SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.21 issue1The Peruvian state and native languages at the present timeSemantic-cognitive representation of corruption in the epideictic discourse of Fernando Olivera author indexsubject indexarticles search
Home Pagealphabetic serial listing  

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

  • Have no cited articlesCited by SciELO

Related links

  • Have no similar articlesSimilars in SciELO

Share


Lengua y Sociedad

Print version ISSN 1729-9721On-line version ISSN 2413-2659

Leng. Soc. vol.21 no.1 Lima Jan./Jun. 2022  Epub June 30, 2022

http://dx.doi.org/10.15381/lengsoc.v21i1.22504 

Artículos académicos

Estudio de las actitudes lingüísticas en bilingües quechua-castellano del distrito de San Juan de Lurigancho hacia la lengua quechua

Study of linguistic attitudes in quechua-spanish bilinguals from the district of San Juan de Lurigancho towards the quechua language

Estudo das atitudes linguísticas em bilíngues quíchua-espanhol do distrito de San Juan de Lurigancho em relação à língua quíchua

Claudia Adela Ytusaca Quispe1 
http://orcid.org/0000-0001-9654-3568

1Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, Perú. claudia.ytusaca@unmsm.edu.pe

Resumen

José Carlos Mariátegui, asentamiento humano del distrito de San Juan de Lurigancho (Lima, Perú), es una comunidad donde coexisten e interactúan personas con distintas culturas, entre ellas, pobladores bilingües del castellano y el quechua. Este contexto permite evidenciar la relación entre la lengua y la sociedad, mediante las actitudes lingüísticas que presentan sus habitantes. En este sentido, el presente estudio es un acercamiento a la descripción de las actitudes lingüísticas de un grupo de migrantes andinos bilingües (quechua-castellano) hacia su lengua materna, el quechua, frente al castellano. Desde el enfoque de la teoría mentalista y sus dimensiones: conativo, cognitivo y afectivo, así como también, con la aplicación de un cuestionario y una entrevista de corte sociolingüístico, se analizó la percepción que tienen los adultos bilingües mariateguinos hacia su lengua materna. Los resultados demostraron la valoración positiva hacia el quechua, principalmente desde la dimensión afectiva.

Palabras clave: actitudes lingüísticas; quechua; castellano; contexto sociocultural; hablante bilingüe

Abstract

José Carlos Mariátegui, a human settlement in the district of San Juan de Lurigancho (Lima, Peru), is a community where people living and interacting with different cultures, including bilingual inhabitants of spanish and quechua. This context allows us to show the relationship between language and society through the linguistic attitudes of its inhabitants. In this sense, the present study is an approach to the description of the linguistic attitudes of a group of bilingual Andean migrants (quechua-castilian) towards their mother tongue, quechua, versus castilian. From the perspective of mentalist theory and its dimensions: conative, cognitive and affective, as well as, the application of a questionnaire and a sociolinguistic interview, the perception of bilingual mariateguin adults towards their mother tongue was analyzed. The results showed the positive assessment towards quechua, mainly from the affective dimension.

Keywords: linguistic attitudes; quechua; spanish; sociocultural context; bilingual speaker

Resumo

José Carlos Mariátegui, assentamento humano do distrito de San Juan de Lurigancho (Lima, Peru), é uma comunidade onde coexistem e interagem pessoas com diferentes culturas, entre elas, habitantes bilíngues do castelhano e do quéchua. Este contexto permite evidenciar a relação entre a língua e a sociedade, mediante as atitudes linguísticas que apresentam os seus habitantes. Neste sentido, o presente estudo é uma aproximação à descrição das atitudes linguísticas de um grupo de migrantes andinos bilíngües (quechua-castelhano) para sua língua materna, o quechua, em frente ao castelhano. Desde o enfoque da teoria mentalista e suas dimensões: conativo, cognitivo e afetivo, bem como, com a aplicação de um questionário e uma entrevista de corte sociolinguístico, analisou-se a percepção que os adultos bilíngues mariateguinos têm da sua língua materna. Os resultados mostraram a avaliação positiva para o quíchua, principalmente da dimensão afetiva.

Palavras-chave: atitudes linguísticas; quíchua; espanhol; contexto sociocultural; falante bilíngue

1. Introducción

El estudio de las actitudes lingüísticas en un lugar donde está presente la diversidad lingüística y la convivencia de diferentes culturas es importante; más aún, en sus habitantes adultos, puesto que son quienes ya tienen construida su identidad lingüística. El distrito de San Juan de Lurigancho (SJL) se caracteriza por ser este tipo de espacio, donde confluyen diversas lenguas y culturas. Fundamentalmente, coexisten las lenguas quechua y el castellano; también otras, pero en menor medida. Del total de habitantes mayores de 3 años, alrededor del 88.17 % (872 897 habs.) es castellanohablante nativo; mientras que el 10.83 % (107 214 habs.) tiene al quechua como su lengua materna (Instituto Nacional de Estadística e Informática [INEI], 2018). Es decir, SJL es el distrito de Lima que tiene la mayor concentración de hablantes de quechua, por ende, cuenta con más peruanos que hablan una lengua originaria. Respecto a su conformación multicultural y multilingüe, esta es consecuencia del movimiento migratorio ocurrido en los años 80, por el desplazamiento de grupos humanos desde distintas zonas andinas del Perú al distrito. Así, durante esa década, migrantes andinos, algunos tras huir de la violencia del terrorismo, crearon Villa Huanta, José Carlos Mariátegui, entre otros asentamientos (Sayago, 2019; Escárzaga et al., 2002; Barzola, 2011).

José Carlos Mariátegui (JCM) es uno de los asentamientos humanos que representa la diversidad cultural y lingüística de SJL. En JCM se agruparon personas que, si bien dejaron de hablar frecuentemente en quechua, su lengua materna, aún lo emplean en situaciones específicas. Varios de sus habitantes tienen como primera lengua al quechua y como segunda lengua al castellano, es decir, son bilingües. Cabe mencionar que la mayoría de estas personas, condicionadas por la influencia del entorno social, tuvieron que aprender desde temprana edad el castellano. Ciertamente, el castellano llegó por necesidad y, aunque su utilización no era continua en su comunidad de origen, desplazó abruptamente al quechua cuando los migrantes andinos llegaron a Lima. Habría que decir también que la lengua originaria quechua por muchos años -inclusive hasta la actualidad- no ha recibido un trato favorable, lo cual es una causa, entre otras, del afianzamiento del castellano en los hablantes bilingües quechua-castellano de JCM. Hoy en día no es difícil encontrar en JCM a hablantes nativos del quechua (segunda lengua mayormente hablada en el Perú, pero de la minoría) interactuando con hablantes nativos del castellano. Todas estas particularidades expuestas convierten a JCM en un claro ejemplo de una comunidad de habla donde ocurren fenómenos lingüísticos y sociales derivados del contacto de lenguas.

En este marco, resulta de interés conocer las actitudes lingüísticas que los hablantes tienen para su lengua materna frente a la lengua mayoritaria. Esto es, en un contexto sociocultural donde predomina el castellano, conocer si, a pesar de que adoptaron la lengua de prestigio de la comunidad donde viven, manifiestan actitudes positivas hacia su lengua materna. Dicho todo lo anterior, la interrogante a resolver es la siguiente: ¿las actitudes lingüísticas de los hablantes bilingües quechua-castellano del

A. H. José Carlos Mariátegui hacia su lengua materna (quechua) frente a la lengua de prestigio (castellano) son favorables? Además, y porque es menester, describir las razones que promueven tal valoración hacia el quechua desde las tres dimensiones de la teoría mentalista.

Esta investigación adquiere significativa importancia porque ofrece una interpretación sociolingüística de las actitudes de una comunidad, representativa del contacto de lenguas, específicamente de un grupo de adultos bilingües quechua-castellano. Por tal motivo, contribuirá en el tratamiento de las actitudes lingüísticas a partir de su descripción. Sobre esta base, producirá conocimientos complementarios para futuras investigaciones similares o de mayor profundidad.

2. Marco teórico

2.1. Actitudes

Las actitudes son aquellas creencias personales, patrones que comparten los habitantes de una comunidad X. Esto quiere decir que en una determinada área geográfica existen personas similares que tendrán actitudes similares. Es a partir de esas similitudes que se puede diseñar un perfil de la comunidad, desde la observación de sus preferencias.

De lo anterior, se infiere que las actitudes tienen un carácter predictivo, ya que permiten construir ciertos parámetros a partir del comportamiento de las personas (González, 2008). No obstante, no pueden ser observadas directamente, por lo que es una construcción hipotética (Ibáñez, 2004); a pesar de ello, pueden deducirse a partir de conductas observables. De manera que, la actitud es una variable que permite acceder a la relación que existe entre un objeto y el comportamiento que alguien tenga sobre aquel objeto.

Desde el campo de la sociolingüística, y de manera similar, Moreno (1998) señala que las actitudes lingüísticas son una manifestación del uso que se hace de una lengua en un contexto, esto es, la preferencia entre estilos diferentes, sociolectos distintos, variedades de una lengua o dos lenguas distintas. Por otro lado, añade que las lenguas no solo contienen características lingüísticas determinadas, sino que, además, son canales mediante los cuales se pueden transmitir connotaciones sociales y valores afectivos (Moreno, 2005). Por ello, en consonancia con lo anterior, cabe mencionar que lo resaltante de la actitud hacia una lengua o la variedad de una lengua es que nos muestra que no solo se configura por atributos estrictamente lingüísticos, sino que, también expresa atributos, pero de connotación social y sentimental. De ahí que se infiere que las actitudes lingüísticas tienen una estrecha relación con la propia lengua del hablante y otros aspectos de esta. Justamente, las marcas culturales de una comunidad tienen como base de su transmisión cultural a la lengua. Es así que "las normas y marcas culturales de un grupo se trasmiten o enfatizan por medio de la lengua" (Moreno, 1998, p. 180).

El estudio de las actitudes lingüísticas requiere la consideración de dos aspectos básicos, como sugiere Trugdill (2000): la función de la lengua en relación con el uso que el hablante hace de ella y su papel como transmisor de información del hablante. Arroyo (1994) considera que las preferencias que tenga un hablante hacia una lengua permiten ilustrar los cambios lingüísticos, la fijación de patrones de uso y de evaluación social, así como de otros fenómenos que explican la variación lingüística. A partir de dichos razonamientos, conviene subrayar que las actitudes lingüísticas tienen un carácter social, puesto que pueden ser analizadas con base en la información que se obtenga del hablante, como, por ejemplo, su nivel socioeconómico, grado de instrucción, entre otros.

Por otro lado, respecto a cómo abordar el estudio de las actitudes, Fasold (1984) divide en dos grupos al estudio de las actitudes: mentalista y conductista. El enfoque teórico mentalista considera a la lengua como objeto actitudinal. A través de ella, se propone explicar la conducta social del lenguaje. También considera que las actitudes son un estado mental interior, es decir, "como una variable que interviene entre un estímulo que afecta a la persona y su respuesta a él " (Blas, 2002, p. 322). La teoría mentalista se distingue de la teoría conductista en que, mientras esta última realiza su estudio mediante la observación directa de las conductas objetivas, la primera prefiere, y es de su vital necesidad, recurrir a técnicas lingüísticas que le permitan expresar lo intangible, aquello que está en la mente del hablante. Por tanto, la creación de sus métodos conlleva un alto nivel de complejidad (Moreno, 1998).

Desde la teoría mentalista, López (1989) define a la actitud como el resultado de tres componentes: a) componente cognitivo o de conocimiento, b) componente afectivo y c) componente conductual o conativo.

El componente cognitivo se relaciona con la percepción o los conocimientos, creencias, estereotipos que están presentes en los usuarios. En palabras de Schiffman (2005), este componente "está compuesto por las cogniciones del individuo, es decir, el conocimiento y las percepciones que ha adquirido mediante una combinación de su experiencia directa con el objeto de la actitud y la información conexa procedente de diversa fuentes" (p. 256). Desde el componente afectivo, la actitud del individuo se construye a través de la correspondencia de las emociones con un objeto (Schiffman, 2005). Se establecen juicios de valor que el usuario impregna sobre las características del habla. Por tanto, se trata de una valoración emocional con la asociación de la identidad y el sentimiento de solidaridad con el grupo de pertenencia. Por último, el componente conativo se relaciona con las características del comportamiento de las personas sobre las actitudes. Este componente involucra la propensión a reaccionar de cierta forma ante un objeto.

2.2. Bilingüismo, identidad y contacto lingüístico

En una comunidad, un bilingüe emplea dos sistemas lingüísticos de acuerdo con sus necesidades e intenciones comunicativas. Entonces, el hablante bilingüe elige la lengua o la variedad de una lengua en relación con una situación social (Castillo, 2006). De manera que una comunidad de habla es el lugar ideal para estudiar las diversas funciones lingüísticas que pudieran existir en ella y con relación a las actitudes e identidades sociales.

Palacios (2008), en un sentido más amplio de contexto-lengua-identidad, manifiesta que la identidad se suele asociar a procesos dinámicos y relacionales, procesos en los cuales los hablantes construyen su identidad a partir de su interacción con los otros hablantes (de su propia comunidad y de la comunidad mayoritaria no indígena) en un proceso de permanente reelaboración. En este contexto, la lengua se convierte en un poderoso instrumento ambivalente de exclusión y de cohesión. En otras palabras, dependiendo de la valoración de la lengua en el contexto donde se desenvuelve el hablante, la identificación con su forma de hablar o del entorno será positiva o negativa.

2.3. Contexto sociocultural

Para Fishman, como se citó en Falcón (2018) , las actitudes de una comunidad son adquiridas en un contexto sociocultural. Al respecto, añade Falcón (2018), las características lingüísticas que configuran a una comunidad de habla responden a ciertos patrones, que se construyen en función de cada comunidad. El contexto sociocultural es el espacio donde interactúan las influencias sociales que construyen estos patrones (p. ej. culturales) que diferencian a una comunidad de otra. Así, un contexto sociocultural bilingüe tendrá patrones únicos que influirán en el comportamiento lingüístico de sus habitantes. Es en ese mismo lugar, y por la influencia que recibe de su entorno, donde un hablante desarrolla sus actitudes hacia su lengua u otra.

Según Castillo (2006), el contexto sociocultural es importante para el estudio de las actitudes lingüísticas porque en ella se dan las relaciones interculturales mediante el acto comunicativo, además de los usos que se hacen de una lengua. Por ejemplo, los hablantes bilingües, al desenvolverse en dos sistemas lingüísticos, expresan actitudes y comparten valores con el grupo social al que pertenecen; sin embargo, deciden la lengua o la variedad de una lengua en la que desean comunicarse, pero de acuerdo con el interlocutor y la situación donde se dé el acto comunicativo.

2.4. Datos generales del asentamiento humano José Carlos Mariátegui

Antes de nada, es preciso mencionar que gran parte de esta reseña fue construida a partir de los datos recogidos en una entrevista que brindaron algunos de los pobladores del A. H. JCM.

El distrito de San Juan de Lurigancho alberga a más de cinco generaciones asentadas. Las familias migrantes que habitan en este distrito están conformadas, en gran cantidad, por una población quechuahablante procedente del campo, con estudios incompletos y de bajo nivel socioeconómico (Municipalidad de SJL, 2018). JCM, como parte de este distrito, surge a raíz de la invasión de tierras durante el Gobierno del presidente Fernando Belaunde Terry. La necesidad de una residencia permanente motivó a los habitantes de diversas zonas del Perú -y a otras que ya vivían en otras zonas de Lima- a invadir este terreno ubicado en el distrito de SJL, entre ellos, un grupo de ayacuchanos a quienes el Estado brindó un nuevo domicilio en SJL después de sufrir la violencia del terrorismo.

En definitiva, se podría decir que JCM se conformó primariamente por a) migrantes que ya tenían algunos años habitando Lima y que son bilingües quechua-castellano o monolingües (quechua o castellano) y b) migrantes andinos (bilingües quechua-castellano o monolingües quechua), entre ellas las personas que llegaron de Ayacucho con el apoyo del Estado. En el presente, pero en menor cantidad, también habitan migrantes de la selva.

Así, JCM tiene entre sus pobladores a personas portadoras de las costumbres que se celebraran en su tierra de origen: el Día de los Muertos, el pago a la tierra, carnavales como las yunzas, etc.

Cuando llegaron a JCM, empezaron a interactuar culturalmente con otras personas también quechuahablantes, así como con castellanohablantes. En suma, estas líneas nos dan un panorama general del contexto sociolingüístico de JCM.

3. Metodología

La metodología de este estudio se desarrolló sobre la base del enfoque mixto, a fin de abarcar la mayor descripción lingüística. Por un lado, el enfoque cuantitativo permitió obtener la frecuencia de las preferencias de los encuestados. Por otro lado, el enfoque cualitativo posibilitó analizar los discursos obtenidos de las entrevistas semiestructuradas. El objetivo de la metodología escogida fue complementar el análisis cuantitativo con el cualitativo, para confirmar los resultados derivados del cuestionario con los discursos de la entrevista y profundizar en la descripción de las actitudes lingüísticas presentes en los hablantes bilingües. En palabras de Hernández-Sampieri (2014): "La meta de la investigación mixta no es reemplazar a la investigación cuantitativa ni a la investigación cualitativa, sino utilizar las fortalezas de ambos tipos de indagación, combinándolas y tratando de minimizar sus debilidades potenciales" (p. 532).

El recojo de datos se realizó mediante la aplicación de dos instrumentos. El primero consistió en un cuestionario sociolingüístico, construido con 22 preguntas (15 de opción múltiple y 7 con opciones de respuestas: o no). Dicho cuestionario fue una adaptación del aplicado en la tesis de maestría Identidades y actitudes lingüísticas en contextos interculturales en comunidades bilingües amazónicas por el lingüista Pedro Falcón (2017). El segundo instrumento se centró en una entrevista semiestructurada de 7 preguntas, la cual se realizó de manera directa a cada uno de los integrantes del grupo objetivo. En lo que se refiere a las respuestas obtenidas de la entrevista, fueron interpretadas para confirmar -o contradecir- y, asimismo, complementar los resultados del cuestionario. De la misma manera, brindaron una mayor visión respecto a las valoraciones que poseen los hablantes bilingües hacia el quechua. En concreto, la entrevista fue realizada a manera de conversación cómoda, como sugiere Labov en una de sus recomendaciones al momento de llevarla a cabo: "el investigador, además de formular preguntas, intercale comentarios y opiniones propias sobre la marcha como si fuese un conversador más " (Fernández et al, 2008, p. 3).

La investigación no pretende ser exhaustiva, sino más bien de corte exploratorio. En total, el grupo objetivo estuvo compuesto por 5 bilingües adultos mayores de 50 años que tienen como L1 al quechua y L2 al castellano. En resumen, los criterios principales que se consideraron para la selección de la muestra fueron los siguientes: a) adulto bilingüe que tenga al quechua como lengua materna y al castellano como segunda lengua y b) adulto bilingüe (quechua-castellano) residente en el A. H. JCM. Así, el grupo de colaboradores son migrantes bilingües, específicamente de la zona sur del país (Ayacucho, Cuzco y Puno). Debido a la extensión del distrito de SJL, se delimitó la zona de estudio al asentamiento humano JCM, donde se encuestó al grupo objetivo. La muestra seleccionada fue aleatoria, y es lo suficientemente representativa para ser generalizada con respecto a la población establecida.

A continuación, se muestran los datos generales del grupo objetivo (Tabla 1) y la información de cada uno de los colaboradores (Tabla 2).

Tabla 1 Variables sociodemográficas (Grupo objetivo) 

Tabla 2 Datos de los colaboradores 

Nota. Se sustituyen los nombres de los colaboradores por códigos, los cuales se interpretan del siguiente modo: CF: colaborador femenino; CM:colaborador masculino.

4. Resultados

4.1. Frecuencia de uso de la lengua castellano y quechua

La siguiente información corresponde a la frecuencia de uso de la lengua castellano y quechua, para evidenciar qué tanto las emplea el usuario y en qué contextos.

De acuerdo con la Figura 1, se observa que la totalidad de los colaboradores (100 %) expresa que en su habla cotidiana emplean el castellano. Los hablantes reconocen los usos lingüísticos predominantes en su comunidad, los cuales pueden coincidir con los propios o pueden ser la de otros hablantes o grupos; por tanto, poseen conciencia lingüística. Ante este escenario, no obstante, los hablantes tienen la oportunidad de escoger los que consideren más adecuados para ellos, más afines a sus intereses, como ocurre en comunidades multilingües (Moreno, 1998). Por todo ello, es entendible este resultado, que todos los colaboradores opten por el castellano para comunicarse cotidianamente, dado que en JCM predomina el castellano.

Figura 1 Frecuencia de uso de la lengua en JCM 

En la Figura 2, al contrario que en la Figura 1, el uso de su lengua materna es frecuente, pero solo si la situación comunicativa se realiza en el hogar. Castillo (2006), en un estudio realizado a los habitantes mascualmej de Cuetzalan (Puebla, México), encontró que los hablantes bilingües prefieren el uso de su lengua materna (mexicano o maseualtajtol) para situaciones donde deban interactuar con gente que pertenece a su comunidad, mientras que su segunda lengua (español) la usan con la gente del exterior o que no es cercana a su entorno.

Figura 2 Frecuencia de uso de quechua en el hogar 

En definitiva, el entorno familiar o amical es un espacio íntimo que propicia la interacción en quechua; aunque no sea todo el tiempo, como se observa en el 80 % de la opción a veces . Vale mencionar que algunos de los cónyuges de los colaboradores también son usuarios del quechua y que ese es el motivo que les permite mantener vigente su lengua materna. Esto porque el uso del quechua solo podría darse entre quienes comparten el mismo código lingüístico.

En la Figura 3, sin embargo, encontramos que el quechua no es transmitido a los hijos. A pesar de que existe comunicación en quechua en el hogar, solo participan los esposos. Por otro lado, regresando a la Figura 2, cabe mencionar que el 20 % que refiere nunca usar el quechua corresponde a una colaboradora. Ella menciona que no usa el quechua porque su esposo es aimarahablante y ambos solo pueden comunicarse mediante el castellano. Por ello, como se evidencia en la Figura 3, en tu casa, ¿con quiénes hablas quechua?, escogió la opción nadie , al igual que otro colaborador que, aunque sabe quechua y su esposa también, reconoce no emplearlo. Por otro lado, en la Figura 4, el 80 % emplean el castellano, lo cual corresponde a la comunicación con los padres e hijos. Esto quiere decir que, cuando se incluye a los hijos en la comunicación, el nivel de aceptación al quechua es baja, evidentemente porque los hijos no comparten el mismo código; como resultado, la mayoría de los colaboradores se decanta por el castellano en sus conversaciones familiares.

Figura 3 Usuarios de quechua en el hogar 

Figura 4 Usuarios del castellano en el hogar 

De acuerdo con los resultados de la Figura 5, los colaboradores en su mayoría aprendieron el castellano como segunda lengua desde que eran jóvenes.

Figura 5 Uso del castellano en JCM de acuerdo a la edad 

Los datos de las figuras hasta ahora expuestas presentan dos situaciones: 1) el uso del quechua por parte de los colaboradores es exclusivo para el hogar, siempre y cuando exista alguien con quien intercambiar su código y 2) el uso del castellano se emplea en todo contexto.

4.2. Resultados desde los componentes de la teoría mentalista: cognitivo, afectivo y conativo

a) Componente cognitivo

Mediante este componente podemos incluir las percepciones, las creencias y los estereotipos presentes en los usuarios de nuestra muestra.

Se atribuye el uso del quechua, sobre todo, en las personas mayores de José Carlos Mariátegui. En las entrevistas realizadas los colaboradores mencionan que solo pueden conversar con los mayores (se puede constatar en la Figura 6), o de su mismo grupo etario, esto porque algunos jóvenes solo entienden, y los que entienden y pueden hablarlo prefieren no usarlo. Asimismo, en la investigación de Roldan (2008), a diferencia de los jóvenes, son los mayores bilingües quechua-castellano del Callejón de Huaylas quienes muestran una actitud positiva hacia el quechua. Los bilingües adultos refieren que los jóvenes ya no desean hablar en quechua.

Figura 6 Percepción del uso del quechua por edades 

En las preguntas que se muestran en la Figura 7, enfocadas en la percepción sobre el uso del quechua y castellano, los colaboradores solo podían marcar una respuesta de entre dos opciones: sí o no. En la pregunta 2: ¿La lengua quechua es más dulce, más bonita que el castellano?, el 100 % de los colaboradores bilingües marcó la opción afirmativa. Los usuarios expresan su identificación personal con su lengua materna, a ellos les gusta más la forma expresiva del quechua que del castellano. De la misma manera, Roldan (2008) encontró que los pobladores bilingües quechua-castellano del Callejón de Huaylas perciben al quechua como bonita, "les gustaría que siempre les hablen más en quechua porque ésta es una lengua ‘bonita ’" (p. 119).

Figura 7 Percepción del uso del quechua y castellano 

De lo anterior podemos observar la apelación desde el componente afectivo. A pesar de preferir el castellano para las interacciones cotidianas (como veremos más adelante). A través de la lengua, los quechuahablantes mariateguinos defienden su identidad andina.

Las preguntas 3 y 7 son similares, pero una está orientada al quechua y la otra al castellano. A partir de los resultados de la pregunta 3: ¿La lengua quechua es de gente educada? (el 80 % marcó sí y el 20 % no) podríamos inferir dos situaciones: a) Tanto la gente educada como la no educada puede hablar quechua y b) los quechuahablantes son gente educada. Para precisar este resultado habría que entender qué entienden los usuarios por educado , sobre todo en el grupo del 80 %, ya que podrían referirse a una cualidad como ser honesto o correcto o ser una persona con instrucción, pero en definitiva se trata de una característica positiva; por tanto, la lengua quechua tiene una valoración positiva en este aspecto. Por otro lado, en la pregunta 7: ¿El castellano es solo de gente educada? (el 100 % marcó que no) también se pueden desprender dos situaciones: a) no solo los castellanohablantes son gente educada, sino también los quechuahablantes y b) también hay castellanohablantes que no son gente educada.

Los colaboradores manifiestan que el quechua no es tan necesario para su enseñanza en las escuelas. Así, en ¿La lengua nativa se debería enseñar en todas las escuelas? el 60 % lo afirma, mientras que el 40% no lo cree necesario. El resultado anterior se reafirma con la pregunta 4: ¿Todas las personas de las comunidades nativas deben saber bien quechua?, donde se obtiene el mismo resultado. Si contrastamos los resultados de la pregunta 4 y 6 evidenciamos que el quechua es relativamente importante en la comunidad andina, pero no tanto el castellano.

De los resultados de las figuras 8 y 9 podemos mencionar que los colaboradores bilingües no conciben al castellano como un sistema complejo. Se puede inferir aquello porque lo aprendieron desde temprana edad (Figura 5). No obstante, para ellos una persona que solo sabe castellano tendrá problemas con los sonidos del quechua; por tanto, conciben a su lengua materna como un sistema lingüístico complejo.

Figura 8 Apreciación de la dificultad del aprendizaje del castellano 

Figura 9 Apreciación de la dificultad del aprendizaje del quechua 

b) Componente afectivo

Para obtener resultados recurrimos, sobre todo, a las preguntas planteadas a los colaboradores.

¿En qué idioma se comunicaban con usted sus padres?

En todos los casos los colaboradores declaran que sus padres siempre se comunicaban con ellos únicamente en quechua. Esto explica por qué la mayoría de los colaboradores manifiestan una marcada predilección hacia su lengua de origen o lengua materna, puesto que es parte de su identidad. Conforme lo expuesto por Weinreich (1953), la fidelidad lingüística refleja la resistencia por mantener los usos de una lengua (como se citó en Blas, 1994).

Entre el quechua y el castellano, ¿cuál idioma te parece más suave, más agradable?, ¿por qué?

CM1: «El quechua, porque es nuestro dialecto, nuestro idioma original».

Las lenguas originarias de por sí se manifiestan como el reflejo de la identidad cultural de la sociedad quechua, por ello se entiende la respuesta instintiva. En cambio, en el siguiente discurso, la colaboradora atribuye su respuesta de acuerdo con el componente conativo, ya que la lengua quechua le posibilita mantener interacción con otras personas:

CF3: «Más agradable es quechua porque te comunicas con personas de provincia; te puedes comunicar fácilmente. [Con] el castellano también puedes comunicar, pero más en Lima. En provincia también se comunica en castellano, pero más es quechua».

¿Cómo describirías la lengua quechua?

En relación con esta pregunta, el colaborador CM1 brinda la siguiente respuesta: «Es nuestro idioma natural». Se revela una estrecha vinculación con el componente afectivo. Igualmente, la colaboradora CF1 tiene una respuesta emotiva «Es nuestro idioma peruano, ¿no?, yo valoró la quechua, porque hemos nacido quechua. El Perú nació quechua». Ambas aseveraciones comprenden características como lealtad, orgullo, estima; es decir, se otorga un juicio de valor.

¿Cómo describirías la lengua castellana?

Ambos colaboradores CM1 y CM2 no encuentran una manera exacta de describir a la lengua castellano. Uno de los colaboradores expresa su inconformidad.

CM1: «Cuando llegaron los españoles, se aprendió a hablar el castellano, sino el Perú, o nuestro país, sería con su lengua neto, el quechua».

Mientras, otra de las colaboradoras, justifica el empleo del castellano.

CF1: «Castellano, bueno, se comunican, acá, en la capital; más se comunican con extranjeros, en las empresas. Cuando vas al centro de Lima, [en las] tiendas, más hablas castellano».

Como se puede notar, la respuesta se relaciona con el componente conativo. Sin embargo, el colaborador hace una manifestación «[…] nuestro país sería con su lengua neto, el quechua» y le otorga una valoración negativa al castellano, pues no se siente identificado con ella.

¿Actualmente es útil el quechua?, ¿por qué?

Ahora presentamos el enunciado: «Porque es nuestro idioma original [quechua]. Por eso, se deberían hablar quechua; no castellano». Esta respuesta nos da a entender que el hablante cree indispensable saber una lengua originaria porque lo atribuye a un hecho de identidad , de lealtad con lo nuestro, lo propio; por tanto, muestra una actitud afectiva.

Siguiendo su respuesta, agrega: «como referencia, claro, todos los idiomas hoy día son bienvenidos también». Esto último tiene consonancia con el componente conativo. Similarmente, otra colaboradora ofrece una respuesta conductual: «Sí, siempre, porque te comunicas cuando llegan de provincia, de otras provincias. Es más fácil comunicarse con las personas mayores, sobre todo».

¿Enseñaste el quechua a tus hijos?, ¿por qué?

CF2: «Bueno, como mayormente se habló el castellano, también se dejó de hablar el quechua a los hijos. No pueden expresarse fácilmente. Hay algunas palabras que sí entienden, pero no pueden comunicarse».

CF3: «No, no pude enseñar, porque me hacía difícil. Ellos nacieron a castellano; entonces, ya era un poco difícil. Entonces iban creciendo, ellos. No se ha podido. Sin saber quechua están. Sin saber quechua crecieron. Hasta ahorita les hace difícil. Es que el quechua es brusco traducir, no es así como castellano. O sea, el sentido, las palabras que suenan con k o q, o con h; entonces, uno puede decir amuy, sonaría con h, pero suena con j. Los que hablan castellano les hace difícil hablar quechua, claro, hablan, pero no pueden hablar como lo que hablan los provincianos».

¿En qué lugares te puedes comunicar en quechua?

El mercado, aparte del hogar, es el mejor lugar para interactuar en quechua.

CM1: «Más en los mercados se habla; en el trabajo menos»

CF1: «Acá, en José Carlos Mariátegui, en los mercados. Más es así en distritos, porque en Lima hablan castellano. En el barrio hay varios ayacuchanos, apurimeños».

A partir de las entrevistas, aparte de observar la fidelidad del hablante con su lengua materna, también muestra inseguridad lingüística, es decir, no pretende usar su lengua básicamente porque no resulta útil en Lima, lo cual se puede comprobar con la calificación significativamente más positiva del castellano desde el componente conativo.

c) Componente conativo o conductual

La mayoría (60 %) de los colaboradores, de acuerdo con la Figura 10, elige intercambiar ambas lenguas para comunicarse; sin embargo, un 40 % prefiere solamente el castellano. Prácticamente lo mismo sucede con los resultados en la Figura 11: ¿En qué lengua regañas (discutes, peleas, defiendes)? En ambas preguntas, se demuestra que no hay necesidad de emplear solo el quechua. Dichos resultados van acordes con los obtenidos de las figuras (1, 2, 3, 4 y 5) de la frecuencia de uso de la lengua en las cuales se evidenciaban mayor uso del castellano.

Figura 10 Preferencia del uso del quechua, castellano o ambas lenguas  

Figura 11 Preferencias del quechua o castellano para regañar 

Según los resultados de la Figura 12 (¿qué lengua sientes que puedes expresar mejor lo que piensas?), se obtiene que tanto el quechua como el castellano son útiles para expresar las ideas de los colaboradores. Solo las preferencias del quechua (40 %) superan al uso del castellano con 20 % en los resultados de la Figura 13 (¿En qué lengua cuentas mejor chistes, cuentos, adivinanzas, leyendas?), no obstante, según el 40 % los colaboradores prefieren emplear ambas lenguas.

Figura 12 Preferencia del quechua o castellano para expresar los pensamientos  

Figura 13 Preferencia del quechua o castellano para contar chistes, cuentos, adivinanzas o leyendas 

5. Discusión

De acuerdo con la frecuencia de uso de la lengua en esta investigación, se distingue que el uso del quechua en JCM se restringe a situaciones cerradas. Esto quiere decir que cuando se desarrolla la interacción en quechua, esta sucede entre familiares o personas que comparten el mismo sistema lingüístico; no obstante, este hecho acontece solo en situaciones específicas, esto es, que no ocurren todo el tiempo. De manera análoga, en un estudio de las actitudes en bilingües masejualmej, Castillo (2006) refiere que dichos hablantes prefieren emplear su lengua materna con sus cercanos, en su comunidad; mientras que el español lo relegan a un instrumento que les permite mantener el diálogo con la gente que viene del exterior. En José Carlos Mariátegui, mientras que el quechua es exclusivo para usarlo con los cercanos , que serían los familiares, vecinos o amigos (de habla quechua); el castellano, en cambio, se excluye para su uso con las personas externas a ellos, porque no poseen el mismo código.

Sin embargo, el uso del quechua está motivado por el entorno social. El contexto sociocultural influye en este sentido, porque el quechua o castellano se emplea de acuerdo con el lugar donde se encuentre el hablante al momento del acto comunicativo, además de a quién se dirige. Por ejemplo, las colaboradoras mujeres emplean el quechua, aparte del hogar, en el mercado con sus amigas y también con no amigas, siempre que estas también puedan comunicarse en quechua. En cambio, los colaboradores varones casi siempre lo hablan con sus esposas y no más allá de ese entorno. Falcón y Esquivel (2020) en un estudio similar sobre las actitudes en migrantes andinos en SJL, y a partir de los resultados sobre el uso de la lengua (el 71 % de encuestados emplea el castellano, el 4 % solo el quechua y el 23 % entre el quechua y castellano), evidenciaron que la alternancia de uso no obedece, concretamente, a una decisión libre por parte de los hablantes, sino que dicha decisión está influenciada por factores extralingüísticos como el lugar o contexto situacional, si el interlocutor es alguien cercano, el momento, el tema, entre otros.

Por otro lado, el rasgo que más se distingue al momento de valorar al quechua es la lealtad que sienten los colaboradores hacia su lengua materna. Los hablantes bilingües de JCM sienten una obligación moral, lo cual se puede explicar en que la totalidad de los colaboradores vivió hasta entrada la adolescencia en un contexto sociocultural donde había una mayor interacción comunicativa en su lengua originaria; asimismo, donde se practicaban costumbres que incluían a la lengua. Kenfield et al. (2018), en el estudio de las actitudes lingüísticas hacia el quechua, demostraron que los estudiantes universitarios del Cusco se inclinan por una valoración afectiva positiva hacia el quechua, a pesar de que los encuestados sugerían que no les beneficiaría en el ámbito académico. Esto se puede explicar en que, cuando la situación lo amerite, si bien los hablantes bilingües deben cambiar su código, esto no quiere decir que prefieran el de la mayoría. Así lo explica Moreno (1998): el hecho de que los hablantes prefieran los usos lingüísticos del castellano no significa que no valoran su propia lengua.

Con respecto a la lengua de prestigio, como bien lo demuestran los porcentajes obtenidos, el castellano obtiene por parte de los colaboradores una valoración positiva desde la dimensión conativa y cognitiva. Entonces, los hablantes prefieren el uso del castellano por el prestigio que en ella reconocen, a su vez, por el estatus que tiene en el grupo de convivencia donde van a realizar la mayor parte de sus interacciones cotidianas, por tanto, comunicativas. Asimismo, desde el componente conativo la alternancia de códigos en los colaboradores bilingües también demuestra una mayor inclinación al castellano, esto obedece justamente a la cognición de los hablantes, al reconocimiento de la superioridad de una lengua sobre otra y de cómo se van a servir del castellano según las circunstancias. La elección del código es consecuencia de la observación y concientización de la utilidad del instrumento castellano en la comunidad de habla JCM. El tema de la utilidad lingüística ha sido estudiado por Weinreich (1953), quien lo define como la necesidad de elegir una lengua para que se dé la comunicación en una comunidad de habla (como se citó en Blas, 1994, p. 149).

En este sentido, reflexionando sobre este último punto, cuando los hablantes mencionan discursos como el siguiente: «Más agradable es quechua porque te comunicas con personas de provincia; te puedes comunicar fácilmente. [Con] el castellano también puedes comunicar, pero más en Lima. En provincia también se comunica en castellano, pero más es quechua», sucede que, aunque se refieren a la comunicación fuera del asentamiento JCM, este caso se puede extrapolar a las situaciones donde el quechua permite a los hablantes establecer interacciones comunicativas con otros quechuahablantes que se encuentren dentro de JCM. En ambas situaciones comunicativas, sea en quechua o castellano, el fin es utilitario, solo que en el caso del quechua -como hemos observado- sale a relucir la lealtad hacia su identidad, a través del uso de la lengua materna, en respuestas como «Es nuestro idioma peruano, ¿no?, yo valoró la quechua, porque hemos nacido quechua. El Perú nació quechua». Al respecto, Baker (1992) señala que los componentes cognitivo y afectivo en ocasiones pueden estar contrapuestos. De ahí que un hablante efectúe una declaración cognoscitiva opuesta a lo que en realidad siente (componente afectivo). Por ejemplo, un hablante puede mostrar actitudes favorables hacia el castellano, pero que no sugieran lealtad a la misma.

6. Conclusiones

En JCM, los habitantes bilingües quechua-castellano, cuando llegaron a Lima, acogieron el castellano y su cultura, para luego ir desplazando poco a poco al quechua a situaciones específicas, como su uso en el hogar, o durante el encuentro con quienes comparten el código. Más aún, porque el castellano, como lengua de prestigio, ocupa todos los ámbitos, de comercio, educación, justicia, etc.; hecho que no sucede con el quechua. En particular, al poseer conciencia lingüística, prefieren la lengua que se emplea en casi todos los eventos de comunicación. De ahí que, los colaboradores manifiestan actitudes positivas hacia el castellano. Porque, como señala Fasold (1996), las actitudes lingüísticas son el reflejo de la aceptación del hablante hacia su cultura.

No obstante, esto no quiere decir que los adultos bilingües de JCM desprecien a su lengua de origen. En efecto, los pobladores adultos bilingües quechua-castellano del A. H. JCM presentan una actitud más favorable hacia el quechua. Mediante el análisis cuantitativo, complementado con el análisis de las respuestas de la entrevista, verificamos las situaciones en que se aprecia y es necesario el uso del quechua. La mayoría de los colaboradores adultos, en el desarrollo de sus actividades cotidianas íntimas, desplazan sistemáticamente el uso de la lengua castellano en favor de su lengua materna. En situaciones de interacción natural entre pares y con foráneos, la actitud lingüística hacia la lengua originaria resulta positiva desde el componente afectivo. De esta manera, a través de sus relaciones sociales con otros, los colaboradores refuerzan sus actitudes lingüísticas positivas hacia el quechua, a su vez, su identidad. Además, la valoración afectiva tiene su base en la identidad que siente el usuario por su cultura, todos los colaboradores aprendieron el quechua de sus padres, en un contexto sociocultural quechua.

Entonces, la identidad del grupo se muestra como un factor de lealtad que influye en la valoración positiva de los colaboradores hacia su lengua materna, el quechua. Con relación en este aspecto, encontró similar conclusión Roldán (2008) en su estudio de las actitudes lingüísticas en bilingües quechua-castellano del Callejón de Huaylas. Los pobladores manifestaron que el quechua al ser una lengua nativa debe permanecer vigente, porque además representa la cultura de sus antepasados. Esto, además, está unido al valor que le otorga a su identidad. Así, mediante el estudio de las actitudes lingüísticas de los habitantes mariateguinos, se logró demostrar el sentimiento de lealtad con su grupo de origen y grupo de suprimidos quechuahablantes que todavía hay en el asentamiento JCM, el cual es la base de la manifestación de las actitudes lingüísticas positivas hacia el quechua, las cuales contrastan con posiciones contrarias en otros espacios nacionales (Lovón y Quispe, 2021).

Dicho todo lo anterior, se concluye en que la selección del castellano sobre el quechua obedece a un fin utilitario, mas no es elegida porque el hablante lo considera mejor que el quechua. Desde la dimensión conativa y, sobre todo, cognitiva, los colaboradores tienden a valorar positivamente al castellano. También hay que mencionar que, desde la dimensión conativa, en promedio, la valoración hacia el quechua es positiva. Con respecto a la dimensión afectiva, es notoria la tendencia positiva de las actitudes que presentan los bilingües mariateguinos; mientras que para el castellano es negativa. Esto porque, el contexto sociocultural donde adquirieron su lengua materna influye en la fijación de sus comportamientos sociolingüísticos como la lealtad lingüística, la identidad lingüística (temas que merecen un estudio aparte). Finalmente, los adultos bilingües del A. H. emplean el quechua principalmente en contextos familiares y amicales específicos; sin embargo, esta comunicación se produce solo con sus contemporáneos.

Agradecimientos

La autora agradece los alcances teóricos brindados por el lingüista Pedro Manuel Falcón Ccenta, responsable del proyecto «Características de la construcción de actitudes lingüísticas en migrantes andinos de dos asentamientos humanos en san Juan de Lurigancho (Lima)» del Grupo de Investigación SOCIOLIN, con RR N.° 01686-R-20, en el cual fui encargada de la aplicación de los instrumentos de recolección de datos. Del mismo modo, al lingüista Marco Antonio Lovón Cueva, profesor en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, por los alcances metodológicos proporcionados.

Referencias bibliográficas

Baker, C. (1992). Attitudes and Language. Multilingual Matters. [ Links ]

Barzola, N. (2011). Desarrollo sostenible de los asentamientos humanos del distrito de San Juan de Lurigancho [Tesis de licenciatura, Universidad Nacional del Centro del Perú]. Repositorio Institucional de la UNCP. https://repositorio.uncp.edu.pe/handle/20.500.12894/2298Links ]

Blas, J. L. (2002). Lenguas en contacto y actitudes lingüísticas en la comunidad de Valencia. En J. L. Blas, M. Porcar, S. Fortuño y M. Casanova (Coords.), Estudios sobre la lengua y sociedad (pp. 53-86). Universitat Jaume I. [ Links ]

Blas, J. L. (1994). Valenciano y castellano. Actitudes lingüísticas en la sociedad valenciana. Hispania, 77(1), 143-155. http://repositori.uji.es/xmlui/handle/10234/81046Links ]

Castillo, M. (2006). El estudio de las actitudes lingüísticas en el contexto sociocultural. El caso del mexicano de Cuetzalan. Anales de Antropología, 40(1), 283-317. http://www.revistas.unam.mx/index.php/antropologia/article/view/9962Links ]

Escárzaga, F., Abanto, J., Chamorro G. y Anderson. (2002). Migración, guerra interna e identidad andina en Perú. Política y Cultura, (18), 278-298. https://polcul.xoc.uam.mx/index.php/polcul/ article/view/895Links ]

Falcón, P. M. (2017). Identidades y actitudes lingüísticas en contextos interculturales en comunidades bilingües amazónicas [Tesis de maestría, Universidad Nacional Mayor de San Marcos]. Cybertesis https://cybertesis.unmsm.edu.pe/handle/20.500.12672/6426Links ]

Falcón, P. (2018). Identidades y actitudes lingüísticas en comunidades bilingües de la selva central. Fondo Editorial de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. [ Links ]

Falcón, P. y Esquivel, J. (2020). Actitudes lingüísticas de migrantes andinos en áreas sociodemográficas de lenguas en contacto. Lengua y Sociedad, 19(2), 79-91. https://doi.org/10.15381/lengsoc.v19i2.22305 [ Links ]

Fasold, R. (1984). Introduction to sociolinguistics. Basil Blackwell. [ Links ]

Fernández, A., García, M., Recalde, M. y Vázquez, V. (2008). Reflexiones metodológicas sobre la técnica de la entrevista semidirigida [Presentación en papel]. XV Congreso Internacional de la Asociación de Lingüística y Filología de América Latina (ALFAL), Montevideo, Uruguay. Universidad de Santiago de Compostela. https://gramatica.usc.es/~vvazq/pdf_publ/entrevista_ semidir_alfal_2008.pdfLinks ]

González, J. (2008). Metodología para el estudio de las actitudes lingüísticas. En I. Olza, M. Casado y R. González (Eds.), Actas del XXXVII Simposio Internacional de la Sociedad Española de Lingüística (SEL) (pp. 229-238). Servicio de Publicaciones de la Universidad de Navarra. https:// dadun.unav.edu/handle/10171/21091Links ]

Hernández-Sampieri, R., Fernández-Collado, C. y Baptista-Lucio, M. (2014). Metodología de la investigación (6.a ed.). McGraw Hill Education. [ Links ]

Ibáñez, G. (Coord.). (2004). Introducción a la psicología social. UOC. [ Links ]

Instituto Nacional de Estadística e Informática. (2018). Provincia de Lima. Resultados finales (Tomo 1). https://www.inei.gob.pe/media/MenuRecursivo/publicaciones_digitales/Est/ Lib1544/00TOMO_01.pdfLinks ]

Kenfield, Y., Huayllani, W. y Huillca E . (2018) . Actitudes lingüísticas de estudiantes universitarios hacia el quechua en Cusco. Apuntes Universitarios, 8(1), pp. 1-15. https://doi.org/10.17162/ au.v8i1.176 [ Links ]

López, H. (1989). Sociolingüística. Gredos. [ Links ]

Lovón, M. y Quispe, A. (2021). Lenguaje, racismo y poder en el YouTube: Representaciones hegemónicas sobre los parlamentarios cultos peruanos. Discurso & Sociedad, 15(2), 348-382. http://www.dissoc.org/ediciones/v15n02/DS15%282%29Lovon&Quispe.htmlLinks ]

Moreno, F. (1998). Principios de sociolingüística y sociología del lenguaje. Ariel. [ Links ]

Moreno, F. (2005). Principios de sociolingüística y sociología del lenguaje. Grupo Planeta. [ Links ]

Palacios, A. (2008). La lengua como instrumento de identidad y diferenciación: más allá de la influencia de las lenguas amerindias. En R. Castañer y V. Lagüéns (Coords.), De moneda nunca usada: Estudios dedicados a José Mª Enguita Utrilla (pp. 503-514). Instituto Fernando El Católico. https://www.academia.edu/63461949/La_lengua_como_instrumento_de_ identidad_y_diferenciación_más_allá_de_la_influencia_de_las_lenguas_amerindiasLinks ]

Roldán, O. (2008). Actitudes lingüísticas en los pobladores bilingües del Callejón de Huaylas. Apunte Santiaguino, 1(1), 115-119. http://revistas.unasam.edu.pe/index.php/Aporte_Santiaguino/ article/view/353Links ]

Sayago, N. (2019). San Juan de Lurigancho: un libro recorre su historia y rescata lo mejor del distrito. Andina. Agencia peruana de noticiashttps://andina.pe/Agencia/noticia-san-juan-lurigancho-unlibro-recorre-su-historia-y-rescata-mejor-del-distrito-738898.aspxLinks ]

Schiffman, L. y Kanuk, L. (2005). Comportamiento del consumidor. Pearson Educación. [ Links ]

Trugdill, P. (2000). Sociolingüística y sociolingüística. En Y. Lastra. (Comp.), Estudios de sociolingüística (pp. 21-37). Universidad Nacional Autónoma de México. Instituto de Investigaciones Antropológicas. [ Links ]

Financiamiento: El desarrollo de la presente investigación se realizó sin financiamiento.

Received: October 26, 2021; Accepted: April 11, 2022

Contribución del autor: Claudia Ytusaca es responsable del recojo de datos, interpretación de datos y redacción general del artículo, y da aprobación a la versión que se publica en la revista.

Conflicto de intereses: La autora no presenta conflicto de interés.

Trayectoria académica de la autora: Claudia Adela Ytusaca Quispe es bachiller en Lingüística por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Actualmente es miembro adherente del Grupo de Investigación SOCIOLIN - Universidad Nacional Mayor De San Marcos. Sus intereses investigativos se centran en las áreas relacionadas a la Sociolingüística.

Creative Commons License Este es un artículo publicado en acceso abierto bajo una licencia Creative Commons