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Arnaldoa

versión impresa ISSN 1815-8242versión On-line ISSN 2413-3299

Arnaldoa vol.26 no.2 Trujillo mayo/ago. 2019

http://dx.doi.org/10.22497/arnaldoa.262.26202 

ARTÍCULOS ORIGINALES

 

Diversidad natural y cultural del sitio arqueológico de Cerro Sulcha, caserío San Isidro, distrito Carabamba, provincia Julcán, región La Libertad, Perú

Natural and cultural diversity of the archaeological site of Cerro Sulcha, San Isidro hamlet, Carabamba district, Julcan province, La Libertad region, Peru

 

Segundo Leiva González1; Eric F. Rodríguez Rodríguez2; Luis E. Pollack Velásquez3; Ana Marlene Guerrero Padilla3; Jesús Briceño Rosarío4; Guillermo Gayoso Bazán5; Luis Chang Chávez5

1 Herbarío Anternor Orrego (HAO), Museo de Historia Natural y Cultural, Universidad Privada Antenor Orrego. Casilla Postal 1075, Trujillo, PERÚ segundo_leiva@hotmail  / cleivag@upao.edu.pe

2 Herbarium Truxillense (HUT), Universidad Nacional de Trujillo. Jr. San Martín 392, Trujillo, PERÚ erodriguez@unitru.edu.pe

3 Departamento Académico de Ciencias Biológicas, Facultad de Ciencias Biológicas, Universidad Nacional de Trujillo. Av. Juan Pablo II s. n., Trujillo, PERÚ lpollack@unitru.edu.pe / mguerrero@unitru.edu.pe

4 University of North Carolina at Chapel Hill, North Carolina, Estados Unidos de América; Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo, Lambayeque, PERÚ jbrir@hotmail.com

5 Museo de Historia Natural y Cultural, Universidad Privada Antenor Orrego. Casilla Postal 1075, Trujillo, PERÚ


RESUMEN

El sitio arqueológico de Cerro Sulcha, definido en cinco unidades, se encuentra ubicado en el caserío San Isidro, distrito Carabamba, provincia Julcán, región La Libertad, Perú, sobre los 3600 m de altitud. La arquitectura está conformada por diversos restos de construcciones prehispánicas en piedra canteada, incluyendo lugares de vivienda, espacios a manera de plazas, terrazas, entre otras características arquitectónicas. A partir de las características que presentan, tanto la cerámica como la arquitectura, se debe considerar que Cerro Sulcha, presenta una ocupación desde el Período Formativo, Período Intermedio Temprano y Período Intermedio Tardío. Se sostiene que los antiguos peruanos aprendieron a convivir con la naturaleza y que diversas especies de plantas y animales fueron empleados en diferentes aspectos de su vida diaria. El reconocimiento arqueológico se efectuó mediante observaciones de superficie. Se determinaron las formas de vida y asociaciones vegetales existentes en el área indicando sus biotipos y componentes florísticos. El estudio biológico estuvo basado en las recolecciones botánicas y observaciones directas de campo tanto de flora como de fauna, efectuadas en cuatro visitas con períodicidad irregular en el primer semestre del 2019. El área de estudio, de gran pendiente y afloramientos rocosos, pertenece al Dominio Andino y Provincia Altoandina, comunidades de rocas y pedregales en la Jalca. En flora se registraron 121 especies, 99 géneros y 41 familias; distribuidas en cinco especies de helechos, una especie de gimnosperma (Ephedra americana), y el resto angiospermas. Las familias con mayor número de especies son: Asteraceae (34), Fabaceae (10), Poaceae (9), Calceolariaceae (5), Orobanchaceae (4), Solanaceae (4), Amaranthaceae (3), Apiaceae (3), Caryophyllaceae (3), Lamiaceae (3) y Pteridaceae (3); totalizando el 66,94 % del total de especies del área de estudio. Se registraron 25 especies endémicas, de ellas cinco especies se encuentran en En Peligro (EN): Lomanthus truxillensis, Loxanthocereus sulcifer, Lupinus otuzcoensis, Matucana paucicostata y Quinchamalium elongatum; dos especies como Vulnerable (VU): Pappobolus discolor y Verbesina lopez-mirandae; cinco como Casi Amenazada (NT); once especies categorizadas como Preocupación Menor (LC) y dos como No Evaluado (NE). La fauna estuvo representada por 43 especies, distribuidas en 18 órdenes y 25 familias. De las cuales, las aves aportan con un mayor número de especies (38), seguido de los reptiles (4) y mamíferos (1) (Lagidium viscacia), que fue evidenciado con muestras de heces. Se determinaron cuatro especies endémicas categorizadas como Preocupación Menor (LC), tres especies de reptiles Microlophus stolzmanni, Stenocercus chrysopygus y Stenocercus melanopygus, y una especie de ave Metallura phoebe.

Palabras clave: Cerro Sulcha, zona de pendiente rocosa, jalca, arqueología, flora, fauna, endemismos, Carabamba, Julcán, La Libertad, Perú.


ABSTRACT

Cerro Sulcha archaeological site, defined in five units, is located in the San Isidro hamlet, Carabamba district, Julcan province, La Libertad region, Peru; which it is over 3600 m of altitude. The architecture is made up of various remains of pre-Hispanic stone-edged constructions, including dwelling places, square-like spaces and terraces, among other architectural features. Since the characteristics that have, both the ceramic and the architecture, it should be considered that Cerro Sulcha presents an occupation from the Formative Period, Early Intermediate Period and Late Intermediate Period. It is affirmed that the ancient Peruvians learned to live with nature and that different species of plants and animals were used in different aspects of their daily lifes. The archaeological recognition was carried out through surface observations. The life forms and plant associations existing in the area were determined indicating their biotypes and floristic components. The biological study was based on botanical collections and direct field observations of both flora and fauna, made in four visits with irregular periodicity in the first half of year 2019. The study area of great slope and rock outcrops belongs to the Andean Domain and High Andean Province, rock and scree communities in Jalca (paramo ecosystem). For the flora, 121 species, 99 genera and 41 families were registered; distributed in five species of ferns, a species of gymnosperm (Ephedra americana), and the rest angiosperms. The families with the highest number of species are: Asteraceae (34), Fabaceae (10), Poaceae (9), Calceolariaceae (5), Orobanchaceae (4), Solanaceae (4), Amaranthaceae (3), Apiaceae (3), Caryophyllaceae (3), Lamiaceae (3) and Pteridaceae (3); making a total of 66.94 % in the study area. Twenty-five endemic species were recorded, which five species are in Endangered (EN): Lomanthus truxillensis, Loxanthocereus sulcifer, Lupinus otuzcoensis, Matucana paucicostata and Quinchamalium elongatum; two species are Vulnerable (VU): Pappobolus discolor and Verbesina lopez-mirandae; five are Near Threatened (NT); eleven species categorized as Least Concern (LC) and two as Not Evaluated (NE). The fauna was represented by 43 species, distributed in 18 orders and 25 families. Of them, the birds contribute with a greater number of species (38), followed by reptiles (4) and mammals (1) (Lagidium viscacia), which was evidenced by stool samples. Four endemic species were determined and categorized as Least Concern (LC), three species of reptiles Microlophus stolzmanni, Stenocercus chrysopygus and Stenocercus melanopygus, and a bird named Metallura phoebe.

Keywords: Cerro Sulcha, rocky slope area, Jalca, archeology, flora, fauna, endemisms, Carabamba, Julcan, La Libertad, Peru.


Introducción

La depresión de Huancabamba es una formación geológica que constituye el límite Sur de los Andes del Norte y la frontera Norte de los Andes Centrales (Sánchez-Vega & Dillon, 2006). Esta zona de traslape tanto al norte de la Depresión hasta el río Jubones (Ecuador), así como, al sur de la misma hasta la región La Libertad (Perú), constituye una frontera biogeográ- fica interesante para endemismos y espe- cies de la zona andina, denominada Amo- tape-Huancabamba (Weigend, 2002). La formación de Jalca se ubica en el norte de Perú, alrededor de los 8°S de latitud, justo al norte de la Cordillera Blanca. La Jalca encuentra su límite norte en la Depresión de Huancabamba con las menores altitudes (3100-3200 m) y la región La Libertad su límite sur con las mayores altitudes sobre extensas mesetas de pajonales y aflora- mientos rocosos suigéneris (e.g.: 4200 m en Quiruvilca, Santiago de Chuco).

Sin embargo, a pesar de las condiciones climatológicas y geológicas agrestes y adversas de la Jalca, los antiguos peruanos lograron asentarse satisfactoria y estratégicamente en diversas localidades de la región La Libertad, conformando poderosos asentamientos culturales (e.g.: C. A. Shamana en Salpo, prov. Otuzco; C. A. Marcahuamachuco, prov. Sánchez Carrión; Sulcha en Carabamba, Huasochugo en Huaso, prov. Julcán).

En este sentido, al igual que los antiguos peruanos, los habitantes del cerro Sulcha y zonas aledañas andinas aprendieron a convivir con la naturaleza, explotando los recursos florísticos del área en forma sostenible, siendo un claro ejemplo como diversas especies de plantas fueron empleadas en diferentes aspectos de su vida diaria (alimentación, medicina, construcción de viviendas, techos, utensilios, colorantes para teñir su vestimenta, entre otros), siendo la única evidencia en el mundo andino, el conocimiento trasmitido a través del tiempo (Fernández & Rodríguez, 2007; Rodríguez et al., 2017).

Por consiguiente, este importarte yacimiento arqueológico enclavado en la Jalca, además de presentar importancia cultural, también presenta importancia natural. Estudios sobre su diversidad natural se desconocen, la misma que es solamente comparable con la flora de El Parque Nacional el Huascarán en Ancash (Smith, 1988), flora de Contumazá (Cajamarca) en la parte de Jalca (Cajamarca) (Sagástegui, 1995), y del Complejo Arqueológico de Marcahuamachuco, prov. Sánchez Carrión, región La Libertad (Rodríguez et al., 2009, 2013, 2014); con la fauna de la quebrada Escalón del Parque Nacional de Huascarán (Zelada et al., 2010), y en diversidad natural y cultural con el complejo arqueológico Shamana, Salpo, Otuzco en la región La Libertad (Leiva et al., 2018, 2019a).

En este sentido, la meseta de Carabamba, con más de 3,000 metros de altitud, representa un área geográfica muy particular para esta parte de la sierra norte del Perú, no solamente, porque desde esta área van a tener su nacimiento ríos como Carabamba y Huacapongo, que van a constituir el valle de Virú, sino que también, por tratarse de una zona de vida relacionada con la Jalca, permitió el desarrollo de una diversidad de cultivos, como la "papa" Solanum tuberosum L. (Solanaceae) y cereales, además de la crianza de animales, como los camélidos, que habrían motivado el establecimiento de varíos asentamientos prehispánicos, como lo testimonia cerro Sulcha, con una antigüedad que debe sobrepasar los dos mil años.

Por ello, el objetivo de esta investigación es presentar la diversidad natural representada por la flora y fauna, así como la diversidad cultural a través de los yacimientos arqueológicos existentes como el Sitio Arqueológico de cerro Sulcha, caserío San Isidro, distrito Carabamba, provincia Julcán, La Libertad, Perú.

Material y métodos

1. Aspectos históricos:

Es el Proyecto Arqueológico de Fortificaciones Prehistóricos en el Norte del Perú (1977-1980), dirigido por los esposos Theresa y John Topic (1977), que por primera vez concentra investigaciones arqueológicas en el área de la meseta de Carabamba, específicamente en el territorío que denominan como Sulcha, registrando y describiendo más de 40 sitios arqueológicos.

Los esposos Topic (1978: 9), señalan que la meseta de Carabamba se encuentra entre los 3600 y 3700 m de elevación, limitada al sur y este por inclinaciones precipitosas que van bajando para formar parte del nacimiento de la cuenca del río Virú; por el norte sobresale la Pampa de Carabamba y, al oeste, por el cauce angosto del río Carabamba, que sirve también de frontera o barrera entre los territoríos de Shamana y Sulcha.

Es durante los inicios del Período Intermedio Tardío, que el área de Carabamba presentaría una colonización gradual y surgirían las primeras fortificaciones planificadas y el establecimiento de rutas de comunicación hacia la parte baja de Huacapongo (Topic & Topic 1978: 9). Diversas evidencias arquitectónicas, que sobrepasan las 25 hectáreas de extensión, serían las evidencias más directas de esta expansión.

La relación de un camino con el sitio de cerro Sulcha, les lleva a plantear a los esposos Topic (1978:10), que este sitio se trataría de un "tambo". Además, observan que los grupos vecinos a cerro Sulcha, habrían evitado o lo consideraban de poca importancia, establecer relaciones entre sí, buscando mejor establecer interrelaciones transversales entre la costa y sierra.

Los esposos Topic (1978:10), también resaltan que en el territorío de Sulcha, hay un gran interés por ocupar las tierras más altas, formando "islas", rodeadas de tierras más bajas, por lo que sobresalen construcciones defensivas, patrón de asentamiento similar a lo registrado en el territorío de Shamana.

La presencia de una mina junto al sitio de cerro Sulcha, les llevó a sugerir a los esposos Topic (1978: 10-11), que la alta densidad de sitios arqueológicos visibles en las fotos aéreas, relacionados a caminos importantes, habrían sido el resultado de la explotación de recursos minerales en el territorío de Sulcha, constituyéndose como la base económica que habría soportado el establecimiento de una gran población. Pero, a pesar que buscaron evidencias de algún tipo de extracción, tratamiento o fundición de minerales, los resultados fueron negativos. Por lo tanto, los caminos importantes que cruzaban el territorío de Sulcha, habrían sido las rutas para abastecer de lana, en forma de hilos a las ciudades costeñas como Chan Chan (Topic & Topic 1978:11). Teniendo en cuenta un trabajo de Espinoza Soriano de 1971, donde señala que, durante la época colonial, la zona de Carabamba era un centro importante de producción de tejidos, y resaltando la presencia de muchas estructuras que habrían sido corrales, durante la época prehispánica, los esposos Topic (1978:11), consideran que la actividad del pastoreo en el territorío de Sulcha, habría sido una de las actividades economías de mucha importancia.

Para los esposos Topic (1978:11), la evidencia de la cerámica, indicarían una fecha segura, para señalar que fue durante el Período Intermedio Tardío, que el territorío de Sulcha soportó la presencia de una población muy grande, con relación a épocas más tempranas.

Posteríormente, los esposos Topic (1987: 52-53), resaltan que la meseta de Carabamba, fue el lugar ideal desde donde se habría distribuido el estilo de cerámica blanco-naranja sobre rojo, que corresponde al estilo Castillo R/W/O de Bennett (1950) y Ford & willey (1949), durante el Período del Intermedio Temprano, fases medio y tardío y que también se va a encontrar en la parte media de los valles de Moche y Virú, tal como lo han señalado Briceño & Billman (2009, 2018), Briceño & Fuchs (2009), Leiva et al. (2018), Leiva et al. (2019b), Ringberg (2012).

En el marco del Proyecto Arqueológico de Fortificaciones Prehistóricos en el Norte del Perú, dirigido por los esposos Topic, tres estudiantes de Trent University de Canadá, escriben sus tesis de Maestría, tomando información del área de Carabamba, al que vamos a referirnos también de manera muy breve.

Dehetre (1979), en su tesis de Maestría "Prehistoric Settlement and Fortification Patterns of La Libertad, Peru; An Aerial Photographic Analysis", a partir de las observaciones de las fotos aéreas, resalta una alta concentración de sitios arqueológicos, para la sub área de Carabamba, muchos de los cuales son de gran tamaño, con un significativo número de unidades de viviendas, lo que indicaría una alta concentración de pobladores prehispánicos.

Dehetre (1979:185-186), no tiene dudas para señalar que cerro Sulcha, ubicado en una meseta discontinua, donde sobresalen dos elevaciones, se trata de un sitio arqueológico de carácter habitacional, asignándole el código de 10-H-5. A pesar que el croquis que realiza de cerro Sulcha, en base a la foto aérea, es muy esquemático, por lo difícil que significa reconocer la arquitectura, Dehetre (1979:186), lo describe como un sitio constituido principalmente por dos elevaciones, separados por un conjunto rectangular, conteniendo muchas estructuras rectangulares y muros que están encerrando la parte alta de las elevaciones.

Teniendo en cuenta el reconocimiento intensivo realizado por Haley (1979), para la sub área de Carabamba, y la presencia de los fragmentos de cerámica asociados a los diversos sitios, Dehetre (1979:139), considera que fue durante el Período Intermedio Tardío que la sub área de Carabamba, estuvo fuertemente relacionado con la costa. Este contacto con la costa se habría facilitado por la presencia de dos rutas que se establecieron por las elevaciones de Carabamba y se proyectaron hacia la parte baja de la cuenca del río Virú. Una primera ruta (ruta oeste), habría salido de la parte alta del río Carabamba, pasando por los sitios 10-F-1 y 10-H-2 hasta Sulcha (10-H-5); mientras que una segunda ruta (ruta este), habría seguido por una serie de elevaciones, paralelas a la parte alta del río San Antonio y Palconque, pasando por los sitios 19-F-2 y 10-F-8.

Asimismo, a partir de la identificación de conjuntos especializados en los sitios de cerro Sulcha y Los Paredones (10-F-3), por parte de Haley (1979), relacionados con la ruta oeste y este respectivamente, Dehetre (1979: 139-140), considera que, durante el Período Intermedio Tardío, el comercio habría sido una actividad importante para la sub área de Carabamba. Los conjuntos arquitectónicos ubicados en la parte media de ambos sitios, que se caracterizan por presentar dos elevaciones prominentes, habrían sido los lugares preferidos para los comerciantes, que transitaban con sus bestias de carga y productos.

Por su parte, Czwarno (1983), en su tesis de Maestría "Ceramic indications of cultural interaction: evidence from northern Peru", resalta las características topográficas de la meseta de Carabamba y, sobre todo, de cerro Quinga con más de 4,000 m de elevación, por tratarse de un punto de división de aguas de la cuenca del río Moche (norte) y del río Virú (sur) y, desde donde van a nacer también las cuencas de los ríos de Carabamba (suroeste) y Huacapongo (sureste), que se constituyeron también en importantes rutas de comunicación, tanto en el pasado como en el presente (Czwarno, 1983:122- 123). A partir de las evidencias de cerámica de los estilos "Gallinazo red", "White and orange" (registrados también en la parte media del valle de Moche y la parte alta del valle de Virú) y, "Huaraz red-painted", registrado en el sitio Los Paredones - Sitio 16, ubicado en el extremo Este de la meseta de Carabamba y presentando dos áreas que podrían haber sido posibles "tambos", así como la cerámica registrada en el sitio Alto Cuyquim – Sitio 17, Czwarno (1983:123- 124), considera que serían parte de las evidencias de las interacciones culturales de la meseta de Carabamba, durante la primera mitad del Período Intermedio Temprano.

Es Haley (1979), con su tesis de maestría "Late Intermediate Períod settlement patterns on the Carabamba plateau, northern Peru", quien brinda mejores datos sobre la meseta de Carabamba, la misma que es dividida en tres grandes áreas: Área 1 correspondiente a la margen izquierda del río Carabamba, donde se encuentra el sitio de cerro Sulcha; Área 2, correspondiente a la margen derecha del río Carabamba, donde se encuentra entre otros sitios el Complejo de Shamana (ver Leiva et al. 2018 y, Leiva et al. 2019a) y, Área 3, que comprende la naciente del río Carabamba desde cerro Quinga (Halley 1979: 50).

Teniendo en cuenta el trabajo de reconocimiento de las fotos aéreas por Dehetre (1979), donde se reporta la presencia de 44 sitios arqueológicos para la Área 1 (25 corresponderían a sitios de habitación, 12 se tratarían de fortalezas, 3 serían complejos fortificados y, 2 presentarían características de corrales), Haley (1979: 59-61), concentra su atención en cerro Sulcha, al que lo considera como uno de los conjuntos habitacionales más grandes registrados para el Área 1 de la meseta de Carabamba, correspondiente a un asentamiento aglutinado y semi encerrado.

De los 44 sitios arqueológicos identificados en el reconocimiento de las fotos aéreas para el Área 1 de la meseta de Carabamba, Haley (1979: 89,93), concentra su atención solo en 22 sitios, los mismos que fueron visitados para definir sus características internas. Por lo tanto, el Área 1, fue la única área, de las tres áreas definidas para la meseta de Carabamba, donde se realizó un reconocimiento in situ de los sitios arqueológicos identificados en el estudio de las fotos aéreas.

Para realizar el estudio in situ de los 22 sitios arqueológicos, Haley (1979:96-97), divide el Área 1 en 4 grandes Sectores: Sector 1, correspondiente a la parte central oeste donde se encuentra cerro Sulcha C-15, considerado el sitio más grande y complejo de toda el Área 1, que junto con los sitios C-13 y C-14, sería el área donde se concentró la mayor parte de la población, y por donde llegaban la mayoría de caminos; Sector 2, correspondiente a las colinas del lado oeste, donde se encuentra un grupo de cinco sitios arqueológicos estudiados (C-8, C-9, C-10, C-11 y C-12), los mismos que están conectados entre sí por caminos, que también se dirigen hacia cerro Sulcha; Sector 3, correspondiente a la parte sur de las colinas y/o elevaciones, donde se encuentran el sitio Los Paredones C-26, uno de los 8 sitios estudiados, intercomunicados por caminos que llegan a cerro Sulcha y se proyectan también hacia la cuenca del río Huacapongo y, Sector 4, correspondiente a la parte central y donde se localizan 6 sitios estudiados (C-18, C-19, C-20, C-21, C-22 y C-24), presentando escasas evidencias.

Cerro Sulcha C-15, considerado como un sitio muy grande, localizado sobre dos elevaciones sobresalientes y separadas por un área de menor altura, es dividido por Haley (1979: 98), en cinco unidades, enumeradas de norte a sur del 1 al 5.

La Unidad 1 es descrita como un lugar que presenta arquitectura residencia, en malas condiciones de conservación, en la parte alta de la elevación más sobresaliente, al norte del sitio de cerro Sulcha. Asimismo, se resalta la presencia de un grupo de cuatro pequeñas minas de plata que por el lado este de la Unidad (Haley 1979: 98, 375). La Unidad 2, corresponde al área de menor altura, que separa a las dos elevaciones más sobresalientes del sitio, de topografía relativamente más plana, donde sobresalen grandes conjuntos residenciales, con un aproximado de 200 estructuras, que habrían tenido hasta tres pisos. Esta unidad habría tenido cuatro accesos: por el norte, la esquina noreste, oeste y sur. La Unidad 3, se ubica inmediatamente al sur de la Unidad 2, antes de iniciar el ascenso a la elevación sur de cerro Sulcha, donde sobresale una gran estructura de planta rectangular, considerada como un tambo y relacionada con un camino por el lado norte, a donde habrían llegado comerciantes y viajeros. La Unidad 4 se localiza en la elevación sobresaliente del lado sur de Cerro Sulcha, donde se describe una gran concentración de estructuras (entre 100 y 150), encerrados por muros. En la cima de la elevación sobresaliente hay un espacio abierto y en los alrededores se encuentran terrazas conteniendo estructuras diversas. Se resalta que desde la parte alta de la Unidad 4 se tienen una vista impresionante de sus alrededores, lo que indicaría lo especial que debió ser el uso de este espacio. A la Unidad 4 se habría accedido por tres accesos: una, que habría sido el acceso principal, se encontró al norte y presentaba rampas y escalinatas, mientras que las otras dos habrían estado al sureste como el suroeste. La Unidad 5, ubicada al sur este de la Unidad 4 y bajando la pendiente sur de la elevación sobresaliente, se trató de una pequeña área residencial, con dos sectores, presentando algunas funciones de carácter militar. Gran parte de la Unidad 5 estaba afectada por la habilitación de campos de cultivo modernos (Haley, 1979: 98-101, 375-381).

De manera general, sin dejar de ser muy importante, Haley (1979: 387-389), describe las técnicas constructivas, las características de los muros, los accesos, ventanas, hornacinas y/o nichos, banquetas, entre otras características.

A manera tentativa, Haley (1979: 99, 102- 104), resalta que seis caminos (A, B, C, D, E y F), habrían permitido la comunicación entre las cinco unidades antes descritas en cerro Sulcha, como también habrían permitido la comunicación con los sitios más próximos como los sitios C-13 y C-14, así como los sitios más distantes del Área 1 de la meseta de Carabamba.

Según Haley (1979: Tabla 6, 144), la ocupación de cerro Sulcha estaría asociada al Período Intermedio Tardío, al igual que los sitios de Cerro Santa Cruz C-8, Pada Huambo C-9, Cerro Grande C-10, Cerro Quespe C-11, Cerro La Fortuna C-12, Sitio C-13, Sitio C-14, Sitio C-24, Alto Togopón C-25, Los Paredones C-26, Alto Cuyquín C-27, Cerro Amarro C-29, Cerro Amarro Norte C-28, Cerro Churre C-30, Cerro Peña del Águila C-31 y Cerro Mollepuquia C-32. Por todas las características descritas para cerro Sulcha, que habría albergado una población de más de 3,000 personas, Haley (1979: 389), considera que este lugar fue la capital de la región de Carabamba, durante el Período Intermedio Tardío.

En el marco del Convenio Interinstitucional entre el Ministerío de Educación y el Ministerío de Agricultura, el Instituto Nacional de Cultura y el Proyecto Especial de Titulación de Tierras- PETT, se elaboran los planos perimétricos de cerro Sulcha-Capilla de los Gentiles, que comprende las unidades 2, 3 y 4 definidas por Haley (1979) y, Sulcha II, con un área de 4,9609 ha y un perímetro de 844,86 m., que corresponde a la Unidad 1 definida por Haley (1979).

Actualmente, mediante Resolución Directoral Nacional N° 559/INC (12.04.2006), Cerro Sulcha II está declarado como Patrimonio Cultural de la Nación y con su Plano de delimitación aprobado.

2. Estudio arqueológico:

El reconocimiento arqueológico se efectuó mediante observaciones de superficie.

3. Estudio de las comunidades vegetales: Flora y Fauna

El estudio estuvo basado en las recolecciones botánicas y observaciones directas de campo tanto botánicas como zoológicas, efectuadas en cuatro visitas al Sitio Arqueologico de cerro Sulcha con períodicidad irregular durante el primer semestre del 2019.

Para la evaluación de la flora se utilizó: 1) El método del transecto a paso de camino (100 m = 20 x 5 m, con 1 m a cada lado para evitar el efecto de borde, tomando al azar tres subparcelas para el muestreo o recolección), y 2) Se trató de abarcar toda el área de estudio efectuando recolecciones intensivas de todos los taxa en cada una de las visitas al sitio arqueológico. El proceso de herborización se efectuó siguiendo la metodología y técnicas convencionales (Rodríguez & Rojas, 2006). Se tomaron datos "in situ", referidos a las características exomorfológicas, formas de vida, nombres vulgares, hábitat, entre otros, de las especies. La determinación taxonómica se realizó con ayuda de bibliografía especializada referida a descripciones originales de los géneros y especies, claves taxonómicas dicotómicas basadas en los caracteres exomorfológicos y de hábito (Macbride, 1936-1971; Sagástegui & Leiva, 1993; Sklenář et al., 2005). Además, por comparación morfológica con los ejemplares existentes en los herbaríos HAO y HUT. La actualización de las especies se efectuó de acuerdo al «Catálogo de las Gimnospermas y Angiospermas del Perú» (Brako & Zarucchi, 1993), The Plant list (2019) y Tropicos (2019). La clasificación seguida a nivel de flora para helechos y Magnoliophytas (angiospermas) es a Chase & Raveal (2009) y la actualización a nivel de familias de las Magnoliophytas (angiospermas) es según Angiosperm Phylogeny Group (APG IV, 2016). El material botánico fue depositado en los herbaríos HAO y HUT bajo la numeración del autor principal y la codificación del mencionado herbarío. También se revisó material del área existente en los herbaríos F, HAO, HUT y MO (Thiers, 2019).

Para la evaluación de la fauna, se establecieron diez puntos de conteo con 20 m de diámetro cada uno, en los puntos de conteo, el observador permaneció 10 minutos; mientras que en el transecto se realizó un recorrido a paso de camino, en ambos casos se determinaron (en forma auditiva y visual) y contaron cada una de las diferentes especies Fieldsa, 1993 (Ralph et al., 1996; Bibby et al., 2000; Bojorges, 2006 Pollack et al., 2017; Schulenberg et al., 2010; Ministerío de Ambiente, 2015). El registro visual de las especies, se realizó con la ayuda de binoculares Eagle Optic Denali 10 x 42 mm, una cámara digital NIKON Coolpix P1000 3000 mm y la determinación de las especies con la ayuda de una guía especializada en campo y en gabinete; para reptiles se utilizó; Torres-Carvajal (2007); Venegas, et al. (2016); Venegas, et al. (2017); Koch et al. (2018); Uetz et al. (2018); para aves South American Classifcation Committe (SACC) (2005), Schulenberg et al. (2010), BirdLife International (2016) y EBird (2018) y para mamíferos Pacheco (2002) y Pacheco et al. (2009).

El estado actual de conservación tanto de flora como de fauna se consignó según IUCN (2012, 2017, 2018). Las categorías consideradas son: CR: En peligro crítico, EN: En peligro, VU: Vulnerable, NT: Casi Amenazada, LC: Preocupación menor, NE: No evaluado.

Además, para flora se revisó la categorización de las especies endémicas del Perú (León et al., 2006) y para fauna las especies consignadas por CITES (MINAM, 2010, 2014, 2015).

Se presentan las comunidades vegetales (Weberbauer, 1945; Sagástegui, 1976; Mostacero et al., 1996), formas de vida vegetal modificada (Sánchez- Vega & Dillon, 2006) asociaciones vegetales (Sánchez-Vega, 1976), y listas clasificadas taxonómicamente de flora y fauna, indicando los nombres vulgares, colecciones en el caso de plantas y estado de conservación actual o condición de cada uno de los taxones.

Resultados y discusión

1. Ubicación geográfica del Complejo Arqueológico de cerro Sulcha:

El sitio arqueológico de Cerro Sulcha se encuentra ubicado al sureste del área geográfica de la meseta de Carabamba, a 2,4 kilómetros aproximadamente, en línea recta de la margen izquierda del río de Carabamba, también llamado Carabambita, dentro de la jurisdicción del caserío de San Isidro (Sectores Sulcha y Caserón Grande), distrito de Carabamba, provincia de Julcán, región (departamento) La Libertad, sobre los 3,600 m de elevación y en las coordenadas UTM-Datum WGS- 84 765264 E; 9099273 N; 3673 m (centroide Sector Norte) y 765147 E; 9098887 N; 3700 m (centroide Sector Sur).

2. Naturaleza, Cronología y Descripción del Sitio Arqueológico de cerro Sulcha (ANEXO 22-32):

Naturaleza: Arquitectura en piedra canteada, incluyendo lugares de vivienda, espacios a manera de plazas, terrazas, entre otras características arquitectónicas.

Cronología: ¿Formativo Tardío?, Período Intermedio Temprano y Período Intermedio Tardío.

Descripción: El Sitio de cerro Sulcha, como ha sido descrito ya por Haley (1979), se levanta sobre dos elevaciones sobresalientes para la meseta de Carabamba. Desde la elevación del extremo norte (Unidad 1), se tiene una vista excepcional de la naciente del río Carabamba, al pie de cerro Quinga, donde se encuentran varíos bofedales, además de observar la pampa de Carabamba y los diferentes caminos que comunican a los actuales pueblos de Salpo, Mache, Julcán, así como, a los diversos caseríos que forman parte del distrito de Carabamba. Por el lado noreste y este de la Unidad 1, se forma la quebrada de Pada Huambo, al que se van a unir varias quebradas por la margen izquierda, conforme avanza aguas abajo, hasta unirse al río Carabamba, luego de un recorrido de más de 8 kilómetros.

El río de Carabamba, se inicia a partir de dos quebradas: la quebrada de Yahuaranay que nace entre los cerros Quinga (4,131 m de elevación), Huallarquin (3,750 m de elevación) y Shugo (3,800 m de elevación) y, una quebrada sin nombre que se forma al sureste del cerro Munday (3,900 m de elevación). Estas dos quebradas van a unirse a un kilómetro al noreste del pueblo de Carabamba, formando el río Carabamba propiamente dicho. Por la margen derecha y casi por la parte baja del río Carabamba van a unirse cinco pequeñas quebradas sin nombre, así como la quebrada Algodonal. Por la margen izquierda, se van a unir al río Carabamba las quebradas de Pada Huambo, Siquis, El Higuerón, Chorro Blanco, Las Lajas y Pates.

Al sur del pueblo de Carabamba, en la primera mitad del siglo XX, se construyó un dique para contener el agua procedente de las partes altas y de alguna manera originó un impacto a las ocupaciones humanas de la parte baja. El área de Carabamba, en la actualidad es muy reconocida principalmente por la producción de una variedad de "papa" Solanum tuberosum L. (Solanaceae), cereales y menestras, principalmente "alverja" Pisum sativum L. (Fabaceae).

El curso del río Carabamba, hasta antes de la construcción de la carretera, era aprovechado como el mejor corredor, que facilitaba el movimiento de personas entre la meseta de Carabamba y la parte media del valle de Virú, sobre todo a partir del mes de agosto cuando los pobladores de Carabamba "bajaban" al valle en busca de trabajo, mientras llegaban las lluvias para las siembras (Briceño & Fuchs 2009). Según la información del señor Martín Arroyo Olivera (comunicación personal, febrero del 2006), los pobladores del sector La Huaca, necesitaban solamente 8 horas para llegar hasta el pueblo de Carabamba, debiendo pasar por el pueblo de Mayazgo, antigua hacienda de la familia De La Guerra (Comunicación Personal Carlos Vera 2006), que se encuentra a una hora de camino y de donde hasta la fecha se recolecta caracoles terrestres (Scutalus sp.) que se vende en el mercado del pueblo de Virú; Cuyacul a dos horas de camino y por donde se encuentra un puquio de agua y la cruz de Cuyacul, que eran los linderos con la antigua hacienda de Carabamba; El Olivar, antigua hacienda de la familia Pinillos Marquina (Comunicación Personal Carlos Vera 2006) y a una hora de camino; La Viña a una hora de camino del punto anteríor; Satapampa a una hora de camino y, Carabamba a una hora de camino (Briceño & Fuchs 2009).

Al este y margen izquierda desde donde nace la quebrada de Pada Huambo, hay un camino que comunica con el caserío de San Ignacio y sigue con dirección sur hasta el caserío de Buenaventura. Actualmente, hasta este último punto hay una trocha carrozable. A partir de Buenaventura, siguiendo el camino, se empieza a descender con dirección al río Huacapongo, hasta llegar al Centro Poblado de Caray. Este camino, que hasta la fecha se sigue utilizando, es conocido por los lugareños como "camino real", pasando por el sector conocido como "El Chacto", un lugar que generalmente es utilizado para pasar la noche y se encuentra muy cerca del manantial conocido como "la Palomita". Luego, el "camino real" avanza con dirección a los puquios conocidos como "El Higuerón" y "Pueblo del Indio", hasta llegar al sitio arqueológico también conocido como "Pueblo del Indio", que se encuentra a menos de media hora de camino del último puquio, y localizado en una elevación al pie del río Huacapongo, en el sector conocido como las "Cataratas de Condornada", para luego seguir el camino hasta el actual Centro Poblado de Caray (Leiva et al., 2019b).

Según información del señor Freddy Zumarán Llumpu (48 años) (comunicación personal febrero del 2019), durante el Fenómeno El Niño de los años 1983 y 1998, los pobladores de Caray, tenían que caminar hasta Carabamba para conseguir alimentos como "papa" Solanum tuberosum L. (Solanaceae), "trigo" Triticum aestivum L. (Poaceae), "haba" Vicia faba L., "alverja" Pisum sativum L., "ñuñas" Phaseolus vulgaris L. (Fabaceae), , entre otros productos, por cuanto las fuertes lluvias, destruían las vías de acceso y de alguna manera los aislaba para llegar hasta la parte baja del valle de Virú, para conseguir alimentos. Los pobladores de Caray, a su vez, llevaban "ají" Capsicum sp. (Solanaceae), "camotes" Ipomoea batatas (L.) Lam. (Convolvulaceae), "yuca" Manihot esculenta Crantz (Euphorbiaceae), "lenteja bocona" Lablab purpureus (L.) Sweet, "frijol mantecoso" Cajananus cajan (L.) Huth (Fabaceae), "plátano" Musa paradisiaca L. (Musaceae), "naranja" Citrus sp. (Rutaceae), "maracuyá" Passiflora edulis Sims (Passifloraceae), entre otros productos, para intercambiarlos con los productos que recibían de los pobladores de Carabamba. En las palabras del señor Freddy Zumarán Llumpu, los pobladores de Carabamba eran "buena gente", porque les ofrecían mucha comida, además, cuando se produce el Fenómeno El Niño en la costa, en la sierra es un buen año para las siembras.

Los pobladores de Caray para caminar hasta Carabamba, tenían que salir al promediar las 6:00 de la mañana, hasta llegar al puquio o manantial de "La Palomita", donde pasaban la noche. Al día siguiente, también muy temprano, continuaban la caminata hasta llegar a Carabamba, al promediar el medio día. Pero, los pobladores de Caray, no solamente caminaban hasta Carabamba para intercambiar productos, sino también, para participar y disfrutar de los días de fiesta en el mes de septiembre, en honor a la Virgen de la Natividad.

Por otro lado, el señor Álvaro Varas Loyola (51 años) (comunicación personal febrero del 2019), poblador del caserío de Togopón, hace referencia que cuando tenía 15 años, es decir hace 35 años atrás, al presentarse "años malos", por falta de lluvia en su caserío, no existiendo el forraje para los animales, se tenían que desplazar, con sus animales, principalmente el ganado vacuno, desde Togopón, siguiendo el camino por el "potrero", hasta Virú Viejo, llegando incluso hasta las haciendas El Carmelo-Santa Elena, parte baja del valle de Virú.

El sitio arqueológico de cerro Sulcha actualmente está fuertemente afectado principalmente por la habilitación de campos de cultivo y, muchos de los muros de piedra de las estructuras arqueológicas, han sido desmontados para construir cercos de piedra modernos, como es el caso de un muro de piedras muy largo que cruza por casi la parte central del sitio, con una longitud aproximada de un kilómetro. Excavaciones clandestinas también han afectado el sitio arqueológico.

Siguiendo la división que hace Haley (1979:98), vamos a describir brevemente las cinco unidades que han sido definidas en cerro Sulcha.

La Unidad 1 (Coordenadas UTM Datum WGS-84 765428 Este/ 9099620 Norte, 3,747 m de elevación, centroide), que corresponde a la elevación del extremo norte, se levanta sobre una formación rocosa sobresaliente, con un área aproximada de 320 m x 250 m, la misma que fue aterrazada, para levantar diversas estructuras de piedra, la mayoría de las cuales no presentan buenas condiciones de conservación y están cubiertas de vegetación. Asociada a las estructuras se ha observado varíos fragmentos de cerámica con decoración pictórica blanco- naranja sobre rojo, que corresponde al estilo Castillo R/W/O de Bennett (1950) y Ford & Willey (1949), asociados al Período Intermedio Temprano. Asimismo, se resalta la presencia de material lítico, sobre todo lascas en sílex de diferentes colores y una roca de color negro. Hacia el noroeste y a 400 metros de distancia, en lo que sería el territorío actual del caserío Víctor Raúl, se encuentra el sitio arqueológico registrado por Haley (1979) como C-14 y denominado también como Los Caserones. La muralla moderna que cruza el sitio de cerro Sulcha, también la cruza a la Unidad 1 y se proyecta hacia el norte.

La Unidad 2 (Coordenadas UTM Datum WGS-84 765265 Este/ 9099269 Norte, 3,672 m de elevación, centroide), corresponde al área baja que separa las dos elevaciones sobresalientes de cerro Sulcha, ubicada al sur de la Unidad 1, con un área aproximada de 300 m x 3000 m. Sobre un terreno relativamente plano, se concentran la mayor cantidad de estructuras que presenta el sitio arqueológico de cerro Sulcha. Por el lado este y en una ligera pendiente sobresalen, por lo menos un conjunto de estructuras que conservan aun los muros axiales, que indican que presentaban techos a dos aguas. Varias estructuras corresponden a grandes espacios abiertos, de más de 15 metros de largo por 10 metros de ancho, relacionados a varíos recintos de menor tamaño. Al interíor de los recintos, los muros presentan hornacinas de varíos tamaños, mientras que, al exteríor, sobresalen alineamientos de piedra, a manera de voladizos. Los muros han sido construidos con piedra canteada y mortero de barro y presentan doble cara. En varíos ambientes, se puede observar que en las esquinas, la piedra canteada utilizada, está dispuesta de manera que los bloques se alternan en forma horizontal y vertical, mostrando un alto nivel de tecnología constructiva relacionado con el Período del Intermedio Temprano. Los accesos a los recintos están definidos por grandes piedras colocadas verticalmente. Algunas estructuras de piedra han sido construidas directamente sobre los afloramientos rocosos y, en algunos casos, se ha aprovechado las caras planas de dichos afloramientos, para ser utilizados como parte de los muros. Aunque, se han observado escasos los fragmentos de cerámica en superficie, algunos presentan también una decoración pictórica blanco- naranja sobre rojo, además de la presencia de varíos fragmentos de vasijas hechas de caolín. Sobresale también, material lítico, sobre todo lascas en sílex de diversos colores y una probable punta de proyectil en una roca de grano fino de color negro. Hacia el oeste y a menos de 400 metros de distancia, en lo que sería el territorío actual del caserío Víctor Raúl, se encuentra el sitio arqueológico registrado por Haley (1979) como C-13. La muralla moderna que cruza el sitio de cerro Sulcha, también la cruza a la Unidad 2.

La Unidad 3 (Coordenadas UTM Datum WGS-84 765205 Este/ 9099091 Norte, 3,655 m de elevación, centroide), corresponde al área más baja que separa las dos elevaciones sobresalientes de cerro Sulcha, ubicada al sur de la Unidad 2 y junto a un camino que cruza en sentido este-oeste, convertido en la actualidad en una carretera que comunica a San Isidro con dirección a Julcán por el lado este y, Santa Cruz, Pada Huambo, Satapampa, entre otros lugares, por el lado oeste. Presenta un área aproximada de 75 m x 75 m, que comprende casi la mayor parte de una gran estructura de piedra, de 40 metros de largo por 20 metros de ancho, conservando una altura de más de tres metros. Al interíor de los muros se observan hornacinas a más de 2 metros del piso actual. Los muros han sido construidos con piedra canteada y mortero de barro y presentan doble cara, con un ancho entre 50 y 60 cm. Los recintos presentan vanos de acceso de casi un metro de ancho. En un caso se ha observado que un recinto (al lado este del recinto principal), presenta su esquina interíor de forma redondeada. Por el lado oeste del recinto principal, donde se aprecia una especie de corredor, se habría proyectado el camino principal para acceder a la Unidad 4. La Unidad 3 es lo que Haley (1979) lo define como un "tambo", por donde habrían pasado viajeros y mercaderes, procedentes de diversos lugares.

La Unidad 4 (Coordenadas UTM Datum WGS-84 765155 Este/ 909888 Norte, 3,699 m de elevación, centroide), que corresponde a la formación rocosa sobresaliente de la parte sur de cerro Sulcha, con un área aproximada de 300 m x 250 m, la misma que fue aterrazada, para levantar diversas estructuras de piedra, alrededor de una especie de plaza, ubicada en la parte más alta de la formación rocosa. Al igual que en las otras unidades, los muros han sido construidos con piedra canteada y mortero de barro y presentan doble cara. En un caso se ha observado un fragmento de cerámica como parte del mortero utilizado para la construcción de una estructura, lo que estaría indicando, que evidencias de ocupaciones anteríores fueron modificadas y/o destruidas. También, en varíos recintos, se puede observar que en las esquinas, la piedra canteada utilizada, está dispuesta de manera que los bloques se alternan en forma horizontal y vertical, técnica constructiva relacionada con el Período del Intermedio Temprano. Asimismo, algunas estructuras de piedra han sido construidas directamente sobre los afloramientos rocosos y, en algunos casos, se ha aprovechado las caras planas de dichos afloramientos rocosos, para ser utilizados como parte de los muros. Los fragmentos de cerámica asociados a las estructuras de piedra, presentan decoración pictórica del estilo blanco-naranja sobre rojo, además de vasijas hechas de caolín, como también de cocción oxidante, correspondientes a los períodos del Intermedio Temprano e Intermedio Tardío. Dos fragmentos de ollas sin cuello, nos hace sugerir que probablemente la Unidad 4 ha sido ocupada desde por lo menos el Formativo Tardío. Hacia el sur de la Unidad 4, siguiendo la pendiente de la elevación, se proyectan varias estructuras, en dirección a la Unidad 5. Finalmente, se debe señalar, que desde la parte más alta de la Unidad 4, se tiene una vista excepcional de sus alrededores, sobre todo para observar el curso de la Quebrada de Pada Huambo y, a la distancia, Buenaventura, por donde pasa el "camino real", que conduce a la cuenca del río Huacapongo.

La Unidad 5 (Coordenadas UTM Datum WGS-84 765123 Este/ 9098632 Norte, 3,640 m de elevación, centroide), ubicada en el extremo sur de cerro Sulcha y sobre una pequeña formación rocosa, con un área aproximada de 170 m x 100 m, presenta un pequeño conjunto de estructuras de planta ortogonal, un poco dispersas, con muros de doble cara, construidos con piedra canteada y mortero de barro.

3. Ubicación fitogeográfica y zonas de vida:

El área de estudio que alberga el Sitio Arqueológico de cerro Sulcha pertenece al Reino Florístico o Neotropis, Dominio Andino (Sierra), y Provincia de la Puna y Jalca (Sagástegui,1976); a la Jalca o "páramo del Norte peruano" (Weberbauer, 1945), a la Región Neotropical, Dominio Andino y Provincia Altoandina, Comunidades de Rocas y Pedregales (Mostacero et al., 1996); a la ecorregión Jalca por extensión a la región La Libertad (Britto, 2017); a la ecorregión Puna y los Altos Andes (Brack, 1986; Brack & Mendiola, 2000); a la zona fitogeográfica Amotape-Huancabamba en su parte sureña sensu Weigend (2002); a la parte superíor del bosque húmedo Montano Tropical (bh-MT) y al bosque muy húmedo Montano Tropical (bmh- MT) sensu ONERN (1976) y Gobierno Regional de La Libertad (2009); y a la región ecológica de Páramo o Puna (P) sensu Zamora (1996).

4. Estudio de la flora y fauna: Comunidades vegetales indicando la flora y fauna:

La zona de estudio es considerada como Jalca rocosa (Comunidades de Rocas y Pedregales), está sumamente deteríorada por la actividad antrópica (chacras de cultivo especialmente de Solanum tuberosum L. (Solanaceae) "papa", Chenopodium quinoa Willd. (Amaranthaceae) "quinua" y Lupinus mutabilis Sweet (Fabaceae) "chocho", carreteras, quemas periódicas) y sobrepastoreo, que incluyen la parte basal y media de las unidades (cerros) del cerro Sulcha. Los cerros son zonas agrestes de gran pendiente irregular (ca. 50°-70°) donde aparecen afloramientos rocosos y pedregosos predominantes, en donde se encuentran enclavadas las construcciones arqueológicas y cubiertas por vegetación exuberante. No existen planicies ni extensas mesetas de pajonales, sin embargo, como en la típica jalca, hay algunos biotipos de gramíneas (poáceas) propios de esta formación que constituyen las siguientes formas de vida: 1) Plantas con aspecto de manojo, macollantes y hojas filiformes, convolutas o subplanas [Stipa ichu (Ruiz & Pav.) Kunth, Elymus cordilleranus Davidse & R. W. Pohl.] que aparecen entre las plantas herbáceas, sufrútices y arbustivas. Otras formas de vida imperantes en la parte basal y ladera de los cerros son: 2) Plantas brevicaules o subacaules con hojas en roseta aplicadas al suelo es mínima [e.g.: Paranephelius uniflorus Poepp., Acaulimalva engleriana (Ulbr.) Krapov., Phacelia secunda J. F. Gmel., Perezia pungens (Bonpl.) Less., Tridax angustifolia Spruce ex Benth. & Hook. f.] y las plantas con estructura almohadillada es nula. 3) Plantas con estructura subterráneas de reserva con una o varias yemas de renuevo [Clinanthus recurvatus (Ruiz & Pav.) Meerow]. 4) Plantas herbáceas o arbustivas de tallos postrados [Gamochaeta cabrerae Anderb., Cardionema ramosissimum (Weinm.) A. Nelson & J. F. Macbr., Margyricarpus pinnatus (Lam.) Kuntze]. En la parte basal y ladera predominan las 5) Plantas herbáceas y sufrútices con tallo erguido [e.g.: Amsinckia hispida I. M. Johnst., Astragalus garbancillo Cav., Bartsia adenophylla Molau, Castilleja peruviana T. I. Chuang & Heckard, Calceolaria spp., Coreopsis senaria S. F. Blake & Sherff, Dalea cylindrica var. nova (Ulbr.) Barneby, Pappobolus discolor (S. F. Blake) Panero, Senecio spp., Salvia grisea Epling & Mathias, Stevia macbridei B. L. Rob., Tagetes multiflora Kunth]. 6) Plantas apoyantes sobre vegetación leñosa, una especie urticante y muy vistosa por sus flores anaranjadas, Caiophora cirsiifolia C. Presl (Loasaceae), también Salpichroa ramosissima Miers (Solanaceae), y trepadora Passiflora peduncularis Cav. (Passifloraceae). 7) Arbustos erguidos (Ribes viscosum Ruiz & Pav.), son escasos.

En general, la estratificación vertical se encuentra estandarizada en todas las unidades (cerros), siendo notoria la descomposición y humificación de los vegetales, lo cual conjuntamente con los excrementos de Lagidium viscacia "vizcacha" contribuyen a la formación de suelos negros ricos en nutrientes (humificación variable), evidenciados en el crecimiento óptimo de las plantas.

La vegetación de la Jalca presenta diferente composición florística según el hábitat, definiéndose asociaciones vegetales típicas (Sánchez-Vega, 1976). Las asociaciones vegetales ubicadas en la Provincia Altoandina del Sitio Arqueológico del cerro Sulcha son: 1) Pajonal de gramíneas y Magnoliopsidas (dicotiledóneas) brevicaules: aunque no presenta planicies de pajonales, hay elementos conformantes de estos [Stipa ichu (Ruiz & Pav.) Kunth, Elymus cordilleranus Davidse & R.W. Pohl.], así como otras especies de dicotiledóneas brevicaules que crecen entre las gramíneas, lugares claros y entre estructuras rocosas (ver formas se vida). 2) Comunidades de especies epilíticas que ocupan los afloramientos rocosos tales como líquenes, musgos, helechos [Asplenium peruvianum Desv. y Cheilanthes pruinata Kaulf. principalmente]. 3) Ecotono de ladera: presenta especies límite indicadoras que empieza la jalca (e.g.: Astragalus). 4) Arbustos erguidos y herbáceas caulescentes: es la asociación más extensa, muy notoria en toda la extensión de los cerros (ver formas de vida).

La Flora (Tabla 1) estuvo representada por 121 especies, 99 géneros y 41 familias. Las especies estuvieron distribuidas en helechos (5) [Asplenium peruvianum Desv., Argyrochosma nivea (Poir.) Windham, Cheilanthes bonariensis (Willd.) Proctor, Cheilanthes pruinata Kaulf. y Azolla filicu- loides Lam. ], una especie de Ephedraceae (gimnosperma) (Ephedra americana Humb. & Bonpl. ex Willd.), y el resto Magnolio- phytas (angiospermas). De las 37 familias de estas últimas, solamente cuatro son Liliopsidas (monocotiledóneas): Amari- llydaceae, Asparagaceae, Bromeliaceae y Poaceae. Las familias con mayor número de especies son: Asteraceae (34), Fabaceae (10), Poaceae (9), Calceolariaceae (5), Oro-banchaceae (4), Solanaceae (4), Amarantha-ceae (3), Apiaceae (3), Caryophyllaceae (3), Lamiaceae (3), Pteridaceae (3). El número de especies de estas once familias hacen el 66,94% del total de especies del área de es- tudio. Asimismo, se registran 25 especies endémicas siendo la mayoría de Preocu- pación Menor (LC) (ver IUCN, 2012, 2017). Se destaca, que 5 especies se encuentran en En peligro (EN): Lomanthus truxillensis (Cabrera) B. Nord., Loxanthocereus sulcifer Rauh & Backeb., Lupinus otuzcoensis C. P. Sm., Matucana paucicostata F. Ritter y Quin- chamalium elongatum Pilg.; dos especies como Vulnerable (VU): Pappobolus discolor (S. F. Blake) Panero y Verbesina lopez-miran- dae Sagást.; 5 como Casi Amenazada (NT): Calceolaria bicolor Ruiz & Pav., Salvia grisea Epling & Mathias, Castilleja peruviana T. I. Chuang & Heckard, Passiflora peduncularis Cav. y Ribes viscosum Ruiz & Pav.; 11 especies categorizadas como Preocupación menor (LC): Aristeguietia anisodonta (B. L.Rob.) R. M. King & H. Rob., Caiophora cirsii- folia C. Presl, Calceolaria cajabambae Kraen- zl., Calceolaria phaceliifolia Edwin, Calceolaria linearis Ruiz & Pav., Castilleja vadosa T. I. Chuang & Heckard, Coreopsis senaria S. F Blake & Sherff, Gamochaeta cabrerae Anderb., Jaltomata ventricosa (Baker) Mione, Lomanthus albaniae (H. Beltrán) B. Nord. & Pelser cuyo tipo se encuentra en Huarochiri (Lima) a similar altitud del cerro Sulcha (Julcán), el C. A. Shamana (Otuzco) y Cali- puy (Santiago de Chuco) (La Libertad), y Proustia berberidifolia (Cuatrec.) Ferreyra; y dos como No Evaluado (NE): Hieracium cf. tallenganum Zahn. y Senecio chiquianensis Cabrera var. dentatus Cabrera.

Se enfatiza, en que todas las especies están sujetas a la acción natural (vientos, lluvias) y acción antropogénica (actividades agrícolas) que aceleran la erosión de los suelos y rocas, merman la vegetación y cambian notablemente la estructura paisajística. En el caso de las endémicas, soportan la pérdida de hábitat y de sus poblaciones, mayormente por la actividad antropogénica, siendo la agrícola la más influyente (incendios intencionados, construcción de chacras nuevas, y el sobrepastoreo), así como, en la construcción de carreteras y otras vías de comunicación.

Las únicas floras comparables por similitud y compartir gran número de taxa (familias, géneros y especies) son las registradas para El Parque Nacional del Huascarán en Ancash (Smith, 1988), flora de Contumazá (Cajamarca) en la parte de Jalca (Cajamarca) (Sagástegui, 1995), flora del Complejo Arqueológico de Marcahuamachuco, prov. Sánchez Carrión, región La Libertad (Rodríguez et al., 2009, 2013, 2014); con la fauna de la quebrada Escalón del Parque Nacional de Huascarán (Zelada et al., 2010), y en diversidad natural y cultural con el complejo arqueológico Shamana, Salpo, Otuzco en la región La Libertad (Leiva et al., 2018, 2019a), con la cual presenta mayor similitud por ser colindante y encontrarse a 7,2 km al noroeste.

Asimismo, Sklenář et al. (2005) reconocen a 540 géneros de plantas vasculares existentes en los páramos entre plantas nativas e introducidas y naturalizadas, incluida la jalca peruana. Estos mismos auto- res indican que en los páramos de Colombia se distribuyen 405 géneros, en Ecuador 404, Perú 338, Venezuela 275, Costa Rica 183 y Panamá 81 géneros. También, se tiene conocimiento, a través de esta misma información, que 23 géneros registrados en Perú (jalcas) no se encuentran en los páramos de los países norteños; entre ellos se encuentran: Alternanthera (Amarantha- ceae), Clinanthus (Amaryllidaceae), Phili- berta (Asclepidaceae), Novenia, Ascidiogyne, Ferreyrella, Helogyne, Ophryosporus, Mnoi- des, Monactis, Paranephelius y Chersodoma (Asteraceae), Weberbauera (Brassicaceae), Dichondra (Convolvulaceae), Sedum y Villa- dia (Crassulaceae), Syngonanthus (Eríocau- laceae), Euphorbia (Euphorbiaceae), Phace- lia (Hydrophyllaceae), Nasa (Loasaceae), Dissanthelium (Poaceae), Laccopetalum (Ra- nunculaceae) y Nicotiana (Solanaceae) (ver también a Sánchez-Vega & Dillon, 2006). De estas excepciones genéricas en el Sitio Arqueológico de cerro Sulcha habitan: Al- ternanthera (Amaranthaceae), Clinanthus (Amaryllidaceae), Paranephelius (Asteraceae), Villadia (Crassulaceae), Euphorbia (Euphorbiaceae) y Phacelia (Hydrophyllaceae).

El uso de las plantas en el mundo andino es evidenciado con la transmisión del conocimiento a través de las generaciones de sus habitantes (e.g.: plantas utilizadas como colorantes de tejidos y lana). En este sentido, Coreopsis senaria (Asteraceae) es una especie empleada desde la antigüedad por los pobladores quienes utilizan los capítulos de esta especie para teñir sus lanas y tejidos de varias tonalidades de amarillo, y para una coloración amarillo- verdosa utilizan la planta completa triturada y luego hervida en grandes recipientes (Rodríguez et al., 2017). Existen frutos tradicionales que son consumidos al estado fresco como Opuntia ficus- indica (L.) Mill. (Cactaceae) "tuna" y Sambucus peruviana Kunth (Viburnaceae) "sauco". Igualmente, no se descarta el aprovechamiento de frutos nativos de las especies como Jaltomata ventricosa (Baker) Mione (Solanaceae), Loxanthocereus sulcifer Rauh & Backeb. (Cactaceae), Margyricarpus pinnatus (Lam.) Kuntze, Ribes viscosum Ruiz & Pav. (Grossulariaceae) y Salpichroa ramosissima Miers (Solanaceae) existentes en el área de estudio, las cuales podrían ser consideradas como especies promisorias.

La fauna registrada en el cerro Sulcha, estuvo representada por 43 especies, distribuidas en 18 órdenes y 25 familias. De las cuales, las aves aportan con un mayor número de especies (38), seguido de los reptiles (4) y mamíferos (1), que fue evidenciado con muestras de heces. Se determinaron tres especies endémicas de reptiles Microlophus stolzmanni, Stenocercus chrysopygus y Stenocercus melanopygus (Tabla 2). Estas observaciones coinciden con las investigaciones realizadas por Torres-Carvajal (2007); Köhler & Lehr (2016); Aguilar et al. (2017); Venegas et al. (2017); Koch et al. (2018); Leiva et al. (2018) y Venegas et al. (2017); quienes han realizado estudios de la herpetofauna en Salpo y el valle del río Marañón en la que reportan especies nuevas como Stenocercus omari Venegas, Echevarría, García-Burneo & Koch 2016; Stenocercus arndti Venegas, Echevarría & Álvarez, 2014, en Cajamarca y Stenocercus johaberfellneri Kohler & Lehr 2015, en Huarmey, Ancash.

Mientras en aves se registrarón 38 especies (Tabla 2, Fig. 3), de las cuales una es endémica (Metallura phoebe); estos resultados concuerdan con lo reportado por Leiva et al. (2018), quiénes consignan 42 aves y dos especies endémicas Metallura phoebe y Leptasthenura pileata para el Complejo Arqueológico Shamana, Salpo.

La familia Thraupidae tiene un mayor número de especies (6); seguida de las familias Tyrannidae y Falconidae (3), Turdidae, Furnariidae, Charadriidae, Tochilidae y Anatidae (2), las demás familias están representadas con una especie (Fig. 3).

Lagidium viscacia "viscacha", es una especie que distribuye en los andes y comunidades lomales de Argentina, Bolivia, Chile y Perú (CEA, 2011; Bernal, 2016). No se descarta su utilización por los antiguos habitantes de cerro Sulcha como fuente de proteínas.

Un breve comentario a manera de conclusiones:

a) A nivel cultural:

En primer lugar, debemos resaltar el trabajo realizado por los esposos Topic y los estudiantes de la universidad de Trent, Canadá, quienes nos han dejado importante información sobre el Área de Carabamba, la misma que muy pocas veces se menciona o se toma en cuenta, pero, que es muy relevante para la comprensión de los diversos asentamientos que se establecieron en la meseta de Carabamba, su relación con los otros sitios de esta parte de la sierra norte del Perú y, también de sus interrelaciones con los sitios de la costa, principalmente con los valles de Moche y Virú.

En este breve comentarío sobre las observaciones en superficie realizadas de cerro Sulcha y teniendo en cuenta los trabajos realizados por Haley (1979), quisiéramos referirnos a los aspectos relacionados con la cerámica, arquitectura, cronología, su ubicación geográfica, patrón de asentamiento y, las interrelaciones, principalmente con el valle de Virú, a través de los ríos de Carabamba o también llamado Carabambita y Huacapongo.

Los pocos fragmentos de cerámica en superficie, que hemos observado principalmente en las Unidades 1, 2 y 4, consideramos que son suficientes para señalar, la presencia de por lo menos tres estilos de cerámica relacionados al Formativo Tardío, Período Intermedio Temprano y, Período Intermedio Tardío.

La presencia de fragmentos de ollas sin cuello, es lo que sustenta la propuesta de una ocupación más antigua, relacionada al Período Formativo y que no debe ser un sorpresa, por cuanto cerámica relacionada al período Formativo se ha observado en el sitio de cerro Pitajayo, caserío de Satapampa, que se encuentra a poca distancia de cerro Sulcha, en la misma meseta de Carabamba. Asimismo, cerámica relacionada al Período Formativo se ha reportado para el Complejo Arqueológico Shamana, cerro Rogoday y Cuidista (Leiva et al., 2019a), parte norte de la meseta de Carabamba.

La cerámica relacionada al Período Intermedio Temprano, está representada principalmente por los fragmentos que presentan decoración pictórica, utilizando pintura roja como engobe en la superficie exteríor, sobre el cual se ha aplicado bandas de pintura blanca y naranja, muy similar a lo reportado por Bennett (1950) como "Castillo White, Red, Orange" para el valle de Virú y considerado por Strong & Evans (1952), como la presencia de un estilo de cerámica intrusivo para el valle de Virú. Este mismo estilo de cerámica "blanco-naranja sobre rojo", se ha reportado también para los sitios de la meseta de Carabamba como el Complejo de Shamana y Cuidista (Leiva et al., 2018; Leiva et al. 2019a). Asimismo, este tipo de cerámica "blanco-naranja sobre rojo", ha sido la base para considerar la presencia de grupos serranos en la parte media del valle de Moche (Billman 1996, 1999; Briceño & Billman, 2009; 2018, Ringberg, 2012; Topic & Topic, 1980; Czwarno, 1983,). Uno de los sitios más conocidos, donde se ha registrado cerámica del estilo "blanco- naranja sobre rojo", es Cerro León, en la parte media y margen izquierda del valle de Moche, el mismo que ha sido denominado como el estilo «Cerro León» (Briceño & Billman 2018, Ringberg, 2012). Cerro León es el mismo sitio, donde Czwarno (1983: 116-117), señaló la presencia de una gran cantidad de cerámica «pre-Recuay rojo sobre blanco hecho de caolín del área de Huaraz», por lo que, sugiere que durante la primera mitad del Período Intermedio Temprano, Cerro Blanco del León, como lo denominan los esposos Topic al área de la quebrada y cerro León (Topic & Topic, 1980, p.13), se establecieron interrelaciones con el Callejón de Huaylas y Huaraz.

Es importante señalar, que ya los esposos Topic (1987:52-53), consideran que la meseta de Carabamba, que corresponde a la parte alta de los ríos de Moche y Virú, fue el lugar ideal desde donde se habría distribuido el estilo de cerámica blanco- naranja sobre rojo (estilo Castillo R/W/O de Bennett –1950- y Ford & Willey –1949-), hacia los valles de Moche y Virú. La meseta de Carabamba, se habría constituido como el punto de interacción entre el Callejón de Huaylas y los sitios de la fase Gallinazo en la costa.

Para el área de Huacapongo, cerámica del estilo "blanco-naranja sobre rojo", se ha observado en los sitios cercanos a Susanga y Caray, como es el caso de Quebrada de Biruli, margen izquierda del río Huacapongo.

La cerámica relacionada al Período Intermedio Tardío, está representada principalmente por los fragmentos que presentan cocción reducida y que corresponde a vasijas simples de diversos tamaños.

A pesar que la arquitectura de piedra, es la que más ha sido afectada, por la expansión agrícola, vías de acceso y la vegetación natural que lo cubre, a partir de la observación de las técnicas constructivas que presentan los diversos muros que aún se conservan, se puede distinguir por lo menos dos estilos arquitectónicos: uno relacionado con el uso de piedra canteada, muy bien trabajada, al que estamos asociando al Período del Intermedio Temprano. La descripción hecha de las estructuras, sobre todo las características que presentan sus esquinas, donde se observa que la piedra canteada está dispuesta de manera que los bloques se alternan en forma horizontal y vertical, mostrando además, una buena mampostería, es sobre lo que nos basamos, para relacionarlo con el Período del Intermedio Temprano. A este período, también corresponderían las diversas construcciones que se levantan directamente sobre los afloramientos rocosos, o los muros que se construyen aprovechando las caras planas de la roca natural, convirtiéndose como parte de la pared. Este estilo arquitectónico, también se ha observado en otros sitios de la meseta de Carabamba, como el Complejo de Shamana, Salpo (Leiva et al., 2018; Leiva et al., 2019a). El otro estilo, corresponde al período del Intermedio Tardío, estaría representado por una mampostería ordinaria, sin un buen acabado, incluyendo terrazas habitacionales, para lo cual, se desmontan parte de la arquitectura del Período Intermedio Temprano.

Es a partir de las características que presentan, tanto la cerámica como la arquitectura, que consideramos que cerro Sulcha, presenta una ocupación desde el Período Formativo, Período Intermedio Temprano y, Período Intermedio Tardío. Haley (1979), precisa muy bien la ocupación relacionado al Período Intermedio Tardío, pero no hace referencia a las ocupaciones más tempranas.

Es muy evidente que, la meseta de Carabamba, sobrepasando los 3000 metros de altitud, dominando una zona de vida de puna, donde se encuentra el sitio de cerro Sulcha, presenta una ubicación geográfica excepcional, que habría permitido el establecimiento de asentamientos poblacionales, principalmente en las partes altas de las diversas elevaciones que sobresalen por la meseta y al mismo tiempo, el establecimiento de redes diversas de interrelación, principalmente con los valles de Moche y Virú, donde los ríos de Carabamba y Huacapongo, se constituyeron en los mejores corredores naturales, teniendo a cerro Sulcha como uno de los asentamientos más importantes desde por lo menos durante el Período Formativo.

La continuación de investigaciones arqueológicas, incluyendo excavaciones arqueológicas, se hacen necesarias realizar en el futuro, para una mejor comprensión de cerro Sulcha. A pesar del tiempo transcurrido, desde los trabajos realizado por Shawn Dean Haley, a fines de la década de los años 70, todavía no se han escrito las notas que cerro Sulcha, por su importancia, merece.

b) A nivel natural:

El área de estudio de gran pendiente y afloramientos rocosos, pertenece al Dominio Andino y Provincia Altoandina, Comunidades de Rocas y Pedregales en la Jalca.

La flora estuvo referenciada por 121 especies (5 sps. de helechos, una especie de gimnosperma, Ephedra americana), y el resto angiospermas. Se registran 25 especies endémicas siendo la mayoría de Preocupación Menor (LC). Se destaca que 5 especies se encuentran en En peligro (EN): Lomanthus truxillensis, Loxanthocereus sulcifer., Lupinus otuzcoensis, Matucana paucicostata y Quinchamalium elongatum Pilg.; dos especies como Vulnerable (VU): Pappobolus discolor y Verbesina lopez- mirandae; 5 como Casi Amenazada (NT): Calceolaria bicolor, Salvia grisea, Castilleja peruviana, Passiflora peduncularis y Ribes viscosum; 11 especies categorizadas como Preocupación menor (LC): Aristeguietia anisodonta, Caiophora cirsiifolia, Calceolaria cajabambae, Calceolaria phaceliifolia, Calceolaria linearis, Castilleja vadosa, Coreopsis senaria, Gamochaeta cabrerae, Jaltomata ventricosa, Lomanthus albaniae y Proustia berberidifolia; y dos como No Evaluado (NE): Hieracium tallenganum y Senecio chiquianensis var. dentatus. Además, se indican 7 formas de vida y 4 asociaciones de vegetales.

La fauna estuvo representada por 43 especies, distribuidas en 18 órdenes y 25 familias. De las cuales, las aves aportan con un mayor número de especies (38), seguido de los reptiles (4) y mamíferos (1) (Lagidium viscacia), que fue evidenciado con muestras de heces. Se determinaron tres especies endémicas de reptiles Microlophus stolzmanni, Stenocercus chrysopygus y Stenocercus melanopygus; una especie endémica de ave Metallura phoebe.

Finalmente, tomando las palabras del actual alcalde del distrito de Carabamba señor Jaime Yubi Carranza Lucas, "en Carabamba hay todavía …mucho por conocer y hacer".

 

Agradecimientos

Expresamos nuestro reconocimiento a las autoridades de la Universidad Privada Antenor Orrego de Trujillo y Universidad Nacional de Trujillo, Perú, por su constante apoyo y facilidades para la realización de las expediciones botánicas. Al PIC- 06-2012 "Inventarío de flora y fauna silvestre de la región La Libertad". A los curadores y autoridades de los herbaríos F, HAO, HUT y MO por hacer posible la revisión de sus colecciones y bases de datos botánicos. Nuestra gratitud al Sr. Jaime Yubi Carranza Lucas, alcalde de la Municipalidad Distrital de Carabamba, por el apoyo logístico in situ. A Pablo Javier Venegas Ibañez y Juan Carlos Chávez Arribasplata investigadores principales de CORBIDI; así como al Sr. Rodil Blas Flores por brindarnos alojamiento en su casa ubicada en la base de la unidad de Cerro Sulcha 4 (Caserón Grande).

Contribución de los autores

S. L.: Redacción del texto, metodología de evaluación de flora y vegetación, ejecución del trabajo de campo, determinación taxonómica de la flora, registro fotográfico; revisión y aprobación del texto final. E. R.: Redacción del texto, metodología de evaluación de flora y vegetación, ejecución del trabajo de campo, determinación taxonómica de la flora, registro fotográfico; revisión y aprobación del texto final. L. P.: Redacción del texto, metodología de evaluación, ejecución del trabajo de campo, determinación taxonómica de reptiles, aves y mamíferos, registro fotográfico; revisión y aprobación del texto final. M.G.: Redacción del texto, definición de las zonas de vida; revisión y aprobación del texto final. J. B.: Redacción del texto, ejecución del trabajo de campo en la parte arqueológica, trabajo de gabinete; revisión y aprobación del texto final. G. G.: Ejecución del trabajo de campo en la parte arqueológica, trabajo de gabinete, revisión y aprobación del texto final. L.C.: Ejecución del trabajo de campo en la parte logística, trabajo de gabinete, revisión y aprobación del texto final.

Conflicto de intereses

Los autores declaran no tener conflictos de intereses.

Citación: Leiva, S.; E. Rodríguez; L. Pollack; A. Guerrero; J. Briceño; G. Gayoso & L. Chang. 2019. Diversidad natural y cultural del sitio arqueológico de Cerro Sulcha, caserío San Isidro, distrito Carabamba, provincia Julcán, región La Libertad, Perú. Arnaldoa 26 (2): 485-554 http://doi.org/10.22497/arnaldoa.262.26202

 

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Recibido: 10-IV-2019;

Aceptado: 16-V-2019;

Publicado online: 15-VIII-2019;

Publicado impreso: 31-VIII-2019

 

ANEXOS

 

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