INTRODUCCIÓN
La ganadería, como sistema de producción en el trópico altoandino, se caracteriza por su producción estacional de forrajes, con abundantes pasturas en épocas de lluvia y con escasez de estos en épocas de sequías y/o heladas (Nieto et al., 2020:2). Lo anterior se conoce como estacionalidad forrajera, e impacta negativamente en la producción de los sistemas pecuarios (Rincón et al., 2019:2; Flores, 2016:1).
Además, la base de la alimentación del ganado para producción lechera generalmente está basada en gramíneas tradicionales como el pasto kikuyo (Cenchrus clandestinum (Chiov.) Morrone), y/o especies mejoradas como ryegrases perennes (Lolium perenne), pero su producción se encuentra influenciada por las condiciones edafoclimaticas, fertilización sintética y prácticas de manejo (Vargas et al., 2018:3).
La implementación de Sistemas Silvopastoriles (SSP), los cuales integran plantas leñosas perennes, leguminosas con potencial forrajero, y pasturas, en diferentes tipos de arreglos con animales (Murgueitio et al., 2016:4) es una opción sostenible para mejorar la disponibilidad de forraje y nutrientes (Sotelo et al., 2017:11). Muchas de las especies forrajeras empleadas en estos sistemas, para pastoreo directo, corte y acarreo, y/o conservación han mostrado valores nutricionales superiores a las de gramíneas comúnmente utilizadas (Buitrago et al., 2018:7).
En el trópico de altura se presentan investigaciones con arbustivas forrajeras promisorias como botón de oro (Tithonia diversifolia (Hemsl.) A. Gray), sauco (Sambucus nigra L.), tilo (Sambucus peruviana Kunth), acacia negra (Acacia decurrens Willd.), colla o arboloco (Smallanthus pyramidalis (Triana) H.Rob.) y chilca (Baccharis latifolia (Ruiz & Pav.) Pers.), mostrando resultados adecuados de valores nutricionales para alimentación animal. Además, estas especies forrajeras, ofrecen diversos servicios ambientales en los predios, lo que aumenta la sostenibilidad de los sistemas productivos (Buitrago et al., 2018:8).
Las arbustivas forrajeras además de sobresalir por su óptima calidad nutricional presentan alta producción de biomasa y buena palatabilidad, características ideales para que un material forrajero pueda ser utilizado en métodos de conservación (Carvajal & Cuesta, 2016:3). La utilización de arbustivas forrajeras perennes en métodos como el ensilaje, podría representar una solución práctica a las limitantes de los sistemas productivos ganaderos. En ese orden de ideas, la elaboración de ensilajes a partir de forrajeras perennes en trópico alto es una estrategia que se debería promover más en la región, debido a los buenos resultados a nivel nutricional que reporta la literatura para estas especies (Rangel et al., 2019:4).
Tomando como partida el contexto anterior, esta revisión tuvo como objetivo recopilar estudios de investigación sobre el uso de ensilajes a partir de especies forrajeras leñosas, en sistemas de producción ganadera en el trópico altoandino.
MATERIALES Y MÉTODOS
La revisión bibliográfica se realizó entre los meses marzo - mayo de 2020, mediante una búsqueda de investigaciones científicas en bases de datos certificadas de la web, así como también en bases de datos de universidades y revistas electrónicas disponibles en internet. Se incluyó en las revisiones bibliográficas, capítulos de libros y de folletos, los cuales estuvieron disponibles al emplear el término de búsqueda en español o su similar en inglés. Los términos empleados para la búsqueda fueron principalmente: “ensilaje”, “forrajeras arbustivas”, “trópico de altura”, “sistemas silvopastoriles”, “épocas de sequía”, “estrategias de alimentación bovina”, “rumiantes” y “mejoramiento en la oferta nutricional”. Dicha búsqueda se realizó sin restricción de fecha de publicación, pero en su mayoría se seleccionó el material publicado de los últimos 12 años. Posteriormente, se realizó el estudio detallado y síntesis del material bibliográfico consultado con la finalidad de seleccionar la información más concreta y coherente con respecto al tema central de la respectiva revisión.
Generalidades de problemas nutricionales presentes en ganaderías del trópico alto
La mayoría de los sistemas ganaderos en el trópico de altura, se basan en especies gramíneas como el pasto kikuyo (C. clandestinus) (AGROSAVIA, 2020). Sin embargo, su disponibilidad y composición es muy variable debido principalmente a las diferencias estacionales que ocasionan factores climáticos, como sequías o heladas; las cuales inciden negativamente en el desarrollo y vigor de las pasturas (Vásquez, 2015:1). La estacionalidad climática, que se ha acentuado en las últimas décadas sobre los territorios andinos de sur América, ha provocado una sistemática disminución de nutrientes en las praderas; conllevando a desbalances nutricionales en los animales, y pérdida de la productividad en sistemas ganaderos; la estrategia seria maximizar la producción de forrajes en algunas épocas del año, para elaboración de ensilajes de buena calidad, y suministralos al ganado en épocas criticas (Cardona et al., 2019b:2).
Es común que las dietas en rumiantes tengan déficit de energía, debido a que las gramíneas utilizadas en zonas de alta montaña generalmente contienen altos porcentajes de proteína, pero bajos carbohidratos solubles (Gallego et al., 2014:1). En este sentido la alta fertilización nitrogenada utilizada en sistemas ganaderos de trópico alto, tiende a incrementar el contenido de nitrógeno no proteico (NNP) en el forraje, y junto con una parte variable de la proteína verdadera que se degrada en rumen, forman la denominada proteína degradable en rumen (PDR), la cual es generalmente alta, y casi siempre superior a la concentración de carbohidratos no estructurales (CNE) de la dieta (Flórez & Correa, 2017:2). Lo anterior conlleva a que la relación CNE:PDR resultante sea inferior a 1,0; cuando debería ser entre 3,2 y 4,0, esto se traduce en una baja síntesis de proteína microbiana en rumen, ocasionando baja eficiencia productiva en el animal y reflejándose por ejemplo en la calidad de leche (Galvis et al., 2011:7).
Además, el contenido fibroso de los pastos, debido a su naturaleza y a edades tardías de pastoreo, hace que se aumenten los contenidos de fibra detergente neutra (FDN) y fibra detergente ácida (FDA), a expensas de nutrientes como la proteína, con la subsecuente disminución de la digestibilidad de la materia seca (MS) y el contenido energético de la ración (Gallego et al., 2014:2).
La disminución de la digestibilidad afecta el consumo de MS, ya que la tasa de pasaje se hace más lenta, haciendo que el animal consuma menos de lo requerido en contravía de suplir sus requerimientos diarios de mantenimiento y producción. En el trópico de altura la mayoría de sistemas ganaderos se enfocan en la producción de leche, pero la principal limitante para ello es el bajo consumo de materia seca (CMS) y déficit energético (Gallego et al., 2014:2; Cardona et al., 2019a:3). Además de la evidente disminución en la producción láctea, la baja oferta de nutrientes conlleva a pérdida de condición corporal en los animales, debido a la movilización de sus propias reservas, lo cual redunda en el acortamiento del periodo de lactancia, pérdida de peso, ausencia de celo, disminución de la tasa de preñez, e incluso la muerte del animal (Reyes et al., 2013:68).
La estacionalidad climática, influye en gran medida sobre la producción de forrajes, por lo que se deberían considerar sistemas de alimentación, con el uso de nuevos recursos forrajeros, y/o pasturas mejoradas adaptadas a las zonas y resilientes a las consecuencias del cambio climático (Ramírez et al., 2017:5). La irregularidad en la producción de forraje, conlleva también al uso excesivo de suplementos balanceados comerciales, con el fin de lograr un mejor balance CNE:PDR en rumen, estos suplementos generalmente energéticos basados en materias primas como el maíz y torta de soya importados, generalmente hacen que se presenten desbalances nutricionales debido a su mal uso; además del incremento en los costos de producción por litro de leche (Lopera et al., 2015:3-6; Gallego et al., 2017:5).
También es sabido que aspectos en el manejo de la pastura, tales como; mal uso de la cuerda eléctrica en pastoreo rotacional, o sistemas de pastoreo continuo, no contribuyen al aprovechamiento de la calidad nutricional del forraje; ya que no se tiene en cuenta el uso del pasto según disponibilidad y edades optimas de cosecha, lo que tiene impactos negativos sobre el volumen y la calidad de la leche producida (Carulla & Ortega, 2015:5; Cardona Iglesias et al., 2019b:2).
Uso de ensilajes en ganadería bajo un contexto de cambio climático
La baja disponibilidad de forrajes de buena calidad no solo afecta la producción de leche o ganancias de peso, también puede conllevar a aumentar en rumen la síntesis de gases de efecto invernadero como el metano (CH4), por medio de organismos metanogénicos del tipo Archea, y su consecuente emisión al ambiente principalmente en forma de eructo (Cardona et al., 2017b:3). Así mismo desbalances nutricionales en la relación CNE:PDR, puede conllevar a que el exceso de nitrógeno en la dieta, sea expulsado en las excretas del animal y convertido en óxido nitroso (N2O) a través de diferentes reacciones (Silva et al., 2013:2).
El metano (CH4) tiene un potencial de calentamiento entre 23 y 25 veces superior al del dióxido de carbono (CO2) y una vida media en la atmósfera que oscila entre 10 y 20 años (Carro et al., 2018:1; Moscoso et al., 2017:2); por su parte el óxido nitroso (N2O) presenta un potencial de calentamiento mayor que el CH4, el cual oscila entre 290 y 296 y una vida media de 100 años (Costantini et al., 2018:2). En sistemas de alimentación basados en forrajes de regular calidad, donde haya exceso de fibra y nitrógeno, y bajos contenidos de carbohidratos solubles, se favorece un pH ruminal básico y menor digestibilidad, lo que conlleva a que disminuya la eficiencia de fermentación ruminal, ocasionando mayor producción de CH4 entérico (Martín et al., (2017:2).
Si se tiene en cuenta que un rumiante adulto puede llegar a sintetizar en promedio 17 litros de CH4/hora, hasta 600 litros de CH4/día, siendo la mayor parte emitida por eructos (98%); tratar de disminuir estas emisiones debe ser una prioridad por parte de los productores ganaderos (Cardona et al., 2017a:2). En dietas de baja calidad nutricional la síntesis de CH4 entérico puede conllevar a pérdidas hasta del 18% de la energía digestible consumida, en vacas lecheras consumiendo forrajes de buena calidad, (Cardona et al., 2017a:4) reportan valores de 138 litros de CH4/día, y para dietas fibrosas y de baja calidad nutricional 230 litros de CH4/día.
La producción de CH4 por parte de rumiantes es inherente al animal, sin embargo, depende de varios factores como la edad, raza, y/o estado fisiológico; en lo que coinciden muchos autores es que dietas más digestibles que promuevan un adecuado balance proteico energético en rumen, tienden a producir menor CH4 (Cardona et al., 2019b:13). En trópico altoandino cuyos sistemas de alimentación se basan en gramíneas C4, el contenido de carbohidratos fibrosos y lignina es mayor, que en especies C3, u otras especies forrajeras perennes (Waghorn & Hegarty, 2011:2). Es así como se hace necesario en sistemas ganaderos basados en gramíneas tipo C4, la utilización de estrategias nutricionales que mejoren la calidad de dieta, sobre todo en época de escases de forrajes.
Teniendo en cuenta que, cuando disminuye la calidad de la dieta, aumenta la producción de CH4 en rumiantes, una de las alternativas de suplementación estratégica, para mantener el balance de nutrientes y disminuir gases de efecto invernadero, podría ser el ensilaje (Aguiar & Rojas, 2014;7). Según Geough et al., (2010:11), en rumiantes alimentados a base de pasturas con altos contenidos de carbohidratos estructurales, existe una tendencia lineal en la disminución de producción de CH4, a medida que se ofrece al ganado ensilajes con mayor concentración de carbohidratos solubles.
Así mismo, Martin et al., (2009:1) cuantificaron menor cantidad de CH4 por kg de MS consumida, cuando ofrecieron a bovinos ensilajes de forrajes con alta proporción de almidones y azucares, comparado con dietas basadas en heno de gramíneas. Los ensilajes con especies forrajeras y/o aditivos que aporten carbohidratos solubles a la dieta, están asociados a mayor síntesis de ácido propiónico en rumen, respecto al acetato; lo que hace que haya menor disponibilidad de H2 como sustrato para la síntesis de CH4 (Geough et al., 2010:11).
Así mismo la elaboración de ensilajes con especies forrajeras que contengan metabolitos secundarios como los taninos o saponinas, pueden disminuir la síntesis de CH4 entérico (Gallego et al., 2014:5; Cardona et al., 2017a:1). Los taninos son compuestos polifenólicos de alto peso molecular, se clasifican en taninos condensados (TC) e hidrolizables (TH) (Olivas et al., 2015:2) mientras que las saponinas son glúcidos de alto peso molecular, que generalmente forman espuma, son compuestos formados de una aglicona (hidrófoba) y un sacárido (hidrófilo) (Bazile et al., (Editores), 2014:5); los taninos y saponinas tienen actividad antibacteriana sobre las bacterias de tipo Archea, las cuales son las más importantes en la síntesis de CH4 en rumen, dichos metabolitos reaccionan con iones de calcio en la membrana celular, lo que ocasiona deficiencias nutricionales y posterior muerte celular (Alvarado et al., 2018:7).
En especies forrajeras leñosas de trópico alto como T. diversifolia, S. nigra, S. peruviana, y S. pyramidalis, se han encontrado contenidos altos de carbohidratos solubles (>15%), El aporte de carbohidratos solubles a la dieta ayuda a balancear el déficit energético, que es la mayor limitante en este tipo de sistemas, además aumenta la digestibilidad de fracciones como el nitrógeno, conllevando a un balance ruminal, mayor digestibilidad de la ración, por lo tanto, menor emisión al medio ambiente de contaminantes como el CH4 o elN2O (Steinfeld et al., 2009:134).
Además, las especies forrajeras mencionadas presentan moderados contenidos de metabolitos secundarios (máximo 6% MS), lo cual muestra un potencial nutricional de estas especies para ser incorporados en los sistemas de alimentación bovina del trópico altoandino (Cardona et al., 2017b:4; Londoño et al., 2019:9-10; Guatusmal et al., 2020:8-9). Carvajal & Cuesta (2016), encontraron contenidos de taninos de 0,08% en S. nigra; esto se relaciona con lo expresado por Fonseca & Rodríguez (2019:3), donde afirmaron que es una especie con adecuadas propiedades antioxidantes, lo cual permite reducir la emisión de CH4 en la atmósfera. Cardona et al., (2017a:2) encontraron en T. diversifolia 1,4 g/kg MS de taninos y 4,5 g/kg MS de saponinas, y atribuyen la disminución de metano en un trabajo in vitro a estos metabolitos encontrados en la especie.
Por otro lado, al aportar metabolitos secundarios en rumen, estos actúan como moduladores de la función ruminal, a la vez que disminuyen las poblaciones de Archeas metanogénicas, contribuyendo a que haya menos pérdida energética en la síntesis de metano, y más energía disponible para la producción de leche o ganancias de peso (Angarita, 2013:42). De modo que el uso de ensilajes de buena calidad que contribuyan a balancear el déficit nutricional, en un contexto de escases de forrajes, es un tema que debe cobrar gran importancia para actores de las áreas pecuarias del trópico altoandino.
Importancia del uso de forrajeras arbustivas en sistemas de producción pecuaria en el trópico altoandino
El trópico de altura presenta especies arbustivas promisorias para alimentación animal, aunque la cantidad de especies es menor a las que se puede encontrar en trópico bajo. Estas juegan un papel muy importante dentro de los sistemas de alimentación para mejorar la producción de leche en los sistemas ganaderos (Gallego et al., 2014:2). Ramos & Cortes, (2018:12), afirman que las especies forrajeras promisorias no forman un grupo específico en términos de su clasificación botánica, sino que incluyen un número elevado de especies leñosas perennes que tienen potencial forrajero, ya sea por su follaje o por sus frutos. Existe un número considerable de especies forrajeras arbóreas y arbustivas nativas e introducidas adaptadas a un amplio rango de zonas agroecológicas, que han resultado ser persistentes, y resilientes, con la posibilidad de ser utilizadas en alimentación animal, como especies no convencionales, dentro de sistemas Silvopastoriles (SSP).
Para el uso de arbustivas forrajeras en sistemas ganaderos, existen diferentes diseños o arreglos SSP, donde los más utilizados en el trópico alto son bancos mixtos de forraje (BMF) para corté y acarreo, cercas vivas multiestrato, además de presentarse actualmente sistemas silvopastoriles intensivos (SSPi) para ramoneo, setos productivos de biomasa, franjas en contorno etc. (Suárez et al., 2018). En estos se albergan especies forrajeras leñosas, donde se procura obtener la máxima producción de biomasa por unidad de área, al igual que nutrientes, especialmente proteína y carbohidratos solubles en la dieta (Naranjo et al., 2012:5). Además de ofrecer estas especies para consumo directo de los animales, también son utilizados para la elaboración de ensilajes, debido a su buen contenido de MS, nivel de fibra moderada, buen aporte de minerales, y adecuado balance entre nitrógeno y energía en la dieta de rumiantes (Gallego et al., 2014:2).
En términos taxonómicos, la mayoría de estas especies presentan características diferentes. T. diversifolia, es un arbusto proveniente de la familia Asteraceae (Holguín et al., 2018:70), otros miembros de esta familia es la S. pyramidalis (Vitali, 2017:3), el S. nigra y S. peruviana son de la familia Caprifoliaceae (Sánchez et al., 2010:24). Por su parte, la A. decurrens es un árbol proveniente de la familia Fabaceae, cada especie tiene características nutricionales variadas, sin embargo, todas se categorizan como de gran valor para suplementar rumiantes en sistemas ganaderos del trópico altoandino (Tabla 1).
Especie | Altitud msnm | Altura máxima | Atributos | Referencias |
---|---|---|---|---|
Tithonia diversifolia | 0 - 2700 | 4 m | Arbusto multipropósito, de alto valor nutricional, buen aporte de proteína, minerales y carbohidratos solubles, adecuado para alimentación animal (rumiantes, aves, conejos, cuyes), con alta digestibilidad de materia seca y alta fermentabilidad. | Galindo et al., (2011) González et al., (2014) |
Sambucus nigra | 1400-2700 | 4 - 6 m | Árbol/arbusto tolerante a heladas, con adecuados valores nutricionales de proteína y carbohidratos solubles para alimentación animal. | Sánchez et al., (2010) Guatusmal et al., (2020) |
S. peruviana | 2000-3000 | 3 - 5 m | Es un arbusto multipropósito con resistencia a heladas fuertes, con follaje de buena composición nutricional, buen aporte de nitrógeno adecuada digestibilidad en rumiantes. | Atehortúa et al., (2015) |
Smallanthus pyramidalis | 1500-3000 | 2 - 3 m | Es un arbusto multipropósito utilizado para forraje, con alto potencial de aceptabilidad para alimentación animal. Además de ser una especie adecuada para reforestación de cuencas y control de erosión. | Ortega & Yela, (2010) Escobar et al., (2019) |
Acacia decurrens | 2000-2800 | 6 - 20 m | Especie arbórea leguminosa, con potencial para uso en sistemas de producción ganadera para producción de leche. Las hojas llegan a ser comestibles en rumiantes. | Gualdrón & Charry, (2007) Pineda, (2017) |
En términos nutricionales, diferentes investigaciones relacionan estas arbustivas forrajeras con altos contenidos de materia seca (MS), proteína cruda (PC), buen aporte de carbohidratos solubles, minerales, y moderada concentración de metabolitos secundarios. Arbustivas como T. diversifolia contienen metabolitos secundarios que pueden generar cambios metabólicos y fisiológicos en los rumiantes, según la adaptación del animal y los mecanismos de respuesta del organismo (Estell, 2010:2). Otros compuestos hallados en T. diversifolia, son la catequina y saponinas (triterpenoides), a las que se les atribuye una posible capacidad de reducción de la producción de metano en el rumen (Gallego et al., 2014:2; Cardona et al., 2017a:4). Además, tienen otros atributos necesarios para ser implementados con fines de alimentación animal y métodos de conservación forrajera, estos resultados investigativos son variados, por lo cual en la Tabla 2 y 3, se encuentran expresados promedios nutricionales reportados por varios autores.
Especie | MS | PC | Cen | FDN (%) | FDA | EE | CNE | EB (Mcal ED/kg MS) | Fuente |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Tithonia diversifolia | 20,5 | 22,4 | 12,1 | 35,3 | 30,4 | 6,2 | 19 | 4,02 | (Gamboa, 2018) (González et al., 2014) Holguín et al., (2018) |
Sambucus nigra | 18,3 | 21,2 | 12,3 | 41,9 | 35,2 | 5,21 | 19,4 | 5,12 | Sánchez et al., (2010) (Cárdenas et al., 2016) Atehortúa et al., (2015) Jaramillo, (2019) |
S. peruviana | 18,0 | 21,1 | 10,5 | 43,9 | 27,4 | 7,7 | 16,5 | 4.57 | Londoño & Patarroyo, (2017). Blanco et al., (2005). Molano et al., (2010). |
Smallanthus pyramidalis | 38,4 | 22,7 | 15,9 | 35,9 | 23,6 | 8,97 | 16 | Apráez et al., (2014) | |
Acacia decurrens | 44,4 | 17,8 | 4,02 | 51,1 | 37,9 | 3,31 | 23,7 | Jaramillo, (2019) |
Especie | Metabolitos secundarios | Fuente |
---|---|---|
Tithonia diversifolia | 0,56 a mg/kg de taninos. 1,76 mg/kg de oxalatos. 2,76 mg/kg de saponinas. 1,4 g/kg MS de taninos 4,5 g/kg MS de saponinas | Fasuyi et al., (2010) (Holguín et al., 2020) Cardona et al., (2017a). |
Sambucus nigra | 0,08 ± 0,50 mg/kg de saponinas. 0,26 a 1.53 mg/kg de taninos. 1,58 a 2,62 mg/kg de fenoles. | Cárdenas et al., (2016) Carvajal & Cuesta, (2016) Jaramillo (2019) |
Acacia decurrens | 8,10 ± 0,13 mg de taninos. | Carvajal & Cuesta, (2016). |
RESULTADOS DE INVESTIGACIÓN SOBRE EL USO DE FORRAJERAS ARBUSTIVAS EN PROCESOS DE ENCILAJES EN EL TRÓPICO ALTO
Los bancos forrajeros mixtos, cercas vivas multiestrato o franjas en contorno. Permiten la obtención de biomasa, la cual puede ser utilizada en procesos de conservación de forrajes (Londoño et al., 2019:10). Aunque es reconocido el potencial nutricional de las especies forrajeras leñosas en sistemas de alimentación ganadera del trópico altoandino; aún existen vacíos de investigación en cuanto al uso estas especies para técnicas de ensilajes, y respuesta animal (Holguín et al., 2018:71).
En la revisión realizada, las especies que más reportan ser utilizadas para ensilaje, son la T. diversifolia y el S. nigra, las cuales han sido evaluadas en ensilajes, de manera individual, así como asociados a otras especies de intereses forrajeros y/o con diferentes aditivos. Para el caso de la A. decurrens, S. Peruviana y S. pyramidalis no se encontró evaluaciones de ensilajes individuales, pero si asociadas con otras especies de interés.
Ensilajes de Tithonia diversifolia
El potencial de T. diversifolia en la alimentación ganadera, se debe sobre todo a su nivel de proteína, que varía entre 13,3 y 28,7% (Rangel et al., 2019:4) con valores de calcio y fósforo entre 3,17 - 13,3% y 0,36 - 0,43, respectivamente (Gamboa, 2018:43; Gallego et al., 2017:3). Además, presenta buenos contenidos de carbohidratos solubles y los niveles de taninos son moderados, por lo que no llegan a generar aspectos negativos en el aprovechamiento de los nutrientes en el animal.
Las investigaciones de ensilajes con T. diversifolia, se han enfocado principalmente en la respuesta animal, para producción y calidad composicional de leche, y ganancias de pesos. Bedoya et al., (2017:8), evaluaron el efecto de la inclusión de 30% de ensilaje de T. diversifolia en la dieta de ovejas cruce Santa Inés x criolla alimentadas con base en gramíneas, en cuanto a la composición de leche, los autores encontraron que el porcentaje de grasa aumento de 5,8% a 6,1% (p<0,05). También se observó un incremento numérico del % de proteína en leche, como un aumento de la glucosa sanguínea en las ovejas, atribuible según los autores a la buena calidad nutricional del ensilaje.
Por su parte, (Villegas et al., 2017:4-5) encontraron valores relativamente altos, PC (12,1%), MS (14,5%) y cenizas (10,9%). Según los autores pese a que la composición bromatológica de la especie en el trabajo, estuvo por debajo de reportes encontrados en la literatura, la composición química del ensilaje de T. diversifolia, mejoró la calidad y composición de la leche, con producciones de 15,03 litros/vaca/día, con niveles de grasa de 35,31 g/l y proteína de 29,79 g/l, concluyendo que este ensilaje es factible como sustituto parcial del concentrado comercial, ya que mantiene la calidad y composición nutricional de la leche.
En cuanto, a la elaboración de ensilaje de T. diversifolia asociada a otras especies forrajeras, se encuentran investigaciones con pastos de trópico bajo como Axonopus scoparius (Villa & Jaime, 2016:6), con valores de PC de 8,28% y cenizas de 10,44, indicando ser adecuados en la alimentación de conejos, ya que existió mayor ganancia de peso en los animales alimentados con este ensilaje.
En términos de calidad composicional y rentabilidad para procesos de elaboración de silos, se realizó un estudio en ensilajes de Zea mays enriquecidos con diferentes adiciones del 10, 20 y 30% de T. diversifolia (Garza, 2018:36-42), donde encontraron valores de MS de 29,77 (0%), 32,95 (10%), 26,8 (20%) y 25,87 (30%); PC de 7,55 (0%), 8,50 (10%), 9,15 (20% y 9,87 (30%). Concluyendo que el tratamiento: 30% T. diversifolia + 70% Zea mays, fue el que reportó los menores costos y la menor relación insumo/producto, por lo que sería más rentable producir un kg de ensilaje con estas mezclas, ya que se obtienen mejores resultados económicos y nutricionales.
En la elaboración de ensilajes es común el uso de aditivos, sobre todo de fuentes ricas en azúcares para mejorar la fermentación del material forrajero, a través de una adecuada acidificación (Rangel et al., 2019:9), Uno de los aditivos más usados es la melaza, ya que contribuye al incremento del nivel de ácido láctico en la fase fermentativa. Sin embargo, existen otros aditivos como la vinaza de caña de azúcar que son utilizados para promover el tiempo de fermentación y la calidad nutricional de ensilajes con T. diversifolia. Leytón, (2019:17-18), encontró pH de 4,18 a 5 en microsilos de T. diversifolia con adición de vinaza de azúcar y con porcentajes de MS de 12,8 a 16,73% y PC de 2 a 3,2%; concluyendo que la conservación del botón de oro con vinaza es un método que mejora la fermentación y calidad composicional del material ensilado. Además, en un estudio realizado por Fasuyi et al., (2010:6), encontraron que el nivel de 4% de melaza (base de materia seca), a 14 y 21 días de fermentación anaeróbica son los óptimos y apropiados en un ensilaje de hojas de T. diversifolia.
Ensilajes de Sambucus nigra
En un estudio de ensilajes individuales de S. nigra realizado por Matta, (2005:10), encontró un valor adecuado de pH para procesos de fermentación de 4,28; seguido a esto se presentaron buenos valores de MS (%) de hasta 28,42%, y de proteína (PC %) de 14,4%, como de características organolépticas óptimas, según el autor estas características nutricionales facilitarían la inclusión de los ensilajes en la dieta de vacas lecheras en trópico alto.
Carvajal & Cuesta, (2016:5-8), evaluaron diferentes métodos de conservación y composición nutricional de forrajes (heno, ensilaje y harina) en S. nigra, en cuanto a resultados con los ensilajes, los métodos de conservación analizados se consideraron adecuados desde el punto de vista nutricional se encontraron valores de MS (%) de 28,42, un mayor porcentaje de PC (%) de 16,37, cenizas (%) de 11,03, pH de 4,28, y una menor cantidad de lignina. En términos de metabolitos secundarios se encontraron bajos contenidos de taninos del 0,3%, no se encontraron saponinas, es decir que estos compuestos bioactivos no limitaron la digestión de nutrientes, ni la calidad nutricional del S. nigra según los diferentes métodos de conservación evaluados.
Ensilajes mixtos de arbustivas forrajeras
Los ensilajes asociados o mixtos presentan ventajas, debido a que la mezcla de recursos forrajeros mejora el balance de nutrientes presente en el ensilaje, a la vez que promueven una mejor dinámica de fermentación del material (Suárez et al., 2011:2). En el trópico altoandino es común la elaboración y uso de ensilajes mixtos para alimentación de bovinos y especies menores; sobre todo sobresalen las mezclas gramíneas-cereales y gramíneas-arbustivas. La estrategia de ensilar recursos forrajeros mixtos se debe sobre todo a la baja oferta de nutrientes en las gramíneas (Londoño et al., 2019:10). La composición de la mayoría de las gramíneas en el trópico alto se caracteriza por sus altos contenidos de carbohidratos estructurales y proteína, a expensas de los carbohidratos solubles, lo que afecta la acidificación del material, y por ende un proceso fermentativo adecuado (Pinto et al., 2010:3).
La conservación de los forrajes a partir del proceso de ensilaje se relaciona con el crecimiento de bacterias acido lácticas (BAL), como inoculantes, las cuales fermentan los hidratos de carbono en ácidos orgánicos (ácido láctico), que acidifican rápidamente el ensilaje y evitan la aparición de bacterias indeseables (Queiroz et al., 2013:4). Lo anterior, explica cómo mejora la fermentación y la estabilidad aeróbica del material. En ensilajes combinados de S. nigra y Morus alba (50:50), no es necesario aplicar inoculantes bacterianos, ya que las bacterias acido lácticas endófitas del material logran crecer en mayor proporción que levaduras y enterobacterias (Fonseca & Rodríguez, 2019:9), representando el potencial microbiológico y fermentativo de estas forrajeras arbustivas.
La adopción del uso de ensilajes mixtos, por parte de pequeños y medianos productores del trópico altoandino, genera un aprovechamiento adecuado de los recursos locales, y utilizando prácticas culturales de manejo, pueden disminuir los costos de producción. Apráez et al., (2012:4), evaluaron la composición nutritiva y aceptabilidad de ensilajes de Avena sativa (T0), enriquecidos con A. decurrens (T1), B. latifolia (T2) y S. nigra (T3) en el trópico altoandino colombiano, encontrando mayores valores de MS en los ensilajes enriquecidos por arbustivas forrajeras con 30%(1) - 29%(2) - 30%(3), respectivamente, en comparación con los ensilajes individuales de A. sativa 28,8%(1), además de mayores valores de PC 12%(T1) - 14%(T2) - 18%(T3) con respecto al ensilaje individual de A. sativa 11%(T0).
En cuanto a energía, Mcal ED/kg MS se observaron valores de 2,28(T0) - 2,28(T1) - 2,53(T2) - 2,55 (T3). Además, las mezclas de la gramínea con las arbustivas tuvieron una adecuada aceptabilidad por parte de los ovinos con un consumo de 169g de MS (T1), 165g de MS (T1), 161g de MS (T2) y 160g de MS (T3); lo que expresa una alternativa adecuada para mejorar la calidad y composición nutricional en ensilajes de gramíneas, ya que presenta palatabilidad además de potenciar el rendimiento animal Apráez et al., (2012:7, Villlalta et al, 2016).
Blanco et al., (2005) evaluaron combinaciones de ensilajes mixtos de A. sativa con A. decurrens y S. peruviana con diferentes aditivos; los mejores procesos fermentativos fueron las inclusiones de ácido fórmico, enzimas comerciales (Kem Lac@) y extracto liofilizado de fluido ruminal, obteniendo pH inferiores a 4. Al respecto autores como (Castaño, 2012:4; López et al., 2017:5) consideran como apropiado valores de pH por debajo de 4,2, y los asocian a una óptima producción de ácido láctico, lo que determina buenos parámetros organolépticos del material ensilado, también afirman que cuando el pH está por encima de 5, es reflejo de una fermentación inestable y se caracteriza por presentar textura pegajosa, color blanquecino o amarillo y olor pútrido, lo que lo no lo hace apetecible para los animales. En el estudio de Blanco et al., (2005:2-3), también observaron que en la cinética de fermentación de A. sativa, + A. decurrens y S. peruviana, disminuyó la tasa de producción de gas. En términos nutricionales, presentaron valores adecuados de PC de 8,58 a 15,18%, FDN de 39,80 a 45,94%, FDA de 27,03 a 30,77% y una materia seca variada de 16,24 a 19,65%.
Especie | MS | PC | Cen (%) | FDN | FDA | EB (Mcal/kgMS) | pH | Fuente |
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Tithonia diversifolia | 40 23,6 | 10 10,02 | 10,9 | 50 40,4 | 45 20,59 | 4,3 | 4,42 | Bedoya et al., (2017) (AGROSAVIA, 2018) Roa & Galeano, (2015) Villegas et al., (2017) |
Sambucus nigra | 28,6 | 16,51 | 11,17 | 31,18 | 21,01 | 4,28 | Carvajal & Cuesta, (2016) | |
S.. peruviana + A. decurrens + A. sativa | 18,2 | 18,3 | 43,4 | 28,8 | 3,85 | Molano et al., (2010) Sánchez et al., (2010) Blanco et al., (2005) | ||
Mezcla de A. sativa + A. decurrens. + B. latifolia + S. nigra | 30,04 29,61 30,18 | 11,96 14,03 18,00 | 8,63 10,56 12,80 | 70,90 47,70 42,43 | 51,10 30,60 28,30 | 2,28 2,53 2,55 | Apráez et al., (2012) Apráez et al., (2012) |
CONCLUSIÓN
Especies como T. diversifolia, S. nigra, S. peruviana, S. pyramidalis y A. decurrens, presentan adecuadas características nutricionales y fermentativas, lo cual permite la conservación de forraje mediante ensilajes. A partir de lo revisado se evidencian pocos estudios de ensilajes en forrajeras arbustivas, de manera que, se considera pertinente realizar investigaciones donde se evalúen las características de calidad nutricional, de respuesta animal y económicas, ya sea de forma individual o asociada con gramíneas, esto permite que se presente mayor veracidad científica en los procesos de conservación de arbustos forrajeros, siendo de suma importancia en la ganadería de trópico alto, teniendo en cuenta los desafíos que generan la estacionalidad climática y escases de forraje, en un contexto de cambio climático.