Introducción
Los antiguos peruanos lograron asentarse satisfactoria y estratégicamente mayormente en los afloramientos rocosos (cerros) de la Jalca en diversas localidades de la región La Libertad (Perú), a pesar de las condiciones climatológicas y geológicas agrestes y adversas de esta unidad fitogeográfica, conformaron majestuosos y poderosos asentamientos culturales de hegemonía (e.g.: C. A. Shamana en Salpo, prov. Otuzco; C. A. Marcahuamachuco, prov. Sánchez Carrión; Sulcha en Carabamba, Huasochugo y Andaraga en Huaso, prov. Julcán, entre otros) (Rodríguez et al., 2009, 2013, 2014; Leiva et al., 2018; Leiva et al., 2019a; Leiva et al., 2019c, 2020).
Los habitantes de estos asentamientos culturales y zonas aledañas andinas tenían una visión ecosistémica amplia (holística) por lo que aprendieron a convivir con la naturaleza, desarrollando estrategias de conservación importantes bajo el lema “conocer para conservar” (Rodríguez et al., 2020b). Por ejemplo, explotaron los recursos florísticos en forma sostenible, siendo un claro ejemplo como diversas especies de plantas fueron empleadas en su vida cotidiana tras un largo camino de adaptación (e.g.: alimentación, medicina, bebidas rituales, psicoactivos, construcción de viviendas, techos, utensilios, colorantes para teñir su vestimenta, leña, entre otros); siendo la única evidencia en el mundo andino, el conocimiento trasmitido de generación en generación, a través del tiempo (Fernández & Rodríguez, 2007; Rodríguez et al., 2017, 2020b). En este contexto, se enfatiza las complejas relaciones hombre-planta en sus dimensiones botánicas, antropológico-culturales y geográfica-ecológicas (Sánchez, 2011).
Un yacimiento arqueológico importante denominado Huasochugo se encuentra enclavado en la jalca de la provincia de Julcán (Huaso) sobre la cresta de tres salientes y planicies del cerro del mismo nombre, ubicándose en la margen izquierda del río La Vega al oeste de Uningambal, cuya arquitectura en piedra canteada, que incluyen lugares de vivienda, habitaciones, terrazas, entre otras características, son similares a las encontradas en Shamana (Leiva et al., 2018; Leiva et al., 2019a), cerro Sulcha (Leiva et al., 2019c) y cerro Andaraga (Leiva et al., 2020). Al igual que el sitio arqueológico Andaraga de ubicación cercana, además de presentar importancia cultural, también tiene importancia natural. El biotipo principal en la parte florística es la Puya raimondii Harms (Bromeliaceae), denominada localmente como “cahua” (lengua culle) (Rodríguez et al., 2015), siendo considerada la localidad de estudio y zonas aledañas (Andaraga) como un nuevo registro para la distribución de esta especie (Rodríguez et al., 2020a). Otros estudios sobre su diversidad natural, además de la “cahua”, se desconocen.
El objetivo de esta investigación preliminar es dar a conocer la diversidad natural representada por la flora y fauna en el Sitio Arqueológico de Huasochugo, distrito Huaso, provincia Julcán, región La Libertad, Perú, en la perspectiva de promover nuevas investigaciones asociadas a reconocer y revalorar el potencial natural y cultural de la zona.
Material y métodos
Ubicación geográfica del área de estudio:
El centro arqueológico Huasochugo se extiende estratégicamente (extensión, arquitectura y planificación) a lo largo de 5 Km2, sobre la cresta de tres salientes y planicies del cerro del mismo nombre, ubicándose en la margen izquierda del río La Vega, caserío Shulgán, distrito Huaso, provincia Julcán, región La Libertad, Perú. Limitando por el Oeste con la parte superior del río Virú, por el Este con Unigambal, por el Norte con Julcán y por el Sur con Oyón. Tiene una altitud de 3,739 m.s.n.m. y 8°16’15.03’’S 78°27’55.03’’O (Fig. 1).
En las terrazas del cerro se evidencian que las construcciones arqueológicas se encuentran un tanto deterioradas, cuya arquitectura en piedra canteada, incluyen lugares de vivienda, habitaciones, corredores, entre otros. Se debe priorizar su estudio y activar su puesta en valor inmediato.
Descripción general del área de estudio (modificado de: Municipalidad de Santiago de Chuco, 2022). Fig. 14-23
El asentamiento ocupacional Huasochugo (Intermedio tardío) podría considerarse el segundo C. A. más importante de la región La Libertad después de Marcahuamachuco (prov. Sánchez Carrión), presenta una variedad impresionante de grandes construcciones, las mismas que están circunscritas y unidas a través de corredores y accesos a modo de túneles. El tamaño de las edificaciones es variado, presenta muros elevados donde es posible ver características que incluyen una modalidad constructiva de aglutinamiento y planificación de una arquitectura multisectorial, en donde hay existencia de patios y pasadizos angostos, que permiten aproximadamente tener la idea de una arquitectura probablemente de aspecto residencial, de élite o tal vez enmarcado a lo administrativo, sin descartarse la posibilidad de funciones ceremoniales en el lugar.
Entre los aspectos llamativos del sitio arqueológico encontramos la edificación en la cima norte, la cual solo tiene una sola entrada de acceso a la planicie, la misma que permitía ingresar a este conjunto de edificaciones arquitectónicas, que por sus cumbreras aún presentes fueron cubiertas con techos a dos aguas. Toda la cima fue encerrada con un muro perimetral a base de piedra canteada y argamasa de barro, contando con un solo ingreso el cual restringe su acceso a una modalidad de fortificación, en su interior presenta una armazón aglutinada de estructuras rectangulares y cuadrangulares, existiendo presencia en sus muros de puertas, ventanas y hornacinas, todos estos ambientes estaban asociados con amplios espacios abiertos conducidos por angostos pasadizos.
Referido a la construcción, los sitios actualmente presentan diferencias en el tipo de arquitectura; que bien habrían cumplido funciones diversas como viviendas de élite o estrictamente con fines administrativos. En la superficie existen algunos fragmentos de piedra trabajados “Muiscas” (morteros rústicos), así como chungos y batanes.
Los restos de alfarería están relacionados con los estilos de las culturas Virú, Cajamarca, Recuay, Huamachuco, Chimú e Inca.
La relación existente del valle con la cima del extremo norte de cerro Huasochugo, es una diferencia aproximadamente de 1,300 m. de altura, siendo visible tanto por el Norte como por el Oeste, un profundo abismo que hace imposible el ascenso o descenso por estos lados. Es más factible, hacer la travesía para llegar a esta parte del sitio arqueológico, siguiendo la ruta que viene en dirección sureste, a través de un camino prehispánico adyacente al pequeño caserío de Canrás o “Yunyun”. Por su amplitud es probable que se trate de una vía pública de acceso al lugar el cual comunica con otros sitios arqueológicos, también se dirige a los valles costeños que Chao y Virú. Respecto a los caminos prehispánicos, se nota en parte conservados alcanzando más de dos metros de ancho, pasando por terrazas exprofesamente construídas e incluso dentro de campos agrícolas, siendo notorio en la perifería occidental de Huasochugo, diversas secciones del camino principal el cual se conectaba a una red de caminos entre los cuales uno de ellos llega a Oyón, otros se extienden hacia la parte baja en dirección a la costa, uniéndose a Huacapongo y Pueblo El Indio (parte alta de Virú).
Geología del area de estudio:
El area de estudio comprendido en la provincia de Julcán geográficamente está ubicado en la Cordillera Occidental del norte del Perú y en su flanco occidental. Según Cossio & Jaen (1967) se caracteriza por un relieve accidentado y pronunciado, originando pendientes de 50% a más de 70%, las planicies y mesetas son escasas; es decir, pertenece a la formación de montaña de fuerte pendiente y topografía abrupta, y a las unidades: Flanco disectado de los Andes y Altiplano. El contexto geológico de Julcán, corresponde al Cenozoico principalmente a los depósitos lávicos y piroclásticos del Grupo Calipuy, emitidos por diversos centros eruptivos, cuyos afloramientos se localizan a lo largo de la Cordillera Occidental de los Andes del Norte del Perú y fueron emplazados entre aproximadamente 54 y 8 Ma: Eoceno al Mioceno (Cossío, 1964; Farrar & Noble, 1976; Noble et al., 1990). Valdivia (2015) indica que pertenece al Grupo Chicama cuya edad asignada es Titoniano (Jurásico superior) con su formación Sapotal que aflora en la parte norte de la zona de estudio y sirve como basamento a los depósitos piroclásticos del Grupo Calipuy. Asi mismo, este autor, precisa que el Grupo Chicama es considerado como el evento volcánico más importante dentro del área de estudio. Consecuentemente, pertenece al emplazamiento de los centros volcánicos Calipuy corresponde a la Etapa II, al Volcanismo Oligoceno Inferior - Medio con los depósitos piroclásticos riolíticos soldados correspondientes a la Caldera Carabamba en dos niveles, que están intruídos por cuerpos subvolcánicos datados por los métodos Ar/Ar y K/Ar en cristales de anfíbol y en roca total, respectivamente, reportando edades de 27,0 ± 0,4 Ma y 27,3 ± 0,9 Ma; asignándole una edad correspondiente al Oligoceno Inferior (Rivera et al., 2005a; Rivera et al., 2005b; Navarro, 2007; Valdivia, 2015).
Clima
Por ubicarse entre 3000-3750 m de altitud, el clima se clasifica como estepa local, BSk-Semiárido frío sensu Köppen (1948), con lluvias intensas y garúas entre diciembre a marzo (tormentas eléctricas, meteoros luminosos: relámpagos, arco iris, meteoros eléctricos: rayos, meteoros acústicos: truenos, meteoros acuosos: ver nubes, neblina, granizo, escarcha, rocío), y el clima es seco en los meses de junio a septiembre. En la época de lluvias es muy húmedo y las temperaturas oscilan entre los 5°C por las madrugadas hasta los 15 °C al mediodía, siendo enero es el mes más cálido con un promedio de 10,8 °C. En la época de estiaje las temperaturas diurnas llegan hasta los 20 °C durante el mediodía con la presencia de sol. En los meses de junio hasta agosto, las temperaturas mínimas pueden descender hasta 0 °C por las noches. Junio es el mes más frío, con temperaturas de 8,3 °C en promedio. La precipitación varía 124 mm entre el mes más seco y el mes más húmedo. A lo largo del año, las temperaturas varían en 2,5 °C. La precipitación es de 800 mm al año. Este volumen de precipitación permite llevar cultivos de secano de grandes áreas. El promedio del porcentaje del cielo cubierto con nubes varía en el transcurso del año. La parte más despejada del año comienza aproximadamente a fines de abril y termina aproximadamente a fines de septiembre. La parte más nublada del año comienza aproximadamente a fines de septiembre y se termina aproximadamente a fines de abril (ver: climate-data.org, clima Julcán).
Las formaciones nubosas en Huasochugo son:
- Cúmulos (cumulus: cúmulo o montón): base llana, horizontal mientras que la parte superior se desarrolla sin uniformidad, por ejemplo cúpula, picachos entre otras. No produce lluvias.
-Nimbos: nubes de color gris oscuro y de forma irregular. Producen lluvia y nevadas.
- Cirros (cirrus: cabello): finísimos filamentos o velos transparentes, alrededor de 8 km de altitud. No producen precipitaciones.
-Cirrocúmulos: nubes que parecen pequeñas bolas de algodón, se alinean en largas hileras blancas a veces grisáceas. No provocan precipitaciones.
- Cumulonimbos: nubes bajas, densas, base horizontal con tonalidades oscuras, parte superior aplanada. Provocan tempestades o tormentas eléctricas.
- Cirroestratos: nube que parece un velo o manto continuo, blanquesino transparente de aspecto fibroso o liso.
Además, para delimitar el clima y las formaciones nubosas se ha seguido a Köppen (1948), Petterssen (1976), Hutty (1984), Puigcerver & Carrascal (2008), Dell et al. (2012).
Metodología para el estudio de la Flora y Fauna:
El estudio estuvo basado en las recolecciones botánicas y observaciones directas de campo tanto botánicas como zoológicas, efectuadas en dos visitas al Sitio Arqueológico de cerro Huasochugo, el 26 y 27 de febrero de 2020. Los puntos considerados están evidenciados por las coordenadas: 8º15´06,2” S; 8º15´03,6” S; 8º15´02,4” S; 8º15´02,3” S; 8º15´15,5” S; 8º15´18,8” S; 8º16´09,5” S; 8º14´55,5” S; 8º14´53,2” S; 8º14´50,0” S; 8º15´42,1” S; 78º27´25,4” W 78º27´28,2” W; 78º27´30,0” W; 78º27´32,6” W; 78º27´24,5” W; 78º27´12,0” W; 78º25´41,6” W; 78º27´36,4” W; 78º27´38,9” W; 78º27´43,0” W; 78º27´02,0” W; y altitudes: 3778 m;3780 m; 3769 m; 2721 m; 3698 m; 3770 m; 3762 m; 3761 m; 3698 m.
Metodología para el estudio de la Flora:
Para la evaluación de la flora se utilizó 1) El método del transecto a paso de camino (100 m = 20 x 5 m, con 1 m a cada lado para evitar el efecto de borde, tomando al azar tres sub parcelas para el muestreo o recolección), y 2) Se trató de abarcar toda el área de estudio efectuando recolecciones intensivas de todos los taxa en cada una de las visitas al complejo arqueológico. El proceso de herborización se efectuó siguiendo la metodología y técnicas convencionales (Rodríguez & Rojas, 2006). Se tomaron datos in situ, referidos a las características exomorfológicas, formas de vida, nombres vulgares, hábitat, entre otros, de las especies. La determinación taxonómica se realizó con ayuda de bibliografía especializada referida a descripciones de los géneros y especies, claves taxonómicas dicotómicas basadas en los caracteres exomorfológicos y de hábito (Macbride, 1936-1971;Sagástegui & Leiva, 1993;Sklenář et al., 2005). Además, por comparación morfológica con los ejemplares existentes en los herbarios HAO y HUT. La actualización de las especies se efectuó de acuerdo al «Catálogo de las Gimnospermas y Angiospermas del Perú» (Brako & Zarucchi, 1993), The Plant List (2020) y Tropicos (2020). La clasificación seguida a nivel de flora para helechos y angiospermas es aChase & Raveal (2009) y la actualización a nivel de familias de las angiospermas es según Angiosperm Phylogeny Group (APG IV, 2016). El material botánico fue depositado en los herbarios HAO y HUT bajo la numeración del autor principal y la codificación de los herbarios mencionados.
Se revisó la categorización de las especies endémicas del Perú (León et al., 2006). Asimismo, para la familia Cactaceae se consignó lo indicado por CITES (MINAM, 2018).
Metodología para el estudio de la Fauna:
El registro de la fauna se realizó mediante el método del transecto, se procedió a realizar una búsqueda intensiva en un área comprendida de 10 m de ancho por 100 m de largo (Herrera, 2000; MINAM, 2015); en donde se anotó las especies observadas y se realizó el registro fotográfico.
El estado actual de conservación tanto de Flora como de Fauna, se consignó según IUCN (2012, 2017, 2018). Las categorías consideradas son: CR: En peligro crítico, EN: En peligro, VU: Vulnerable, NT: Casi Amenazada, LC: Preocupación menor, DD: Datos insuficientes, NE: No evaluado.
Se presentan las comunidades vegetales (Weberbauer, 1945;Sagástegui, 1976;Mostacero et al., 1996), formas de vida vegetal modificada (Sánchez-Vega & Dillon, 2006), y listas clasificadas taxonómicamente de flora y fauna, indicando los nombres vulgares, colecciones en el caso de plantas y estado de conservación actual o condición de cada uno de los taxones.
Resultados y discusión
1. Ubicación fitogeográfica y zonas de vida:
El área de estudio que alberga el Sitio Arqueológico de Cerro Huasochugo pertenece al Reino Florístico o Neotropis, Dominio Andino (Sierra), y Provincia de la Puna y Jalca (Sagástegui,1976); a la Jalca o “páramo del Norte peruano” (Weberbauer, 1945), a la Región Neotropical, Dominio Andino y Provincia Altoandina, Comunidades de Rocas y Pedregales (Mostacero et al., 1996); a la ecorregión Jalca por extensión a la región La Libertad (Britto, 2017); a la ecorregión Puna y los Altos Andes (Brack, 1986; Brack & Mendiola, 2000); a la zona fitogeográfica Amotape-Huancabamba en su parte sureña sensu Weigend (2002); a la parte superior del bosque húmedo Montano Tropical (bh-MT) y al bosque muy húmedo Montano Tropical (bmh-MT) sensu ONERN (1976) y Gobierno Regional de La Libertad (2009); y a la región ecológica de Páramo o Puna (P) sensu Zamora (1996).
2. Estudio de la Flora y Fauna:
La zona de estudio es considerada como Jalca rocosa (Comunidades de Rocas y Pedregales) en cuyas planicies se ubican las construcciones del sitio arqueológico Huasochugo (Anexos 13-22). En zonas aledañas está sumamente deteriorada por la actividad antrópica (chacras de cultivo especialmente de Solanum tuberosum L. “papa” y quemas periódicas) y sobrepastoreo. El cerro presenta zonas agrestes de gran pendiente irregular (ca. 50°70°) donde aparecen afloramientos rocosos y pedregosos predominantes, ubicándose ligeros llanos, cubiertos por vegetación exuberante incluidos escasos rodales de Puya raimondii Harms (Bromeliaceae) y las construcciones arqueológicas. En estas zonas semiplanas es notoria la descomposición y humificación de los vegetales lo cual contribuye a la formación de suelos negros ricos en nutrientes, en donde las semillas encuentran condiciones favorables para germinar cuando las condiciones de humedad le son favorables. En las planicies y mesetas existen pajonales como en la típica jalca, existen algunos biotipos de gramíneas propios de esta formación que constituyen las siguientes formas de vida: 1) Plantas con aspecto de manojo, macollantes y hojas filiformes, convolutas o subplanas [e.g.: Stipa ichu (Ruiz & Pav.) Kunth] que aparecen entre las plantas herbáceas, sufrútices y arbustivas. Otras formas de vida imperantes en la parte basal y ladera del cerro son: 2) Plantas brevicaules o subacaules con hojas en roseta aplicadas al suelo es mínima [e.g.: Paranephelius uniflorus Poepp., no existen plantas con estructura almohadillada]. 3) Plantas sobre estructuras rocosas o que ocupan los afloramientos rocosos (e.g.: Ephedra americana Humb. & ex Willd.). 4) Plantas herbáceas y sufrútices con tallo erguido [e.g.: Astragalus garbancillo Cav., Astragalus weberbaueri Ulbr., Calceolaria cajabambae Kraenzl., Calceolaria bicolor Ruiz & Pav., Calceolaria phaceliifolia Edwin, Coreopsis senaria S. F. Blake & Sherff, Monactis macbridei H. Rob., Pentacalia petiolincrassata (Cabrera & Zardini) H. Beltrán, Senecio chiquianensis Cabrera var. dentatus Cabrera, Salvia grisea Epling & Mathias]. Se indica que las especies de Astragalus son indicadoras del inicio de la Jalca en el Ecotono de ladera. 5) Plantas herbáceas, sufrútices y leñosas postrado-ascendente: [e.g.: Glandularia microphylla (Kunth) Cabrera. Pernettya prostrata (Cav.) DC.]. 6) Arbustos erguidos (Baccharis sp.1, Baccharis sp. 2, Proustia berberidifolia (Cuatrec.) Ferreyra, Ribes viscosum Ruiz & Pav., son escasos. 7) Rodales de Puya raimondii Harms en las laderas escarpadas o entre los roquedales.
La Flora (Tabla 1, Anexos 2-13) estuvo representada preliminarmente por 69 especies, 56 géneros y 30 familias. Dos familias de helechos (Polypodiaceae y Pteridaceae), una familia de gimnosperma (Ephedraceae) y 27 familias de angiospermas, de ellas 24 familias pertenecen a las dicotiledóneas y tres familias a las monocotiledóneas (Amaryllidaceae, Bromeliaceae, Poaceae). En la familia Bromeliaceae se destaca a la especie Puya raimondii Harms “cahua” (ver: Rodríguez et al., 2015). La familia con mayor número de especies es Asteraceae (16) con un 23,19% del total de especies. Los endemismos están representados por 16 especies: Tres especies se encuentran En peligro (EN): Lupinus otuzcoensis C. P. Sm. (Fabaceae), Quinchamalium elongatum Pilg. (Schoepfiaceae) y Jaltomata mionei S. Leiva & Quip. (Solanaceae). Seis especies se encuentran categorizadas como Preocupación menor (LC): Coreopsis senaria S. F. Blake & Sherff., Proustia berberidifolia (Cuatrec.) Ferreyra (Asteraceae), Calceolaria cajabambae Kraenzl., Calceolaria phaceliifolia Edwin (Calceolariaceae), Caiophora cirsiifolia C. Presl (Loasaceae) y Castilleja vadosa T. I. Chuang & Heckard (Orobanchaceae). Tres especies categorizadas como Casi Amenazado (NT): Calceolaria bicolor Ruiz & Pav. (Calceolariaceae), Ribes viscosum Ruiz & Pav. (Grossulariaceae) y Salvia grisea Epling E& Mathias (Lamiaceae). Cuatro taxones categorizados como No Evaluado (NE): Matucana paucicostata F. Ritter (Cactaceae), Pentacalia petiolincrassata (Cabrera & Zardini) H. Beltrán, Senecio chiquianensis Cabrera var. dentatus Cabrera (Asteraceae), Solanum zahlbruckneri Bitter (Solanaceae) (Ver: León et al., 2006).
Los rodales de Puya raimondii se encuentran amenazados localmente por la acción antropogénica, pues periódicamente queman los individuos. Los pobladores según creencia queman los bosques, laderas y pajonales de la jalca para “llamar la lluvia” (Leiva et al., 2019a, 2020), ampliación de frontera agrícola (destrucción del hábitat) y la quema periódica de la especie debido a que el ganado ovino se enreda en las espinas (garfios) de las hojas arrosetadas, eliminando tanto los ejemplares como los seres vivos asociados con la especie y aledaños (flora y fauna), incluidos varios endemismos (Rodríguez et al., 2020a). Los pobladores desconocen la ley sobre estas malas prácticas atentatorias contra la especie, tipificados como delitos ambientales y contra los recursos naturales (Título XIII: Código Penal. Delitos ambientales, Capítulo 2: Delitos contra los recursos naturales, “Artículo 310: Delitos contra los bosques o formaciones boscosas. Será reprimido con pena privativa de libertad no menor de cuatro años ni mayor de seis años y con prestación de servicios comunitarios de cuarenta a ochenta jornadas el que, sin contar con permiso, licencia, autorización o concesión otorgada por autoridad competente, destruye, quema, daña o tala, en todo o en parte, bosques u otras formaciones boscosas, sean naturales o plantaciones.”). El estado de conservación indicado según la UICN en el listado de su Libro Rojo como especie en peligro de extinción y como una especie amenazada según el Decreto Supremo Nº 043-2006-AG que la sitúa en la categoría En Peligro (EN) (Rodríguez et al., 2020a).
En general, todas las especies están sujetas a la acción natural (vientos, lluvias) y acción antropogénica (actividades agrícolas) que aceleran la erosión de los suelos y rocas, merman la vegetación y cambian notablemente la estructura paisajística. En el caso de las endémicas, soportan la pérdida de hábitat y de sus poblaciones, mayormente por la actividad antropogénica, siendo la agrícola la más influyente (incendios intencionados, construcción de chacras nuevas, y el sobrepastoreo), así como en la construcción de carreteras y otras vías de comunicación.
Las únicas floras comparables por similitud y compartir gran número de taxa (familias, géneros y especies) son las registradas para El Parque Nacional del Huascarán en Ancash (Smith, 1989), flora de Contumazá (Cajamarca) en la parte de Jalca (Cajamarca) (Sagástegui, 1995), flora del Complejo Arqueológico de Marcahuamachuco, prov. Sánchez Carrión, región La Libertad (Rodríguez et al., 2009, 2013, 2014); y en diversidad natural y cultural con el complejo arqueológico Shamana, Salpo, Otuzco (Leiva et al., 2018, 2019a), y cerro Sulcha en Carabamba y Andaraga en Huaso, Julcán en la región La Libertad (Leiva et al., 2019c, 2020) con las cuales presenta mayor similitud por ser colindantes. También tiene coincidencias con la flora Reserva Nacional de Calipuy en Santiago de Chuco, región La Libertad (Beltrán et al., 2017). Con la fauna de la quebrada Escalón del Parque Nacional de Huascarán en Ancash (Zelada et al., 2010) también presenta varias similitudes.
El uso de las plantas en el mundo andino es evidenciado con la transmisión del conocimiento a través de las generaciones de sus habitantes (e.g.: plantas utilizadas en alimentación, como medicinales y colorantes de tejidos y lana) (Fernández & Rodríguez, 2007; Rodríguez et al., 2017, 2020b). En este sentido, Coreopsis senaria (Asteraceae) es una especie empleada desde la antigüedad por los pobladores quienes utilizan los capítulos de esta especie para teñir sus lanas y tejidos de varias tonalidades de amarillo, y para una coloración amarillo-verdosa utilizan la planta completa triturada y luego hervida en grandes recipientes (Rodríguez et al., 2017). Existen frutos tradicionales que son consumidos al estado fresco como Opuntia ficus-indica (L.) Mill. (Cactaceae) “tuna”. Igualmente, no se descarta el aprovechamiento de otros frutos nativos como de Ribes viscosum Ruiz & Pav. (Grossulariaceae), Austrocylindropuntia subulata (Muehlenpf.) Backeb. (Cactaceae), de la especie endémica Jaltomata mionei S. Leiva & Quip., así como Pernettya prostrata (Cav.) DC. (Ericaceae) “mullaca”; las cuales podrían ser consideradas como especies promisorias para los habitantes locales. También existen plantas medicinales, mayormente utilizadas en infusión, entre ellas a la aromática Lepechinia meyenii (Walp.) Epling (Lamiaceae) “pacha salvia” empleada contra el dolor de estómago e intestinos, para calmar la tos y resfríos (Sánchez, 2011); y Campyloneurum amphostenon (Kunze ex Klotzsch) Fée var. amphostenon, cuyos rizomas son empleados en infusión para ayudar a los riñones a su función normal
Las Poaceae indicadas en la Tabla 1, (Poa fibrifera Pilg., Stipa ichu (Ruiz & Pav.) Kunth), por su gran palatabilidad son utilizadas como forraje para el ganado vacuno y ovino. Así mismo, se ha observado que las hojas de la especie Puya raimondii Harms “cahua” una vez sin espinas (“desespinadas”) y cortadas en trozos, son empleadas como un excelente forraje animal (Rodríguez et al., 2020a).
Finalmente, las especies leñosas son empleadas como leña para ayudar a preparar los alimentos; sin embargo, mención especial merecen las especies del género Baccharis (e.g.: Baccharis phylicoides Kunth) (Asteraceae) muy requeridas localmente como leña debido a la resina que presenta su estructura, las cuales muy bien pueden ser utilizadas al estado verde o seco.
Para la fauna se registraron dos especies de Saurios Stenocercus latebrosus Cadle, 1998, es una especie endémica de Perú, habita en los andes del norte entre los 1 500 y 4 000 metros. Se alimenta de insectos y arácnidos (Köhler & Lehr, 2015), y Stenocercus melanopygus Boulenger, 1900, es una especie endémica de Perú, habita en los andes del norte entre los 2 500 y 3 500 metros. Se alimenta de insectos y arácnidos (Torres-Carvajal et al., 2006). Tabla 2, Fig. 24A-B
Asimismo, se registraron 12 especies de aves (Tabla 2, Figs. 24C-F, 25), las diez primeras son comunes en los andes del norte y las dos últimas también se encuentran en los valles interandinos y en los bosques, pastizales y campos de cultivo de la costa.
Metriopelia melanoptera (Molina, 1782), es una especie que vive en valles interandinos, matorrales y puna de los andes del norte, centro y sur de Perú, Bolivia, sur de Chile y este de Argentina; entre los 1 500 y 3 500 m. Se caracteriza por presentar el anillo periocular de color amarillo, el extremo distal de las alas de color negro y las plumas del cuerpo de color marrón claro, que se confunde con el suelo (Baptista et al., 2020).
Vanellus resplendens (von Tschudi, 1843), es una especie que vive a campo abierto y cerca de los bofedales de la zona andina sobre los 2 000 m. Se distribuye en los andes de Colombia, Perú, Chile y Argentina. Posee la base del pico de color rosado y la punta de color negro. El plumaje del dorso es color verde oscuro brilloso, con una banda de plumas de color negro entre el pecho gris y el vientre blanco. Se alimenta de larvas de insectos, pequeños moluscos y crustáceos (Wiersma & Kirwan, 2020).
Geranoaetus melanoleucus (Viejot, 1819), vive en los ecosistemas de lomas, valles interandinos, estepas de los andes del norte de Perú; en los andes de Colombia, Chile, Argentina, hasta los pastizales de Brasil. El plumaje del dorso, alas y pecho es negro y del vientre blanco; la parte interna de las alas es de color blanco; tiene la cola ancha y de color oscuro. Se alimenta de pequeños mamíferos y reptiles. Es una de las especies que se encuentran en la cúspide de la cadena trófica. Se encuentra en la categoría II del Apéndice CITES (Brower & Thorson, 2020).
Phalcoboenus megalopterus (Meyen, 1834), vive en las partes altas de los andes de Perú, Ecuador, Bolivia y Chile. Su plumaje es de color negro en el pecho, la cabeza y dorso de las alas, las plumas del vientre, el flanco y la punta de la cola son de color blanco. Los tarsos de color amarillo. La parte descubierta de la cara es de color anaranjado. Se alimenta de roedores, también se la observa en las planicies alimentándose de carroña. Se encuentra en la categoría II del Apéndice CITES (Bierregaard & Kirwan, 2022).
Asthenes pudibunda (Sclater, 1874), vive en los valles interandinos entre los arbustos de la zona rocosa. En Perú se distribuye en La Libertad y Ancash, sin embargo, también se ha registrado una población en los andes del norte de Chile. Plumaje de color marrón en el dorso y claro en el vientre; su cola es larga. Pico largo, ligeramente grueso en la base. Vive entre los arbustos, en donde busca insectos que es su alimento preferido. Por el estado de su población se encuentra en la categoría de Preocupación Menor (Remsen, 2020).
Rhopospina fruticeti (Kittlitz, 1833). Se distribuyen en los andes de Perú, Chile, Argentina y Bolivia entre los 2 000 y 4 000m de altitud. El color del plumaje de su cuerpo es negro y gris, con dos bandas blancas paralelas en la parte media de las alas las alas. Su pico es cónico, corto y de color amarillo; presentan dimorfismo sexual, la hembra es de color marrón, con una mancha de color marrón claro por debajo de los ojos; sus tarsos son de color amarillo. Prefiere las zonas arbustivas de los cerros, en donde busca de forma activa las semillas que son su alimento preferido, en ocasiones se alimenta de invertebrados. Se encuentra en la categoría de Preocupación Menor (Jaramillo, 2021).
Rhopospina alaudina (von Kittlitz, 1833). Se distribuye en los andes de Ecuador, Perú y Chile, entre los 2 000 a 4 500 metros de altitud, Su plumaje es de color gris y el vientre blanco, Su pico es cónico, corto y de color amarillo, en la parte interna de la cola presenta una banda de color blanco, presenta dimorfismo sexual, la hembra es de color marrón, con jaspes en el pecho y vientre claro, tarsos de color amarillo. Se alimenta de semillas de arbustos que se encuentran en las laderas de los cerros y en las planicies Se encuentra en la categoría de Preocupación Menor (Jaramillo, 2021).
Ochthoeca leucophrys (d'Orbigny & Lafresnaye, 1837), vive en los valles interandinos, de preferencia en zonas arbustivas y bosques de Polylepis, entre los 2 000 y 4 000 m de altitud, en los andes de Perú, Chile, Bolivia y Argentina. Su plumaje es de color pardo y ligeramente más oscuro en la corona; presenta una banda superciliar de color blanco; la garganta, pecho y vientre son de color plomo claro, el dorso de las alas presenta un color ocre claro. Se alimenta de insectos, que los captura en vuelo. Se encuentra en la categoría de Preocupación Menor (Farnsworth & Langham, 2020).
Spinus magellanicus (Viejot, 1805), vive en la costa y valles interandinos de Ecuador, Perú, Chile, Bolivia y sur de Brasil, entre los 200 y 3 500 m de altitud. Su plumaje es de color amarillo, con un capucho de color negro en la cabeza, alas de color negro con dos barras de color amarillo, presentan dimorfismo sexual, las hembras no presentan capucho. Se alimenta de semillas y generalmente se desplaza en grupos de más de 10 individuos. Se encuentra en la categoría de Preocupación Menor (Clemente, 2020).
Zonotrichia capensis (Müller, 1776), vive en zonas bajas, campos de cultivo, jardines, valles interandinos. Tiene una amplia distribución en América del Sur; entre los 100 y 4 500 metros sobre el nivel del mar. Este gorrión es de tamaño mediano. El plumaje de la cabeza es de color gris con dos bandas de color negro en la corona y una banda de color negro detrás del ojo. Con una banda de color rufo en el cuello. Garganta y vientre de color blanquecino. Dorso pardo y manto rayado, plumas escapulares de color café. Se alimenta preferentemente de semillas, pero en algunas oportunidades de arácnidos e insectos. Es una especie abundante y común. Se encuentra en la categoría de Preocupación Menor (Rising & Jaramillo, 2020).
Conclusiones
La Flora presenta 69 especies, 56 géneros y 30 familias. Dos familias de helechos, una familia de gimnosperma (Ephedraceae) y 27 familias de angiospermas (24 familias son dicotiledóneas y tres son monocotiledóneas). Asteraceae presenta el mayor número de especies (16 sps.; 23,19%). Los endemismos estan representados por 16 especies. Lupinus otuzcoensis C. P. Sm. (Fabaceae), Quinchamalium elongatum Pilg. (Schoepfiaceae) y Jaltomata mionei S. Leiva & Quip. (Solanaceae) se encuentran En peligro (EN). El biotipo principal es Puya raimondii Harms (Bromeliaceae) “cahua”. El conocimiento sobre la utilización de las plantas, en diversas actividades de la vida cotidiana, ha sido trasmitido a través del tiempo. Para la fauna se registraron dos especies endémicas de Saurios (Stenocercus latebrosus Cadle, 1998, y Stenocercus melanopygus Boulenger, 1900) y 12 especies de aves en condición de Preocupación menor (LC).