INTRODUCCIÓN
La agricultura es extremadamente vulnerable al cambio climático. El aumento de las temperaturas termina por reducir la producción de los cultivos deseados, a la vez que provoca la proliferación de malas hierbas y plagas. Los cambios en los regímenes de lluvias aumentan las probabilidades de fracaso de las cosechas a corto plazo y de reducción de la producción a largo plazo. Aunque algunos cultivos en ciertas regiones del mundo puedan beneficiarse, en general se espera que los impactos del cambio climático sean negativos para la agricultura, amenazando la seguridad alimentaria mundial citado por Nelson et al. (2009).
Probablemente las más afectadas sean las poblaciones de los países en vías de desarrollo, desde ya vulnerables y presas de la inseguridad alimentaria. En 2005, casi la mitad de la población económicamente activa de los países en vías de desarrollo (dos mil quinientos millones de personas) dependía de la agricultura para asegurar sus medios de vida. A la fecha, el 75% de los pobres del mundo viven en áreas rurales. Y sobre Política Alimentaria presenta los resultados de las diversas investigaciones que cuantifican los impactos, evaluando los efectos negativos del cambio climático en el bienestar humano (Cabré et al., 2014; Ciarli & Savona, 2016).
El desarrollo de los proyectos de riego en las zonas áridas del oeste de los Estados Unidos, México, Perú, Brasil, Chile, Colombia y Argentina han demostrado como la riqueza creada y el valor real y potencial de la tierra bajo riego puede destruirse en el lapso de unos pocos lustros por los altos niveles de salinidad y anegamiento de las tierras, asociadas a la falta de adecuadas condiciones de drenaje (Riera & Pereira, 2013; Dos Santos et al., 2013; Turbay et al., 2014).
En la costa peruana la irrigación es indispensable para la agricultura, las descargas de los ríos son irregulares y generalmente insuficientes para atender las demandas de la actividad agrícola, por lo que es necesario asegurar un uso eficiente y eficaz del agua. El tipo de agua que se utilice como agua de riego tiene dos efectos importantes, a corto plazo influye en la producción calidad y tipo de cultivo y a largo plazo ciertas aguas pueden perjudicar el suelo hasta hacerlo totalmente inservible para la agricultura. Sea cual sea el origen del agua debe de cumplir la calidad que se exige a una agua de riego natural y únicamente en ciertas situaciones o para ciertas producciones pueden variarse los márgenes establecidos, siempre que no afecte las propiedades del suelo (Vargas, 2009; Guerrero, 2014).
El aprovechamiento de los recursos hídricos de las Cuencas Hidrográficas en el Perú adolece de una planificación integral, el cual provoca el deterioro de la calidad y cantidad de este recurso (Guerrero & Florián, 2013). Entre los problemas ambientales más acuciantes en los Distritos de Riego, se puede destacar: el proceso de salinización, se estiman en alrededor a 300 000 ha las tierras afectadas en diferentes grados por anegamiento y salinidad, localizadas en los principales valles de la costa. Además, existen numerosos ríos con aguas contaminadas debido a relaves mineros, vertido de aguas residuales sin tratamiento, así como de aguas residuales provenientes del sector industrial; se presenta un creciente uso de agrotóxicos en el sector agricultura (contaminación agraria difusa), que requiere ser controlado. La deforestación en las regiones Sierra y Selva también está causando problemas en diversos sectores (FAO, 2016).
En 2005, el P. E. CHAVIMOCHIC en convenio con la ATDRMVCH y las Juntas de Usuarios desarrollaron un estudio que permitió conocer con mayor aproximación las eficiencias de Distribución del Agua de Riego en los valles de Chao, Virú y Moche y en 2007 en Convenio también, determinaron la Eficiencia de Aplicación del agua a Nivel Parcelario en el valle Virú, el más afectado por la napa freática, en ambos casos quedó demostrado que las eficiencias son muy bajas, esto es, para el valle Virú 72.81% en la operación del Sistema de Riego y 45.25% en la aplicación del agua, de lo cual se concluye que a nivel de valle se tiene una eficiencia del 32.95%, muy baja, lo cual muestra claramente un exceso en pérdidas de agua y la consecuencia reflejada en el deterioro del suelo y la calidad del agua freática en cuanto a su salinidad.
En la región La Libertad, con la llegada de agua a través del canal madre del proyecto CHAVIMOCHIC, sucedieron cuatro problemas de relevancia que han contribuido progresivamente a agravar el problema de drenaje y aumento de la salinización de los suelo en el valle antiguo: A) se manifiesta después de que los agricultores desactivaron sus pozos, al contar con una dotación de agua del canal madre, por lo tanto quedó anulado el drenaje vertical que se practicaba en este valle, B) se manifiesta al aplicarse cantidades de agua excesivas a los campos de cultivo las cuales superan ampliamente a las demandas reales requeridas, los casos más notorios son los riegos excesivos que se aplican a Zea mays "maíz chala", Allium cepa "cebolla" y Lactuca sativa "lechuga", entre los principales, C) se manifiesta al regarse las áreas nuevas con volúmenes de agua muchas veces más altas que las calculadas por el Proyecto CHAVIMOCHIC; posiblemente para lavar el exceso de sales de los suelos e implantar cultivos poco tolerantes a la salinidad, D) la problemática actual es el ingreso de agua de drenaje.
En el distrito de Virú existen serios problemas medio ambientales con respecto al recurso suelo debido al incremento de la napa freática como consecuencia se aprecia humedad, salinización, drenaje y cambios en la producción agrícola. Respecto a la disponibilidad hídrica en la zona sin influencia del Proyecto Especial CHAVIMOCHIC, estas se ubican sobre el Canal Madre del Proyecto Especial CHAVIMOCHIC,están referidas a las aguas que corresponden a los ríos que escurre a través de los valles, satisfacen la demanda en un 70%, de acuerdo a información analizada a partir de las ventas y consumos de agua para riego de las Juntas. En el valle Virú se cuenta con una oferta hídrica superficial del escurrimiento del río Virú, estimada a partir de la actualización de la información hidrométrica de la estación Sifón Virú proporcionadas por el PE CHAVIMOCHIC. Es necesario la realización de estudios de permitan sistemáticamente identificar, cuantificar cuando sea posible e interpretar adecuadamente las condiciones ecológicas y socioeconómicas, especialmente la actividad agrícola que se desarrolla en el valle Virú.
Es necesario realizar un enfoque a largo plazo que garantice una visión completa e integrada del significado de las actividades agrícolas asociada a los volúmenes de agua usados y las cédulas de cultivo en los diferentes sectores agrícolas, teniendo en cuenta los efectos adversos del cambio climático. Frente a este problema el presente estudio tuvo como objetivo determinar la disponibilidad hídrica de uso agrícola en la cuenca del río Virú, Perú.
MATERIAL Y MÉTODOS
Ubicación de la zona de estudio
La cuenca del río Virú forma parte de las provincias de Trujillo,Otuzco y Santiago de Chuco, en la región La Libertad. Desde el punto de vista geográfico, la cuenca del río Virú limita por el norte con la cuenca del río Moche, por el este con la cuenca del río Santa, por el sur con la cuenca del río Chao y por el oeste con el Océano Pacífico. La cuenca del río Virú, pertenece a la vertiente del Pacífico, cubriendo un área de 2070 Km2, con una cuenca húmeda un total de 1081 Km2 (53%), ubicada a partir de los 1500 msnm, zona que contribuye sensiblemente al escurrimiento superficial (INRENA, 1994).
Con el propósito de establecer las condiciones en la actividad agrícola en el valle Virú (Fig. 1), se realizó la evaluación en la zona de estudio, área de Influencia del Proyecto Especial CHAVIMOCHIC, Autoridad Local del Agua, Junta de Usuarios,dependencia del Ministerio de Agricultura. Así como la identificación de las cédulas de cultivo en los diferentes sectores de riego (Fig. 2), Autoridad Nacional del Agua (ANA),Ministerio de Agricultura.
La metodología propuesta está considerando el sesgo existente en las simulaciones de escorrentía de los modelos climáticos (Turbay et al., 2014; Chávez-Jiménez & González-Zeas, 2015), generando un conjunto de proyecciones hidrológicas que representan las aportaciones de los tributarios de la cuenca Virú, determinando volúmenes de agua durante el año hídrico 2018-2019, así como las cédulas de cultivo, correlacionándolas, con estos factores se evaluó la correlación de la disponibilidad hídrica y la disponibilidad de uso agrícola, para finalmente efectuar el análisis de sensibilidad del comportamiento del sistema de recursos hídricos bajo diferentes requerimiento ambientales y escenarios de cambio climático, en el valle Virú, La Libertad,Perú.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Se estimó la oferta hídrica a través del uso en la actividad agrícola (área total y áreas bajo riego), áreas de cultivo en la cuenca alta, media y baja (Tabla 1), realizando una correlación entre ambos y poder proyectarse a futuro la optimización del agua y la relación con los cultivos seleccionados, de acuerdo al área agrícola, ambientes climáticos, y posibles efectos de cambios climáticos. La evaluación futura de sequías e inundaciones, distribución espacio-temporal en el valle Virú, en función a la disponibilidad hídrica de uso agrícola.Evitando o minimizando los eventos catastróficos, referidos a cambios climáticos y minimizando los efectos económicossociales,desde una mirada que contemple las variaciones que experimenta la disponibilidad hídrica de las cuencas y la capacidad de retención del agua en el suelo.
En la Fig. 3, se presenta la correlación entre la disponibilidad hídrica y la demanda agrícola en la cuenca alta del río Virú durante el año hídrico 2018-2019, se encontró una correlación R2=0.3794 y en relación a ANOVA, p=0.033 y el análisis de coeficientes estandarizados y no estandarizados, se obtuvo p=0.033 (Tabla 2), en consecuencia, existe una correlación significativa. Asimismo, en la Fig. 4 se indica el análisis de correlación entre la disponibilidad hídrica y la demanda agrícola en la cuenca media y baja del río Virú, durante el año hídrico 2018-2019, resultando R2=0.736; al realizar los análisis de ANOVA, p=0.002 y en el análisis de coeficientes estandarizados y no estandarizados p=0.001 y p=0.004, lo que indica que no existe correlación significativa (Tabla 3).
La presente investigación subyace en este documento porque brinda estimaciones detalladas sobre los impactos del cambio climático en la producción agrícola, referida a los principales cultivos (Tabla 4) como: Sorghum vulgare (L.)Pers. “sorgo forrajero”, Zea mays L. “maíz” (Poaceae) (Fig. 5A), Cucumis sativus L. “pepinillo” (Fig. 5B), Citrullus lanatus (Thunb.)Matsum. & Nakai “sandía” (Cucurbitaceae), Capsicum annuum L. “pimiento”, Capsicum baccatum var. pendulum (Willd.)Eshbaugh “ají escabeche” (Solanaceae), Persea americana “palta” (Lauraceae) (Fig. 5C), Lactuca sativa L. “lechuga”(Asteraceae) (Fig. 5D), Allium cepa L. “cebolla” (Amaryllidaceae)(Fig. 5E), Manihot esculenta Crantz “yuca” (Euphorbiaceae) (), evaluación realizada en campo. Es necesario estimar el costo de las inversiones requeridas para estimar el bienestar futuro e identificar los costos de compensación por el cambio climático. La preocupación será de incorporar el riesgo en los Programas de Ordenamiento Ecológico, por lo que se podría identificar las zonas más vulnerables a los peligros asociados al cambio climático.
La percepción de los agricultores es el riesgo climático como el factor más importante que define la actividad agrícola, y por lo tanto caracteriza la propia identidad del productor agrícola, dependientes de las condiciones sociales, culturales y económicas en las que los individuos experimentan el riesgo (Patt & Schröter, 2008; Ramirez-Villegas et al., 2013), de modo que la percepción y apreciación del clima por parte de los regantes del río Virú está influenciada de forma objetiva por los eventos climáticos que ellos pueden observar y en muchos casos padecer, así como por su existencia dentro de la actividad productiva y las transformaciones que ésta ha tenido a lo largo de los últimos años. Dichos cambios se registraron principalmente a nivel del uso del suelo, actividad agrícola, cuya vulnerabilidad a cambios climáticos produciría problemas socioeconómicos, tal como reporta estudios realizados en México en análisis de sequía y desertificación, estimando brechas hídricas (Troyo et al., 2014).
Si bien es cierto existen trabajos que integran modelos hidrológicos con el análisis económicos (Heinz et al., 2007; Volk et al., 2008; Calzadilla et al., 2013) esta correlación no es usual en especial en Latinoamérica. Analizar estas dos dimensiones de la sustentabilidad en forma conjunta permitiría comprender y solucionar los problemas derivados del manejo del agua. Se debe tener presente los principios de equidad, en la búsqueda de las comunidades dependientes de los recursos ecosistémicos (Calzadilla et al., 2013; Carrascal et al., 2013). Actualmente es materia de vital importancia la incorporación del análisis de riesgo dentro de los procesos de ordenamiento ecológico, en las etapas de caracterización y diagnóstico del estudio técnico se plantea una propuesta para definir el nivel de riesgo de una unidad territorial terrestre (denominada Unidades Ambientales) a partir de los peligros y la población existente. El riesgo se puede definir formalmente como la probabilidad de ocurrencia de daños, pérdidas o efectos indeseables sobre sistemas constituidos por personas, comunidades o sus bienes, como consecuencia del impacto de eventos o fenómenos perturbadores. La vulnerabilidad, un concepto relacionado, está definida como la probabilidad en la que una comunidad expuesta a un tipo de amenaza natural con elevada frecuencia, según el grado de fragilidad de sus elementos (infraestructura, vivienda, actividades productivas, grado de organización, sistemas de alerta, desarrollo político institucional, entre otros), pueda sufrir daños humanos y materiales en el momento del impacto de un fenómeno Rosete et al. (2013).
El Perú presenta una gran vulnerabilidad ante variaciones climáticas drásticas, siendo evidencia de ello las pérdidas económicas que implicaron fenómenos como El Niño. Así, bajo un escenario pasivo los efectos del cambio climático podrían ser incluso superiores en la que los efectos se potenciarían al involucrarse otros mecanismos que afectan negativamente el crecimiento; como la pérdida de la disponibilidad de recursos hídricos (para consumo humano y generación energética) debido al retroceso glaciar, la pérdida de productividad primaria agrícola, la pérdida de la biodiversidad y efectos sobre la salud humana (Vargas, 2009). El valle Virú es vulnerable al cambio climático y a procesos de desertificación, dado su perfil termo-pluviométrico y las condiciones de explotación agropecuaria. De acuerdo con los gradientes de precipitación y oscilaciones de temperatura, el clima varía de subtropical seco a árido, mediante la aplicación del método de zonificación climática según el criterio de interpretación del Índice Climático (Ic) desarrollado por FAOUNESCO (Simota & Dumitru, 2010).
CONCLUSIONES
La disponibilidad hídrica según sectores de riego del valle Virú, es irregular y no satisface la demanda hídrica, en función a la programación de riego de cultivos, de acuerdo al año hídrico 2018-2019. Los principales cultivos que se presentaron según la programación de riego del año hídrico 2018-2019 fueron: Sorghum vulgare "sorgo forrajero", Zea mays "maíz", Cucumis sativus "pepinillo", Citrullus lanatus "sandía", Allium cepa "cebolla", Capsicum annuum "pimiento", Capsicum baccatum var. pendulum "ají escabeche", Persea americana "palta", Lactuca sativa "lechuga", Manihot esculenta "yuca". Se requiere evaluación a futuras sequías e inundaciones, distribución espacio-temporal en el valle Virú. Evitando o minimizando eventos catastróficos, relacionados con cambios climáticos y considerando los efectos económicos y sociales desde una perspectiva que contemple las variaciones que la disponibilidad de agua de las cuencas y la capacidad de retención de agua en el suelo.