1. Introducción
En la actualidad, los nombres que hacen referencia a las tecnologías modernas han ingresado como préstamos léxicos al quechua chanca del anexo de Puncuhuacca. Estos términos no existían en el vocabulario de los hablantes. Con la llegada de las tecnologías modernas y frente a la ausencia de neologismos en esta variedad del quechua, los hablantes han terminado por adoptar y adaptar términos del castellano.
De acuerdo con la revisión bibliográfica, se ha observado que hay muy pocos estudios sobre los préstamos léxicos en la variedad del quechua sureño del anexo de Puncuhuacca. El acercamiento brindado por estos, se expone brevemente en esta sección.
Ordoñez (2007) manifiesta que las tecnologías que predominan en la sociedad actual modifican radicalmente las rutinas y los procedimientos de las actividades humanas. Teniendo en cuenta el uso de la tecnología en la agricultura, podemos señalar que estas son denominadas con el nombre de origen, en este caso, el castellano. En consecuencia, se entiende que el uso de las herramientas en la agricultura hace que el hablante adopte y adapte los léxicos de manera directa o indirecta en este campo de estudio.
Asimismo, el estudio realizado por Ciro (2014), con respecto al préstamo léxico en español, presenta un análisis discursivo de los términos de la informática e internet que se toman en esta lengua. Para ello, se enfocó en los mecanismos que emplean los redactores, tanto científicos como divulgadores, para dar a conocer el sentido de estos términos. Ciro expone lo que sucede en el ámbito hispánico con respecto al préstamo léxico y la importancia de los términos de la informática e internet en el español, así como también, en los textos de carácter divulgativo y académico que son adecuados y contextualizados acorde con el contexto del hablante, sobre todo en los campos tecnológicos y científicos.
Estos préstamos léxicos ocurren en situaciones de contacto lingüístico, que refieren al uso de 2 o más lenguas en un lugar habitado por hablantes de una determinada lengua. De acuerdo con ello, Dueñas (2016) sostiene que en una lengua originaria o variante de un idioma, hay factores externos relacionados a criterios políticos, económicos e históricos que influyen en las lenguas en contacto. Estos contactos lingüísticos generan en lo posterior, préstamos, que Calvo (2002) define como la incorporación de una voz extranjera en la primera lengua del hablante y que es generada de manera directa, con el significado y el significante, a la lengua meta. De ese modo, se muestran términos como consecuencia de préstamos (Word, Power Point), y advierte que, algunas veces, en el proceso van surgiendo terminaciones anómalas de las palabras en español. Simultáneamente, Pérez (2005) señala que los fenómenos de las lenguas en contacto son derivados del uso de dos lenguas y, más específicamente, producto de la mezcla de lenguas o códigos que se denomina en este corpus como préstamo, el cual alude al resultado de esta variación originada por la interrelación que se produce en la voz del hablante.
Con respecto al préstamo léxico en el quechua chanca, Yancce (2014) realiza un estudio de préstamos léxicos con la siguiente distribución: neologismos, préstamos equivalentes y préstamos sustituyentes. Entre los préstamos estudiados están el sustantivo, el verbo, el adjetivo, el adverbio y la conjunción. En la investigación se evidencia que los préstamos más comunes son los sustantivos, y los préstamos sustituyentes son los verbos en primer orden; mientras que las conjunciones, son las clases de palabras menos prestadas en esta variedad del quechua ayacuchano.
Por otra parte, en cuanto al contacto lingüístico del castellano y el quechua, hay pocos estudios realizados, por lo que solo mencionaremos algunos autores. Palomino (2019) sostiene que el contacto lingüístico entre el quechua y el castellano generan los préstamos léxicos en las distintas lenguas en contacto, esto ocurre debido a que los hablantes son bilingües, por lo que revitalizan, modernizan y mantienen vivo un idioma como es el caso del quechua chanca. El autor expone, también, que es un cambio sociolingüístico, en el cual una misma persona habla dos o más lenguas; al mismo tiempo, puede referir a la coexistencia pacífica o conflictiva de dos o más lenguas en un territorio.
En consecuencia, el fenómeno lingüístico es generado a causa del contacto de 2 o más lenguas, que en lo posterior, origina que el hablante adquiera algunos léxicos de la segunda lengua. De esta manera, genera un cambio social, porque las lenguas se materializan o ejecutan en la sociedad, específicamente en la interacción social de los hablantes. Por ello, los dialectos no surgen del simple hecho de la variación individual, sino de la circunstancia de que dos o más grupos de hablantes se han separado lo suficiente para avanzar cada uno por su lado de modo independientemente, en lugar de ir juntos.
Por otro lado, el objetivo del estudio es analizar los préstamos léxicos del castellano en el quechua chanca que refieren a las tecnologías modernas, tecnologías en útiles escolares, tecnologías en prendas de vestir y tecnologías en utensilios de cocina. Para ello se trabajó con un grupo de hablantes bilingües del anexo de Puncuhuacca con diferentes grados de instrucción, a quienes se les aplicó un cuestionario a fin de registrar los préstamos que utilizaban al momento de hablar. De acuerdo con las entrevistas realizadas, se evidencia que, en relación con los otros tres campos semánticos, se introducen más préstamos léxicos en el campo de las tecnologías modernas. Además, se ha identificado el empleo de sufijos de la lengua quechua chanca en estos préstamos.
El artículo presenta, a continuación, un marco conceptual-referencial, una metodología, un análisis y una sección de conclusiones, las cuales permitirán dar a conocer la síntesis de los datos obtenidos.
2. Marco conceptual
Las bases teóricas tomadas como referencia para la investigación están conformadas por los datos generales del castellano, el quechua, el préstamo léxico y la influencia de las lenguas en contacto.
2.1. Contacto castellano-quechua
En referencia con este punto, se brindará información sobre el castellano, su implicancia en la educación, la procedencia del término quechua y el contacto de lenguas.
El castellano, como lengua oficial del Perú se ubica como uno de los principales ejes en el ámbito social, político, económico; además, funciona como un instrumento del modelo educativo actual. Culturalmente, es la lengua dominante. Por esa razón, la lengua receptora, el quechua chanca, toma préstamos de esta.
En la actualidad, el quechua es la segunda lengua más hablada del Perú. Aunque su nombre oficial es quechua, los hablantes nativos prefieren denominarlo runa simi, arguyendo que así se llamaba desde siempre, pues las personas son las que hablan esta lengua. Quiroz (2000) sostiene que el nombre keshua o quechua fue asignado por los invasores y que fue dado solamente por algún tiempo hasta que los naturales, que no lo usaban, prefirieron llamarlo runa simi hasta la actualidad, como en el imperio incaico. Con respecto al quechua chanca, se afirma que "el quechua ayacuchano pertenece a la familia quechua II y sub rama sureña o wamp’uy, por lo que tienen algunos rasgos similares con el quechua Collao" (Torero, 1972, como se citó en Zariquiey, 2008, p. 27). Y, en relación con el quechua Collao, las diferencias entre estas dos lenguas son mínimas. El quechua chanca presenta variación en algunas características, por ejemplo, en cuanto a los sonidos hacia algunas reglas de pronunciación y al uso de las vocales.
De acuerdo con las diferentes teorías, el quechua sufrió diferentes cambios a consecuencia de la llegada de los conquistadores, quienes pronunciaban y escribían de acuerdo con el alfabeto español, pero a pesar de las imposiciones de los conquistadores, el quechua es valorado y practicado hasta la actualidad por una gran parte de la población peruana. Así, los países que tienen el quechua como lengua originaria son Chile, Ecuador, Bolivia, Argentina, y Perú. En este último, los departamentos con mayor población que tienen como lengua materna el quechua son los siguientes: Ayacucho, Huancavelica, Cusco y el norte de Perú. En el país, junto con el aimara, es una de las lenguas andinas más importantes; ambas, desde un punto de vista morfológico, son aglutinantes y con una estructura de formación de palabras muy rica (Lovón, 2019, 2021).
Sobre las lenguas en contacto, Gonza (2020) sostiene que se denomina así porque dos o más lenguas conviven en un mismo contexto. El desplazamiento de una población de un lugar a otro, motivados por situaciones como los procesos de migración por un porvenir mejor, posibilita que esta adquiera costumbres del lugar al que se llega, así como la adopción de su lengua o dialecto. En consecuencia, la lengua es relegada. Por otro lado, los contactos lingüísticos también son complejos. De acuerdo con Palacios (2014), se desarrollan restricciones, categorías lingüísticas en el ámbito de uso de las lenguas en contacto, traslados y el mantenimiento de las lenguas. Estos fenómenos se evidencian en los diferentes dialectos como el quechua chanca o quechua Collao, quienes tienen diferentes características en cada población de hablantes de una lengua en contacto con el español. Lo que se observa es la influencia en el nivel fonético, morfológico y sintáctico de una lengua, las cuales conllevan a ciertos préstamos y adecuaciones en la voz del hablante de una lengua materna hacia otra lengua. A su vez, Zimmermann (2009) sostiene que el surgimiento de nuevas variedades no es el resultado único ni el más probable de la migración. El autor evidencia dos aspectos para el contacto de una lengua: la incorporación de elementos a nivel gramatical y nivel fonológico, que se conocen como los préstamos o los calcos. También, señala que en las transferencias de una lengua a otra pueden generarse híbridos sin base estable. En cuanto a los factores que motivan los préstamos léxicos, Castillo (2002) afirma que un préstamo intenta llenar un vacío en la lengua receptora, casi siempre relacionado con una técnica nueva o con un concepto desconocido por los hablantes de aquella lengua. Dentro de los cuales, la necesidad de suplir la omisión léxica provoca que el hablante renueve su léxico por vías distintas de los préstamos de lenguas extranjeras.
2.2. Los préstamos
En la actitud de aceptación del hablante de una lengua con préstamos, Castillo (2002) establece que la "relevancia de dicha actitud es tanta, que su ausencia total se constituye en síntoma de mortandad lingüística, caso más extremo de interferencia de códigos, donde una de las lenguas en contacto se debilita hasta desaparecer" (p. 470). En cuanto a los factores internos de una lengua, se encuentran algunos puntos débiles de la lengua materna, por lo que opta en gran medida por el préstamo de la segunda lengua que está en proceso de adquisición.
Este fenómeno que se desarrolla en un determinado dialecto se denomina por algunos investigadores como la interferencia que se encarga de interceder y evitar el buen desarrollo de la expresión en un determinado idioma. De acuerdo con Zamuria (2014), el préstamo lingüístico consiste en la adopción de una palabra que pertenece a otra lengua, en el cual, las voces que se transfieren pueden provenir de aquellas lenguas con las que se mantiene un contacto.
También, Pacífico (2004) define el préstamo como la importación del signo de una lengua a otra, manteniéndose generalmente las funciones de los elementos lingüísticos, con lo cual se enriquece el vocabulario de la lengua receptora. La denominación de préstamo, según Sánchez (2015), se define como un término de origen comercial, pero en lingüística expresa la transferencia de elementos léxicos de una lengua a otra. Para Vega (2016), "las lenguas son como organismos vivos, pues evolucionan y se adaptan no solo a las necesidades comunicativas de los hablantes, sino a los distintos cambios que experimenta la sociedad" (p. 282). Además, Guerrero (2013) sostiene que los préstamos provienen casi siempre de la lengua de un país económica y científicamente dominante, o con reconocido prestigio en el ámbito del que se toman los préstamos.
En relación con el préstamo fonológico o adaptación fonológica del léxico, Cuba (2020) alega que "cuando dos lenguas entran en contacto, los códigos de las lenguas no poseen idénticos fonemas y alófonos" (p. 144), por lo que la lengua que genera el préstamo se adapta al sistema fonológico de la lengua receptora, o hacia la lengua materna del hablante que se evidencia como palabra extranjera en la lengua materna de este.
En cuanto a la adaptación morfológica de la lengua receptora, Cuba (2020) refiere que por no presentar "el mismo inventario de morfemas gramaticales, los préstamos léxicos se adaptan al sistema morfológico de la lengua receptora, adquiriendo morfemas derivativos" (p. 116). Además, señala que el préstamo morfológico de una lengua derivada o extranjera con respecto a la lengua primitiva se puede distinguir en la lengua receptora, ya que en esta lengua receptora se hallan algunos rasgos de la lengua extranjera adquirida. Así, las formas de préstamos léxicos se desarrollan de dos maneras:
a. Directa: se desarrolla cuando la lengua A presta directamente a una lengua B, como el caso de la palabra pagay, préstamo del castellano en el quechua.
b. Indirecta: se desarrolla cuando la lengua A presta vocablos a una lengua B por intermedio de una lengua C.
De acuerdo con lo anterior, los préstamos léxicos refieren lo siguiente:
El «étimo último» es el préstamo del préstamo. Es decir, es la palabra que una lengua C se presta de la lengua B, pero que a su vez esta lengua B se prestó de otra lengua, que es la A, como sucedió en el caso de «té», que el castellano la tomó del inglés, pero el inglés a su vez tomó del chino. En contraste, el «étimo inmediato» es aquel vocablo que una lengua B tomó directamente de la lengua A, y esta lengua de ninguna otra. (Prat, 1980, como se citó en Palomino, 2019, p. 93)
Por otra parte, se considera que existe tres tipos de préstamos que constituyen las escalas de integración lingüística:
El préstamo por transferencia se evidencia en el mismo momento de la transferencia de la palabra, es decir, el instante en el que un hablante emplea una palabra extranjera. El préstamo por adaptación se genera en la etapa en la que la palabra extranjera sufre un proceso de adaptación, variación y acomodación fónica, morfológica, semántica y hasta gráfica, según los rasgos propios de la lengua que la acoge. La nativización se desarrolla en la fase en la cual la palabra ya está debidamente adaptada y considerada nativa. Esta aporta de manera positiva a la actualización y dinamización de la lengua receptora (Gomez, 1998, como se citó en Palomino, 2019, p. 93).
Por su parte, Cuba (2020) establece que los préstamos no son solo una manifestación lingüística, sino también cultural. De acuerdo con su estudio, en la transferencia léxica del castellano -lengua receptora- expresa que, en el culle y el quechua no solamente interviene el código de las lenguas, sino también los elementos culturales, por ser toda lengua un objeto cultural. Por tanto, la influencia de códigos lingüísticos solo se manifiesta a través de los préstamos léxicos obtenidos de las dos lenguas en contacto, lo que genera un contacto superficial desde el punto de vista lingüístico.
3. Metodología
El estudio es cualitativo de corte descriptivo. Según Baptiste et al. (2014), la investigación cualitativa "se enfoca en comprender los fenómenos, explorándolos desde la perspectiva de los participantes en un ambiente natural y en relación con su contexto" (p. 358). El objetivo propuesto es identificar y caracterizar los léxicos adaptados de las palabras castellanas al quechua chanca del anexo de Puncuhuacca. Estos datos analizados permiten conocer los préstamos léxicos desarrollados en diferentes campos tecnológicos por los hablantes de esta variedad del quechua.
El corpus consta de préstamos léxicos del castellano en el quechua chanca que refieren a las siguientes tecnologías modernas: las tecnologías en las prendas de vestir, tecnología en útiles escolares y la tecnología en los utensilios de la cocina. La muestra está conformada por los datos obtenidos de 46 préstamos léxicos. Los colaboradores son 10 hablantes bilingües del anexo de Puncuhuacca, cuyas edades oscilan entre los 13 y 85 años. Para reservar sus identidades, se asignó un código a cada uno. Sus características se muestran en la siguiente tabla:
Codificación | Edad | Sexo | Lugar de nacimiento | L1 | L2 |
---|---|---|---|---|---|
H-1 | 13 | M | Puncuhuacca | quechua | castellano |
H-2 | 25 | M | Puncuhuacca | quechua | castellano |
H-3 | 45 | M | Puncuhuacca | quechua | castellano |
H-4 | 70 | M | Puncuhuacca | quechua | castellano |
H-5 | 85 | M | Puncuhuacca | quechua | castellano |
H-6 | 17 | F | Puncuhuacca | quechua | castellano |
H-7 | 25 | F | Puncuhuacca | quechua | castellano |
H-8 | 60 | F | Puncuhuacca | quechua | castellano |
H-9 | 69 | F | Puncuhuacca | quechua | castellano |
H-10 | 83 | F | Puncuhuacca | quechua | castellano |
4. Análisis
El procesamiento y el análisis de los datos fueron organizados por los siguientes campos semánticos: tecnologías modernas, tecnología en útiles escolares, tecnología en prendas de vestir y tecnología en utensilios de cocina. En este apartado analizaremos los préstamos que refieren a estos cuatro campos.
4.1. Préstamos para nombrar tecnologías modernas
En el ámbito de los nombres de las tecnologías modernas, en la mayoría de los casos se evidencia el préstamo léxico, pero el hablante, por lo general, agrega el sufijo de la lengua receptora.
En este segmento, el préstamo se comporta como una voz propia dentro del quechua, por lo que termina por sufijarse en expresiones como (1), donde el sufijo -qa, topicalizador, sirve para adaptar a la lengua receptora. En el proceso de adaptación puede notarse que esta característica es muy común en los préstamos léxicos del quechua. También se da el cambio de la vocal e > i, porque el quechua es una lengua trivocálica.
En (2), cargadurniy proviene de la palabra "cargador". A este término, cargadur, se agrega el sufijo -ni de la primera persona verbal más el sufijo infinitivo -y. Con estas marcas, la frase se traduce como "mi cargador". Esta palabra es usada por todos los hablantes de la muestra, puesto que no existe un término para el referente en el quechua.
En la oración (3), la palabra capli proviene de "cable". En el ejemplo, el término recibe el sufijo acusativo -ta. Además, se observa un cambio de e > i, y la adaptación de la consonante de b > p. Esta última adaptación ocurre de esta forma porque en el quechua no existe la oclusiva bilabial sonora.
En (4) se ha tomado como préstamo la palabra "celular". En este caso, se agrega el sufijo -ni de la primera persona singular, el sufijo -y del imperativo y, el locativo -pi. En cuanto al nivel fonético de la palabra, se evidencia la adaptación de la vocal: e > i. Esta última modificación ocurre a menudo en los préstamos de los lexemas.
En (5) se emplea la palabra cumputadura, que proviene del castellano, "computadora". Se aprecia en el ejemplo que al préstamo se adhieren los sufijos -yki, segunda persona singular, y -ta, acusativo. En cuanto al nivel fonético, la vocal o es reemplazada por la vocal cerrada u.
En (6) se reconoce como un préstamo la palabra karru, proveniente del castellano "carro". Como préstamo, se le añade la marca de locativo -pi y el validador de afirmación -m. Aquí también se evidencia el cambio de la vocal o > u, lo cual muestra cómo el préstamo léxico se adecúa a la fonología del quechua chanca.
En (7), el préstamo léxico es mididur, proveniente del sustantivo castellano "medidor". En este lexema, la oclusiva dental sonora se mantiene. En cambio, las vocales se adecúan a la fonología del quechua: e > i, así como también, o > u, respectivamente en cada sílaba. Nótese que también a esta palabra se le ha agregado el sufijo -ta, del acusativo.
En la oración (8), la palabra proveniente del castellano es mutu, cuya forma originaria es "moto". En el vocabulario del hablante del anexo de Puncuhuacca, se muestra que ocurre el cambio de o > u en el quechua. A este lexema también se le agrega el sufijo locativo -pi.
En (9) se emplea el préstamo panil sular, que proviene de "panel solar". Se observa que este préstamo ha sido adaptado a la lengua receptora, pues se agregan los sufijos -wan, instrumental, y el sufijo -si, reportativo o validador de información. En el nivel fonético, al incorporarse al quechua, las vocales abiertas cambian por vocales cerradas: e por i , también, o cambia por u.
El léxico adaptado en (10) es radyu, préstamo del vocablo castellano "radio". En esta oración, el hablante agrega la fricativa palatal sonora -y- en la sílaba dyu, porque en el quechua no existe diptongo. Además, a nivel morfosintáctico se le añade el sufijo de locativo -pi y el validador -m.
En (11), la palabra tiliwirsur proviene de la voz castellana "televisor". En el ejemplo, se observa su adaptación, pues es sufijado con el acusativo -ta; y, en el nivel fonético, ha ocurrido también un cambio de v > w.
4.2. Préstamos para nombrar útiles escolares
En este apartado se analizan los préstamos léxicos usados para denominar a los útiles escolares. Es muy recurrente la adaptación fonológica de las palabras castellanas en este campo.
En el ejemplo (12), la palabra burradur es el préstamo léxico del castellano "borrador". En la oración, al préstamo se le adhiere el sufijo quechua -ni, morfema auxiliar, y el sufijo -yki de la segunda persona singular. Además, el vocablo se ha adaptado a la fonología de la lengua receptora, pues se observa un cambio de o > u, mientras que la consonante oclusiva bilabial sonora se mantiene.
En la frase afirmativa (13), la palabra cartuchira proviene del préstamo léxico "cartuchera". Sus vocales cambian al pasar a la lengua receptora, e > i. Asimismo, se le agrega el sufijo posesivo -n, partícula que incide en el cambio de la entonación de la palabra.
En la oración (14) se observa que la palabra wadirnu es el préstamo del castellano "cuaderno". En la incorporación a la lengua receptora, la consonante oclusiva velar sorda /k/ cambia por la semiconsonante labial /w/. Además, se le agrega el sufijo locativo -pi.
En el caso (15) se muestra que la palabra culuris proviene del vocablo castellano "colores". En la transferencia a la lengua quechua chanca, se observa que las vocales han cambiado: o > u y e > i, adecuándose a la fonología de esta. También, se le incorporan los siguientes sufijos: -ni, primera persona singular; -yki, posesivo; y -ta, acusativo.
Con respecto a muchila, que aparece en la frase del ejemplo (16), este proviene del castellano "mochila". Según se advierte, la vocal de la antepenúltima ha cambiado (o > u) en la lengua quechua chanca. Adicionalmente, el préstamo recibe sufijos: el posesivo -yki y el locativo -pi.
Como se muestra en (17), lapiciru procede del sustantivo castellano "lapicero". En cuanto a esta palabra, lo que se observa es que los hablantes adaptan las vocales: e > i en la penúltima sílaba, y, o > u en la última sílaba. Como en los otros ejemplos, también se añaden sufijos de posesión: -yuq o -qa.
El préstamo en esta frase interrogativa es lapis, procedente del castellano "lápiz’’. Cuando se emplea, no se acentúa la penúltima sílaba como si ocurre entre los hispanohablantes. En cuanto a la fricativa dental sonora, esta no existe en el quechua. Por otro lado, en el nivel morfosintáctico, se han agregado los sufijos -ni, sufijo epentético, y la primera persona posesora -y, más el interrogativo -chu.
En la oración (19) se emplea la palabra liwru, que deviene del castellano "libro". En la lengua receptora, el hablante cambia la oclusiva bilabial sonora /b/ por la semiconsonante /w/, debido a que en el quechua no existe el primer segmento. Respecto a las vocales, también se manifiesta la adaptación de /o/ por /u/.
En el ejemplo (20), lunchira es el préstamo, el cual procede de "lonchera". Al insertarse en la lengua chanca, las vocales abiertas se producen como cerradas: o > u y e > i. Asimismo, en la construcción sintáctica, la palabra recibe el sufijo indicativo -yki, el acusativo -ta y el validador de información -m.
En el ejemplo (21), el préstamo aparece en la frase plumunwan. El nombre plumun deviene del castellano "plumón". Al pasar a la segunda lengua, el segmento vocálico /o/ se produce como una vocal posterior alta /u/. Por otro lado, se le agrega el sufijo instrumental -wan.
En la frase uqapi, el nombre uqa deviene del término "hoja", que hace referencia a una hoja de un cuaderno o una hoja bond. Aquí, el hablante omite la fricativa glotal puesto que en el quechua no existe este sonido. Como en casos anteriores, se observa un cambio de o > u, la cual está sufijada con el -pi locativo.
4.3. Préstamos para nombrar prendas de vestir
En cuanto a los nombres de prendas de vestir, también se han hallado un número amplio de préstamos. En las oraciones que se presentan, se observa que los hablantes por lo general, flexionan estos préstamos con el sufijo de la lengua receptora, esto es, el quechua chanca.
En (23), la palabra chaliku es un préstamo léxico del castellano "chaleco". El cambio que se manifiesta es la producción de /u/, donde los castellanohablantes producen /o/. Además, dentro de la oración se le añade el sufijo -nqa de tercera persona futuro.
En (24), la palabra chumpa proviene de la voz castellana "chompa", la cual ha sido adaptada por el hablante en la lengua receptora. La /u/ se corresponde con la /o/ de la forma original. A esta palabra, se le agregan los sufijos -yki, segunda persona singular, y -qa, con el que se introduce el tema.
En la frase midyasniyki, de la oración (25), se emplea la palabra midyas, la cual deviene de la forma castellana "medias". Para formar esta frase, el colaborador ha agregado a la palabra, la lateral palatal sonora /y/, dado que en el quechua no existen diptongos, y se le adhiere con el epéntito-ni, más la adhesión de -yki de la segunda persona singular.
En (26), la frase interrogativa pantalunqa se ha formado con la palabra castellana "pantalón". En este préstamo ha ocurrido un cambio en la vocal: o > u. También, en este caso se le ha añadido el sufijo -qa, para establecer la introducción del tema.
En el ejemplo (27), pulu proviene del castellano "polo". Se observa que, al pasar a la lengua receptora, la vocal posterior abierta /o/ ha sido cambiada por el segmento vocálico posterior cerrado /u/. Y, en la construcción de la frase, se le añade el sufijo -y, imperativo, y el acusativo -ta
En (28) se emplea la palabra qurra, que deviene del vocablo castellano "gorra". El hablante adecúa la fonología de la palabra a su lengua materna. La oclusiva velar sonora /g/ del castellano cambia por la consonante glotal sorda /q/. El sufijo que se agrega en este caso es el diminutivo -cha, el posesivo -n y el validador de la información -mi.
En el ejemplo (29), el vocablo somriru tiene su origen en la palabra castellana "sombrero". Se aprecia que el hablante omite la consonante oclusiva bilabial sonora /b/. Y, por otro lado, le añade el sufijo -y posesivo de la primera persona singular y el sufijo -qa, para marcar la introducción del tema.
En la oración (30), sapatu deriva de la palabra castellana "zapato". Se observa el cambio vocálico de o > u, ya que en el quechua no existen las vocales abiertas. Por otro lado, en la oración, la palabra recibe el sufijo de la primera persona posesora -y.
Aquí, se presenta el caso (31). La palabra adaptada a la lengua receptora es sapatilla, del castellano "zapatilla". A la palabra se le ha agregado el sufijo instrumental -wan.
En el ejemplo (32) se identifica sandalya como un préstamo del castellano "sandalia". En esta palabra, se agrega la lateral palatal sonora /y/. Y, en el nivel morfológico, se puede ver las marcas que se agregan: el instrumental -wan y el validador -mi.
En (33) se aprecia que el término tuwalla fue adaptado del castellano "toalla". En este lexema, se agrega la semiconsonante labial /w/ en la penúltima sílaba, debido a que en esta variedad del quechua, no existe diptongo. Adicionalmente, el hablante ha incorporado el instrumental -wan.
En el caso (34) se observa la ocurrencia de wantis, palabra que proviene del castellano "guantes". A esta forma, se le ha añadido la semiconsonante labial /w/, ya que no existe la oclusiva velar sonora /g/. De otro lado, en cuanto a los sufijos, en el ejemplo se adhieren al préstamo el instrumental -wan, el causativo -chi y el sufijo -ki para indicar al receptor de segunda persona.
4.4. Préstamos léxicos para nombrar utensilios de cocina
En este apartado se evidencian los préstamos léxicos del castellano en los nombres de los utensilios de cocina que fueron adoptados y adaptados al idioma del anexo de Puncuhuacca, familia sureña del quechua.
En la cláusula (35), los colaboradores del anexo de Puncuhuacca han adoptado la palabra baldi del castellano "balde". Se aprecia que el hablante adecúa la vocal, a causa de que se da el cambio de e > i. Y, a nivel morfosintáctico, utiliza el sufijo acusativo -ta para marcar la relación del préstamo con el verbo.
En (36) se emplea la palabra botilla, que deviene del castellano "botella". Este término es adaptado por los hablantes del anexo. Aquí, se aprecia que la vocal /e/ de la segunda sílaba, de la palabra castellana, cambia a la vocal /i/. De este modo, se adecúa a la fonología de la lengua receptora y también a la morfosintaxis, pues se le agrega el sufijo locativo -pi más el validador de la información -m.
En (37), el vocablo harra se corresponde con la voz castellana " jarra". Es un préstamo que se ha adaptado a la lengua materna de los hablantes. Siguiendo el sistema fonológico, la consonante /j/ > /h/ es adoptada con la aspirada. Por otro lado, a harra se le suman el locativo -pi y el validador -m.
Se puede apreciar que, en el caso (38), el término kanasta proveniente del vocablo castellano "canasta". En este caso, el hablante agrega el locativo -pi, adecuando la palabra a la morfología de la lengua madre.
En el ejemplo (39), la palabra adaptada por los hablantes es kuchara. El préstamo deviene del castellano "cuchara". Lo que aquí se aprecia es el acoplamiento del acusativo -ta al vocablo prestado, siguiendo las reglas morfosintácticas de la lengua receptora.
En (41), la voz kuchillu proviene de la palabra castellana "cuchillo", la cual ha sido adoptada por los hablantes del anexo. Se evidencia, en este ejemplo, el cambio vocálico o > u, y el uso del instrumental -wan.
En esta palabra (41), kucina se corresponde con la voz castellana "cocina". Esta voz es adecuada a la fonología, lo cual se aprecia en el cambio vocálico de o > u. En el nivel morfosintáctico, se ha utilizado el locativo -pi.
En (42), el léxico obtenido del castellano es latu, procedente de "plato". En este vocablo, el hablante omite la oclusiva bilabial sorda /p/, y añade el sufijo posesivo -yki y el acusativo -ta.
En la cláusula (43), el préstamo obtenido del castellano es mulinu, procedente de "molino". Este vocablo se adecúa al quechua, por lo que cambia la vocal en dos sílabas o > u; al mismo tiempo, en esta palabra también se agrega el sufijo -pi locativo.
En el ejemplo (44), la palabra sartin proviene del vocablo castellano "sartén". En su empleo, se evidencia que la vocal media abierta /e/ del español se adapta al sistema fonológico de la variedad hablada en la zona de estudio, empleándose en su lugar la vocal cerrada alta /i/. Otra característica que se aprecia es la adhesión del locativo -pi al préstamo léxico.
En (45) se ilustra cómo la palabra tasun, procedente de "tazón", término que se adapta al quechua de los colaboradores. Este préstamo, como se observa, se comporta como una pieza más de la lengua, por lo que recibe el locativo -pi.
En la cláusula (46) se evidencia que la palabra titira ha sido adaptada por los colaboradores a la lengua receptora: el quechua chanca. El término deviene de la forma castellana "tetera". La adecuación, como en todos los demás casos, se aplica en el nivel fonológico de la lengua madre y el morfosintáctico, pues recibe el locativo -pi.
5. Conclusiones
Los préstamos léxicos son el resultado de las incorporaciones de una palabra a otra lengua, los cuales suelen encajar en la estructura gramatical de la lengua receptora. En el caso del quechua chanca, se ha evidenciado que los préstamos del castellano se han adaptado gramaticalmente: los términos identificados han pasado a formar parte de su sistema lingüístico. Con respecto a los préstamos léxicos del castellano -referentes al campo de las tecnologías en el quechua de la familia II- pertenecientes a la variedad sureña del anexo de Puncuhuacca, se evidencia la adecuación al sistema lingüístico de los hablantes.
La adaptación se presenta a nivel fonético, fonológico y morfológico. La lengua receptora de esta zona de estudio adecúa los sonidos del español según los patrones fonéticos y fonológicos que existen en su sistema. En este campo de las tecnologías modernas, los préstamos obtenidos mantienen el nombre de la lengua prestadora.
Finalmente, los préstamos léxicos en el campo de las tecnologías modernas, tecnología en útiles escolares, tecnología en prendas de vestir y utensilios de cocina son una clara referencia de que el quechua de los hablantes del anexo de Puncuhuacca adoptan las palabras obtenidas del castellano, debido a la necesidad de nombrar y comunicar las cosas. Esta investigación permite analizar los lexemas de la lengua quechua chanca en un ámbito donde se habla la variedad chanca, con ciertas adaptaciones de la segunda lengua, que es el castellano. Por lo tanto, es necesario continuar con investigaciones similares, pues nos posibilita analizar la innovación del quechua chanca en este campo de estudio. Y, particularmente, puede realizarse observando los préstamos desde el quechua hacia el mundo hispano (Cruzatte y Lovón, 2022), pues también se requiere explorar la influencia de la lengua originaria en la lengua dominante.