Introducción
Physalis peruviana L. (Solanaceae), comúnmente conocida como “aguaymanto” en Perú, “uchuva” en Colombia, “uvilla” en Ecuador, y goldenberry o cape gooseberry en Estados Unidos, es una planta originaria de los Andes en América del Sur (Kasali et al., 2021). En la actualidad, Colombia y Sudáfrica destacan como los principales productores a nivel mundial de frutas de “aguaymanto”, aunque también, se cultiva de manera extensiva en otras regiones como Zimbabwe, Kenia, Egipto, Ecuador y Perú (Majcher et al., 2020). Esta especie también se encuentra en estado silvestre a altitudes comprendidas entre 1500 y 3000 metros sobre el nivel del mar (Yıldız et al., 2014; Ramos et al., 2022).
El “aguaymanto” se distingue por su crecimiento erguido y ramificado, alcanzando alturas que oscilan entre 1 y 2 metros. Las hojas, de forma ovalada y disposición alterna, son simples y presentan bordes dentados, aportando singularidad a su apariencia. Las flores surgen de manera solitaria en las axilas de las hojas, exhibiendo un tono amarillo pálido y un diámetro que varía entre 1 y 2 centímetros. Un aspecto característico de esta planta es su fruto, una baya redonda y pequeña, la cual se encuentra envuelta en un cáliz papiráceo que le confiere una apariencia de linterna. La pulpa de la baya es jugosa, con un sabor agridulce, y contiene numerosas semillas (Mariod, 2019; Kasalie et al., 2021)
Diversos investigadores han estudiado las propiedades nutricionales y bioactivas de P. peruviana, así como en sus aplicaciones dentro de la medicina popular, las que incluyen propiedades antiasmáticas, diuréticas, antisépticas, antiinflamatorias, antiproliferativas, sedantes, analgésicas y antidiabéticas (Yıldız et al., 2014; Singh et al., 2019). Estas propiedades son atribuidas a una variedad de compuestos que abarcan fisalinas y alcaloides, así como flavonoides, carotenoides, vitaminas y polisacáridos (Bazalar et al., 2019). Los beneficios para la salud de esta planta están estrechamente vinculados a su contenido de fitoquímicos (Muñoz et al., 2021).
Dada la presencia de abundantes metabolitos bioactivos, la importancia nutricional y los beneficios a la salud brindados por esta especie, es necesario brindar una actualización utilizando la literatura más reciente que permita conocer los últimos avances relacionados con la investigación en P. peruviana. Por esta razón, el objetivo de esta revisión sistemática es proporcionar un resumen exhaustivo de Physalis peruviana “aguaymanto”, abordando aspectos relacionados con los fitoquímicos, el valor nutricional y explorando los posibles beneficios para la salud.
Material y Métodos
Se realizó una exhaustiva búsqueda bibliográfica, identificando referencias recientes y pertinentes en diversas bases de datos, entre las cuales se incluyen Scopus, Science Direct, Elsevier y PubMed. La estrategia de búsqueda incluyó términos clave como Physalis peruviana, fitoquímicos, valor nutricional, y beneficios para la salud. Se llevó a cabo una selección y evaluación de artículos de revisión y artículos originales en inglés. Además, se revisaron las citas y fueron incorporadas de manera adecuada para fortalecer la calidad y relevancia de la revisión. Es importante resaltar que, con el objetivo de asegurar la objetividad y reducir al mínimo los posibles sesgos, se adoptó la metodología PRISMA. Esta implementación se llevó a cabo mediante un algoritmo que abarca de manera integral todos los procesos esenciales para la identificación del material relevante en el estudio, como se detalla en el diagrama de flujo presentado en la Figura 1.
Resultados y Discusión
Fitoquímicos identificados en diferentes partes de Physalis peruviana L.
En la Tabla 1, se presenta un resumen de los fitoquímicos identificados y caracterizados en distintas partes y extractos de P. peruviana. En este sentido, se han identificado diversas clases de fitoquímicos, abarcando terpenos (monoterpenos, sesquiterpenos, diterpenos, triterpenos y carotenoides), compuestos fenólicos (ácidos fenólicos, ésteres fenólicos, aldehídos fenólicos, chalconas, cumarinas, derivados de ácido cinámico, flavonoides y glucósidos), alcoholes, aldehídos, cetonas, ácidos carboxílicos, lactonas, esteroides y withanólidos, alcaloides, ésteres de sacarosa, glucósidos, siloxanos, vitaminas, fitoprostanos, derivados de fitol y enoles.
Diversas partes de P. peruviana albergan una rica variedad de fitoquímicos, destacando los terpenos y los polifenoles como las dos principales clases identificadas, representando el 26,09% y el 14,94%, respectivamente. En la categoría de terpenos, los carotenoides sobresalen como los más representativos (11.15%), seguidos por los monoterpenos (8,76%), sesquiterpenos (5,57%) y diterpenos (3,18%). Además, los resultados indican que el fitol fue recientemente identificado, limitándose al cáliz y las hojas de P. peruviana.
La presencia de fitoeno podría explicar la abundancia de carotenoides en la planta. El fitoeno, un hidrocarburo alqueno con 40 átomos de carbono, actúa como intermediario en la biosíntesis de carotenoides. La síntesis de fitoeno resulta crucial para la producción de carotenoides en las plantas, y la vía biosintética desde el fitoeno hasta la violaxantina es compartida en el género Physalis (Yu, et al., 2019). Además, los pigmentos de carotenoides de diversas especies dentro del género Physalis se emplean principalmente en la industria alimentaria como colorantes para grasas y aceites. Las semillas de estas plantas pueden contener hasta un 30% de aceite graso (Asilbekova et al., 2016).
En relación con los compuestos fenólicos, los flavonoides son la clase más prevalente (5,17%) en la planta, seguidos por los derivados del ácido cinámico (3,98%), compuestos monofenólicos (1,79%), ácidos fenólicos (1,39%), cumarinas (0,79%), ésteres fenólicos (0,79%), chalconas (0,39%), aldehídos fenólicos (0,39%) y estilbenos (0,19%). En términos generales, los compuestos monofenólicos y polifenólicos se sintetizan y acumulan en todos los tejidos de la planta, aunque la concentración puede variar entre las diferentes partes. Los ácidos fenólicos y los flavonoides son objeto de investigaciones extensas, principalmente debido a sus propiedades farmacológicas con aplicaciones médicas (Zhang et al., 2005).
La planta contiene diversos ácidos grasos, siendo el ácido hexadecanoico (ácido palmítico) el más citado en la literatura con cinco menciones (0,82%). También se destacan el ácido decanoico, el ácido linoleico y el ácido octadecanoico, cada uno mencionado en cuatro ocasiones (0,66%). El ácido hexadecanoico es el ácido graso saturado más común en plantas, animales y microorganismos, mientras que el ácido linoleico es esencial en los lípidos de las plantas y forma parte crucial de la dieta humana y animal, derivándose principalmente de aceites vegetales (Rustan et al., 2005).
En la planta se han identificado esteroides y withanólidos, representando el 6,97%. Las fisalinas son los constituyentes esteroidales más destacados y activos del género. La familia Solanaceae es la principal productora de compuestos withanólidos. Diferentes partes de P. peruviana han revelado la presencia y caracterización de varios withanólidos, como dihidrowitaferinas, perulactonas, witaferinas e hidroxiwitanólidos, (Kasali et al., 2019). Hasta la fecha, se han identificado casi 351 withanólidos en el género Physalis, destacándose P. peruviana y P. angulata como las principales fuentes (Huang et al., 2020).
Valor nutricional de Physalis peruviana L.
En la Tabla 2, se presenta la composición aproximada del valor nutricional de P. peruviana. Entre ellos, se destaca el bajo contenido de grasa en la fruta, que en promedio no supera el 1,0% del peso total, una situación que contrasta con la alta humedad de la fruta (77,3% a 85,5%). Esto refleja un alto contenido de agua, que, junto con la alta concentración de carbohidratos, brinda a la fruta una mayor protección en términos estructurales (Cortés Díaz et al., 2015). Es importante resaltar que el pH promedio de la fruta es de 4,4, lo cual es propicio para asegurar la actividad de la vitamina C. Las diferencias observadas en algunos informes podrían deberse a variaciones entre diferentes regiones de cultivo, ya que las condiciones climáticas, las características del suelo y otros factores múltiples intervienen directamente en las cualidades de la fruta (Cortés Díaz et al., 2015).
El contenido de ácidos grasos de P. peruviana proviene principalmente de sus semillas y se compone mayoritariamente de ácidos grasos saturados y poliinsaturados, los cuales poseen uno o más enlaces dobles entre sus carbonos. De estos, se destaca el ácido palmítico y el ácido linoleico, siendo estos los más prominentes según se observa en la Tabla 3. Este ácido graso tiene diversas bioactividades relevantes basadas en sus efectos sobre la proliferación y apoptosis de las células cancerosas. Otros compuestos detectados fueron epóxido de hexadeceno y fitol, que podrían ser utilizados como precursores para la fabricación de formas sintéticas de las vitaminas E y K (Morillo et al., 2017).
La fruta de Physalis peruviana es una fuente significativa de vitaminas, destacando la presencia de vitamina A (retinol) y pro-vitamina A (β-carotenos), así como cantidades considerables de vitamina B , B y C (ácido ascórbico) según la tabla 2. La vitamina A, liposoluble y antioxidante, desempeña funciones cruciales en la visión, reproducción, embriogénesis e integridad de estructuras membranosas. El β-caroteno, principal precursor de la vitamina A, aporta propiedades antioxidantes y el característico color anaranjado a frutas como Physalis peruviana. Physalis peruviana exhibe contenido variable de vitamina E (tocoferol) en diferentes partes de la planta y la fruta, con α-tocoferol reportado en la fracción lipídica. El tocoferol, junto con carotenos, desempeña un papel crucial como antioxidante lipídico, rompiendo reacciones en cadena al interactuar con radical peróxido en los ácidos grasos (Tabla 4). En cuanto a las vitaminas del complejo B, presentes en cantidades notables, la B3 participa en la producción de energía celular y actúa como modulador inmunológico y antioxidante, mientras que la B6 es esencial en la síntesis de neurotransmisores, influyendo en la función inmunológica y la expresión génica. La vitamina C, esencial en la síntesis de colágeno y neurotransmisores, también destaca por sus propiedades inmunomoduladoras y antioxidantes.
Los minerales son sustancias inorgánicas naturalmente presentes en una amplia variedad de alimentos y son esenciales para numerosos procesos metabólicos y fisiológicos en el cuerpo humano, requiriéndose alrededor de veinte minerales diferentes para un metabolismo adecuado (Williams, 2005). En términos generales, los minerales desempeñan funciones críticas en la contracción muscular, el equilibrio ácido-base de la sangre, la regulación del ritmo cardíaco, la conducción del impulso nervioso, la fosforilación oxidativa, la activación de enzimas y el transporte de oxígeno. En la pulpa de la fruta de Physalis peruviana, se han reportado mayores cantidades de calcio, potasio, fósforo y magnesio. El calcio es esencial para el desarrollo óseo y podría beneficiar la regulación de la presión arterial y el control del peso (Eken et al., 2016). El potasio desempeña un papel crucial en la protección contra la hipertensión y posiblemente contribuye a la mejora de la salud ósea. El fósforo, como componente enzimático, participa en procesos de fosforilación que activan compuestos como hormonas y regula el equilibrio ácido-base. Por último, el magnesio estabiliza el sistema nervioso y activa la fosfatasa alcalina, con estudios que sugieren beneficios potenciales en enfermedades cardiovasculares, osteoporosis y diabetes (Eken et al., 2016).
Beneficios para la salud de Physalis peruviana L.
La Tabla 6 expone los efectos biológicos principales de los cálices de P. peruviana que han sido documentados en la literatura. Estos efectos se han observado principalmente en los extractos de los cálices del aguaymanto, donde están presentes compuestos bioactivos como withanolidos, flavonoides, fenoles, saponinas y peruviosas, posiblemente debido a las acciones combinadas y sinérgicas de estos y otros compuestos presentes en los cálices del aguaymanto.
El extracto de hojas de P. peruviana exhibe propiedades antiproliferativas, antihepatotóxicas, antifibróticas, antidiabéticas y antibacterianas. Es crucial señalar que las hojas de uchuva han sido empleadas en la medicina popular durante siglos para la preparación de infusiones y la realización de tratamientos cutáneos, conforme a informes previos que documentan el conocimiento médico indígena relacionado con las plantas en India (Sharmila et al., 2014). Un estudio realizado por Sathyavathi y Janardhanan en el mismo país había registrado el uso común de las hojas de uchuva para el tratamiento de los episodios de vómitos (Sathyavathi y Janardhanan, 2014).
Perspectivas futuras
Physalis peruviana ha sido reconocida y utilizada a lo largo de los siglos, con su cultivo extendiéndose desde la región de los Andes en América del Sur hacia otras partes del mundo. El considerable contenido de vitaminas, minerales, ácidos grasos esenciales y antioxidantes ha suscitado un creciente interés en la investigación de esta planta y su fruta en las últimas décadas. Esto ha propiciado tanto un aumento en el consumo directo de la fruta y los jugos derivados, como el desarrollo de ungüentos y aceites con propósitos medicinales.
La optimización de la biodisponibilidad de los componentes de la fruta de P. peruviana y su rendimiento económico y beneficios para la salud son aspectos de suma importancia para impulsar aún más su uso y consumo generalizado. No obstante, es imperativo desarrollar nuevas prácticas de cultivo, procesamiento, almacenamiento y manejo de P. peruviana y sus subproductos. Dada la riqueza nutricional del “aguaymanto”, esta se presenta como un componente prometedor para la elaboración de alimentos y bebidas funcionales, así como una candidata idónea en fitomedicina como coadyuvante o tratamiento para afecciones como la hipertensión y la diabetes, áreas que requieren más respaldo científico. Además, es esencial realizar evaluaciones más exhaustivas de la fruta en estudios epidemiológicos en humanos, ya que existen limitados estudios en este ámbito.
Conclusiones
En conclusión, la investigación exhaustiva sobre Physalis peruviana (Solanaceae), comúnmente conocida como “aguaymanto”, ha proporcionado una visión completa de esta planta, destacando aspectos cruciales relacionados con sus fitoquímicos y su valor nutricional. Los fitoquímicos presentes en la fruta, como withanolidos, flavonoides, fenoles, saponinas y peruviosas, han sido identificados y asociados con diversas propiedades beneficiosas para la salud.
El valor nutricional excepcional de Physalis peruviana, que incluye vitaminas, minerales, ácidos grasos esenciales y antioxidantes, la posiciona como un componente valioso para mejorar la dieta diaria. Además, la diversidad de fitoquímicos presentes sugiere posibles beneficios para la salud, como propiedades antiproliferativas, antihepatotóxicas, antifibróticas, antidiabéticas y antibacterianas, según los estudios revisados.
Estos hallazgos no solo enriquecen el conocimiento sobre Physalis peruviana, sino que también brindan a los consumidores una comprensión más profunda de los beneficios potenciales para la salud asociados con su inclusión en la dieta diaria. La información recopilada es esencial para empoderar a los consumidores, permitiéndoles tomar decisiones informadas sobre sus opciones alimenticias y fomentando la adopción de hábitos alimenticios más saludables.
En última instancia, el estudio de Physalis peruviana contribuye significativamente a la promoción de la salud a través de la alimentación y alienta una mayor apreciación de los recursos naturales y sus beneficios para el bienestar humano.