INTRODUCCIÓN
La conservación ambiental de las áreas protegidas representa una necesidad de bienestar humano (Lachowycz & Jones, 2013, Hartig et al., 2014) y para aquellos lugares que se perciben como biodiversos, generan un impacto social positivo (Fischer & Kowarick, 2018).
En el caso de los ambientales acuáticos, la perturbación hacia la seguridad del agua como recurso bio-necesario afecta su uso directo, además, de generarse en forma crítica la supervivencia animal, reproducción y la propia vida humana (He et al., 2014; Briscoe, 2015; Elleuch et al., 2018). Entre las razones principales de la degradación del agua está la variabilidad de los parámetros físico-químicos (Argota & Iannacone, 2014a; Wang & Zang, 2014) lo cual impondría conocer, cuál sería el costo ambiental ante el impacto que se produce (Shortle, 2013).
En el planeta, los lagos naturales son una de las reservas de agua dulce (Revenga et al., 2000; Veas et al., 2018) pero al mismo tiempo se establece un servicio ecosistémico que alberga los biotopos al proporcionar sinergia entre organismos y su medio (Dimitrakopoulos & Troumbis, 2019). De manera particular, el Lago Titicaca (3.810 m.s.n.m.) de aproximadamente 8,167 km2 y que se ubica en el área del altiplano entre Bolivia y Perú (Hahmenberger, 2003) presenta a la bahía de Puno como una de sus divisiones (Paredes & Gonfiantini 1999) y dada la carga residual que se tributa con tratamiento deficiente, es la principal causa de contaminación afectándose incluso la biota local (Argota, 2015).
Aunque, no basta determinar las fluctuaciones físico-químicas de calidad del agua para reconocer la salud ambiental de los ecosistemas se requiere del mismo modo, el uso de indicadores biológicos que permitan el monitoreo de vigilancia (Aguirre et al., 2012; Argota & Iannacone, 2017) donde, la optimización y celeridad en todo programa de monitoreo como estrategia relevante requiere, un programa de monitoreo biológico que incorpore pruebas sencillas, dinámicas y confiables fundamentalmente en los taxones superiores como los peces y que permitan disminuir la razón numérica sobre los índices de calidad ambiental en los sistemas acuáticos (Zhang et al., 2015; Mazón, 2016).. De la misma manera, analizarse biomarcadores ícticos en el tiempo posibilita informaciones cuantitativas (Hamza, 2014; Çiftçi et al., 2015; AbdAllah, 2017) y por ende; sobre los efectos del costo ambiental (Dixit et al., 2015). La predicción temprana para evaluar la calidad ambiental de los ecosistemas acuáticos mediante un enfoque integral que combine expresiones económicas con datos reales en organismos biomonitores, constituye una tendencia para la prevención de daños en humanos y la sostenibilidad ecológica de los cuerpos hídricos (Argota et al., 2019).
Se planteó como hipótesis lo siguiente:
Ho: los efluentes de la laguna de oxidación de Espinar se vierten sin tratamiento ambiental.
Hi: los efluentes de la laguna de oxidación de Espinar se vierten con tratamiento ambiental.
El propósito del estudio fue evaluar la calidad estacionaria según el costo ambiental sostenible relativo con agregación de biomarcadores en la bahía de Puno, Lago Titicaca.
MATERIALES Y MÉTODOS
El estudio se realizó en la bahía interior de Puno con aproximación a la descarga de efluentes por la laguna de oxidación de Espinar (15°51.073 / 69"59.729 y profundidad de 1,8 m) donde existe un tratamiento deficiente (anexo 1).
Se analizó in-situ mediante el analizador multiparamétrico HI 9828 (HANNA), los parámetros físico-químicos: oxígeno disuelto (OD: mg.L-1), pH, sólidos totales disueltos (STD: mg.L-1) y la conductividad eléctrica (CE: μs.cm-1).
Se determinó la concentración de los metales (mg.L-1): Cu+, Zn+, Pb+, Fe+, Cd+ y Al+ a través, de la técnica Espectrofotometría por Absorción Atómica con Plasma Inductivamente Acoplado de Vista Axial (ICP-AES). De igual modo se analizó, las concentraciones de aniones: Cl-, NO3 - y NO2 - en condiciones de laboratorio.
Se consideró en la misma zona de muestreo, tres puntos de selección para el análisis de las muestras de agua. Los resultados de los parámetros físico-químicos, cationes y aniones se compararon con el Decreto Supremo No. 004-2017-MINAM (Categoría 1: Población y Recreacional; Subcategoría A: aguas superficiales destinadas a la producción de agua potable; A2: aguas que pueden ser potabilizadas con tratamiento convencional y la categoría 4: Conservación del ambiente acuático; Subcategoría E1: lagos y lagunas).
Se evaluó la concentración letal media (CL50) utilizándose a la especie Gambusia punctata (Poey, 1854) (Cyprinodontiformes, Poeciliidae) como biomonitor para ecosistemas acuáticos (Argota et al., 2013).
Con los parámetros físico-químicos, las concentraciones de cationes y aniones, además, del biomarcador de efecto en la G. punctata se determinó, el costo ambiental sostenible relativo con agregación de biomarcadores según la expresión (Argota, et al., 2019):
COASORbiom = costo ambiental sostenible relativo con agregación de biomarcadores
COA = costo de evaluación (condición sobre cumplimiento de parámetros físico-químicos y metales seleccionados)
CONP = costo de prevención normativo (número de parámetros físico-químicos y metales medidos)
observación inicial y n) observación final
VCBm = valor comparado del biomarcador (en este caso, si no se observa concentración letal media a las 96 h de exposición)
TBm = total de biomarcadores
Mediante la fórmula se conoció la sostenibilidad del recurso agua de acuerdo, al cumplimiento de parámetros (tabla 1) obteniéndose un cociente, según el tipo de categorías (tabla 2).
Criterio | Puntuación |
cumple el valor establecido por la norma regulatoria utilizada | 1 |
no cumple el valor establecido por la norma regulatoria utilizada | 0 |
Categoría de sostenibilidad relativa* | Intervalo |
recurso sostenible relativo | 2,0 |
recurso moderadamente sostenible relativo | 1,36 - 1,99 |
recurso ligeramente sostenible relativo | 0,85 - 1,35 |
recurso poco sostenible relativo | 0,71 - 0,84 |
recurso no sostenible relativo | 0,0 - 0,7 |
* Categoría de sostenibilidad relativa (anexo 2).
Se realizó una simulación de rangos con valores óptimos dado los valores límites permisibles según la norma ambiental que se utilizó y luego, se introdujo en el programa estadístico Statgraphics Centurion 18 para realizar el análisis de hipótesis.
RESULTADOS
Según la categoría 4, más del 50% de los parámetros (OD, CE, STD, Cu, Zn, Pb, Fe, Cd, Al y Cl-) en la zona de muestreo próxima a la laguna de oxidación de Espinar, no cumplieron con el valor permisible por la norma ambiental que se utilizó (tabla 3).
Elementos | Zona de muestreo | Categoría 1 | Categoría 4 |
OD | 3,7±0,12 | - | ≥ 5,0 |
pH | 6,2±0,09 | - | 6,5 - 9,0 |
CE | 1,246±0,78 | - | 1000,0 |
STD | 2,967±16,29 | - | ≤25,0 |
Cu | 3,88±1,07 | - | 0,1 |
Zn | 7,32±2,26 | - | 5,0 |
Pb | 0,012±0,02 | - | 0,0025 |
Fe | 0,072±0,84 | - | 1,0 |
Cd | 0,031±0,13 | - | 0,00025 |
Al | 79,46±3,22 | 5,0 | - |
Cl- | 6,79±2,29 | 250,0 | - |
NO3 - | 0,076±0,7 | - | 13,0 |
NO2 - | 0,056±0,06 | 3,0 | - |
Se observó, CL50 (0,8 mg.L-1) en la G. punctata a las 5:00 h (línea con etiqueta numérica) durante la exposición a la mezcla del agua de la zona de muestreo (figura 1).
La evaluación del costo ambiental sostenible relativo con agregación de biomarcadores indicó una categoría de recurso no sostenible relativo (tabla 4)
Se observó que, el valor de t calculado en la prueba de hipótesis fue mayor al nivel de significación (tabla 5).
Dado el valor de t calculado en la zona de aceptación de la campana de Gauss, entonces se acepta la Ho significando que, los efluentes de la laguna de oxidación de Espinar se vierten sin tratamiento ambiental (Figura 2).
DISCUSIÓN
El oxígeno disuelto y los sólidos totales fueron los parámetros físico-químicos que no cumplieron con el límite máximo permisible conjuntamente con los metales: Cu, Zn, Cd y Al. En el caso de los aniones, sus concentraciones se encontraron muy por debajo del valor recomendado. Dakoli (2007) señala que, a baja profundidad de la columna de agua (zona de muestreo = 1,8 m) y en presencia de contaminación resulta característico la disminución del oxígeno disuelto. En este estudio, la zona de muestreo probablemente sea la más contaminada debido a la proximidad de los efluentes que son descargados desde la laguna de oxidación de Espinar. Por su parte, Cui et al., (2016) mencionan que, la baja concentración del OD puede ser, por la presencia de sólidos en suspensión quien genera su vez, turbidez (Quinteiro, 2015).
Se encontró que, los sólidos totales disueltos como una medida relacionada con la turbidez, duplicó el valor normativo sugerido y al considerarse para su análisis a los sólidos en suspensión puede producirse descomposición orgánica (de nutrientes) in-situ lo cual, justificaría igualmente la reducción de niveles de oxígeno disuelto en el agua.
Por su parte, Zuzuki et al., (2018) mencionó que, la turbidez antropogénica derivada de los sólidos en suspensión, es consecuencia sobre deficientes prácticas de manejo de las descargas resultando similar a lo que se observa con la laguna de oxidación de Espinar. En ocasiones las malas prácticas de descarga sin tratamiento alguno, propicia que la concentración de metales se presenten (Martín et al., 2015; Ali et al., 2016, Capangpangan et al., 2016).
Los metales constituyen un serio problema ambiental por su baja biodegradabilidad (Qadir & Malik; Ferrante et al., 2017), rápida bioacumulación y su biomagnificación en la red trófica (Poste et al., 2015; Fox et al., 2017).
Alizadeh et al., (2018) y Chen & Chau (2019) señalan que la contaminación del agua sigue siendo un tema crítico que debe examinarse para la reducción de sus efectos en la biodiversidad por cuanto, la búsqueda de herramientas biológicas de evaluación resulta necesaria. La bio-evaluación constituye el método más amplio y aceptado para caracterizar en el tiempo los cuerpos de agua en cualquier ecosistema (Siddig et al., 2016; Romero et al., 2017; Gomes et al., 2018) y en tal sentido, se utilizó para el bioensayo a la G. punctata por ser tolerante a la contaminación (Argota, Iannacone & Fimia, 2013) expresándose en la especie, sensibilidad tóxica letal a bajas concentraciones y en periodo corto de tiempo (5:00 h) lo cual indicó, calidad deficiente del agua y la peligrosidad en esta zona de la bahía interior de Puno.
Cualquier cambio en el medio provoca alteraciones en la estructura y la diversidad biológica (Bilotta & Brazier, 2008; Collins et al., 2011; Li et al., 2016) donde se recomienda manera puntual realizarse evaluaciones con determinados índices de calidad del agua (Stefanidis et al., 2016; Luo et al., 2018) o aplicarse algún programa de monitoreo de calidad del agua para el control de la contaminación.
Kumari & Maiti (2019) indican que, solo las evaluaciones de índices calidad del agua imposibilitan reconocer, la implicación que ocurre en el medio y al mismo tiempo, su contribución a la mejora de la biota por cuanto se consideró, el análisis de los parámetros y la respuesta del biomarcador en la G. punctata mediante su agrupación como expresión numérica del COASORbiom mostrándose, mayor valoración sobre la calidad del recurso agua, pues Argota et al., (2019) sugieren que, la búsqueda de índices sostenibles que manifiesten mediciones económicas bajo un enfoque integral de evaluación sobre la cualidad ambiental de los ecosistemas dulceacuáticos, es de necesidad para predecir de manera temprana el estado de conservación de los recursos, además, de evitar consecuencias negativas sobre la salud humana.
En este contexto, comprender la dinámica del tratamiento (Correa et al., 2012); y por ende, la reutilización de las aguas (Veliz et al., 2007) continua significando la mayor responsabilidad social.
Pearce & Turner (1990), indicaron para valorar el costo ambiental con relación al uso y disponibilidad futura del recurso (estimándose igualmente para las aguas) la siguiente ecuación:
Otro estudio, interpreta la posible sostenibilidad ambiental mediante el gasto de protección ambiental el cual, relacionó el gasto de protección público sumado al gasto de protección privado (CEPAL, 2015):
Sin embargo, las expresiones anteriores no consideran la calidad físico-química de los efluentes donde, Byappanahalli et al., (2012) y Young et al., (2016) sugieren cómo necesidad, mostrarse datos que refieran las condiciones de tratamientos, además, de posibles controles para los agentes microbiológicos patógenos (Sah et al., 2012).
De igual modo, cualquier predicción de riesgo ambiental debiera considerar, el uso de datos reales y no simulados donde la interacción multivariada de los parámetros físico-químicos indique, una aproximación al verdadero valor del recurso. El costo ambiental fue referido al valor del recurso con base al estado de uso, según la calidad de cualquier medición (parámetros físico-químicos y biomarcador) y no, en términos monetarios (ecuación 5 y ecuación 6) como las expresiones de opción a pagar (OP) y el gasto de protección ambiental (GPA).
Asimismo, el término relativo obedece a la disponibilidad y bondad de parámetros ante determinada tecnología que se utilice con relación a la caracterización de la fuente contaminante lo cual no significa, considerar otros parámetros, pero siempre, cualquier cociente concernirá con una de las categorías de sostenibilidad del recurso. Se observó que, la calidad del agua en la zona de muestreo, no fue adecuada donde el valor del recurso se consideró totalmente limitado corroborándose mediante la valoración conjunta de los parámetros en el contraste de hipótesis.
CONCLUSIONES
La estimación del costo ambiental sostenible relativo con agregación de biomarcadores indicó que, la zona de muestreo próxima a laguna de oxidación de Espinar en la bahía de Puno, presentó contaminación dada la fluctuación no permisible de los parámetros fisico-químicos de calidad del agua, además, de condiciones adversas para la supervivencia de la biota local, pues la prueba de toxicidad que se ensayó, arrojó mortalidad inmediata en el biomonitor G. punctata por lo cual, este efecto es muy probable que se debió, al tratamiento eficiente de los efluentes que se descargan de forma directa a la bahía de Puno.