Introducción
Durante el desarrollo de las culturas humanas, la relación del hombre con las plantas ha sido íntima y vital, evidenciado a través del uso y manejo en todas sus manifestaciones culturales, inquiriendo además en el origen, domesticación y variabilidad de las mismas (Fernández & Rodríguez, 2007). No cabe duda, que la primera búsqueda que el hombre hizo en las plantas cuando apareció en la tierra, fue por su instinto de buscar alimentos; sin embargo, en su afán de utilizarlas en sus diferentes formas posibles llevándolas a la boca, encontró que muchas de ellas aliviaban sus males, es decir, poseían propiedades curativas (plantas medicinales) y otras trastornaban o mataban. Entonces, el hombre ha convivido con las plantas y dependido de ellas. Esta aseveración se manifiesta en los saberes populares del uso de las plantas, transmitidos en forma oral a lo largo del tiempo y desarrollados, al margen del sistema de educación formal, como conocimientos tradicionales (Rodríguez et al., 2020). La mencionada transmisión ha sido fundamental para la formación de la idiosincrasia cultural de los pueblos, encontrando las formas de sobrevivir y permanecer a lo largo del tiempo, en diferentes contextos históricosociales (Leiva et al., 2022).
Las propiedades curativas de las plantas al aliviar los síntomas de indisposición o de enfermedad del hombre, son un claro ejemplo, de cómo a través del tiempo se convirtieron en sus medicinas o medicamentos. Al respecto, Sánchez (2011) afirma que el conocimiento medicamentoso de las plantas que se expenden proviene de un conocimiento tradicional, ligado al aprendizaje familiar desde tiempos inmemoriales. Actualmente, se conoce que las sustancias químicas presentes en sus tejidos internos y responsables del valor medicinal de una planta que producen determinados efectos fisiológicos se llaman principios activos bastante estudiados en los últimos tiempos.
En este aspecto, a medida que el conocimiento científico avanza, el apetito de la sociedad se impulsa hacia desencadenar rupturas geoespaciales del territorio materialsuelo por posesión, invasión y expansión sobrecargando el impacto negativo hacia las especies nativas silvestres induciendo a la desaparición de la diversidad biológica en su conjunto. Esto conlleva a plantear estrategias de conservación con líneas de acción en feedback entre el campesino y lugareño respecto de la especie botánica, quienes tienen, conocen y manejan los conocimientos ancestrales sistematizados y en detalle transmitidos de generación en generación respecto del uso de la biodiversidad como se mencionó anteriormente (Berkes et al., 2000). Ello acarrea a un empoderamiento de las capacidades del conocimiento ancestral que alimente el repotenciar los conocimientos y saberes respecto de las especies del entorno silvestre en campo (biodiversidad cultural), en busca de la atribución de poderes o fortalecimiento de las comunidades rurales y campesinas; esto implica a la diversidad de especies de plantas, animales, hongos y microorganismos que viven e interactúan en un espacio determinado, a su variabilidad genética, a los ecosistemas de los cuales forman parte (Biodiversidad Mexicana, 2022).
En este sentido, el género Valeriana L. (Caprifoliaceae Juss,) presenta ca. 250 especies distribuidas en América, Europa y Asia, con su centro de diversidad actual en los Andes sudamericanos con diversas formas morfológicas (Eriksen, 1989; Bell & Donoghue, 2005); encontrándose en los páramos americanos unas 58 especies en Costa Rica, Panamá, Colombia, Venezuela, Ecuador y Perú (Sklenář, 2005). Estas especies tienen propiedades medicinales (Killip, 1937; Soukup, 1987; Brack, 1999; Bussmann & Sharon, 2015). Los principales compuestos aislados de especies de Valeriana son aceites esenciales, ácido valerénico y sus derivados e iridoides, acumulados principalmente en raíces y rizomas (Wang et al., 2010). Valeriana pilosa Ruiz & Pav. es una especie americana, nativa, con propiedades medicinales y probablemente una de las más utilizadas en el tiempo por el poblador andino en medicina tradicional, contra el dolor de estómago, “susto”, estrés, insomnio y como sedativa (Sánchez & Dillon, 2006; Mostacero et al., 2009; Sánchez, 2011; Rodríguez-Sevilla, com. pers.).
Al respecto, la especie se encuentra en diversas floras como listas anotadas o catálogos (e.g.: Tomlinson, 1993; Jørgensen et al., 1999; Luteyn, 1999; Rodríguez et al., 2019), estudios taxonómicos (e.g.; Killip, 1937; Eriksen, 1989), filogenéticos y de distribución (Bell & Donoghue, 2005); así mismo, en estudios sobre moléculas activas y caracterización química (e.g,: Lizcano et al., 2009; Arcos, 2019; Minchán-Herrera et al., 2022), su biología (Seminario-Cunya et al., 2016), en una revisión bibliográfica referida a sus usos etnofarmacológicos, composición química y actividades biológicas (AscatePasos et al., 2020), entre otros. Sin embargo, a pesar que el conocimiento sobre la especie aumenta por parte de la academia, lo cual está conllevando a una demanda excesiva del recurso, la conservación de la especie no ha sido considerada en los planes, a pesar de la evidente acción antrópica que soporta reflejada en depredación indiscriminada y no sostenible. Por ejemplo, de las especies de Valeriana es la única que se comercializa en grandes cantidades en Cajamarca (Ramírez et al., 2006) y en el norte peruano en general, la extracción de su hábitat natural no es controlada ni regulada, evidenciada en sus poblaciones mermadas cuyos individuos son de crecimiento lento; además de otros factores de riesgo como la quema de la vegetación, la ampliación de la frontera agrícola, al sobrepastoreo y a la minería en general. En el presente estudio se incluyen aspectos de su taxonomía, exsiccata de herbario, etnobotánica, fenología, distribución y ecología, estado actual de conservación y proponen pautas y estrategias para su conservación en el contexto norperuano.
Material y Métodos
Área geográfica y material de estudio:
El material botánico procede del norte de Perú (regiones: Amazonas, Ancash, Cajamarca, La Libertad, Piura y San Martín), consta de 37 muestras representativas (vouchers) revisadas y se encuentran depositadas en el Herbarium Truxillense de la Universidad Nacional de Trujillo (HUT) (Thiers, 2022). El rango altitudinal del material examinado oscila entre 2500 y 4300 m.s.n.m., conformando la vegetación herbácea (pajonales) y entre roquedales del ecosistema altoandino peruano denominado Jalca. (Fig. 1).
Ubicación fitogeográfica y zonas de vida:
El área de estudio en donde se distribuye la especie, pertenece al Reino Florístico o Neotropis, Dominio Andino (Sierra), y Provincia de la Puna y Jalca (Sagástegui,1976); a la Jalca o “páramo del Norte peruano” (Weberbauer, 1945), a la Región Neotropical, Dominio Andino y Provincia Altoandina, Comunidades de los Pajonales, de Césped de Puna y/o Jalca y de Rocas y Pedregales (Mostacero et al., 1996); a la ecorregión Jalca (Britto, 2017); a las ecorregiones Páramo (Piura, Cajamarca) y Puna (los Altos Andes) (Brack, 1986; Brack & Mendiola, 2000); a la zona fitogeográfica Amotape-Huancabamba sensu Weigend (2002); a la parte superior del bosque húmedo Montano Tropical (bh-MT) y al bosque muy húmedo Montano Tropical (bmhMT) sensu ONERN (1976); y a la región ecológica de Páramo o Puna (P) sensu Zamora (1996).
Tratamiento del material biológico:
El proceso de herborización para las colecciones: J. R. Grant & E. Rodríguez R. 3934 (HUT-38488), A. Sagástegui A., M. Zapata C., E. Rodríguez R. & V. Medina I. 17356 (HUT-40500) y E. Rodríguez R., S. Leiva G. & L. Pollack V. 4243 (HUT-61013) fue de acuerdo a Rodríguez & Rojas (2006). La determinación y la descripción taxonómica de la especie se basó en los caracteres exomorfológicos del material recolectado, las muestras revisadas de herbario, descripción original del tipo (col.: H. Ruiz & J.A. Pavón 12/34) (Ruiz & Pavón, 1798), y descripciones disponibles en la literatura (Killip, 1937; Eriksen, 1989; Sánchez, 2011). Figs. 2A-B, 3A-E.
El material colectado y revisado se encuentra depositado íntegramente en el herbario HUT (Thiers, 2022), salvo indicación contraria.
La clasificación seguida es la de Chase & Reveal (2009) (e.g.: Clase Equisetopsida). El ordenamiento a nivel de familia es según Angiosperm Phylogeny Group (APG IV, 2016).
Registro de la información etnobotánica:
La información etnobotánica se obtuvo según la bibliografía existente; así mismo por entrevistas ocasionales e informales a los pobladores mediante el método de listado libre (Reyes-García et al., 2006) sobre todo a las mujeres y personas de más edad con mayor conocimiento, al mismo tiempo, que se efectuaban las colecciones de interés taxonómico según rutas establecidas.
Resultados y discusión
Taxonomía:
Equisetopsida C. Agardh Magnoliidae Novák ex Takht. Asteranae Takht.
Dipsacales Juss. ex Bercht. & J. Presl Caprifoliaceae Juss.
Valeriana L. Valeriana pilosa Ruiz & Pav., Flora Peruviana et Chilensis (Fl. Peruv.) 1: 39, Icon. LXVI, fig. a. 1798.
= Valeriana germainii Briq.
=Valeriana longifolia Kunth
=Valeriana longifolia var. pilosa (Ruiz & Pav.) Wedd.
=Valeriana plantaginea Kunth
=Valeriana plantaginea var. minor Wedd.
TIPO: PERÚ. Región Junín, prov. Tarma, “In frigidis locis Tarmae Provinciae ad Diezmo”, 1778-88, Leg. it: Hipólito Ruiz López & José Antonio Pavón y Jiménez 12/34 [Lectótipo: MA-816071; Isolectótipo: F-0044569F (Foto 29679, fragmento). Isótipos: BC-872779?, BM-000947813, FI-004480, G-00354454].
Descripción exomorfológica
Hierba perenne, 15-70 (-80) cm de alto en floración. Raíz pivotante (alorhiza), engrosada, obcónica, con pocas ramificaciones secundarias, consistencia fibrosa, oscura. Hojas arrosetadoestrelladas, vaina poco desarrollada, pecioladas (peciolo rollizo, evidente, raramente alado, púrpura cerca de la ½ basal, verde la ½ distal, suculento, glabro, difuso, reclinado, dilatado y a menudo ciliado en la base; 8-13 cm de longitud); lámina simple, entera (-a menudo con pequeñas verrugas tipo dientes), elíptica o linear-lanceolada a angostamente espatulada, suculenta o crasa (subcoriácea seca), verde intenso y lustrosa la superfície adaxial, verde claro y opaca la superficie abaxial, glabra, ocasionalmente pilosa sobre la nervadura principal y/o bordes de la lámina, ápice agudo o subobtuso, base subdecurrente hacia el peciolo, (5-) 10-25 (-35) cm de largo, (0,5-) 0,7-3 (-3,5)
cm de ancho. Escapo floral delgado y laxo en plantas adultas y rollizo, compacto y suculento en plantas jóvenes, púrpuras, con 3-6 (-7) nudos desarrollados, denso-piloso, pelos simples eglandulares transparentes, nunca ruminados, sin lenticelas, 30-40 (-70) cm de largo por 4-5 (-7) mm de diámetro en la base; hojas caulinares lineales, 1-5 cm de largo. Inflorescencia cimosa, pedúnculos opuestos a modo de dos ramas que se originan en los nudos y terminan en 2-3 címulas, sostenidas por pedicelos con igual indumento que el pedúnculo y escapo floral; flores muy apretadas entre ellas simulando un glomérulo, más notorio en plantas jóvenes; parte superior brácteas y bractéolas en pares, opuestas, suculentas, espatuladas, morado intenso externamente, cremoso interiormente, pubescentes rodeadas por una cobertura de pelos simples eglandulares transparentes externamente, glabras interiormente, glabras o pilosas en la base; 2-10 mm de largo y 1-4 mm de ancho. Flores presentan ginodioecia (hermafroditas y unisexuales femeninas), epígena; las perfectas 2-3 mm, las pistiladas 1-2,5 mm de largo. Cáliz con el tubo campanulado, suculento, verde externamente, verde claro interiormente, sobresalientes las nervaduras principales, glabros externa e interiormente, 1-2 mm de largo por 1-2 mm de diámetro; limbo 5 lobulado; dientes triangulares, suculentos, a veces reflexos en el ápice, verde intenso externamente, verde claro interiormente, glabros externa e interiormente, 0,1-0,2 mm de largo por 0,1-0,2 mm de ancho; 0,2-0,3 mm diámetro en la antesis; con un reborde de donde emergen unos filamentos a modo de un papus en el fruto. Corola pentámera, suculenta, infundibuliforme, blanca externa e interiormente, a menudo blanco-rosada o ligeramente purpúrea, glabra externa e interiormente, 2-3 (-3,5) mm de largo por 1,5-2 mm de diámetro; 5 lobulada, lóbulos 30-50% el largo del tubo, cada lóbulo oblongo, suculento, blanco externa e interiormente, glabro externa e interiormente, 0,5-1 mm de largo por 0,5-1 mm de ancho, 1-3 mm de diámetro del limbo en la antesis. Estambres 5, fanerostémonos; filamentos estaminales filiformes, blancos, glabros, adnatos al tubo corolino, 3-4 mm de longitud; anteras oblongas, blanco cremosas, sin mucrón apical, 0,5-1 mm de largo por 1-1,2 mm de diámetro. Ovario ínfero, unilocular, uniseminado, 1,2-1,4 mm largo; estilo simple, exerto, estigma trífido. Fruto aquenio, oval-elíptico, media luna en sección transversal, glabro, oscuramente 3-nervado sobre una cara y 1-nervado sobre la otra, 1,5-2 mm de largo, papus con corona apical con 6 filamentos, 3-5 mm de largo. Figs. 4. D-G; 5. A-F.
Material examinado:
Región Amazonas. Prov. Chachapoyas, Jalca de Calla Calla. Pajonal, 3450 m, 29-II-1991, J. Mostacero, L.F. Mejía., D. Medina., W. Zelada, V. Quipuscoa & P. Olivera 2630 (HUT-27502). Jalca de Calla Calla. Pajonal, 3800 m, 14-VI-1993, J. Mostacero L., F. Mejía C., F, Peláez P., W. Zelada E., E. Rodríguez R., V. Quipuscoa. & S. Sáenz V. 2941 (HUT-27706). Between Molinopampa and Mendoza, 2500 m, 06°14’369”S 077°35’778”W, 28-I2001, Jason R. Grant & Eric Rodríguez R. 3934 (HUT-38488). Distrito Leymebamba. Cordillera Yasgolga, at Peak, East of Leymebamba, Tragadero. Infrequently burned tussock paramo in former cloud forest area, main grasses Festuca, Stipa, Calamagrostis, 3303 m, 06°39’34”S 077°44’11”W (-6.6595333, -77.7365000), 17-VI-2009, Ashley Glenn, Rainer W. Bussmann, Jennifer Gruhn, Carlos Vega Ocaña & R. Wagter 75 (HUT-52646). Pajonal and low forest outside Molinopampa along road to Rodriguez de Mendoza. On nutrient poor soil, 2570 m, 06°14’33”S 077°34’51”W (-6.2425000, -77.5808334), 12-XI-2012, H. van der Werff, Luis Valenzuela G., Gerry Shareva M. & Augusto Reyes Barrantes 25558 (HUT56811). Jalca de Calla-Calla (Balsas-Leimebamba), Jalca, 3400 m, 6-V-1970, A. Sagástegui A. 7441 (HUT-7455). Región Ancash. Prov. Yungay, Huascarán National Park. Quebrada Ranincuray. Grasslands, mostly on steep slopes; heavily overgrazed, 4100 4200 m, 08°59’S 77°34’W, 18-IV-1985, D. N.
Smith, Rene Valencia & Alfredo Gonzales 10446 (HUT-21532). Prov. Yungay, Huascarán National Park. Quebrada Ranincuray. Shrubland/grassland with lenses of Polylepis weberbauerii forest and a few small moraines. 4000 4300 m, 08°59’S 77°34’W, 12-I-1985, D. N. Smith, L. Sánchez, H. Vidaurre 9136 (HUT-22094). Región Cajamarca. Prov. San Miguel, Jalca (La Quinua Calquis), terreno húmedo, 3300 m, 13-V-1977, A. Sagástegui A., E. Alvitez I. & J. Mostacero L. 8848 (HUT14841). Prov. Contumazá, alrededores del Pozo Kuán, 3500 - 3800 m, 13-VI-1981, A.
Sagástegui A., E. García A., S. López M. & J. Mostacero L. 10052 (HUT-17003). Prov. Contumazá, Jalca del Pozo Kuán, Ladera rocosa, 4000 m, 27-VI-83, A. Sagástegui A. et al. 10756 (HUT-18778). Prov. Hualgayoc, dto. Hualgayoc, summit of the hill at left side from theroad to the mine. Mixed bushes and pasture. 3980-4000 m, 11-V-1999, M. Binder & H. Binder 1999/159 (HUT-35016). Prov. Celendín, Jelij, paramo grassland on disturbed roadside, 3035 m, 06°52’11”S 078°06’45”W (-6.8696000, -78.1124000), 16-VI-2009, Rainer W. Bussmann, Carlos Vega Ocaña, Ashley Glenn & Jennifer Gruhnm15550 (HUT-51906). Prov. Hualgayoc, jalca de Hualgayoc (Hualgayoc-Cajamarca), 3620 m, 27-V-1965, A. López M. & A. Sagástegui A. 5504 (HUT-5504). Prov. Cajamarca, Chilimpampa Alta, distrito Cajamarca, ladera, 3578 m, 20-II-2015, Geard R. Alvarado Gil 04 (HUT-58012). Prov. Celendín, caserío Alto Huangashanga, distrito Huasmín. Ladera de ichu, 3480 m, 21-II-2015, Geard R. Alvarado Gil 05 (HUT-58013). Prov. Hualgayoc, distrito Hualgayoc, Jalca, 3650 m, 22-II2015, Geard R. Alvarado Gil 06 (HUT-58014). Prov. Cajamarca, caserío de Porcón, 3506.09 m, -6.855793, -78.446711, 10-V-2018, Demetrio Jara Aguilar s.n. (HUT-59552). Prov. San Miguel, caserío Quebrada Olnda, distrito San Silvestre de Cochán. Roca caliza, restos de jalca con Festuca, en áreas pantanosas, 3770 m, 6°53’34,62”S-78°39’11,94”O, 30-IV- 2019, Mayar Ganoza, Rainer W. Bussmann, Jessica Bardales, Senaida Becerra, Gisela Becerra, Guillermo Chuquilín MQ2 (HUT-59831). Prov. San Miguel, Zona “El Halcón”, Centro Poblado Los Ángeles, distrito Catilluc. Roca volcánica, restos de jalca con Festuca, 3575 m, 6°51´08,16”S-78°47´00,84”O, 30-IV-2019, Mayar Ganoza, Rainer W. Bussmann, Jessica Bardales, Senaida Becerra, Gisela Becerra, Guillermo Chuquilín MQ3 (HUT-59832). Prov. San Miguel, Zona “EL Halcón”, centro Poblado Los Ángeles, Distrito Catilluc. Roca volcánica, restos de jalca con Festuca, 3575 m, 6°51’08,16”S-78°47’00,84”O,30-IV-2019, Mayar Ganoza, Rainer W. Bussmann, Jessica Bardales, Senaida Becerra, Gisela Becerra, Guillermo Chuquilín MQ5 (HUT-59834). Prov. Cajamarca, centro poblado Porcón, distrito Cajamarca. Jalca con Festuca, reforestado con Pinus, 3520m, 7°04´04,2”S-78°39´27,54”O, 01-VII-2019, Mayar Ganoza, Rainer W. Bussmann, Jessica Bardales & Guillermo Chuquilín MQ6 (HUT59835). Prov. Hualgayoc, caserío San Juan de Corralpampa, centro poblado El Alumbre, distrito de Bambamarca, entre pajonales de jalca. 3769 m, -6.855793, -78.446711, 30-VIII-2021, P. Minchán H., J.W. Benites V. & D. Jara A. s.n. (HUT-61241-42). Prov. Hualgayoc, Coymolache (Cajamarca-Hualgayoc), 3820 m, 27-VI-1971, A. López M., H.
Fabris, I. Sánchez et A. Aldave 7856 (HUT9917). Región La Libertad. Prov. Bolívar, entre Quilcaypirca y Las Quinuas (Ruta Longotea-Bolivar). En ladera de jalca, 3500 m, 27-V-1960, A. López M. & A. Sagastegui A. 3197 (HUT-3197). Prov. Bolívar, Laguna de las Yaucas, Bolivar. En ladera escarpada, 3600 m, 29-V-1960, A. López M. & A. Sagástegui A. 3273 (HUT-3273). Prov. Bolivar, distrito Bambamarca, Monumento Histórico Dios Padre (al este de Bambamarca), entre paredes arqueológicas, 7º26´07,1” S y 77º41´07,0” W, 3806 m, 23-II-2021, S. Leiva 8242 (HAO, HUT). Monumento Histórico Cusungul (al sur de Bambamarca), entre paredes arqueológicas, 7º27´44,5” S y 77º41´30,3” W, 3637 m, 25-II-2021, S. Leiva 8326 (HAO, HUT). Prov. Pataz, Huancaspata Tayabamba. En ladera de herbáceas, jalca. 3900 m, 27-I-1974, A. López M. & A.
Sagastegui A. 8265 (HUT-12988). Prov. Pataz, travesía a laguna Huascacocha, 3360 m, 08°06.1´S-77°23.7´O, 19-V-2003, A. Sagástegui A., M. Zapata C., E. Rodríguez R. & V. Medina I. 17356 (HUT-40500). Prov. Sánchez Carrión, distrito Huamachuco, comunidad Campesina Juan Velasco Alvarado-Yamobamba, caserío de la Florida, sector Huaylillas, around Lagunas Negra and Verdes. High altitude grassland, steep ridges, few trees, cliffs and wet marshes, around two lagunas. 3800 4100 m, 07°54’07”S 078°02’33”W (-7.9019444, -78.0425000), 17-VI-2009, Ashley Glenn, Rainer W. Bussmann, Jennifer Gruhn, Carlos Vega Ocaña & R. Wagter 217 (HUT-52067, MO-6405462).
Prov. Sánchez Carrión, distrito Chugay, caserío Marcabal Grande, cerro Alto Grande, ladera entre Stipa ichu (Poaceae), 7º39´07,3” S y 77º46´52,2” W, 3966 m, 9-II-2021, S. Leiva 8120 (HAO, HUT). Prov. Otuzco, Coina, distrito Usquil. En el cerro entre pajonales. 3500 m, 25-V-2019, Dan Orlando Altamirano Sarmiento et al. s.n. (HUT-59869). Prov. Otuzco, distrito Salpo. Arriba de Salpo. Piedra Shamana. Bosque secundario sobre Bosque de Piedras, al este del Complejo Arqueológico: Barnadesia dombeyana, Baccharis spp., Coreopsis sp., Hieracium sp., Paranephelius (P. ovatus, P. uniflorus), Senecio sp., Tridax sp., Astragalus sp., Salvia pseudorosmarinus, Lupinus sp., Solanum jalcae, Vicia gramínea, Castilleja sp., Bartsia sp., Ephedra americana, Pellaea ternifolia, Cheilanthes sp., Monnina salicifolia, Alonsoa linearis, Brassicaceae, Poaceae, Valerianaceae, etc., 3742 m, 08°04’25.0”S-078°38’00.5”W, 25-V-2018, Eric F. Rodríguez R., Segundo Leiva G. & Luis Pollack V. 4243 (HUT-61013). Región Piura. Prov. Huancabamba, Laguna Redonda, Sapalche, distrito El Cármen de la Frontera. Páramo (borde de laguna), 3319 m, UTM: 675975, 9438228. Zona 17M, 12-XII-2021, Kelly Jazmín Abad Correa 01 (HUT-63195).
Región San Martín. Prov. Mariscal Cáceres, Humid área (some standing water) in grassland. Near hut in chochos. NW corner of Rio Abiseo Nat. Park. 3350 m, 7°S-77°W, 18VII-1987, K. Young 4799 (HUT-27059). Prov. Huallaga, Distrito Saposoa. Alrededores de El Tambo, camino a Leymebamba. Bosque muy húmedo montano. 2500-2800 m, 14-IX2000, V. Quipuscoa S., S. Leiva G. & Y. Díaz V. 2469 (HUT-37822).
Etimología:
Del latín: Valer=ser saludable (Soukup, 1987) y pilosa=referido al indumento de la planta; sin embargo, en algunos ejemplares la pilosidad es tan escasa que el nombre específico es poco apropiado.
Nombres vulgares:
“Babilla”, “coche coche”, “valeriana”, “valeriana blanca”, “valeriana chica”, “ornamo” (Sánchez, 2011), “valeriana chica” (Mostacero et al., 2009), “valeriana de páramo”, “valeriana medicinal” (Ascate et al., 2020).
Etnobotánica:
En el ámbito de la etnobotánica Valeriana pilosa probablemente ha sido conocida desde los antiguos peruanos y empleada principalmente en medicina folclórica humana en el contexto de la relación hombre-planta fundamental en el tiempo. Es decir, se ha integrado favorablemente en la correspondencia entre el contexto vegetal y el entorno humano de las comunidades en el marco de sus costumbres diarias y en su aprovechamiento, sea esta en la alimentación como saborizante, como bebida junto a aromatizantes con leche, sola con manzana, con clara de huevo y azúcar como ponche; así mismo, en el ámbito medicinal en el parto, en tratamientos de nerviosismo e insomnio, en el tratamiento de “mal de ojo” (niños) y del “susto” (adultos) (medicina tradicional) y en la forma de tintura casera (1 kg de raíz seca/4 L de aguardiente) (Ramírez et al., 2006; Seminario-Cunya et al., 2016). Sánchez & Dillon (2006) mencionan que las raíces de esta especie se hierven por pocos minutos y el té es utilizado como un sedante y para disminuir el stress. Sánchez (2011) indica que la raíz se utiliza en cocción por 5 minutos, en una proporción de 10 g/l de agua; la dosis es tomar en la noche una taza antes de dormir y si no se cumple el objetivo tomar una taza en la mañana.
En otros casos, se “quema azúcar” o utiliza “chancaca”, cáscaras de limón, raíces de “valeriana”, ramitas de Schinus molle L. (Anacardiaceae) “molle” se hierve ligeramente en agua, luego se añade cañazo y leche de vaca hervida, que es tomada a modo de infusión (una taza) antes de ir a dormir a fin de conciliar el sueño o para aliviar catarros (Rodríguez-Sevilla, com., pers., prov. Gran Chimú). La misma informante, indica que se coloca un par de raíces bajo la almohada, creando en el dormitorio un ambiente propicio para dormir. En general, todos los informantes indican su acción sedante y para el insomnio. Ello está en concordancia con lo ya conocido dentro de la medicina tradicional peruana en el ámbito de la herbolaria, la impronta base de esta planta y muchas otras en el contexto etnobotánico. Seminario-Cunya et al. (2016) la ratifica como una especie vegetal propicia para inducir el sueño y/o la calma de la ansiedad mediante preparados de infusión sanitario de las comunidades rurales andinos que conlleva a proyectarse a estas en las zonas urbanas respecto de sus bondades y propiedades terapéuticas (curativas y paliativas), que induce a ejercer presión sobre las especies botánicas respecto a la sobreexplotación en cuanto a la excesiva demanda.
Fenología:
Florece casi todo el año, pero principalmente al final de la época lluviosa (marzo-junio) (ver: Material examinado; Sánchez, 2011). Seminario-Cunya et al. (2016) concluyen que la especie en la jalca (Cajamarca) presenta una asociación obligatoria con taxa de gramíneas (pajonales) quienes coadyuvan a su germinación y luego protegen a las plántulas durante su primera etapa de crecimiento. Así mismo, “el área foliar promedio por mata fue de 925 cm2 y su índice de cosecha fue altamente variable (18 a 64%)” y “la germinabilidad de las semillas de 1, 3 y 5 meses poscosecha, no presentó diferencias estadísticas significativas”. Finalmente, estos mismos autores, afirman que en el primer año las plántulas procedentes de semilla presentaron crecimiento lento (5.6 mm mes-1) y evidenciaron siete hojas a los 300 días.
Origen: Nativa.
Distribución geográfica y Ecología:
Se distribuye en Costa Rica, Colombia, Ecuador, Perú [Luteyn, 1999; Tomlinson, 1993; Jørgensen & León-Yánez, 1999] y Venezuela (Hokche et al., 2008; Xena de Enrech et al., 2001) entre 2500 y 4300 (-4500) m de altitud. Para Perú, Tomlinson (1993:1163) indica la presencia de la especie en los departamentos/regiones de Amazonas, Ancash, Junín (Tipo) y San Martín mas no para Cajamarca, La Libertad y Piura en el norte de Perú; los cuales son registrados en el presente artículo por primera vez. También se distribuye en las regiones de Cusco y Huánuco (ver: Tropicos, 2022).
Mayormente la especie se encuentra distribuida a altitudes del páramo y jalca por consiguiente se encuentra asociada con flora típica de estas unidades fitogeográficas, la misma que le brinda condiciones favorables para su crecimiento y hábitat. Las jalcas se encuentran en el norte de Perú y son un centro de amplia diversidad vegetal tanto en las comunidades de pajonales [e.g.: Habita entre especies de los géneros de Poaceae: Agrostis, Calamagrostis, Festuca, Muehlenbergia, Stipa, Bromus, Poa y las graminiformes Trichophorum rigidum (Boeckeler) Goetgh., Muasya & D.A.Simpson (Cyperaceae) y Luzula racemosa Desv. (Juncaceae)] y comunidades de césped, arbustos erguidos, rocas y pedregales [e.g.: Habita entre plantas de: Barnadesia dombeyana Less., Baccharis spp., Coreopsis spp., Hieracium sp., Lomanthus sp., Mniodes sp., Paranephelius (P. ovatus A. Gray ex Wedd., P. uniflorus Poepp.), Senecio spp., Tridax angustifolia Spruce ex Benth. & Hook. f., (Asteraceae), Bomarea spp. (Alstroemeriaceae), Geranium limae R. Knuth (Geraniaceae), Melica nitens (Scribn.) Nutt. ex Piper, Stipa ichu (Ruiz & Pav.) Kunth, Poa fibrifera Pilg. (Poaceae), Astragalus (A. garbancillo Cav., A. weberbaueri Ulbr.), Trifolium repens L., Vicia gramínea Sm., Lupinus sp. (Fabaceae), Campyloneurum amphostenon (Kunze ex Klotzch) Fée (Polypodiaceae), Pellaea ternifolia (Cav.) Link, Cheilanthes spp. (Pteridaceae), Gentianella spp. (Gentianaceae), Ribes spp. (Grossulariaceae), Nasa ranunculifolia (Kunth) Weigend subsp. cymbopetala (C. Urb. ex Gil) Weigend (Loasaceae), Monnina salicifolia Ruiz & Pav. (Polygalaceae), Solanum jalcae Ochoa (Solanaceae), Salvia pseudorosmarinus Epling (Lamiaceae), Castilleja sp., Bartsia sp. (Orobanchaceae), Ephedra americana Humb. & Bonpl. ex Willd. (Ephedraceae), Alonsoa linearis (Jacq.) Ruiz & Pav. (Scrophulariaceae), entre otras] (Fig. 4A-C). La jalca es igual o mayor que la diversidad del páramo, mayor que la existente en la puna, pero menor que la diversidad de los bosques montanos andinos (Sánchez & Dillon, 2006).
Estado de Conservación en Perú:
Los recursos botánicos naturales en el Perú en general, están siendo susceptibles de una destrucción masiva acelerada, a pesar de encontrarse entre los 17 países megadiversos del mundo (Noss, 1990; Fajardo et al., 2014) y presentar un 10% de la diversidad global de especies botánicas (Brako & Zarucchi, 1993; Ulloa et al., 2004). Consecuentemente, esta diversidad vegetal debería estar asegurada y jugar un papel importante en la conservación respecto del manejo de sus recursos genéticos, tanto in situ como ex situ. Empero, hasta donde se conoce en la actualidad no son controlados, lo cual está conllevando a su destrucción, perdida y desaparición del germoplasma vegetal.
En este sentido, V. pilosa es una especie No evaluada. Sin embargo, este taxón por presentar propiedades medicinales similares a otras especies de Valeriana L., Phyllactis rigida (Ruiz & Pav.) Pers. (Caprifoliaceae) y Geum peruvianum Focke (Rosaceae) ha contribuido a su fuerte depredación y comercialización en los mercados conjuntamente con muestras de estos dos últimos taxones a la par con el avance del conocimiento científico de esta especie. En las décadas finales del siglo pasado se vendían las raíces de V. pilosa en forma abundante en los mercados de la costa norperuana y en Lima (Rodríguez-Sevilla, com, pers.). En el presente, ha disminuido considerablemente como consecuencia de la extracción no controlada, ilimitada e indiscriminada en su hábitat natural, lo cual ha contribuido a la merma de sus poblaciones y podría promover extinciones locales. Afortunadamente, se ha encontrado en áreas naturales protegidas (ANP) por el estado como el Parque Nacional de Huascarán en Ancash, Parque Nacional del Río Abiseo en San Martín y no se descarta su presencia en el Santuario y Reserva Nacional de Calipuy (La Libertad); pero, su existencia en esas ANP no asegura la integridad de sus poblaciones dentro o fuera, pues incendios intencionales continúan siendo un tema de preocupación en los lugares colindantes y áreas de amortiguamiento, los que tienden a extenderse a las zonas protegidas (ver Rodríguez et al., 2007). Sin embargo, en otras regiones norperuanas no existe tal protección, en este contexto, Vásquez et al. (2010) indican que en la jalca de Cajamarca, Amazonas y San Martín inclusive, esta especie actualmente es escasa, por su elevada depredación y en peligro de desaparecer.
La jalca, en donde crece mayormente la especie, es importante por su biodiversidad, biogeografía andina, vegetación exuberante de alta cobertura, la presencia de numerosas especies de importancia económica y presta servicios ambientales, que resultan de la interacción agua, suelo y vegetación (Sánchez & Dillon, 2006). Estos mismos autores precisan que, las jalcas son un centro hidrológico de grandes proporciones constituyéndose en las cabeceras de cuencas a pesar que no presentan nevados, provisión de suelo con abundante materia orgánica similar a las turberas, hábitat de numerosa fauna terrestre y acuática (oconales) de gran belleza paisajística ideal para el turismo. Además, la jalca se encuentra en la zona biogeográfica de Amotape-Huancabamba de elevada riqueza endémica (Weigend, 2002).
Por otro lado, la jalca está expuesta a amenazas naturales, ocasionadas por la intensidad de los vientos y lluvias, que producen erosión de suelos y de las rocas expuestas. Sin embargo, la acción antropogénica es la más conspicua, pues se encuentran seriamente afectadas por la fragmentación, cambio de uso del suelo (acelera la erosión y cambia el paisaje natural), disminuye la diversidad vegetal y finalmente pérdida irreversible de su hábitat, es decir, afecta a la estructura de la vegetación en general; reflejadas por la disminución de su área de ocupación, extensión de presencia y número de poblaciones; debido a la tala de los pequeños bosques, a la quema de la vegetación, a la agricultura, al sobrepastoreo y a la minería en general especialmente a tajo abierto (Rodríguez et al., 2014; Sánchez & Dillon, 2006).
Estrategias para su Conservación:
¿Cómo reducir el impacto negativo de la acción antropogénica?. La estrategia de conservación del recurso V. pilosa debe ser integral, ecosistémica u holística es decir debe ser de la Jalca como un todo o áreas definidas de la misma donde habita la especie e involucrar diferentes niveles de decisión, desde el poblador local [e.g.: sensibilización, manejo de la especie, iniciativa de una solicitud de intangibilidad de localidades estratégicas en donde vive la especie planteadas ante las autoridades superiores, uso sustentable del recurso a través de cultivos con la aplicación de los conocimientos impartidos desde la academia; además de buscar y empoderar la participación de los actores principales en la conservación del recurso botánico in situ hacia mejorar su bienestar mediante el adecuado manejo de la biodiversidad y los ecosistemas donde habita (Vargas et al., 2016)], científicos de las universidades regionales (e.g.: estudios de su biología, ecología y propagación), organizaciones no gubernamentales, colegios y escuelas, autoridades del gobierno central y los gobiernos locales con una legislación adecuada (municipales, distritales, provinciales y regionales) trabajando con la población local hasta las instituciones del estado en la parte legal (e.g. MIDAGRI, SERFOR), y creando áreas naturales de protección para la especie definidas por el Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (SINANPE) (ver Rodríguez et al., 2007, 2016; Sánchez & Dillon, 2006). El carácter de intangibilidad que se plantea para esta especie debería ir acompañado con una delimitación de áreas de jalca donde habita naturalmente la especie dentro de un sistema de protección alternativo a proponer incluido en el SINANPE.
Respecto a V. pilosa como planta medicinal, se exhorta a las personas interesadas en este recurso vegetal al “aprovechamiento sostenible, en armonía con el interés ambiental, social, sanitario y económico de la Nación” acorde con la Ley peruana N° 27300-2000 y D.S. Nº 068-2001-PCM, y no a la depredación. Al respecto, Rengifo (2009) señala que “Esta ley define a las plantas medicinales, como aquellas cuya calidad y cantidad de principios activos tienen propiedades terapéuticas, que deben estar comprobadas científicamente en beneficio de la salud humana, constituyéndose en patrimonio de la Nación”. Asimismo, refiere que para los fitofármacos en el Perú aún existen vacíos normativos.
Finalmente, los procesos de intervenciones en el ámbito de la biodiversidad en general y la etnobotánica en lo particular, referido a recabar información del conocimiento de los pueblos y comunidades rurales con orientación hacia un manejo y gestión de una conservación sostenible de sus recursos, sirven para proyectar la legislación al respecto como son: La Ley N° 26839 sobre la Conservación y el Aprovechamiento Sostenible de la Diversidad Biológica, ésta norma la conservación de la diversidad biológica y la utilización sostenible de sus componentes en concordancia con los artículos 66 y 68 de la Constitución Política del Perú y la Ley de Aprovechamiento sostenible de las Plantas Medicinales N° 27300-2000 mencionada en el parágrafo anterior.