1. Introducción
El mazahua de San Pedro Potla se encuentra ubicado en el centro-occidental del estado de México; esta zona pertenece al municipio de Temascalcingo; véase el Mapa 1. Esta variedad de mazahua se conoce como la variante de occidente (ISO 639-3). Esta lengua pertenece al tronco otomangue y a la familia otopame que está integrada por las siguientes lenguas: otomí, mazahua, pame, chichimeco, tlahuica y matlatzinca. Los mazahuas de la zona se dedican al pastoreo, agricultura, artesanías y ganadería. En los últimos años, se han desplazado a los centros urbanos más cercanos (Querétaro, Atlacomulco, Toluca, ciudad de México) y trabajan como albañiles, ayudantes de cocina, jardinería, venta de artesanías y ayudantía en general. La lengua de esta zona se ve altamente amenazada, debido a que solo las personas mayores de cuarenta años hablan la lengua; no ven, ni tampoco sienten la necesidad de que los niños aprendan la lengua; una de las razones se centra en que se sienten discriminados y segregados por la sociedad. Poe ello, consideran que, si hablan ‘idioma mazahua’, pierden oportunidades laborales.
Lingüísticamente, el mazahua exhibe un alineamiento nominativo-acusativo; los verbos estativos y pacientivos presentan un sistema de transitividad escindida, en el que solo se indexa el argumento sujeto con los morfemas de objeto. En las construcciones ditransitivas, se encuentran verbos inherentemente ditransitivos y verbos que requieren de un aplicativo para expresar el beneficiario, receptor o malefactivo. Las unidades predicativas nucleares no se restringen a los verbos, cualquier categoría gramatical es susceptible de realizarse como núcleo predicativo de cláusula. Junto al núcleo predicativo aparecen diferentes clases de morfemas que exhiben información funcional y gramatical. Los tonos de nivel y contorno se configuran en unidades léxicas; en los morfemas ligados, solo se adjuntan los de nivel. Los morfemas que aparecen en el contorno del núcleo predicativo presentan restricciones generadas por los condicionamientos gramaticales y comunicativos. Es una lengua de verbo inicial y de dislocación a la izquierda (Mora-Bustos, 2022).(Figura 1)
El trabajo describe el orden de morfemas que aparece en el núcleo predicativo verbal en la lengua mazahua. Estos morfemas se realizan como clíticos y exhiben sentidos de operador. En una frase prosódica, en (1a), pueden adjuntarse en el verbo varios enclíticos (énfasis, número y demostrativo), resaltados en negritas. En (1b), los clíticos (iteración, tiempo, aspecto, modo y persona (TAM.P) coaparecen en la frase prosódica que le precede al verbo matriz; esta frase prosódica contiene además información nominal. En (1c), se configuran dos frases prosódicas; la primera contiene una cadena de clíticos (artículo indefinido, reflexivo y marca de TAM.P); la segunda sólo está formada por el núcleo verbal. En (1d), dentro de la primera frase prosódica se encuentra el predicado verbal, el proclítico de TAM.P, los afijos (aplicativo, dativo) y un enclítico (énfasis de sujeto); la segunda frase prosódica contiene el enclítico que codifica plural exclusivo y una frase nominal.
(1) a. [hã̂ ndã́ =k’ɔ̀ =hí=jó
] (1pst)ver=1e=pl=dempl
‘Los vimos a esos.’
b. [nú=t’ìˀí=né=ɾà] [j’ɛ̌ ˀɛ nà=t’ìˀí]
art=niño=ite=3fut golpear uno=niño
‘Un niño golpeará a un niño.’
c. [nà=ts’ɛ́#ɾí] [kɨ́ ʰnɨ̌ ]
uno=rfx#1prs moler
‘Sólo muelo.’
d. [ɾí=tʰê˂h˃-mbé=kʰɔ] [ʰmè=nù=ɓɛ̀ zo]
1prs=reír˂apl˃-3dat=1e pl.exc=art=hombre
‘Nosotros le reímos al señor.’
Este artículo propone que la distribución de los morfemas clíticos está correlacionada con la configuración de la frase prosódica (Selkirk, 1984; Nespor y Vogel, 1986; DuBois et al., 1992; Ladd, 2008; Himmelmann et al., 2018; Himmelmann, 2022, entre otros), y que los sentidos codificados por estos morfemas están dentro del grupo de operadores (Van Valin y LaPolla, 1997; Van Valin, 2005). La cláusula puede estar distribuida en una o más frases prosódicas. Una razón para considerar el nivel prosódico frasal se justifica en el hecho de que estas frases pueden contener un conjunto o una serie (cluster) de clíticos; las fronteras o cisuras de las frases prosódicas aparecen sobre unidades léxicas plenas o sobre morfemas ligados que no presentan un alto grado de dependencia con la raíz, esto es, no es posible hacer una división prosódica al interior de una raíz o en afijos, pero sí en clíticos1.
Dentro de la palabra verbal del mazahua, el orden de morfemas se presenta en dos niveles: afijal (a este respecto se pueden ver los siguientes trabajos: Stewart, 1966; Amador, 1976; Knapp, 2008; Mora-Bustos, 2011; Fidencio, 2013; Partida, 2018; Victoria, 2018) y clítico. El sistema de afijos se reduce a la codificación de relaciones gramaticales de objeto (objeto acusativo y objeto dativo) y un aplicativo. Los clíticos se dividen en dos grandes grupos: los morfemas que codifican los operadores que generalmente se proclitizan y los morfemas funcionales (rasgos gramaticales) que se enclitizan. Aquí se describen los clíticos que en la literatura especializada están dentro de la etiqueta miscelánea, esto es, formas con sentido adverbial, marcas del modo de acción, negación, número, cierre clausal, pronombres, verbos, artículos y demostrativos que se realizan en forma de clítico (Gerlach y Grijzenhout, 2000; Schiering, 2006; Zimmerling, 2012). El aporte de este trabajo radica en enfatizar la idea de que los morfemas clíticos se pueden caracterizar, entre otros rasgos, a partir del empaquetamiento prosódico. Por otra parte, los clíticos que aparecen en el contorno verbal fungen como operadores (Van Valin y LaPolla, 1997). Estos tienen diferentes alcances, están distribuidos en cadenas (cluster clitic, clitic strings); dada su naturaleza semántica son mutuamente excluyentes, aunque es posible que covaríen ciertos clíticos que pertenecen al mismo grupo semántico.
La etiqueta de clítico ha generado polémica en su definición y caracterización desde ya hace algunos años; como muestra de ello se pueden ver los trabajos de Zwicky (1977), Dixon y Aikhenvald (2002), Spencer y Luis (2012), Haspelmath (2022), entre otros. Para la caracterización y tipificación de los clíticos, en esta investigación se consideran y se retoman los criterios ya planteados en la literatura especializada. Las propiedades asumidas son las siguientes: 1) dirección dentro de la palabra fonológica (proclíticos o enclíticos); 2) tipo de huésped; 3) dominio (núcleo, núcleo y argumentos y cláusula; 4) sensibilidad a la prominencia prosódica (la prosodia del huésped es muy importante para definir la posición del clítico); 5) los clíticos no constituyen una palabra fonológica independiente;
6) presentan cohesión fonológica con respecto a la frontera del huésped; 7) relación con las pausas (generan frases prosódicas independiente); 8) combinación entre clíticos; 9) aparecen en cadenas (cluster); 10) presentan un orden rígido en las cadenas; 11) tienen sintaxis propia (no pueden ser modificados, no se coordinan, no aparecen aislados), y 12) expresan categorías funcionales que se encuentran a nivel de la cláusula y el discurso.
En (2) se presentan los morfemas que se encuentran dentro del ámbito verbal (Mora Bustos, 2022), en este templete se han ubicado los morfemas con respecto a la posición de proximidad o distancia que ocupan en referencia al predicado verbal; se han agrupado en etiquetas semánticas muy generales a los que denotan sentidos que se encuentran en el mismo espectro semántico y que ocupan la misma posición; los morfemas que exhiben la modalidad se encuentran en diferentes posiciones.
Templete de los morfemas que se encuentran en el núcleo predicativo verbal
10. Polaridad (afirmación, negación)
9. Modalidad (posibilidad, aserción, posibilidad remota, probabilidad-realis, posibilidad-realis)
8. Cuantificación (incremento)
7. Aspecto (puntual, iterativo, continuativo, aditivo, ingresivo)
6. Estructura de la información (Foco amplio, implicación, énfasis)
5. Cuantificación (disminución)
4. Movimiento (meta, movimiento, ambulativo, cislocativo, locativo)
3. Cuantificación (partición)
2. Persona, tiempo, aspecto, modo
1. Cuantificación (totalizador)
Verbo
Aplicativo
Objeto (acusativo, dativo)
Reflexivo
Foco estrecho
Énfasis de relación gramatical
Número
Actualizador (aspecto)
Locación
Deixis (demostrativo)
Los ejemplos utilizados a lo largo de este trabajo pertenecen a narraciones, historias de vida, diálogos y conversaciones cotidianas; todo este material ha sido almacenado y etiquetado por el autor de este artículo. Este corpus se ha ido formando desde el 2010 y ha sido utilizado para describir diferentes propiedades gramaticales de la lengua mazahua; los resultados han sido socializados en eventos especializados y han sido publicados en revistas y libros especializados. Los colaboradores son hombres y mujeres hablantes nativos de mazahua de San Pedro Potla, cuyos nombres o identidad por razones de confidencialidad y ética de trabajo de campo no se exponen. Con el fin de corroborar el fraseo prosódico se utilizó el programa Praat 32, edición praat6301_win32.zip (Boersma y Weenink, 2022).
Este trabajo está organizado en los siguientes subapartados: Frase prosódica y estructura de la cláusula, Clíticos en función de operador (dirección proclítica de los operadores y dirección enclítica de los morfemas gramaticales), Co-ocurrencia de clíticos, Conclusiones y Referencias.
Frase prosódica y estructura de la cláusula
La razón para considerar como unidad de análisis la frase prosódica se centra en que cumple diversas funciones lingüísticas, los hablantes agrupan secuencias de unidades gramaticales en frases prosódicas con el propósito de que el oyente interprete de manera adecuada el discurso (Prieto, 2003; Madrid, 2021). A través del fraseo prosódico se organiza la estructura informativa del enunciado (Steedman, 2000).
Ha sido reconocido por muchos investigadores que el fraseo prosódico puede estar o no determinado por la estructura gramatical de la lengua en cuestión; las frases prosódicas pueden estar determinadas por las mismas estructuras morfológicas o sintácticas de las cláusulas que integran los enunciados. Nótese que igualmente ha sido señalado que el fraseo prosódico no coincide, en estricto sentido, con la estructura gramatical de la lengua, ya sea dentro del ámbito morfológico o sintáctico; esto debido a factores o procesos morfonológicos que ocurren dentro de la secuencia de formas gramaticales. El fraseo prosódico no presenta una relación de isomorfismo frente a la estructura morfológica y sintáctica (Watson y Gibson, 2004; Wagner, 2005, entre otros), pero la morfología y la sintaxis sí generan condiciones para la configuración de las frases prosódicas. En (3) y (4) se presenta una estructura verbal que está contenida en diferentes frases prosódicas. En (3a), [pè˂ʔ˃-mp’+ò#ndɛ̂ t͡ʃʰó], el verbo matriz ditransitivo (formado con los afijo de aplicativo y objeto dativo) y la frase nominal en función de objeto aparecen en la misma frase prosódica; mientras que en (3b), [nùt͡ s’k’ó#ʃó=ɾó=pè˂ʔ˃mp’é], el pronombre, los morfemas clíticos y el verbo ditransitivo constituyen una frase prosódica.
a. [nùt͡ s’k’ɔ́#ʃó=ɾó] [pè˂ʔ˃-mp’+ò#ndɛ̂ t͡ʃʰó] [nù=áɡustì] 1pron#adt=1prs mandar˂apl˃-3dat#artpl#maíz np=A.
‘Le mandé maíz a Agustín.’
b. [nùt͡ s’k’ó#ʃó=ɾó=pè˂ʔ˃mp’é] [k’+ɔ=̀
ndɛ̂ t͡ʃʰó] [nùʰnù=áɡustì]
1pron#adt=1prs=mandar˂apl˃-3dat 1e+artpl=maíz dem=A.
‘Le mandé maíz a Agustín.’
La primera frase prosódica en (4a), [mí=sísí=tʰó] está formada por el verbo matriz y dos clíticos; la segunda frase, [k’ɔ̀=j’a=ʰnu], está integrada por un grupo clítico. En (4b), [mí=sísí=tʰó=k’ɔ̀ =j’à=ʰnú], la frase prosódica la constituyen el verbo matriz y el grupo clítico. En posteriores estudios es necesario profundizar en los factores fonéticos-fonológicos que den cuenta de la naturaleza prosódica de los procesos que ocurren al interior de cada frase prosódica.2 En la Figura 2 se muestra un caso de la configuración de la frase prosódica.
a. [mí=sísí=tʰó] [k’ɔ̀ =j’a=ʰnu]
1cpt=llevar=fe 1e=hoy=dem.prx1
‘Ya lo llevaba a ese.’
b. [mí=sísí=tʰó=k’ɔ̀ =j’à=ʰnú]
1cpt=llevar=fe=1e=hoy=dem.prx1
‘Ya lo llevaba a ese.’
Si bien este trabajo no es de corte estrictamente prosódico, el fraseo prosódico sólo es considerado como una herramienta que ayuda a caracterizar la distribución de los clíticos en el ámbito verbal y explicitar la posible correlación entre morfología, sintaxis y prosodia. No obstante, no se debe perder de vista que las unidades prosódicas están definidas con referencia a rasgos prosódicos que igualmente son explícitos fonéticamente, esto para que sean operacionales (Ladd, 2008; Himmelmann et al., 2018; Himmelmann, 2022). Con el fin de identificar las fronteras entre dos frases entonativas o frases prosódicas, a lo largo de la descripción que aquí se desarrolla, se retoman dos rasgos básicos que conducen a identificar una escisión o un quiebre entonativo dentro de una emisión discursiva, estos son los siguientes: a) la interrupción de la continuidad rítmica mediante una pausa, el alargamiento del último segmento en el final de una unidad y el aumento de velocidad del habla en el inicio de una nueva unidad, y b) una interrupción del contorno tonal o de la línea melódica. Un salto o cambio abrupto del tono (hacia arriba o hacia abajo) generado en el final de una unidad y en el inicio de la siguiente (DuBois et al., 1992). Igualmente, en (5), se ha considerado el estudio de Nespor y Vogel (1986) que expone la organización de la cadena sonora en diferentes unidades fonológicas, dominios o constituyentes prosódicos que están organizados jerárquicamente.
(5) σ Sílaba (Syllable)
Σ Pie métrico (Foot)
ω Palabra Fonológica (Phonological Word)
ϕ Frase Fonológica (Phonological Phrase)
I Frase Entonativa (Intonational Phrase)
U Enunciado Fonológico (Phonological Utterance)
A partir de la jerarquía de la estructura prosódica de (5), se asume que la palabra verbal mínima en mazahua está formada por dos sílabas. La primera es susceptible de llevar uno de los cuatro tonos (alto, bajo, ascendente y descendente), mientras que en la segunda aparece un tono alto por default (tono flotante). En esta segunda posición aparece una sílaba o vocal armónica y epentética. Los verbos como la mayoría de las clases gramaticales son bisilábicos3. En particular los verbos, en la forman de cita (tercera persona, presente) están organizados en dos grupos, en (6). Dentro de una cláusula, generalmente, los verbos en (6a) presentan una sílaba epentética, mientras que en (6b) exhiben procesos de epéntesis de la vocal final o fusiones con morfemas que codifican propiedades sintácticas. Se recurre a la interpretación silábica de la estructura superficial propuesta por Arellanes y Romero (2021).
(6) a. b.
[ˈtĩ̀ ː.ʔĩ] [ʔə̀ ː.ɾə]
‘Emborracharse’ ‘Oír’
[ˈmáː.ʔa] [ˈʧʰa͂́ ː.ma͂ ]
‘Ir’ ‘Pelearse’
[ˈpɔ̌ ː.ʔɔ] [ˈhɔ̀ ʔː.ɓɨ]
‘Vender’ ‘Enfriarse’
[ˈsìː.ʔi] [ˈɲɔ̂ ː.nɨ]
‘Tomar’ ‘Comer’
[ˈsɔ̌ ː.ʔɔ] [ˈkɨ̂ ʰː.nɨ] ‘Despertarse’ ‘Moler’
En (7), los núcleos verbales kɨ̂ ʰnɨ́ ‘moler’, j’ə̀ɓə ‘caerse de un lugar’, sìʔi ‘tomar’ y ndũ̌ ʔũ ‘morirse’, prosódicamente aparecen en una frase prosódica específica y se generan en su dominio diferentes procesos morfofonológicos. En (7a) el clítico í= (2prs) se enclitiza en el pronombre personal de la frase prosódica inicial. En (7b), la preposición locativa á= aparece en la posición de la vocal epentética del verbo. En (7c), el proclítico í= (2prs) se asimila con la vocal del clítico que codifica iteración ne > ni . Igualmente, el verbo sìʔi ‘tomar’ aparece sin la consonante epentética; los enclíticos =kʰe y =ʰnu se ubican en posición posverbal. En (7d), [já=ʃ+o=ndũ̌ =ʰnu], verbo y clíticos aparecen empaquetados en una sola frase prosódica; el morfema clítico de tercera persona pasado o= se integra con el morfema ʃi > ʃo que expresa el sentido de adición. Este núcleo verbal ocurre sin sílaba epentética y el demostrativo =ʰnu se ubica como linde final de la frase prosódica.
(7) a. [nùts’k’e#í=] [kɨ̂ ʰnɨ́=k’e]
2pron#2prs= moler=2e
‘Tú mueles.’
b. [ó=j’ə̀ ɓ+á hɔ̀ mɨ́=jo] [hɛ̀ ʔβi]
3pst=caerse.de.un.lugar#prep.loc tierra=dem.pl papel
‘Los papeles se cayeron al suelo.’
c. [já=n+í=sí́ =kʰe=ʰnu] [tápʰɨ]
ptl=ite+2prs=tomar=2e=art pulque
‘Ya estás tomando otra vez pulque.’
d. [já=ʃ+o=ndũ̌ =ʰnu]
ptl=adt+3pst=morir=dem.prx1
‘También este se murió.’
Los verbos transitivos, intransitivos y ditransitivos, en (8a) [já=ø=jɛ́-zí=kʰɔ̀ ], (8b) [jà=ɾí=wɛ́=tʰò=kʰò] y (8c) [ɾó=pè˂ʔ˃n-k’é] se caracterizan porque aparecen dentro de la misma frase prosódica; en las construcciones transitivas y ditransitivas, las relaciones gramaticales objeto acusativo y objeto dativo están expresadas en sufijos; no es posible que los afijos ocurran en frases diferentes. Por su parte, los clíticos aparecen de manera individual o en serie y pueden ocurrir en la misma o diferente frase prosódica, como en (8c) [kʰɔ̀=hí#ndɛ̂ t͡ʃʰó].
(8) a. [já=jɛ́-zí=kʰɔ̀]
ptl=3pst.golpear-1obj=1e
‘Ya me golpeo.’
b. [jà=ɾí=wɛ́=tʰò=kʰò]
ptl=1pst=llorar=fe=1e
‘Solamente lloro.’
c. [ɾó=pè˂ʔ˃n-k’é] [kʰɔ̀=hí#ndɛ̂ t ͡ʃʰó]
1pst=mandar ˂apl˃-2dat 1e=pl#maíz
‘Les mandé maíz.’
Como se ha venido mencionando, el mazahua dispone de una serie de morfemas que aparece de manera individual o en grupo. Una secuencia o cadena de clíticos constituye una frase prosódica, es decir, los clíticos por sí mismos constituyen una frase prosódica, no necesitan de un huésped que disponga de una raíz léxica. La cadena o grupo clítico puede aparecer en posición preverbal, en (9a) [j’á=kʰá=ʃí] neg=ing=adt y (9b) [kʰà=nda] ing=tot; y también en posición posverbal, en (9c) [k’è=ʰnú] 2e=dem y (9d) [k’ɔ̀ =j’a=jó] 1e=hoy=dem.pl
(9) a. [j’á=kʰá=ʃí] [t ͡ʃʰɨ̀ntɨ́=ɓí[
neg=ing=adt 3pst.casarse=dl
‘Ya no se casaron.’
b. [kʰà=nda] [∅=sə̌ hə=hi]
ing=tot 3prs=llegar=pl
‘Apenas llegan.’
c. [já=jɛ̀ ʔɛ́ ] [k’è=ʰnú]
ptl=2pst.golpear 2e=dem.prx1
‘Lo golpeaste.’
d. [mí=sísí=tʰó] [k’ɔ̀=j’a=jó]
1cpt=llevar=fe 1e=hoy=dempl.prx1
‘Los llevaba a esos.’
Los morfemas que se adjuntan en la parte derecha de la palabra verbal presentan una disposición diferente, específicamente los que codifican las relaciones gramaticales objeto de acusativo y objeto de dativo. Esto es, estas relaciones gramaticales aparecen indexadas a través de sufijos en la raíz verbal. En (10) se presenta el repertorio de alomorfos que codifica el objeto de acusativo.
(10) a. Primera persona -ɡV -kV -kʰV -zV -t͡ sV
b. Segunda persona -k’V -t͡ s’V
c. Tercera persona -Ø
Los sufijos que exhiben el objeto de acusativo son los morfemas que se adjuntan directamente en la raíz verbal, su posición es fija, sólo ciertos segmentos morfológicos pueden aparecer entre la raíz verbal y el sufijo. Generalmente, el índice que codifica la primera persona objeto de acusativo ocupa el espacio morfológico de la consonante epentética del verbo; en (11a) -zɨ́ [já=Ø=jɛ̂ -zɨ́=kho] y en (11b) -ɣɨ́ [ó=zà-ɣɨ́=khɔ̀=hnú]. Existe la tendencia a que aparezca un enclítico de énfasis que se liga después del sufijo de objeto de acusativo. Este clítico da cuenta de la prominencia de las relaciones gramaticales, es decir, se enfatiza la relación gramatical atendiendo la jerarquía 1> 2 >3; esto por encima de si se trata de un sujeto o de un objeto. En (11a), =kho en [já=Ø=jɛ̂ -zɨ́=kho] enfatiza la primera persona objeto; en (11b) =kho en [mà Ø=ʔɛ̂ ʔɛ́-ts’ɨ= k h ɔ ] enfatiza el sujeto; igualmente =k’e, segunda persona, en (11c) [ì=ma Ø=jɛ̀ ʔɛ́-Ø=k’e].
(11) a. [já=jɛ̂ -zɨ́=kho]
ptl=3pst.golpear-1obj=1e
‘Ya me golpeó.’
b. [nùtskó=ɾó] [mà=ʔɛ̂ ʔɛ́-ts’ɨ=khɔ]
1pron=1pst ir=3pst.golpear=2obj=1e
‘Yo fui a golpearte.’
c. [nùts’ké ɓɛ̀ zo] [ì=ma=jɛ̀ ʔɛ́-Ø=k’e] [nù=vìrhilio]
2pron señor 2fut=ir=2fut.golpear-3obj=2e np=V.
‘Usted señor va a golpear a Virgilio.’
Por su parte, en (12a), =kho [ó=zà-ɣɨ́=khɔ̀=hnú] enfatiza el objeto de primera persona; en (12b), =khe [ò=zàʔá-k’ɨ=khe=hnu] igualmente enfatiza el sujeto de segunda persona. En (12c), [nù=j’òʔó ò=zàʔá-Ø] entran en relación dos terceras personas y no aparece el clítico de énfasis.
(12) a. [nù=j’òʔó] [ó=zà-ɣɨ́=khɔ̀=hnú]
art=perro 3pst=morder-1obj=1e=dem.prx1
‘Este perro me mordió.’
b. [nù=j’òʔó] [ò=zàʔá-k’ɨ=khe=hnu]
art=perro 3pst=morder-2obj=2e=dem.prx1
‘Este perro te mordió.’
c. [nù=j’òʔó ò=zàʔá-Ø] [nù=t’ìʔí]
art=perro 3pst=morder-3obj art=niño
‘El perro mordió al niño.’
En (13), aparece el repertorio de alomorfos que codifican el objeto dativo; la lengua mazahua dispone de un aplicativo que introduce los participantes que se configuran semánticamente como benefactivos, malefactivos, recipientes o receptores. El morfema que codifica esta función corresponde a un segmento glotal o aspirado (laríngeo) que se infija. Este afijo aplicativo se incrusta en la raíz verbal (Mora-Bustos, 2011).
(13) a. Primera persona -ŋɡV -zV -t͡ sV
b. Segunda persona -k’V -t͡ s’V
c. Tercera persona -mbV -p’V -pʰV
En (14a), los verbos matrices tât’ɨ ‘regalar’, tá<ʔ>t-p’+o ‘regalar<apl>-3o.dat+dem.pl’ y en (14b) hòkɨ ‘arreglar’, Ø=jɔ̀<h>kɨ-zɨ ‘3pst=arreglar<apl>-1o.dat’ aparecen con el aplicativo laríngeo <ʔ> o <h>. En los verbos ditransitivos, únicamente hay un espacio morfológico para codificar el objeto dativo; no es posible que se expresen morfológicamente el objeto acusativo y el dativo a la vez. Los procesos morfofonológicos que se generan al interior de la raíz verbal están descritos en Knapp (2008); los mecanismos de sandhi tonal interno y externo generados y condicionados por la correlación entre tono y entonación están expuestos en Juárez y Cervantes (2005).
(14) a. [nùtsk’ɔ́=ɾó] [tá<ʔ>t-p’+o t’âphɨ] [nù=àɡusti]
1pron=1pst regalar<apl>-3o.dat+artpl pulque np=A.
‘Le regalé pulque a Agustín.’
b. [jɔ̀<h>kɨ-zɨ] [ì=ʧhɨ́nza]
3pst.arreglar<apl>-1o.dat 1pos=pl.guarache
‘Me arregló mis guaraches.’
Dentro del repertorio verbal se encuentran verbos inherentemente ditransitivos, en su configuración léxica denotan un sentido ditrasitivo, como ʔɔ̀tɨ ‘pedir algo a alguien’. En (15a), se hace la solicitud de algo a alguien, sin necesidad de que en el verbo matriz ʔɔ̀tɨ aparezca un despliegue de contenido morfológico para hacer el requerimiento de la petición [ʔɔ̀tɨ nù=měɾio] ‘pedir algo a alguien art=dinero’. Este tipo de verbos, en (15b), también es susceptible de aparecer con el aplicativo laríngeo, ʔɔ̀ʔɾk’ɨ [ʃo=ɾo=ʔɔ̀<ʔ>ɾ-k’ɨ=khɔ] ‘adt=3pst pedir algo a alguien<apl>-2o.dat=1e’, cuya función es requerir la implementación de un participante adicional. Esta cláusula expresa cuatro papeles temáticos: sujeto tema, fuente y beneficiario.
(15) a. [nùtsk’ɔ́=ɾó] [ʔɔ̀ tɨ nù=měɾio] [nù=àɡusti]
1pron=1pst pedir.algo.a alguien art=dinero np=A.
‘Yo le pedí el dinero a Agustín.’
b. [ʃo=ɾo=ʔɔ̀<ʔ>ɾ-k’ɨ=khɔ] [nù=méɾio] [nù=àɡusti]
adt=3pst=pedir. algo a alguien<apl>-2o.dat=1e art=dinero np=A.
‘Yo también le pedí el dinero a Agustín para ti.’
Hasta aquí se ha señalado que la distribución de los morfemas está correlacionada con la configuración de la frase prosódica. La cláusula puede estar distribuida en una o más frases. Una razón para considerar el nivel prosódico frasal se justifica con el hecho de que las frases prosódicas pueden contener un conjunto o una serie (cluster) de clíticos; las fronteras o cisuras de las frases prosódicas aparecen sobre unidades léxicas plenas o sobre morfemas ligados que presentan un alto grado de dependencia con la raíz, esto es, los afijos se encuentran estrechamente ligados (welded forms) con la raíz verbal, no así clíticos (bound forms). Ningún afijo se liga a un clítico, pero sí ocurre lo contrario. Los lindes de las frases prosódicas no están alineados con las fronteras de los constituyentes sintácticos. El empaquetado prosódico no se considera una propiedad constitutiva de la cláusula, en consecuencia, los clíticos son constituyentes sintácticos que atienden propiedades prosódicas.
3. Clíticos en función de operador
Los clíticos en mazahua, en posición preverbal, se adjuntan al verbo matriz o a una unidad léxico gramatical que se encuentre en primera posición. En posición posverbal, igualmente se adjuntan al verbo o a cualquier forma gramatical que vaya después del verbo, como por ejemplo frases nominales, adjuntos, etc. El patrón prosódico de la unidad huésped influye en la posición del clítico; no constituyen palabras fonológicas independientes. El dominio se extiende sobre el núcleo del predicado, el predicado y sus argumentos o sobre la cláusula; se combina entre sí, en consecuencia, pueden formar cadenas (cluster). Disponen de orden rígido, tanto en formas aisladas como en cadenas; no pueden ser modificados, no se coordinan y no ocurren aislados; exhiben categorías funcionales flexivas y funciones discursivas.
En (16), sólo se ilustra el repertorio de clíticos que aparece de manera individual o en cadena y que se adjunta en el verbo matriz o en una unidad gramatical que se encuentra en la cláusula. En (16) aparecen ordenados los proclíticos y en (16b) los enclíticos.
(16) a. Polaridad (afirmación, negación) <Modalidad (posibilidad, aserción, posibilidad remota, probabilidad-realis, posibilidadrealis) <Cuantificación (incremento) <Aspecto (puntual, iterativo, continuativo, aditivo, ingresivo) < Estructura de la información (foco amplio, implicación, énfasis) <Cuantificación (disminución) <Movimiento (meta, movimiento, ambulativo, cislocativo, locativo) <Cuantificación (partición) <Tiempo, aspecto, modo, persona <Cuantificación (totalizador) <Verbo
b. Verbo> Reflexivo> Foco estrecho> Énfasis de relación gramatical> Número> Actualizador ( Aspecto)> Locación > Deixis (demostrativo)
Atendiendo criterios semánticos, el sentido que codifican los clíticos en (16) han sido reagrupados en (17). Este conjunto de significados translingüísticamente está exhibido en clíticos (Croft, 2022; Haspelmath, 2022); esta distribución presenta la peculiaridad de que los clíticos que exhiben variados matices de cuantificación ocupan indistintas posiciones, se encuentran intercalados entre proclíticos que denotan otros sentidos.
(17) a Cuantificadores: totalizador, partición, incremento, disminución
b. Índices: énfasis de relación gramatical
c. Estructura de la información: foco amplio, inclusión -implicación, enfatizador, foco estrecho
d. Aspecto: puntual, iterativo, continuativo aditivo -progresivo-, ingresivo, actualizador
e. Movimiento: meta, movimiento, ambulativo, cislocativo, locativo
f. Modalidad: posibilidad, asertivo, posibilidad remota, probabilidad-realis, posibilidad-realis.
g. Polaridad: afirmación, negación
Partiendo de la distribución de los clíticos dentro de la palabra verbal y de la función gramatical que exhiben, se inscriben dentro de la clase ‘operadores’, esto es, estas formas morfológicas que expresan rasgos y propiedades gramaticales dan cuenta de categorías que son cualitativamente diferentes a los predicados, los argumentos y las periferias. Dentro de esta clase aparecen fuerza ilocutiva, evidenciales, tiempo, estatus, negación, modalidad, cuantificación, direccionales y aspecto. Estas propiedades no se consideran elementos constituyentes de la estructura de la cláusula, sino que son considerados ‘operadores’, cuya función es codificar sentidos que afectan la cláusula, es decir, operan sobre el núcleo de la predicación, el core (argumentos + predicado) o la cláusula (argumentos + predicado + periferias); debido a la relevancia gramatical que presentan dentro de la estructura de la cláusula, no están adheridos en ningún constituyente (Van Valin y LaPolla, 1997; Van Valin, 2005). Los operadores están ordenados con respecto al estrato que modifican, técnicamente, no son parte del núcleo, del core o de la periferia; estos son modificadores de estas unidades y de sus propias combinaciones, por eso, es razonable que estos deban estar aislados de predicados y argumentos que inciden. En el cuadro 1 se presenta la propuesta de Van Valin y LaPolla (1997) y Van Valin (2005) en donde se ilustra el alcance que presentan los operadores dentro de una cláusula. (Tabla 1)
Operadores nucleares: Aspecto Negación Direccionales (sólo aquellos que modifican la orientación de la acción o evento, sin referencia a los participantes) Operadores del core (nucleo + argumento(s)): Direccionales (sólo los que expresan la orientación o movimiento de uno de los participantes con referencia a otro participante o al hablante) Cuantificación del evento Modalidad (raíces modales, e.g. habilidad, permiso, obligación) Negación interna Operadores de la cláusula: Estatus (modales epistémicos, negación externa) Tiempo Evidenciales Fuerza ilocucionaria |
Una de las principales observaciones, en relación con los operadores, se centra en el hecho de que el orden de los morfemas (clíticos) indica un alcance relativo. Es decir, los morfemas modificadores del núcleo se encuentran próximos a éste, mientras que los que modifican al core y la cláusula se encuentran distantes de las posiciones del núcleo y del core (Mora-Bustos y Fidencio, 2018). En (19a) se ilustra la proyección de los operadores de manera general y en (19b) la proyección en mazahua.
(19) a. fiDEC <evidHS <tnsPST <staRE <negØ <modOBL <evqITER <dirØ <aspPF <EL >> >> >>>>>
b. pol <mod <ct4 <asp <ef <ct3 <mov <ct2 <tam.(p)<ct1 <VERBO> (rfx)> fe> (erg)> (num)> asp> (loc> dem)
En suma, el mazahua es una lengua de núcleo a la izquierda; el mayor número de clíticos que codifica información relacionada con los operadores se localiza en posición preverbal. En posición posverbal, aparecen los enclíticos de foco enfático y aspecto. Los sentidos o valores de los clíticos que se encuentran entre paréntesis no son operadores.
3.1. Dirección proclítica de los operadores
La primera clasificación de clíticos que expresa un sentido de operador refiere a los incluidos bajo la etiqueta de cuantificadores (totalizador, partición, incremento, disminución), en (20). La cuantificación es entendida en un sentido muy general. Groso modo, se parte de la idea de que los cuantificadores se clasifican en dos grandes grupos: los proporcionales y los cardinales. Los primeros manifiestan la idea de que una determinada proporción de una clase está incluida en otra y los segundos brindan información sobre la cardinalidad de la intersección de dos conjuntos (Kroeger, 2022). En (20a), el proclítico ndà= [já=nda=̀k’àɓɨ-ts’ɨ] se ubica de manera adyacente al núcleo verbal, expresa un sentido de totalidad. En (20b), el morfema ndè= [há=ndè=mì=nʤóɗɨ] exhibe un sentido de parte; en este ejemplo el agente del evento camina de un lado para otro y no llega a la meta. En (20c), el proclítico tà= [tà=ɾí=sì=tho] incrementa la cantidad del sentido denotado por el estado de cosas expresado en el predicado matriz, esto es, ‘se tomó mucho’; en (20d), ts’ í= [ts’í=ɾá=mà=khɔ̀] expresa un sentido de disminución o acortamiento de cantidad de tiempo o de distancia.
(20) a. [nùts’k’é] [já=ndà=k’àɓɨ-ts’ɨ]
2pron ptl=tot=pst.mojarse-2suj
‘Te mojaste completamente.’
b. [há=ndè=mì=nʤóɗɨ] [à=mà=kw’a]
loc=prt=3cpt=caminar prep=ir=allí.prx2
‘Caminaba de un lado para otro.’
c. [tà=ɾí=sì=tho]
inc=1prt=tomar=fe
‘Tomo mucha cantidad.’
d. [ts’í=ɾá=mà=khɔ̀] [sàha]
dis=1fut=ir=1e 1fut.bañar
‘Iré temprano a bañarme.’
El único morfema acumulativo o portmanteau de la lengua codifica tiempo, aspecto, modo y persona (TAM) 4, en (21). Este tema ha sido descrito con cierta profundidad en diferentes variedades de mazahua, sobre las cuales se pueden leer los trabajos de Steward (1966), Amador (1976), Knapp (2008), Victoria (2018), Mora-Bustos (2020), entre otros. Este proclítico tiende a ubicarse de manera adyacente al verbo matriz; no obstante, puede aparecer en la frase prosódica que le precede al verbo nuclear.
(21) a. [ɾá=tṹs’ɨ=khɔ̀=jó]
1fut=llevar=1e=dempl.prx1
‘Llevaré esos.’
b. [nùts’k’e#j’á] [nè=ɾì=j’ə̂ ɾə]
2pron#neg des=2fut=obedecer
‘No quieres obedecer.’
c. [téʃe#jò=tée] [Ø=ʔàphɨ́=jo]
todo#art.pl=gente 3prs=raspar=dempl.prx1
‘Toda esa gente raspa.’
Dentro del grupo de morfemas clíticos que expresan las nociones asociadas con la estructura de la información, se encuentran la inclusión (implicativo), foco amplio y un enfatizador. En el primer caso, se asume que, en (22a), el morfema tà= [pó=ta=Ø=hà̃ nɗɨ] implica la existencia de entidades, propiedades o eventos que coocurren de manera similar a la información focalizada, esto es, dentro del espectro de foco que aparece en el decurso informativo, se extiende esta función a la información adicional. En (22b) proclítico mè= [já=mè=Ø=ʧhɛ̂ me] exhibe la información de un evento conocido, sabido y frecuente. La información topicalizada está expresada en todo o gran parte de la cláusula (Lambrech, 1994); en (22c) el proclítico mí= en [mi=nà=phɛ̀ ʃko=Ø] enfatiza o realza el sentido de la unidad gramatical que modifica, en este caso el predicado matriz.
(22) a. [pó=tà=hã̀ nɗɨ]
psb=imp=1fut.ver
‘Tal vez hasta la vea.’
b. [já=mè=ʧ hɛ̂ me] [ʧhɛ̂ me=tho]
ptl=fa=3pst.vigilar.a alguien 3pst.vigilar.a alguien=fe
‘Ya me espiaba.’
c [mí=nà=phɛ̀ ʃko=Ø]
enf=cnt=ser.necio=3suj ‘Era muy necio.’
Los valores aspectuales: puntual, iterativo, continuativo, aditivo (progresivo) e ingresivo, expresados en proclíticos aparecen ilustrados en (23). Estas marcas aspectuales se actualizan en diferentes momentos temporales de la enunciación. En (23a), el proclítico já= [já=ní=í=sí=khè] codifica un sentido de puntualidad y puede coaparecer con otro proclítico aspectual, como ní= que expresa iteratividad; esto implica que estos valores aspectuales no son mutuamente excluyentes. En (23b), la forma ʃí= [ʃí=Ø=thêɲe=thó=hí] exhibe un sentido continuativo, el evento expresado en el verbo matriz se extiende de manera indeterminada en el eje temporal. En (23c), ʃó= [ʃ+ó=ʔẽ́ nhe=hi] denota un sentido aditivo o progresivo; el estado de cosas configurado en el verbo matriz se prolonga en el eje temporal, debido a que los participantes confluyen y contribuyen a que el evento se extienda. En (23d) el proclítico khà= [khà=Ø=ɗâʔj’o=tho] lleva un sentido ingresivo, comienza o inicia el evento expresado en el estado de cosas (Dahl, 1985, 2000).
(23) a. [já=ní=í=sí=khè] [nù=t’âphɨ]
ptl=ite=2prt=tomar=2e art=pulque
‘Ya estás tomando otra vez el pulque.’
b. [ʃí=Ø=thêɲe=thó=hí]
con=3prs=reír=fe=pl
‘Todavía se están riendo.’
c. [ʃ+ó=ʔẽ́ nhe=hi] [mì=jẽ̂ mpa]
adt+3pst=venir=pl tadv=martes
‘También vinieron el martes.’
d [khà=Ø=ɗâʔj’o=tho] [nù=pã́ hnã]
ing=3prt=estar.nuevo=fe art=camisa
‘La camisa está nueva, recién me la puse.’
Los proclíticos que codifican movimiento tales como meta, movimiento, ambulativo, cislocativo y locación específica en (24), se refieren a morfemas gramaticales usados con diferentes verbos para expresar que la acción del verbo está asociada con un desplazamiento (Koch, 1984; Dixon, 2004; Guillaume, 2017). El término "movimiento" es usado exclusivamente en el sentido de movimiento de traslación/desplazamiento, involucra un cambio de localización y no de movimiento autocontenido. La expresión del movimiento se hace a través de morfemas gramaticales y no de unidades léxicas. En (24a), el clítico ta= [já=tà=Ø=ɓɨ́ɓɨ=hnu] indica el recorrido hacia la meta o la finalización del movimiento; aparece correlacionado con una forma que indica explícitamente la finalización del recorrido, como =hnu ‘allá.prx3’. En (24b) ma= [j’á=mà=Ø=pìʒi] expresa el movimiento intrínseco de pìʒi ‘asustar’ y requiere de la coaparición de una entidad agentiva que realiza la acción del evento; la propiedad de movimiento (motion) está exaltada en todos los contextos en donde aparece la forma ma=. Los operadores βí= deambulativo en (24c), βá= cislocativo en (24d) y hé= locación específica en (24e) expresan trayectoria y están relacionados con la orientación deíctica. Esto es, el movimiento codificado en βí= ([ts’í=βí=Ø=sə́ hə=tho]) es indirecto entre el punto de partida y el punto de llegada (aquí y allá); βá= ([j’á=βá=Ø=ẽ̌ nhẽ]) da cuenta de la orientación con respecto al centro deíctico (acercamiento al hablante) y hé= ([hé=mì=ɲã́ =tho]) está orientado a una locación específica, referida a un lugar en donde se lleva a cabo lo expresado en el predicado matriz.
(24) a. [já=tà=Ø=ɓɨ́ɓɨ=hnu]
ptl=met=3prt=estar=allá.prx3
‘Él está hasta allá.’
b. [j’á=mà=Ø=pìʒi] [nù=phâɗɨ]
neg=mov=3prt=asustar art=caballo
‘El caballo no asusta.’
c. [ts’í=βí=sə́ hə=tho] [nù=ɓɛ̀zo]
dis=amb=3pst.llegar=fe art=señor
‘El señor llegó temprano.’
d. [j’á=βá=Ø=ẽ̌ nhẽ]
neg=cis=3prs=venir
‘No ha venido.’
e. [téʃe à=mànu] [hé=mì=ɲã́ =tho]
todo prep=allá.prx3 loc=3cpt=hablar=fe
‘Todos por allá hablan.’
Los valores que están asociados con la modalidad presentan una amplia gama de sentidos, esto es, pó= posibilidad en (25a), hó= asertivo en (25b), kho= posibilidad remota en (25c), ná= probabilidad-realis en (25d), sò= posibilidad-realis en (25e). De acuerdo con el planteamiento de Van Valin y LaPolla (1997), el operador status implica la modalidad epistémica, la negación externa y las categorías realis e irrealis. La diferencia entre la modalidad epistémica y la deóntica se centra en los conceptos de necesidad y posibilidad frente a obligación y capacidad. La noción de realis se refiere a si el acontecimiento descrito es real o hipotético. Existe una relación semántica estrecha entre realis y necesidad e irrealis y posibilidad. Se ha planteado que el operador estatus cubre un continuo semántico formado por la necesidad (realis) que se ubica en un extremo hasta la posibilidad (irreal) en el otro. En (25a), pó= expresa la falta de certeza sobre el evento denotado por el verbo matriz; mientras que en (25b) hó= explicita la aserción del estado de cosas expresado; el operador kho= en (25c) exhibe diferentes grados de incertidumbre sobre la veracidad del evento; el emisor del acto de habla cuestiona sobre la probabilidad del hecho. El morfema ná= en (25d), expresa la realidad de lo que acontecerá en el futuro. Finalmente, la forma sò= opera sobre el verbo matriz y codifica la posibilidad de que el evento se lleve a cabo, y especifica la posibilidad única de que el evento se pueda realizar (Mora Bustos, 2022).
(25) a. [pó=o=ʃôkɨ nù=ŋɡùmɨ]
psb=3pst=abrir art=casa
‘Tal vez abrió la casa.’
b. [hó=ɾà=mǔs’i=hi]
asv=3fut=nacer=pl
‘Sí nacerán.’
c. [¿kho=kha=ʧ’í-t’í=ɡe?]
pr=ing=cpt.dis-ser.niño=2suj
‘¿Acaso eras pequeñito?’
d. [ná=ɾà=w’àɓɨ i=ʧ’ophɨ=ni]
pro=3fut=quebrar 2pos=arado=rpt
‘De repente se quebrará tu arado.’
e. [Ø=hə̀ ʔə nà=kwhân’-∅+o píɲo] [j’á=sò=ɾì=ʦhòɓɨ]
3prt=haber cnt=ser.mucho.3suj+art.pl hierba neg=pre=2fut=pasar
‘Hay mucha hierba, no podrás pasar.’
En (26) se ejemplifican los operadores de polaridad. En (26a), la forma hãʔã afirma el evento expresado en la cláusula, mientras que en (26b) íjʼà niega el contenido de la cláusula. En los contextos discursivos, (26c), en donde ocurre la secuencia jʼá=hã̀ se exhibe el sentido de ‘nunca’. Estos morfemas se caracterizan porque aparecen en primera posición de cláusula.
(26) a. [hãʔã =o=nèʔm’e santiaɡero]
aff=3pst=bailar santiaguero
‘Sí bailó Santiagero.’
b. [íjʼà=mà=Ø=sóɓɨ=βá]
neg=mov=2prt=dejar=aquí.prx1
‘No lo dejes aquí.’
c. [jʼá=hã̀ =ɾí-siʔí=kʼɔ̀] [pǎɾéhé]
neg=aff=1prt=tomar=1e alcohol
‘Nunca tomo alcohol.’
En este apartado se han presentado los proclíticos que están asociados con los operadores y expresan diferentes sentidos. Estos han sido clasificados teniendo encuenta criterios semánticos; con excepción de la diversidad de formas que se encuentra en los operadores de cuantificación, ocupan una posición fija. Los operadores en mazahua, básicamente, se extienden a la derecha de la raíz verbal. Presentan diferente alcance sobre el núcleo del predicado, el predicado y sus argumentos y la cláusula. La posición de los operadores con respecto al núcleo verbal presenta una relación icónica, es decir, el alcance de estos operadores está relacionado con la proximidad de ubicación que estos presentan con respecto al verbo nuclear.
3.2. Dirección enclítica de morfemas gramaticales y operadores
Los enclíticos se encuentran divididos en dos grupos: en el primero se encuentran aquellos que codifican funciones y propiedades gramaticales, tales como reflexivo, énfasis de relación gramatical, número, locación y deixis (demostrativo); y en el segundo, los que se realizan como operadores, esto es, foco estrecho y aspecto (actualizador). En (27), la forma reflexiva ts’ɛ= codifica al menos dos sentidos: énfasis y especifica el papel temático de la entidad que funciona como sujeto (Payne, 2006). La forma reflexiva en (27a) enfatiza la referencia del sujeto gramatical como aquella única entidad agentiva participante en el evento comunicativo. Por su parte, la forma reflexiva de (27b) codifica el papel temático de beneficiario o receptor; el agente y beneficiario corresponden a la misma entidad.
(27) a. [ò=ʔẽ̌ n=ts’ɛ=he]
3pst=venir=rfx=idt
‘Vino por sus propios medios.’
b. [Ø=pɛ̀ phi=ts’ɛ=hnu] 3prt=trabajar=rfx=dem.prx1 ‘Éste trabaja para sí mismo.’
El morfema tho= aparece para indicar o marcar foco estrecho. En (28), el dominio estructural del foco está limitado o restringido al núcleo matriz de la cláusula. No se pierda de vista que el foco es la parte impredecible de la proposición, da cuenta de la información que no se predice o se recupera del contexto. La información focalizada es una parte de la aserción que no está dentro de la presuposición pragmática. La aserción informativa corresponde a la proposición expresada en una oración que el oyente espera conocer, creer o que se considera como dada, después de escuchar la emisión (Lambrecht, 1994, 2000). En (28), la forma tho= presenta un dominio sobre el predicado; los significados de los verbos pã́ ɾã y ʔə̌nɨ son puestos en escena con el fin de que el interlocutor conozca por primera vez el hecho. Las marcas tho= y j’a= son las únicas que se ubican a la derecha del verbo y expresan propiedades gramaticales que se han incluido dentro de la etiqueta operador.
(28) a. [já=Ø=pã́ ɾã=tho]
ptl=3prt=saber=fe
‘Ya sabe.’
b. [hó=Ø=ʔə̌ nɨ=tho] asv=3prt=gatear=fe ‘Únicamente gatea.’
La lengua presenta enclíticos que enfatizan la relación gramatical sujeto u objeto; en (29) se ilustran casos en donde khe= y kʰɔ= ponen en relieve al sujeto gramatical que se encuentra indexado en los proclíticos ɾí= y ɾó= respectivamente. La condición de los morfemas enfáticos es que ocurren de manera opcional.
(29) a. [já=ɾí=má=khe] [k’à=éskwela]
ptl=2fut=ir=2e dem.loc=escuela
‘Vas a la escuela.’
b. [já=ɾó=téze=kʰɔ] [nù=ndéhe]
ptl=1prs=terminar=1e art.def=agua
‘Terminé el agua.’
La lengua dispone de un sistema de número complejo. En (30) se presentan algunas formas, por ejemplo, la forma hi= exhibe el número plural inclusivo, hme= el número exclusivo y ɓè= dual exclusivo. En (30a), la marca de plural hi= refiere al sujeto; igualmente la forma dual ɓè=. En (30b), el plural hi= aparece en el núcleo matriz, khôɓɨ, éste exhibe el número codificado en el predicado de propiedad ná kwhâɾ+o khɛ́ ʔɛ ‘son muchos años’. En (30c), el enclítico hme= exhibe el número del sujeto gramatical que aparece en la secuencia de predicaciones, [nù-ts-k’ó=hme] [ɾó=kã̂ ɾ=ɡo=hme] [ɾí=primero=hme]. En estos contextos, la continua repetición de la forma del plural señala el realce de la entidad referida.
(30) a. [khò=j’á=hɲã̂ -<h>-ŋɡo=hi] [ɾí=jè-khò=ɓè=j’a]
pr=neg=2pst.mirar-<apl>-1o.dat=pl prs=ser.dos-1suj=dl.exc=hoy
‘Acaso no nos miraron, somos dos.’
b. [já=khôɓɨ=hi] [ná=kwhâɾ+o khɛ́ ʔɛ]
ptl=3pst.pasar=pl ctn=ser.mucho+3sub.art.pl año
‘Ya pasaron muchos años.’ Lit: ‘ya pasaron, son muchos años.’
c. [nù-ts-k’ó=hme=ɾó] [kã̂ ɾ=ɡo=hme=ɾí]
ser.esto-1suj-e1=pl=1pst haber.reunido=e1=pl.exc=1prs
pɾimeɾo=hme=βa
ser.primero=pl.exc=aquí.prx1
‘Nosotros estábamos primero aquí.’ Lit: ‘somos nosotros, existíamos en grupo, aquí fuimos los primeros.’
El estado de cosas expresado en las cláusulas de (31) se realiza dentro de un periodo específico de tiempo. El operador aspectual j’a= ‘hoy’ actualiza la expresión del enunciado con el momento de enunciación. Esta forma es compatible con todas las formas proclíticas que expresan tiempo. En los eventos de (31), j’a= incluye en un lapso de tiempo, el evento expresado en el predicado matriz.
(31) a. [mí=sísí=tʰó k’ɔ̀=j’a=jó]
1cpt=llevar=fe 1e=hoy=dempl.prx1
‘Los llevaba hoy.’
b. [ó=ʰmèt͡ s’é] [mí=ɲã̀ =tʰò=ɓé=j’à]
1pst=demorarse 1cpt=hablar.con alguien=fe=dl.exc=hoy
‘Me tardé, platicaba con alguien hoy.’
Se encuentran un conjunto de enclíticos que codifican locación y expresan diferentes grados de distancia con respecto al punto de referencia o centro deíctico (Mora-Bustos, 2020; Ortiz et al, 2021). El espectro de visibilidad está al alcance de los interlocutores, aunque con el enclítico nu= en (32a), el estado de cosas u objeto referido puede estar por fuera del alcance de visibilidad. La ubicación de la entidad referida jò ɓɛ́zò ‘los hombres’ puede encontrarse indicada, por el emisor del enunciado, ostensivamente dentro o fuera del plano de visibilidad. El locativo kʷ’a=, en (32b), indica que los hechos expresados en el evento comunicativo ocurrieron en un lugar medianamente distante que se encuentra dentro del espectro de los interlocutores del acto de habla.
(32) a. [jò=ɓɛ́zò] [jò=Ø=pá=nu]
art.pl=señor demp.prx1=3prs=ir=allá.prx3
‘Estos hombres van allá.’
b. [o=naŋɡʷaɗi] [mbiʒi=kʷ’a=ni]
3pst=correr 3pst.espantarse= allí.prx.2=rpt
‘Corrió, se espantó allí, dicen.’
Los demostrativos pronominales en (33) codifican dos grados de distancia: proximal y distal, en esta última están incluidos los referentes mediales (Mora-Bustos, 2021). Los demostrativos hacen referencia a entidades ya mencionadas o que se encuentran bajo discusión; retoman la información ya exhibida en el decurso informativo, como el demostrativo k’o= en (33a). Los enclíticos k’ɨ= en (33b) y jo= en (33c) aparecen como demostrativos adnominales. Estos demostrativos ocurren como cierre clausal; los nominales modificados están ubicados en posición inicial de cláusula: nu siʃka ‘Francisca’ y nùjó t’ǐi ‘esos niños’. La posición de los demostrativos es discontinua con respecto al núcleo nominal.
(33) a. [mbè=j’á=ɾó] [nûʔu=khɔ́ =ʰme=j’a=k’o]
pero=neg=1pst ver=e1=pl.exc=hoy=dempl.prx2
‘ ‘Pero nosotros ya no los vimos a esos.’
b. [nù=siʃka] [Ø=ʃàha=ts’ɛ=k’ɨ] [¿khó=ɾà=ʃàtɨ?]
np=F. 3prs=bañar=rfx=dem.prx2 qu=3fut=bañar
‘Esa Francisca se baña sola ¿Quién la va bañar?’
c. [nùjó t’ǐi] [já=Ø=hì=jo]
dempl niño ptl=3prs=lavar.cabeza=dempl.prx1
‘Estos niños ya están bautizados.’
El número de enclíticos es menor que los proclíticos. En esta posición se encuentran morfemas que codifican funciones gramaticales (reflexivo, énfasis de relación gramatical, número, locativo deíctico, demostrativo) y operadores (foco estrecho, aspecto). Su comportamiento gramatical es similar al desplegado por los enclíticos, carecen de movilidad, presentan sensibilidad a la entonación, no se pueden repetir, no son modificables y presentan una relación de iconicidad con respecto al núcleo verbal. La reflexividad, foco estrecho y la marca de énfasis de relación gramatical afectan directamente al núcleo del predicado; mientras que número, aspecto, locación y deixis (determinante) están relacionadas con el predicado y sus argumentos o con la cláusula.
4. Co-ocurrencia de clíticos
Los proclíticos y enclíticos co-ocurren y co-varian de manera sistemática, es decir, se encadenan aquellas formas que exhiben sentidos que pertenecen a cada clase semántica; no pueden ubicarse más de cuatro proclíticos y enclíticos dentro de una cláusula, como en (34a).
j’á= ʃí= sò= ɾá=, neg= con= pr= 1fut=, y en (34b), =khɔ́ =ʰme =j’a =k’o, e1= pl.exc= hoy= dempl.prx2. Si bien la configuración de morfemas en torno al verbo es compleja, no se ha encontrado el registro en donde puedan ocurrir, en la misma cláusula, los cuatro enclíticos y los cuatro proclíticos. Los operadores presentan una proyección con respecto a la parte de la cláusula que modifican, esto es, el núcleo, el núcleo más sus argumentos y la cláusula (véase el cuadro 1). Los operadores del núcleo tienen alcance sobre el núcleo; modifican la acción, el evento o el estado en sí; sin referencia a los participantes. Los operadores del core (núcleo y argumentos) modifican la relación entre la acción y los argumentos, normalmente el sujeto. Los operadores de la cláusula modifican como un todo.
(34) a. [j’á=ʃí=sò=ɾá=nʤóɗɨ=khɔ]
neg=con=pr=1fut=caminar=e1
‘Ya no podré caminar.’
b. [mbè=j’á=ɾó] [nûʔu=khɔ́=ʰme=j’a=k’o]
pero=neg=1pst ver=e1=pl.exc=hoy=dempl.prx2
‘Pero ya no vimos a esos.’
El número de operadores que co-ocurre en una cláusula no es idiosincrático, sino que está determinado por la naturaleza semántica y discursiva; el operador movimiento ocurre con ciertos verbos que denotan actividades; el operador cuantificación está subclasificado en cuatro subgrupos y sólo puede aparecer una forma de modo en cada construcción. El operador estructura de la información y polaridad sólo ocurrirá en contextos discursivos específicos. El operador tiempo-aspecto-modo tiene carácter obligatorio. La mayoría de los enclíticos codifican información gramatical que se implemente dentro de los requerimientos sintácticos de la cláusula.
Los operadores modifican diferentes partes o capas de la cláusula; en (35a) ts’ í= ‘disminución’ βì= ‘ambulativo’ modifican el verbo y su argumento; mientras que hó= lo hace sobre la cláusula; el enclítico aspectual ja= modifica el núcleo verbal. En (35b), el proclítico que codifica cuantificación, ndà= ‘totalidad’ modifica el verbo y argumentos; el morfema hè= tiene alcance sobre el predicado y sus participantes; la marca de puntualidad ja= modifica directamente al núcleo del predicado; el operador modal de posibilidad pó= tiene alcance sobre la cláusula. Cada una de las partes de la cláusula puede ser modificada por uno o varios operadores de grupos semánticos diferentes; sin embargo, como se mostrará más adelante, aparece más de un morfema que pertenece al mismo grupo semántico, esto ocurre con los proclíticos de aspecto y movimiento.
(35) a. [hó=ts’í=βì=mò=hi=j’a]
asv=dis=amb=3pst.ir=pl=hoy
‘Se fueron temprano.’
b. [pó=já=hè=ndà=nèm’e] [a=ma=kw’a=j’a=k’o]
psb=ptl=loc=tot=3pst.bailar prep=ir=allí.prx2=hoy=dempl.prx2
‘tal vez todos esos ya bailaron por allá.’
Como se mencionó anteriormente, dentro del repertorio de operadores de aspecto se encuentran los valores de puntual, iterativo, continuativo, aditivo e ingresivo. Algunos de estos valores pueden co-ocurrir dentro de la misma cláusula, como en (36). En (36a) co-ocurren los sentidos de khà= ‘ingresivo’, ʃí= continuativo y el actualizador =j’a. El actualizador tiene alcance sobre toda la cláusula; los operadores modifican al núcleo de la cláusula con respecto a la distribución que estos presentan, es decir, ʃí= modifica el núcleo de la cláusula; khà= hace lo mismo, sólo que se fusiona con el sentido del operador ʃí=. El proceso es similar con los operadores en (36b); los sentidos já= ‘puntual’, ʃó= ‘aditivo’ y né= ‘iteración’. La iteración opera sobre el predicado matriz; el sentido aditivo tiene alcance sobre el operador né= y el verbo matriz; el operador já= que denota puntualidad modifica tanto a operadores como al verbo nuclear.
(36) a. [j’á=khà=ʃí=ɾó] [sɨ́ɾ=ɡo=j’a=k’o]
neg=ing=con=1pst agarrar.personas=1e=hoy=dem.pl.prx2
‘Ya no los alcancé a esos.’ Lit: [Ya [no [recién [todavía [los alcancé a esos]]]]]
b. [já=ʃó=né=Ø=hmòs’ɨ-∅=hnu]
ptl=adt=ite=pst=adelgazar-3suj=dem.prx1
‘Este ya también se enflacó otra vez.’ Lit: [ya [también [se enflacó otra vez]]]
Los operadores de movimiento, igualmente aparecen en cadena: en (37a) tà= ‘meta’, hé= ‘locación’ y βi= ‘ambulativo’. La compatibilidad de esta cadena de clíticos presenta la misma dinámica de la descrita en (36). La modificación se genera de manera escalonada; en primer lugar, la forma ambulativa βi= muestra el movimiento sin meta o ruta específicas del actor del evento; en el locativo hé= ancla dentro del núcleo verbal la locación que se expresa en el adjunto àɗâj’o j’ǎɗɨ ‘en el puente nuevo’. La información denotada por el clítico y la frase adjunta de locación hacen correferencia. Por su parte, tà= explicita la meta que igualmente está expresada en la frase locativa adjunta. La compatibilidad de la secuencia generada por los enclíticos tà= y hé= aparece en (37b). Hacen correferencia hé= y la frase de locativo àndàntsíhmi ‘la iglesia’; igualmente esta frase explicita la meta expresada en el proclítico tà=.
(37) a. nù=pìʧe tà=hé=βi=ŋɡìns’ɨ à=ɗâj’o j’ǎɗɨ
art=fantasma met=loc=amb=3cpt.rebotar prep=nuevo puente
‘El fantasma rebotaba de un lado para otro, hasta el puente nuevo.’
b. nù=karkaʧa tà=hé=mì=sə̌ t’ə à=ndàntsíhmi
art=carcacha met=loc=3cpt=llegar prep=iglesia
‘La carcacha llegaba hasta la iglesia.’
Los clíticos se combinan en conjunto, cadena o grupo. Estas secuencias de clíticos están integradas por morfemas de diferentes grupos semánticos o en algunos casos por morfemas del mismo grupo. El orden dentro de la cadena está asociado directamente con el alcance desplegado en el núcleo, core (núcleo y argumento(s) y cláusula.
5. Conclusiones
En el artículo se muestra que el empaquetado prosódico es una de las tantas posibilidades que se encuentra en la sintaxis descriptiva para mostrar la manera en que interaccionan los morfemas que modifican, de diferente manera, la cláusula simple. Los morfemas que presentan un alto grado de fusión con el huésped no pueden aparecer en frases prosódicas diferentes; es decir, aparecen en la frase en donde ocurre el huésped; estos morfemas corresponden a los afijos; en específico, en mazahua, dentro del ámbito verbal, únicamente aparecen sufijos que indexan las relaciones gramaticales objeto acusativo y objeto dativo; también aparece un infijo que exhibe el aplicativo. Partiendo del criterio de fraseo prosódico y grado de fusión, ‘soldado’ o integrado con el huésped, se identificó una serie abundante de morfemas que se ubican en posición pre o post verbal. Estos morfemas comparten un conjunto de requerimientos propios de los clíticos. Los proclíticos han sido incluidos dentro de los operadores; expresan propiedades que modifican las diferentes partes de la cláusula; dentro de los enclíticos se encuentra mayoritariamente morfemas que codifican rasgos gramaticales. En esta lengua los clíticos aparecen en primera posición, mantienen orden rígido interno, aparecen de manera independiente o en cadena (cluster), generan frases prosódicas independientes, no se duplican, no presentan valor acumulativo.
En el núcleo verbal se adjuntan cuatro proclíticos y cuatro enclíticos; en ningún contexto aparecen a la vez este número de clíticos. Estos co-ocurren y covarían libremente. Es posible que aparezca más de un clítico del mismo grupo semántico; en el templete verbal, enclíticos y proclíticos están distribuidos con respecto al alcance que presentan con la parte de la cláusula modificada. El aporte de este trabajo, translingüísticamente, radica en que el fraseo prosódico determina algunas propiedades de los clíticos; dentro de las lenguas mexicanas poco se sabe sobre la menara en que funcionan los operadores, este trabajo contribuye a la caracterización de estas formas gramaticales.
Aún quedan pendientes algunos asuntos gramaticales que deben ser resueltos en futuras investigaciones: ¿La cadena (cluster) de clíticos está relacionada con la estructura de la palabra morfológica?, ¿por qué se adjuntan, en cadena, cuatro morfemas proclíticos y cuatro enclíticos? Todos no pueden coaparecer en torno al mismo núcleo verbal. En ese sentido, ¿la restricción es prosódica o gramatical, ¿la distribución de clíticos es similar en núcleos predicativos no verbales?, ¿las cadenas o clusters deben ser tratados como clíticos compuestos, afijos o unidades intermedias? Las respuestas a estos cuestionamientos conducirán a esclarecer, en parte, el complicado entramado gramatical que presentan los clíticos.