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Lengua y Sociedad

versión impresa ISSN 1729-9721versión On-line ISSN 2413-2659

Leng. Soc. vol.21 no.2 Lima jul./dic. 2022  Epub 05-Dic-2022

http://dx.doi.org/10.15381/lengsoc.v21i2.22567 

Artículos académicos

La función sémica del sufijo -cha e -itu/ita

The semeic function of the suffix -cha and -itu/ita

A função seméica do sufixo -cha e -itu/ita

Claudia Cisneros Ayala1 
http://orcid.org/0000-0002-2281-2638

1 Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, Perú. ccisnerosa@unmsm.edu.pe

Resumen

El propósito del artículo es identificar la función sémica del sufijo -cha de la variedad quechua chanka y los sufijos -ita e -itu aglutinados a los lexemas tanto quechuas como hispanos. Para ello, se examina el comportamiento de la partícula -cha en función de la adhesión a bases léxicas de diferentes categorías gramaticales. La autora, a partir de su experiencia como docente y quechuahablante, así como también, mediante un proceso de inducción interpretativa, elaboró fichas morfológicas con palabras como las siguientes: wasicha "casita", sumaqcha "la bonita", qipichay "empaquetar", hamunqacha "seguro ha de venir", qamcha "seguro ha de ser tú", de las cuales recogió la muestra de análisis. Como resultado del análisis, se concluye que las funciones sémicas de -cha unidas a bases quechuas y en contacto lingüístico indican conjetura, sustantivación, afecto, acortamiento temporal e ira.

Palabras clave: híbrido; lexema; quechua; afectivo; sufijo

Abstract

The purpose of the article is to identify the sematic function of the suffix -cha of the Quechua variety chanka and the suffixes -ita and -itu attached to both Quechua and Hispanic lexemes. For this purpose, the behavior of the particle is examined as a function of its attachment to lexical bases of different grammatical categories. The author, based on her experience as a teacher and Quechua speaker, as well as through a process of interpretative induction, elaborated morphological cards with words such as the following: wasicha "little house", sumaqcha "the pretty one", qipichay "to pack", hamunqacha "sure to come", qamcha "sure to be you". As a result of the analysis, it is concluded that the semic functions of -cha joined to Quechua bases and in linguistic contact indicate conjecture, substantivation, affection, temporal shortening and anger.

Keywords: hybrid; lexeme; Quechua; affective; suffix

Resumo

O objetivo do artigo é identificar a função semática do sufixo -cha da variedade quechua chanka e os sufixos -ita e -itu anexados tanto aos lexemes quechua como aos hispânicos. Para este fim, o comportamento da partícula é examinado em função de sua fixação a bases léxicas de diferentes categorias gramaticais. A autora, baseada em sua experiência como professora e palestrante quechua, assim como através de um processo de indução interpretativa, elaborou arquivos morfológicos com palavras como: wasicha "casita", sumaqcha "la bonita", qipichay "empaquetar", hamunqacha "seguro ha de venir", qamcha "seguro ha de ser tú". Como resultado da análise, conclui-se que as funções semicinais de -cha anexadas às bases quíchuas e no contato lingüístico indicam conjectura, substantivação, afeto, encurtamento temporal e raiva.

Palavras-chave: híbrido; lexeme; quíchua; afetivo; sufixo

1. Introducción

El objetivo del presente artículo es determinar las funciones sémicas del sufijo -cha del quechua chanka de la variedad sureña y del sufijo -ita e -itu en combinación con los lexemas quechuas. Los datos del análisis se elaboraron a partir de la experiencia del dictado de clase del curso de quechua y en función a las preguntas de los estudiantes del Centro de Idiomas (CEID) de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) de diferentes promociones, entre 2012 a 2020. Estos constituyen palabras que fueron anotadas en la pizarra a modo de ejemplos, cuyas bases léxicas eran de diferente categoría gramatical: 5 nombres, 5 adjetivos, 5 adverbios, 5 pronombres, 5 verbos y, finalmente, 5 onomatopeyas, incluyendo palabras de naturaleza híbrida, español-quechua. Luego, a estas bases se acoplaban los sufijos estudiados. Después, se identificaron las funciones sémicas del sufijo. Estos ejercicios fueron posteriormente anotados en un diario, en formato de fichas, los cuales han sido corroborados por los estudiantes quechuahablantes de Educación Intercultural Bilingüe de la Universidad San Ignacio de Loyola de la Facultad de Educación. Los ejercicios fueron explicados por la autora en alusión a su labor como docente y quechuahablante.

La redacción del manuscrito se inició en septiembre del año 2018 durante el curso Seminario de Español, dirigido por el Dr. Manuel Conde Marcos en el doctorado de Lingüística en la UNMSM. La metodología adecuada al estudio es la cualitativa, debido a que los significantes se obtuvieron uniendo a bases léxicas de las categorías gramaticales para luego inferir la función sémica de los sufijos quechuas e hispanos, donde la partícula -cha indica afectividad cuando se une a un sustantivo y un verbo; asimismo, puede sustantivar a un adjetivo; y, con el adverbio, puede expresar cercanía, prontitud y afecto. Se pueden construir, además, frases de cariño, tales como ¡Mi chanpa umita, sunqu suwacha! "¡cabecita desgreñada, despeinada pero ladroncita de corazón!", paspacha "de carita cuarteada por el frío", waylakacha "la que no sabe hacer nada, la ociosita" entre otros. Igualmente, los sufijos -ita/itu, como préstamos del español, pueden también expresar afectividad y añadir la partícula conjetural a su estructura -cha: samitachá "seguro será Samicita", yachachitachá "seguramente será un maestrito//una maestrita" (construcción de afectividad en hispanohablantes), donde -ites afectivo y -o/-a indicadores de género.

En cuanto a las preguntas que guían esta investigación, se plantearon las siguientes interrogantes: ¿Cuántas y cuáles son las funciones sémicas del sufijo -cha y de su equivalente hispano -ita/itu? ¿Qué funciones sémicas adquieren el sufijo -cha en las nuevas palabras híbridas de base castellana con sufijo quechua y de base quechua con sufijo castellano?

La organización del artículo contiene la siguiente estructura: se inicia con la introducción, en el apartado tres, se describe el método hermenéutico; en el cuarto, se exponen las funciones sémicas tanto de -cha e -ita/itu adheridos a bases léxicas de origen quechua y castellano. En el quinto, se resumen las funciones sémicas identificadas del sufijo -cha e -ita/itu. Finalmente, en el apartado seis, se expresan las conclusiones de los procesos de formación de nuevas palabras y la función sémica de -cha.

2. Marco referencial del sufijo0 -cha

Los "léxicos quechuas se caracterizan por una estructura transparente, una gran regularidad formal y una morfología compleja, pero flexible por poseer sufijos aglutinantes y recibir también los sufijos de otras lenguas como es el caso del español" (Adelaar, 1997, pp. 4-5). Por ello, "el estudio del sufijo diminutivo, afectivo […] se ajusta a la base de todo léxico" (Callebaut, 2010-2011, p. 17). De acuerdo a lo anterior, es sabido que al estudiar la morfología de los sufijos quechuas, también se estudia su sintaxis, la flexibilidad y su variabilidad para formar palabras.

En las nuevas palabras quechuas, "la partícula -cha unido con sustantivos, forma diminutivos" (Middendorf, 1970, p. 148). Cuando se pronuncia con un acento final, este "sufijo -chá indica posibilidad" (Grondin, 1980, p. 293). En este sentido, el carácter sociocultural del sufijo -cha implica diferentes matices sémicos como resultado del pragmatismo cultural, donde el andino toma nombres, características y acciones que provienen de la naturaleza, los cuales se reflejan en actos de cortesía y afectividad. Así, el quechua "es una lengua que valora mucho a la naturaleza, ya que considera y valora a los seres vivos (la tierra, el cielo, el agua, el sol, etc.)" (T & T CECICTEL, 2020).

Lingüísticamente, se utiliza el término sémico o sémica a partir del adjetivo "sema", "término usado por algunos lingüistas europeos (p. ej. Eugenio Coseriu [n.1991]) para hacer referencia a los rasgos semánticos distintivos mínimos que operan dentro de un campo semántico concreto" (Crystal, 2000, p. 502). Además, conviene resaltar que un rasgo semántico es una "unidad con valor significativo que al combinarse con otras determina el significado de una palabra" (Luna et al., 2005, p. 196). Asimismo, las "unidades lingüísticas que se combinan y relacionan en el texto para componer una descripción son aquellas que suelen considerarse como designaciones, -palabras llenas de contenido sémico-, y que pertenecen a las tres categorías lingüísticas fundamentales: sustantivos, adjetivos y verbos" (Carbonero, 1988, p.10); de esta manera, -cha en algunos contextos es un "sufijo que marca diminutivo […], warmi-cha = mujercita, chiquilla" (Cahuana, 2007, p. 21); en ambientes distintos y con acento final, el sufijo -cha tiene la función de realizar conjeturas o hipótesis, donde "el hablante ‘basa su oración en un proceso mental’, sea conjetura, inferencia, adivinanza o cualquier otro proceso que supone el uso de la razón" (Faller, 2002, como se citó en Grzech, 2017, p. 55). Adicionalmente, expresa duda o conjetura (Soto, 2010) cuando recae el acento sobre el sufijo, o, en ese mismo caso, puede denotar énfasis (Amorín, 2007).

En relación con los sufijos hispanos -ita/-itu, estos tienden a permutar con el morfema -cha en bases léxicas quechuas, formando así, palabras híbridas como en los siguientes casos: wawacha/ wawita "bebito/bebita", allqucha/allqitu "perrito/perrita", yanacha/yanita "negrita/negrito", wiracha/ wirita "gordito/gordita", pukacha/pukita "rojito/rojita", wiksasapacha/wiksasapita "barrigoncito/ barrigoncita". Los ejemplos son muestras de cómo el morfema de lengua castellana se ha unido como préstamo a las bases léxicas del quechua chanka formando parte del habla de uso cotidiano.

La formación de las nuevas palabras en las que se unen, por lo menos, dos idiomas en una misma estructura se conoce con el nombre de hibridación, y es "un proceso importante, «fructífero y creativo»" (Kabatek, 2011, como se citó en Sánchez, 2020, p. 11). La adherencia de dos morfemas en una misma estructura permite la "formación de palabras, ya que en él confluyen, por lo menos, dos lenguas para la creación de un término" (Sánchez, 2020, p. 11). El estudio de léxicos, además, permite a los usuarios ser conscientes de cómo estas palabras se combinan en la estructura subyacente de los procesos lingüísticos de cada hablante.

3. Metodología

El enfoque de la investigación es el cualitativo. En esta indagación el observador es también un participante activo, puesto que el corpus fue estructurado como experiencia del dictado de clase del curso de quechua. Este proceso se desarrolló durante el dictado de clases que realizó la autora entre los años 2012 y 2020 en el Centro de Idiomas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, desde nivel básico hasta el nivel avanzado. También, se llevó a cabo en clases con los estudiantes del curso de Comunicación en Lenguas originarias de la Universidad San Ignacio de Loyola y en el Curso de Lenguas Nativas que la autora imparte en la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle.

La secuenciación del análisis consiste en adherir, al azar, los sufijos -cha, -ita e -itu a lexemas de diferentes categorías, dentro de los cuales, se encuentran los de origen quechua y castellano, para luego determinar el giro sémico en las palabras aglutinadas de cada sufijo.

Igualmente, se formó las estructuras de bases léxicas aglutinando sufijos con el propósito de explicar a los estudiantes, cómo se unían los sufijos a diferentes bases léxicas y de cómo ocurre cada significado después de ello. De igual forma ,las preguntas de los estudiantes de diferentes especialidades de las clases de quechua en el Centro de Idiomas de la UNMSM permitieron la elaboración de las fichas morfológicas. En este sentido, las interrogantes se anotaban en la pizarra con cinco ejemplos de cada una de las diferentes bases léxicas. De esta forma, se respondía las interrogantes de una manera objetiva. Por otro lado, el método como proceso hermenéutico interpretativo considera:

que el investigador no solo sabe que modifica, interpreta y construye la "realidad" que investiga desde un lugar y una tradición académica específica, sino también que lo concibe como una persona que tiene una ideología, un sistema de creencias particular con una cultura propia. (Pardo, 2015, p. 278)

También, "en el interpretativismo, prima el pensamiento inductivo, se va a los datos, se los analiza y de allí surge una teoría, una teoría, que puede reelaborarse una y otra vez, volviendo a los datos, para corregirla" (Pardo, 2015, p. 279). De aquí surge una teoría que puede ser reelaborada una y otra vez, y ser corregida moviéndose entre datos y teorías, porque el investigador parte de una hipótesis para intentar probarla y, en casos particulares, validarla.

4. Los procesos lingüísticos de la función sémica del sufijo -cha aglutinado con las categorías gramaticales

4.1. Aglutinación de -cha con lexemas quechuas y palabras híbridas

En primer lugar, el sufijo -cha al unirse con nombres híbridos y con acento final tiene el significado de probabilidad o conjetura. De igual modo, -cha, al asociarse con un adverbio de tiempo como lunischá "seguramente será lunes", expresa probabilidad; huknin martischá "seguramente será el otro martes"; diyachá "seguro será de día". Ejemplos:

  • (1) Madisyun-chá "seguro será la maldición"

  • (2) bingansa-chá "seguro será la venganza"

  • (3) Maryacha-chá "seguro ha de ser María"

  • (4) Lusilacha-chá "seguro ha de ser Lucila"

  • (5) Prinsisacha-chá "seguro ha de ser princesita"

En segundo lugar, con los adjetivos híbridos, el sufijo -cha expresa también deducción. Ejemplos:

  • (6) insusyanqa-chá "seguro que va a ensuciar"

  • (7) susyachanqa-chá "seguro que lo hará sucio"

  • (8) birdiyachinqa-chá "seguro que lo hará verdear"

  • (9) grasachanqa-chá "seguro que lo engrasará"

  • (10) wirsanqa-chá "seguro lo ha forzado"

A su vez, combinando con nombres hispanos y quechuas con un acento final tiende a significar hipótesis, la posible realización de un hecho y, a la par, puede unirse junto al afectivo -cha. Ejemplos:

  • (11) rusbircha-chá "Es probable, que sea Rusbercito"

  • (12) maryacha-chá "Seguramente, que es Marita"

  • (13) dioscha-chá unancharqa "Seguramente, que Diosito lo creó"

  • (14)mariyacha-chá yanururqa "Seguramente, que Marita ha cocinado"

En tercer lugar, la partícula se une con los lexemas verbales, lo cual indica que la acción se realiza con cordialidad, lentitud, ternura y afecto, por ejemplo, hablarles a los niños; "También se emplea entre adultos que tienen una relación cariñosa íntima". (Meneses, 2019, p. 149). La cita reitera la ampliación de la función de -cha para constatar que, después de añadirse a una base léxica verbal, expresa cordialidad y picardía, como se observa en los siguientes ejemplos:

  • (15) mikhu-cha-puwan "oh, come lo tierna y graciosamente"

  • (16) mikhu-cha-kurunki "oh, lo comes como saboreando en tiempo cortito"

  • (17) puri-cha-kun "camina despacito y graciosamente"

  • (18) puñu-cha-kun "duerme tiernamente"

  • (19) puñu-cha-ykuy "dormir unos minutitos"

  • (20) taki-cha-ykuy "canta tierno y delicadamente"

En cuarto lugar, "las formas apreciativas de ciertos adverbios y gerundios [con] terminaciones flexivas muestran las categorías de género y número como cerquita, ahorita, depresita" (Martín, 2001, p. 332). Del mismo modo, cuando el sufijo -cha se adhiere a las bases adverbiales hispanas, el significado resultante será afectividad, proximidad o cercanía, por ejemplo: sirkachallam "es muy cerquitita", laduchallaykipim kachkan "oh, está en tu ladito nomás", frintichallanpim kachkan "oh, está en su frentecito nomás", y dilantichallanpim kachkan "oh, está en su delantito nomás". Y, si se añade el sufijo -lla al afectivo -cha, el adverbio se intensifica aún más, acortando la distancia de tiempo y lugar,, por ejemplo, sirkachallam "es muy cerquitita" y waqtachallaypi kachkan "oh, está en mi ladito nomás". De la unión de la base castellana y el sufijo -cha resulta una palabra quechuizada con un matiz de ternura. Ejemplos:

  • (21) arriba-cha-llantam "solo por arribita"

  • (22) akil-cha-llam "solo aquellito"

  • (23) isi-cha-llam "solo esito"

  • (24) Ascha-cha-llam "bien poquititito"

En quinto lugar, unido a nombres propios y apellidos, el sufijo -cha indica cariño, desafío, rodeo o juego, por ejemplo: Susanacha kuyachaykim "Susanita, oh te amo tiernamente"; o, Ayalacha mapas, mapas (risas) suyaykuy "Ayalita, solo espera, espera nomás, no sabes qué te pasará". Otros ejemplos sobre este punto se muestran a continuación:

  • (25) Ramírez Ramiris-cha"Ramirecito"

  • (26) Alacote Alakuti-cha"Alacotita/Alacotito"

  • (27) Ortiz Urtis-cha"Orticito"

  • (28) Cisneros Sisnirus-cha"Cisneritos"

  • (29) Vico Biku-cha"Viquito"

  • (30) Carrasco Karrasku-cha"Carrasquito"

  • (31) Laurente Lawrinti-cha"Laurentito"

  • (32) Salvatierra Salwatierra-cha "Salvatierrita"

En sexto lugar, el sufijo -cha sustantiva al adjetivo quechua e hispano. Por ejemplo, al agregársele -cha a la palabra yana "negro", se obtiene la frase yanacha "la negrita o el negrito", cuyo referente puede ser descrito. La misma situación se observa en Sambachay Nigrachay "Mi Sambita y mi Negrita" (título de una canción), amarillucha "el amarillito", pasñacha "la muchachita púber" y nigrucha "el negrito o la negrita". En séptimo lugar, -cha adquiere la función de insulto o molestia cuando se le agrega al nombre alguna frase despectiva, tanto en español híbrido como en quechua. En este caso, la carga melódica de la frase es descendente: ¡Mamacha tenías que ser! "Qué inútil eres" ¡Qué mamacha que eres! "Qué tonta que eres", ¡Ay mamacha, ay mamacha, qué haré contigo! "Qué inútil qué eres, no sabes hacer nada". Estas frases se escuchan en situaciones de servidumbre. Cabe mencionar que la palabra mamacha, además de usarse para insulto, puede emplearse para mostrar respeto, cuando la palabra acompaña a un nombre dentro de una frase afectiva, por ejemplo: Mamacha Rosa "señora Rosita", Mamacha Claudia "señora Claudia", Mamacha Carmen "Virgen, venerada en la localidad de Paucartambo", Mamacha Candelaria "Virgen de la Candelaria o Madrecita Candelaria".

Sobre el acento de intensidad en el quechua, este "ocurre automáticamente en la primera sílaba de las palabras bisilábicas y en la penúltima, en las de tres o más sílabas" (Quesada, 2006, p. 72). No obstante, adheridos a nombres de origen hispano, cuando existe molestia y cuando alguien se dirige a otra persona con enojo, se produce un cambio en la producción melódica, dentro del cual, se acentúa la palabra en la antepenúltima sílaba, por ejemplo: Ruswircha, Klawdiyacha, Lusilacha, etc. En la que la llamada de atención se realiza con una inflexión de voz desde la esdrújula bajando hacia el tono grave, para finalmente, culminar en el tono agudo.

En octavo lugar, el sufijo -cha, unido a onomatopeyas e interjecciones, expresa afectividad, por ejemplo: tilincha "sonido muy agudo de la campana", chalancha "sonido grave de la campana", chaqchaqyachay "sonidito de hojas secas al caminar sobre ellas", alalachallaw "¡oh, qué fríecito!", atatachallaw "oh, qué lindito", ananachallaw "¡oh, qué dolorcito intenso!", achachachallaw "¡oh, qué miedito!", akakachallaw "¡oh, qué pinchazoncito de espina o aguja!", mamachallay mama "¡oh, qué magnitud de cosa!" (se usa para expresar mucho asombro), ayayachallaw "¡oh, qué dolorcito muy intenso, insoportable!"

Por otra parte, Navarro et al. (1908) consideran que la partícula "-cha […] unida a nombres y adverbios con la terminación del verbo, forma verbos compuestos, que significan hacer lo que expresa el nombre simple" (p. 227). Por ejemplo, si el sufijo de infinitivo verbal -y se acopla a la base sustantiva wasi-, luego se agrega el sufijo -cha, y forma una expresión, wasichay, que se puede interpretar de dos formas: "construye la casa" o "mi casita". En función a lo anterior, para desambiguar a la palabra verbalizada, se podría agregar -ku-, afectivo y verbalizador, quedando como ¡wasichakuy!; asimismo, la palabra quechua qipi"bulto", al añadirle -cha, más el sufijo -y, forma la expresión qipichay, que se traduce como "empaquetar o mi bultito"; sin embargo, el contexto le otorga el valor sémico a cada palabra. También, es de anotar que Taylor (1994) señala que "las verbalizaciones establecidas por la adición de /-cha/ a una nominal son ya casi todas lexicalizadas /ñan/ (‘camino’) más cha > / ñancha-/ ("mostrar camino") [encaminar]" (p. 144). Por otro lado, "el resultante […] expresa: crear, dar la forma de cubrir, quitar aquello que es mentado por la raíz nominal" (Soto, 2010, p. 287). De la misma manera, el sufijo -cha tiene la función de formar "verbos que indican que debe hacerse lo que enuncia el sustantivo [como en suti "nombre" que resulta] sutichay "nombrar, poner nombre" (Guardia, 1973, p. 147). Al mismo tiempo, el contacto de idiomas quechua-castellano suscita una hibridación y quechuización de palabras hispanas, por ejemplo, en los lexemas adjetivos híbridos verbalizados, susyachay "ensuciar", nigruchay "ennegrecer", o nominales híbridos verbalizados, bultuchay "empacar". Además, funciona como un morfema derivativo cuando se une a una base léxica nominal, como en wasichay "hacerse de un hogar o convertir un baldío en una casa". De esta manera, el lexema nominal al que se adhiere cambia su condición de nombre a verbo.

4.2. Aglutinación de -cha con palabras castellanas

Los lexemas de bases hispanas son comunes en el repertorio léxico del quechua. Se emplean siguiendo las reglas de la fonología y la gramática de esta lengua. Esto, a causa del contacto que ha existido por mucho tiempo entre estas dos lenguas. Lipski (2007), por ejemplo, reconoce que la diversificación del español en América se debe en gran parte a las lenguas indígenas. Para el autor, se trata de la "contribución más importante [del] contacto con las lenguas autóctonas a lo largo de más de cinco siglos de convivencia lingüística y cultural" (Lipski, 2007, p. 1). En esta misma línea, se puede señalar que el castellano también ha tenido una influencia en las lenguas indígenas, como el quechua. Así, Julca y Nivin (2019) apuntan que los quechuahablantes emplean préstamos lingüísticos de esta lengua, alternando con los códigos propios o mezclándolos como consecuencia del contacto prolongado entre ambas lenguas. Por ejemplo, en niñachay/niñuchay o ñiñachay/ñiñuchay, la base léxica procede del español, al cual se le ha añadido el sufijo quechua -cha, y las marcas de género femenino y masculino se indican con /-a/ y /-u/, que se encontrarán acopladas a la misma base léxica del castellano, regla morfológica que pertenece a la lengua procedente. En estos otros casos, se advierte el uso de lexemas verbales y adverbiales castellanos a los que se adhiere -cha y otros morfemas quechuas, por ejemplo: sapachallanmi jugachakun "oh, solitito se juega", llapachallanchikmi istudiyachanchik "todititos estudiamos", rapiduchallatam kurrinchik "corremos rapidito", rapiduchallatam kusinakurun "rapidísimo cocinó".

Simultáneamente, es importante mencionar que en el quechua chanka, el sufijo -cha alterna con los sufijos -ita e -itu que proceden del sufijo -ita/ito del español, donde -a y -o son las marcas de género. De acuerdo con ello, tanto -ita como -itu equivalen al -cha afectivo, en el cual, se unen a los apellidos quechuas o hispanos, por ejemplo, en Cutipa, Ayala y Tanta. Cabe destacar, que el sufijo -cha solo se adhiere a los apellidos hispanos, mientras que -ita/itu se pueden unir a ambos. Ejemplos:

  • (33) Ayala (apellido quechua) = Ayalita

  • (34) Tanta (apellido quechua) = Tantita

  • (35) Cutipa (apellido quechua) = Kutipita

  • (36) Cisneros (apellido hispano) =Cisniritus

En otros casos, -ita/itu expresan afectividad, al igual que -cha. Estos sufijos se anexan a una base léxica adjetival o nominal. Ejemplos:

  • (37) Mamach-ita "Madrecita"

  • (38) Yachach-ita "profesorita" palabra (quechuización por hispanohablantes)

  • (39) Pasñ-ita "jovencita púber"

  • (40) Qill-ita "ociosita"

  • (41) Wiksasap-ita "barrigoncita"

  • (42) Umasapita "cabezonita"

  • (43) Yapita "aumentito"

  • (44) yuyitu "acelguita"

  • (45) Illapita "relámpaguito"

  • (46) sunqitu "corazoncito"

  • (47) Parita "lluviecita"

  • (48) Waytita "florcita"

  • (49) chirapita "arco Iriscito"

  • (50) puchitu "sobrita"

  • (51) Qunchitu o kunchitu "turbiecito" o "levadurita"

  • (52) pachamankita "pachamanquita" (asado de productos agrícolas como papas, habas, calabaza, oca, mashua, entre otros)

  • (53) tullitu "huesito"

  • (54) Ukita "oquita"

  • (55) Pachpalita "niñita chiquita y graciosa"

En los lexemas quechuas como waw-, qill-, yap-, par-, wayt-, chirap-, puch-, qunch-, pachamank-, tull-, uk-, pachpalsin los fonemas /-a/~/-u/, los lexemas no tiene valor semántico para un quechua hablante, pero al unirse con el morfema diminutivo /-it/ y los morfemas hispanos de género y número, completan su significado y forman un híbrido ya gramaticalizado, capaz de acoplar más sufijos quechuas, como se observa en las siguientes palabras: wawitallaypaqpas "¡oh! también para mi hijit-a/o", qillitaypaq "para mi ociocita". En los léxicos wawita/wawitu, la condición de afectividad es denotada con el morfema hispano -it, mientras que los géneros se expresan a través de /-a/, para el femenino, y /-o/, para el masculino.

También, -itu/ita se pueden adherir a frases hechas como se observa en los siguientes ejemplos: tampa umita "de cabellito desgreñado y enredado", karka chuñitu "nariz sucia o cochinita", qacha chuñitu "naricita mugrosa", araq chakitu "pies mugrientitos", aka umita "cabeza de excrementito o persona que no sabe razonar", hiru usitita "sandalitas de fierro", ñuti pukuchitu "el que sopla moco en forma de globo o mocoso en exceso", yana umita "cabecita negra", puka sunqitu "corazoncito rojo o colorado", iskay ñañitakuna "dos hermanitas", suqta wachwitakuna "seis patitos de laguna", ¿Imanasqataq wawitaykikunaq chakinri pukay -puka "¿Por qué sus patas de tus hijitos es coloradito?". Este último ejemplo se tomó del Ministerio de Educación (1998, p. 27). De esta manera, en los casos presentados se observa que los sufijos indican afecto y descripción de las características de los elementos.

5. A modo de resumen

El sufijo -cha, al agregarse a verbos nominalizados con un acento final significa probabilidad, por lo cual podría traducirse como quizá, seguramente, es probable. Con adjetivos hispanos verbalizados (susyachay "ensuciar") y con nombres verbalizados (bultuchay "empaquetar"), se convierte en lo que exija el lexema de la palabra. La unión de -cha con lexemas verbales marca afecto, cordialidad, suavidad, lentitud, picardía o ternura en la acción; mientras que unido a un adverbio, -cha expresa afectividad, desafío, rodeo o juego, cercanía y prontitud.

Al mismo tiempo, los sufijos -ita/itu anexados a lexemas sustantivos quechuas expresan también afectividad, cariño, reto o juego, como en Kutipita, de Cutipa, apellido quechua. Se observó también, que -cha sustantiva al adjetivo e indica afectividad, como en sambachay, nigrachay y nigruchay. A su vez, la unión de -ita/itu con interjecciones y onomatopeyas quechuas materializa la acción, por ejemplo: tilín, tilincito; de chalán, chalancito; de chaqchaqyay, chaqchaqyachay "sonidito de las hojas secas al pisarlas; de ananaw, ananachallaw "oh, qué dolorcito". Además, cuando -ita/itu se unen a una base léxica, como en wawachita > wawita, cae la vocal /a/ de -cha para agregarse -it, que expresa afectividad. En nombres como niña, niñacha o ñiñacha, el sufijo -cha se acopla a la palabra hispana, quechuizándola con el valor de afectividad y manteniendo el género en la base.

De manera simultánea, los morfemas -itu/ita conservan las marcas de género y número, y las palabras quechua-castellanas a las que se adhieren suelen producirse con artículos antepuestos, comportándose como un léxico hispano: las waylakitas, los waylakitus, las paspitas. Estas nuevas palabras pueden seguir aglutinando más sufijos quechuas o hispanos. Por otro lado, si adherimos el sufijo -it al nombre Sami queda como Samitachá "seguro será Samicita", yawar wakitachá "seguro ha de ser yawar waquita", wawitachá "seguro ha de ser la bebita". Lo mismo ocurre cuando se une a adjetivos quechuas: yanita "la negrita", pukita "el/la coloradito/-a", qillitu "el amarillito", llaspita "de corteza o cáscara delgadita o ropa ligerita o delgadita". Si se adhiere el sufijo -ita/itu a un verbo quechua, este se nominaliza: llamkanita "instrumentito de trabajo" (< llamkay "trabajar"), qillqanitay "mi lapicito o lapicerito" (< qillqay "escribir"), wisinitay "mi instrumentito pequeño, jarrita para recolectar algún líquido" (< wisiy "sacar o extraer agua"), upyanitay "mi vasito o algún instrumento que sirve para beber" (< uypay "tomar o sorber"), entre otros. Finalmente, si el sufijo -it se une a un adverbio, como en kunititan "ahorititita", expresa prontitud, proximidad o cercanía.

6. Conclusiones

El método utilizado para establecer la función sémica del sufijo -cha y sus equivalentes -ita/itu ha sido el cualitativo-interpretativo. Siendo esto muy relevante y pertinente para la variación de la función sémica del sufijo estudiado. En el análisis se observó cómo el sufijo -cha y sus equivalentes -ita/itu se adhieren a bases léxicas quechuas e hispanas. En donde el sufijo, según su combinación con un lexema variado, expresa diferentes funciones sémicas, lo cual indica su alta productividad. De este modo, la sistematización de los datos y el análisis, así como también, la adhesión de los morfemas derivativos a los lexemas como proceso de inducción, permitieron determinar las funciones de -cha y de -itu/ita.

Paralelo a ello, uniendo el sufijo -cha a las diferentes categorías gramaticales, se pudo identificar seis variaciones sémicas: cuando -cha se une a nombres y adjetivos, estos se verbalizan y tienen la función de convertir o transformar; con lexemas verbales, connota reto y afectividad; con adverbios, indica cariño, acortamiento o proximidad de tiempo, prontitud o cercanía. Asimismo, con nombres, adjetivos sustantivados, palabras híbridas o quechuas, y con acento grave, tiene la función de afectividad; con la unión de adjetivos e interjección se sustantiva. Por su lado, los híbridos quechua más -itu/ita son propensos a quechuizarse y tienen la función sémica de afectividad. Entre tanto, el sufijo -cha -colocado al final de la palabra y con acento final- añade un sentido hipotético o conjetural a lo dicho. Además, unido a un verbo derivado de un nombre, manifiesta la creación o formación de lo que evidencia la base léxica nominal.

Finalmente, cabe mencionar que la función sémica del sufijo -cha y sus equivalentes forman nuevas palabras según las bases léxicas a las que se enlazan. Así, los sufijos en estudio con los lexemas quechuas e hispanos forman palabras híbridas, procesos que permiten estudiar la formación morfológica de las palabras dentro de dos culturas en contacto.

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Agradecimientos: Extiendo mi gratitud a la maestra Norma Isabel Meneses Tutaya por facilitarme algunos materiales bibliográficos referentes al tema, a los maestros Roger Gonzalo Segura, Jonathan Abanto, Liyber Galindo, Mabel Castro, Vania Lucero Paredes Castillo y Janeth Coti Reyes Capcha por sus generosas observaciones. También, extiendo un reconocimiento a todos mis estudiantes del curso de quechua del Centro de Idiomas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, del curso de Comunicación en Lenguas Originarias de la Universidad San Ignacio de Loyola y Lenguas Nativas de la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle.

Financiamiento: El artículo no tuvo financiamiento. Es una redacción particular con miras a la práctica educativa del idioma y la cultura quechua.

Conflicto de intereses: La autora no presenta conflicto de interés.

Anexo

Anexo 1 

Recibido: 23 de Noviembre de 2021; Aprobado: 07 de Abril de 2022; : 05 de Diciembre de 2022

Correspondencia: ccisnerosa@unmsm.edu.pe

Contribución del autor: La autora se encargó de la elaboración, recojo, selección y análisis de datos, la redacción del artículo, y da consentimiento a la versión que se publica en la revista.

Claudia Cisneros Ayala es licenciada en Lengua y Literatura, con una segunda especialidad de Educación Rural Intercultural Bilingüe en la Universidad Nacional de Huancavelica. Posee una maestría en Didáctica de la Comunicación por la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle. Es traductora e intérprete de lenguas indígenas del Ministerio de Cultura. Cuenta con certificación de competencias del experto en Comunicación en Lenguas Indígenas u Originarias del SINEACE (Sistema Nacional de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad Educativa). Sus intereses de estudio son la semántica, la hermenéutica de las categorías lingüísticas andinas y la enseñanza del idioma quechua con identidad cultural. Actualmente, es docente de lengua quechua en la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

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