa. Los estudiantes pasan muchas horas diarias frente a una computadora, laptop, tablet u otro dispositivo electrónico para acceder a sus clases. Esta situación sumada a la poca o nula actividad física, la sobrecarga de actividades académicas y el estrés originado por las mismas, empeora su situación.
Por lo que, la oportuna intervención y diagnóstico del sobrepeso y obesidad permitirá implementar medidas correctivas adecuadas. De este modo se evitarán complicaciones graves que afecten la salud y calidad de vida de los jóvenes. Ante ello se planteó como objetivo determinar los factores asociados a la prevalencia del sobrepeso y obesidad en estudiantes universitarios en tiempos de COVID-19, durante los meses de octubre a diciembre del 2020.
MÉTODOS
Diseño y área de estudio:
Estudio de diseño observacional, analítico, transversal. La población estuvo conformada por 325 estudiantes de la escuela profesional de tecnología médica de la universidad nacional de jaén, departamento Cajamarca, Perú.
Población y muestra:
La muestra estuvo integrada por 169 estudiantes de ambos sexos. Se incluyeron a jóvenes mayores de 18 años, que se encontraban entre el primer y el octavo ciclo de la carrera profesional. No participaron del estudio las estudiantes en etapa de gestación, ni los deportistas calificados. La evaluación se realizó durante el periodo de octubre a diciembre del año 2020. Para calcular el tamaño de la muestra se empleó la fórmula estadística para poblaciones conocidas y el muestreo fue probabilístico de tipo aleatorio simple.
Variables, instrumentos y procedimientos:
El sobrepeso y la obesidad se calcularon considerando el índice de masa corporal (IMC) obtenido al dividir el peso en kilogramos (Kg) entre la talla al cuadrado (m2). La talla y el peso de los estudiantes se registró por única vez siguiendo las medidas de sanitarias correspondientes. Los resultados del IMC se interpretaron de acuerdo a los criterios propuestos por la organización mundial de la salud9. El normopeso incluyó valores entre 18,5- 24,5 kg/m2, sobrepeso de 25,0- 29,9 kg/m2y obesidad con un valor igual o mayor a 30 kg/m2. La circunferencia de la cintura se determinó con ayuda de una cinta métrica no elástica (longitud 150 cm). Para tal fin se midió el punto medio entre la última costilla y la cresta iliaca. En las mujeres, se incluyó valores menores a 80 cm como bajo riesgo, entre 80-88 cm como riesgo elevado y mayores a 88 cm como riesgo muy elevado de obesidad abdominal. En los varones, se consideraron valores inferiores a 94 cm como bajo riesgo, entre 94-102 cm riesgo elevado y mayores a 102 cm como riesgo muy elevado de obesidad abdominal10.
Los factores de riesgo se recopilaron utilizando como técnica una encuesta estructurada. Se incluyeron variables como el sexo, hábitos alimenticios, consumo de alcohol, tabaco y drogas, sedentarismo y actividad física. El instrumento aplicado fue un cuestionario validado cualitativamente por expertos. Su confiabilidad se determinó a través de una prueba piloto donde participaron 30 jóvenes que no formaron parte del estudio (V de Aiken: 0,87).
Análisis estadístico:
Para el análisis estadístico de los datos se empleó el programa Minitab® 19 para Windows® versión 8. Las variables evaluadas se organizaron en tablas y se empleó la estadística descriptiva para su distribución. Además, se realizó la prueba de chi cuadrado para establecer la relación entre los factores de riesgo y el exceso de peso corporal en estudiantes universitarios.
RESULTADOS
El 37,3% de estudiantes evaluados tenía sobrepeso y el 11,8% obesidad. Las mujeres fueron las más afectadas, encontrándose un 29,0% con sobrepeso y 5,9% con obesidad. Se estableció la relación significativa entre las variables (tabla 1).
Género | Normopeso | Sobrepeso | Obesidad | Sobrepeso + obesidad | Total | |||||||
N | % | N | % | N | % | N | % | N | % | X2 | P | |
Femenino | 48 | 28,4 | 49 | 29,0 | 10 | 5,9 | 59 | 34,9 | 107 | 63,3 | ||
Masculino | 38 | 22,5 | 14 | 8,3 | 10 | 5,9 | 24 | 14,2 | 62 | 36,7 | 9,283 | 0,010* |
Total | 86 | 50,9 | 63 | 37,3 | 20 | 11,8 | 83 | 49,1 | 169 | 100,0 |
X2: chi cuadrado *p<0,05 significativo
En latabla 2, se observa que el 59,0% y 13,3% de estudiantes con sobrepeso y obesidad presentaron riesgo elevado y muy elevado de obesidad abdominal, respectivamente. La prueba de chi cuadrado demostró asociación entre las variables descritas.
Circunferencia de la cintura | Sobrepeso | Obesidad | Total | X2 | Valor p | |||
N | % | N | % | N | % | |||
Bajo riesgo | 20 | 24,1 | 3 | 3,6 | 23 | 27,7 | 16,639 | <0,001* |
Alto riesgo | 40 | 48,2 | 9 | 10,8 | 49 | 59,0 | ||
Muy alto riesgo | 3 | 3,6 | 8 | 9,6 | 11 | 13,3 |
X2: chi cuadrado *p<0,05 significativo
Gran parte de los estudiantes que consumían tres o más comidas diarias presentaron sobrepeso (74,7%) y obesidad (22,9%). Además, el 66,3% y 15,7% de jóvenes que ingerían frecuentemente carbohidratos padecían de sobrepeso y obesidad, respectivamente. El 54,2% de estudiantes que presentaron exceso de peso corporal consumían comida chatarra entre 1 y 2 veces por semana e ingerían frecuentemente refrescos y jugos (49,4%). Asimismo, el 15,7% de encuestados consumían bebidas alcohólicas una a dos veces cada semana, 14,4% fumaba y ninguno ingirió drogas. Se encontró asociación entre el consumo de comida chatarra y de carbohidratos con el exceso de peso corporal (tabla 3).
Factores de riesgo | Exceso de peso corporal | X2 | P | ||||||
Sobrepeso | Obesidad | Total | |||||||
N | % | N | % | N | % | ||||
Número de comidas diarias | < 3 comidas | 1 | 1,2 | 1 | 1,2 | 2 | 2,4 | 0,752 | 0,426 |
3 comidas | 62 | 74,7 | 19 | 22,9 | 81 | 97,6 | |||
Consumo carbohidratos | Si | 55 | 66,3 | 13 | 15,7 | 68 | 81,9 | 5,099 | 0,024* |
No | 8 | 9,6 | 7 | 8,4 | 15 | 18,1 | |||
Consumo de bebidas | Agua | 31 | 37,3 | 11 | 13,3 | 42 | 50,6 | 0,204 | 0,652 |
Refrescos, jugos | 32 | 38,6 | 9 | 10,8 | 41 | 49,4 | |||
Consumo de comida chatarra | 1 -2 veces por semana | 30 | 36,1 | 15 | 18,1 | 45 | 54,2 | ||
No consumo | 33 | 39,8 | 5 | 6,0 | 38 | 45,8 | 4,585 | 0,032* | |
Consumo de bebidas alcohólicas | 1-2 veces por semana | 9 | 10,8 | 4 | 4,8 | 13 | 15,7 | 2,179 | 0,336 |
1 vez al mes | 20 | 24,1 | 3 | 3,6 | 23 | 27,7 | |||
No ingiere | 34 | 41,0 | 13 | 15,7 | 47 | 56,6 | |||
Tabaquismo | Si No | 9 54 | 10,8 65,1 | 3 17 | 3,6 20,5 | 12 71 | 14,4 85,6 | 0,006 | 0,937 |
Consumo de drogas | No | 63 | 75,9 | 20 | 24,1 | 83 | 100,0 |
X2: chi cuadrado *p<0,05 significativo
En latabla 4se recopiló información acerca de la relación entre el sedentarismo y el exceso de peso corporal. El 84,4% de encuestados con sobrepeso y obesidad veía televisión menos de tres horas al día. Además, 71,0% de estudiantes permanecía sentado entre 5 y 8 horas diarias. La mayoría de estudiantes con exceso de peso corporal no realizaba ninguna actividad física (57,8%). El 56,6% de universitarios con sobrepeso y el 10,8% que presentaron obesidad manifestaron que dormían menos de 7 horas diarias. Un 30,1% de los estudiantes con exceso de peso evaluados trabajaba. Se encontró relación significativa entre las horas diarias que los estudiantes permanecen sentados, las horas de sueño y exceso de peso corporal.
Factores de riesgo | Exceso de peso corporal | X2 | P | ||||||
Sobrepeso | Obesidad | Total | |||||||
N | % | N | % | N | % | ||||
Horas diarias frente al televisor | < 3 horas | 56 | 67,5 | 14 | 16,9 | 70 | 84,4 | 3,662 | 0,072 |
≥ 3 horas | 7 | 8,4 | 6 | 7,2 | 13 | 15,6 | |||
Horas diarias que permanece sentado | < 5 horas | 7 | 8,4 | 7 | 8,4 | 14 | 16,8 | 6,975 | 0,031* |
5-8 horas | 49 | 59,0 | 10 | 12,0 | 59 | 71,0 | |||
≥ 9 horas | 7 | 8,4 | 3 | 3,6 | 10 | 12,0 | |||
Horas de sueño | < 7 horas | 47 | 56,6 | 9 | 10,8 | 56 | 67,4 | 6,061 | 0,014* |
≥ 7 horas | 16 | 19,3 | 11 | 13,3 | 27 | 32,6 | |||
Actividad física | 1-2 días | 21 | 25,3 | 4 | 4,8 | 25 | 30,1 | 1,662 | 0,436 |
≥ 3 días | 8 | 9,6 | 2 | 2,4 | 10 | 12,0 | |||
No | 34 | 41,0 | 14 | 16,9 | 48 | 57,8 | |||
Trabajo | No | 41 | 49,4 | 17 | 20,5 | 58 | 69,8 | 2,862 | 0,091 |
Si | 22 | 26,5 | 3 | 3,6 | 25 | 30,1 |
X2: chi cuadrado *p<0,05 significativo
DISCUSIÓN
El estudio evaluó a 169 estudiantes de la escuela profesional de tecnología médica de una universidad peruana. Se encontró un 49,1% de jóvenes con sobrepeso (37,3%) y obesidad (11,8%), procedentes principalmente de zonas urbanas (Tabla 1). Resultados similares reportaron Pengpid y Peltzer8al evaluar a estudiantes universitarios de la India. Dichos autores encontraron que el 37,5% de jóvenes tenían exceso de peso corporal (26,8% sobrepeso y 10,7% obesidad). Asimismo, estudios realizados en la población peruana registraron elevados niveles de sobrepeso u obesidad en jóvenes2,11. Se estima que la prevalencia de sobrepeso en zonas urbanas es el doble del encontrado en áreas rurales. Mientras que la obesidad es hasta siete veces más frecuente12.
El exceso de peso corporal fue mayor en las mujeres (sobrepeso:29,0% y obesidad:5,9%) (Tabla 1). Estos resultados coinciden con Pajuelo et al2quienes reportaron mayor prevalencia de obesidad en mujeres (23,4%), respecto a los varones (15,7%). Además, el estudio de Tarqui-Mamani et al13demostró que las mujeres presentaron mayor tendencia a un incremento significativo de peso a lo largo de siete años de seguimiento. Esto podría explicarse porque las mujeres tienden a acumular mayor cantidad de grasa corporal debido a que su oxidación basal grasa es menor que en los varones.
Otros estudios evidenciaron que las mujeres presentan mayores concentraciones de leptina. Esta hormona se encarga de regular el peso corporal, y su concentración sérica se asocia a presencia de estrógenos. Su elevada producción explicaría por qué las mujeres presentan frecuentemente mayor tendencia al sobrepeso y obesidad que los varones14.
En laTabla 2, se reportó que el 59,0% y 13,3% de estudiantes con exceso de peso presentaron riesgo elevado y muy elevado de obesidad abdominal, respectivamente. En Colombia, se evaluó la correlación del índice de masa corporal, circunferencia de cintura y riesgo cardiovascular en escolares. Se reportó un perímetro de cintura de 87,40 ± 6,59 cm en los varones y de 87,19 ± 7,09 en mujeres, considerando como de riesgo elevado de obesidad abdominal15.
La circunferencia de la cintura es una medida complementaria al índice de masa corporal, que determina el riesgo de obesidad abdominal en un individuo. Ha demostrado buena correlación con la cantidad de grasa intraabdominal calculada a través de la tomografía computarizada. Es muy utilizada por no ser invasiva y tener bajo costo. Además, se asocia al incremento en el riesgo de factores cardiometabólicos16.
Respecto a los hábitos alimenticios de los jóvenes con exceso de peso (Tabla 3). Se demostró asociación entre el consumo de comida chatarra y de carbohidratos con el sobrepeso y obesidad en los jóvenes. Los estudiantes universitarios son un grupo vulnerable a presentar deficiencias nutricionales. Muchas veces no cuentan con tiempo suficiente para tener comidas completas producto de las actividades universitarias. Algunos jóvenes reemplazan las comidas por bocadillos. Asimismo, registran una disminución en el consumo de frutas, verduras y pescados. Mientras que su consumo de comida rápida, snacks, refrescos y alcohol es mayor17.
Cabe señalar que debido a la pandemia por la COVID-19 la educación universitaria viene desarrollándose en entornos virtuales. Los jóvenes deben permanecer muchas horas frente al computador para recibir clases y desarrollar sus actividades, incrementándose los niveles de ansiedad por ingerir alimentos poco saludables. Al respecto, una investigación realizada en estudiantes estadounidenses demostró que la ganancia de peso es mayor en universitarios a comparación de los jóvenes que no asisten a la universidad18.
Los resultados obtenidos en este estudio indicaron que no existió relación entre la ingesta de alcohol y el sobrepeso u obesidad (Tabla 3). Además, el 100% y 85,6% de encuestados manifestó no consumir drogas ni tabaco, respectivamente. Debido a las medidas establecidas por el gobierno para minimizar los contagios por COVID-19, las reuniones sociales fueron restringidas en el Perú. Esto ocasionó que los jóvenes disminuyan su ingesta de alcohol, ya sea por las prohibiciones existentes o por el temor de enfermarse.
Sin embargo, diversos estudios afirman que existe una relación directa entre la ingesta de alcohol y la adiposidad abdominal(19,20). El alcohol es capaz de inhibir el efecto de la leptina e incrementar el apetito y la ingesta de alimentos de un individuo. Asimismo, se ha demostrado que inhibe la oxidación de las grasas evitando que sean aprovechadas como energía, lo que favorece el acúmulo de grasa en el organismo20.
El 15,6% de encuestados con exceso de peso corporal veían programas de televisión más de tres horas diarias. Además, más de la mitad permanecían sentados entre 5 y 8 horas diarias y no realizan actividad física (Tabla 4). Otras investigaciones enfocadas en estudiantes universitarios reportaron mayor tendencia al sobrepeso en los jóvenes que no realizaban actividad física21,22. Al respecto, García23evidenció que la poca actividad física muchas veces está asociada a la “pereza”, ya que los jóvenes se sienten cómodos con un estilo de vida sedentario.
Otros factores condicionantes de la inactividad física son la falta de tiempo y el apoyo social. Asimismo, los hábitos como ver televisión y permanecer varias horas sentado o acostado contribuyen a la adquisición de estilos de vida poco activos y favorecen el incremento de peso corporal21. Gran parte de los estudiantes manifestaron no contar con trabajo (69,8%). De modo que permanecen en sus hogares, lo que también podría fomentar su sedentarismo.
El 67,4% de encuestados dormía menos de 7 horas diarias (Tabla 4). Resultados similares se registraron en estudiantes pertenecientes a seis universidades chilenas, donde el 76,3% dormía menos de la cantidad de horas recomendadas19. Asimismo, Duran - Agüero et al 24 evidenciaron que el dormir menos horas se asoció con el sobrepeso u obesidad (OR = 1,84; IC 95% 1,26-2,68) y también a la somnolencia diurna. Cabe señalar que la mala calidad y cantidad del sueño, además de la irregularidad de la hora para acostarse es un problema común de los jóvenes. Esto contribuye a la somnolencia durante el día y a una mayor ingesta de alimentos, que favorece el incremento de peso.
Entre las limitaciones del estudio, se puede mencionar que la medición de las variables se realizó por única vez y el tipo de estudio transversal no permitió establecer relación de causalidad. Además, no se incluyeron medidas para establecer la distribución de la grasa corporal y la evaluación de parámetros como los niveles de glicemia, colesterol y triglicéridos, entre otros.
CONCLUSIONES
En conclusión, la ingesta de alimentos con alto contenido en carbohidratos, la comida chatarra, además de las horas destinadas al sueño y las que permanecieron sentados son los factores asociados a la alta prevalencia de sobrepeso y obesidad en estudiantes universitarios en tiempos de la COVID-19. Por lo que, se deben encaminar políticas sociales dirigidas hacia la promoción de ejercicio físico moderado. Asimismo, es necesario el desarrollo programas de alimentación saludable, que orienten a los jóvenes y la población en general sobre la importancia de una alimentación balanceada. Todo ello que permitirá enfrentar con mejores armas a la COVID-19, ya que la obesidad genera mayores complicaciones de la enfermedad.