INTRODUCCIÓN
A partir de la pandemia por el COVID-19 los hábitos y comportamientos de las personas cambiaron drásticamente, particularmente los de jóvenes universitarios, dichos cambios provocaron que sus expectativas académicas y satisfacción escolar disminuyeran (Gil Villa et al., 2020; Hassan et al., 2021), así como sus niveles de actividad física. El estudio de la calidad de vida relacionada con la salud (CVRS) y su relación con variables escolares es fundamental para combatir los efectos de la pandemia en la educación universitaria, problemas como la deserción y el ausentismo escolar, se pueden resolver desde la atención y seguimiento de las expectativas académicas, futuras, metas de progreso y la satisfacción escolar (Ventura León et al., 2021).
El deterioro de la salud mental (González Jaimes et al., 2020) aunado a los altos niveles de estrés se agudizaron durante la pandemia y por tal motivo es necesario implementar estrategias que permitan al estudiante continuar con su aprendizaje y el autocuidado de su salud en esta nueva normalidad. El descuido del estudio de la salud y el bienestar puede llevar a que la universidad se convierta en un espacio donde se deteriora la calidad de vida de los individuos, y un lugar en el que se desarrollen una serie de patologías físicas, emocionales y sociales; todas de alto costo personal como social (Cassaretto et al., 2020).
Es necesario evaluar los componentes de la CVRS en población juvenil ya que contribuyen a comprender la complejidad del problema y a detectar las principales necesidades de los estudiantes. Según Backhaus et al., (2020) la salud de los estudiantes debe ocupar un lugar destacado en la agenda de los investigadores de salud pública, los supervisores académicos y los responsables de la formulación de políticas.
Por lo anterior es importante explicar cada una de las variables de este estudio. En primer lugar, existen diversas definiciones sobre el concepto de CVRS, sin embargo, se puede encontrar una coincidencia en la mayoría, al definirla como el nivel de percepción individual de la propia salud. De acuerdo con Zuñiga et al., (2009) se refiere a una evaluación subjetiva de las influencias del estado de salud actual, sobre la capacidad del individuo para logar y mantener un nivel global de funcionamiento que permite seguir aquellas actividades importantes para el individuo y que inciden en su estado general de bienestar.
En este estudio se analizaron ocho dimensiones de la CVRS: Función física, rol físico, dolor corporal, salud mental, salud general, vitalidad, función social y rol emocional.
Las definiciones para dichas dimensiones son las siguientes: 1) La función física entendida como el grado en que la salud limita las actividades físicas tales como caminar, subir escaleras, inclinarse, cargar o llevar pesos, y los esfuerzos moderados e intensos, 2) el rol físico se concibe como los problemas con el trabajo u otras actividades diarias que se vinculan con el malestar físico, 3) el dolor corporal se define como la intensidad del dolor y su efecto en el trabajo habitual actual, 4) la salud mental se entiende como lo que incluye la depresión, ansiedad, el control de la conducta y el control emocional y el efecto positivo en general, 5) la salud general hace referencia a la percepción del estado de salud, mientras que 6) la vitalidad es un sentimiento de energía y vitalidad, 7) la función social es el grado en que los problemas de salud física o emocional interfieren en la vida social habitual y 8) el rol emocional se define como los problemas en el trabajo u otras actividades diarias a consecuencia de problemas emocionales.
La literatura sobre el tema permite identificar diversos estudios. Al respecto, Snedden et al., (2019) analizaron la CVRS en estudiantes universitarios en donde encontraron diferencias significativas en el componente de salud mental según los niveles de deporte y actividad física, además de una relación positiva entre el deporte, la actividad física y la salud mental de los universitarios.
En el estudio de Nowak et al., (2019) encontraron que algunos tipos de actividad física presentan relación positiva con la calidad de vida; así como con la edad y género. En otra investigación, Keener et al., (2021) reportaron que la resiliencia, la experiencia en línea y la preparación previa en el aprendizaje en modalidad virtual se asocian con las dimensión de calidad de vida. Sorprendentemente, una proporción considerable de los estudiantes indicaron una calidad de vida deficiente. Lo cual coincide con lo reportado en otros estudios (Qiu et al., 2019; Hanna et al., 2020)
Por su parte, Hidalgo et al., (2019) encontraron que los dominios de CVRS con las puntuaciones bajas fueron los recursos económicos, el estado de ánimo y el bienestar físico, mientras que el entorno escolar obtuvo la menor proporción. Mientras que Díaz et al.,(2017) reportaron que un 37 % de los estudiantes se perciben con buena CVRS y una óptima salud (52 %), además se encontró relación entre el bajo rendimiento académico y la dimensión social de la escala de CVRS.
En cuanto a la CVRS, ansiedad, estrés, resiliencia y optimismo Riveros & Vinaccia, (2017) encontraron puntuaciones altas y bajos niveles de depresión, además hallaron relaciones inversas entre ansiedad, depresión y estrés percibido frente al componente mental de calidad de vida, y la depresión como el estrés percibido mostraron también relaciones inversas con vitalidad; frente a las variables de salud, sólo el optimismo mostró una relación directa con el componente mental de calidad de vida. Además Rubio, (2018) concluyó que el nivel de calidad de vida se modifica de manera positiva con el ejercicio físico y el aumento de las horas de sueño y de manera negativa con el consumo de tranquilizantes y la pertenencia al género femenino.
Otro concepto relevante en este estudio es el de expectativa que refiere aquello que los estudiantes esperan realizar y concretar durante su vida académica. Tiene dos componentes; escolar y social. Se asocia a las experiencias de los acontecimientos vividos y es más próximo a aquellos otros que se van a vivir. Recoge la confianza en aquello que la experiencia previa considera que es más probable que ocurra (Alfonso et al., 2013). De lo anterior emana la variable expectativa académicas de resultado que refieren a las creencias respecto a las posibles consecuencias de realizar ciertas conductas.
Dentro de este orden de ideas, se encuentra el concepto de expectativas de futuro, que se refieren al grado en que los individuos esperan que ocurra un evento, lo que a su vez influye en la planificación y establecimiento de metas que luego guiarán la conducta y la toma de decisiones (Seginer, 2009). Algunas investigaciones sobre el tema indican su relación con el rendimiento académico y patrones de aprendizaje (Gaeta-González et al., 2020), también con el autoestima, la satisfacción con la vida y autoeficacia (Verdugo et al., 2018).
Por otra parte la variable metas de progreso o metas académicas tiene una naturaleza multidimensional y polisémica, de acuerdo con la definición de Lent, (2004) refieren a la percepción individual de progreso hacia el logro de las metas personales. Los estudios previos sobre las metas académicas se han realizado en relación con el autoconcepto de los estudiantes (Machuca, 2017), el estrés (Garriott & Nisle, 2018) , el rendimiento escolar (Travezaño, 2018; Rodríguez & Guzmán, 2018) , la motivación hacia el aprendizaje (Sorolla et al., 2019) y la incidencia de variables demográficas (Gaeta-González, 2018; Díaz-Pinzón, 2020).
La satisfacción escolar o académica se ha definido de diferentes formas: a) como la evaluación subjetiva por parte del estudiante de los resultados y experiencias relacionados con su educación; con rasgos cognitivos-afectivos que incluyen el placer, el sentirse bien, y la valoración de sus experiencias de aprendizaje (Inzunza et al., 2015) y b) el placer, gusto o deleite que siente el estudiante por sus quehaceres académicos dentro de una carrera, con la que se identifica y busca desarrollar sus habilidades (Bernal et al., 2016). Estudios previos sobre el tema mostraron que los estudiantes presentan altos niveles de satisfacción con sus clases, así como asociaciones fuertes entre la satisfacción con el curso y las dimensiones autoeficacia académica y social, mientras que las asociaciones más débiles se observaron entre la satisfacción con la institución y la autoeficacia social Oliveira et al., (2020). Según el estudio de Báez & González, (2017) existen estudiantes con niveles aceptables de satisfacción; frente a otros que presentan bajos niveles. Además, se observó una significativa diferencia entre las alumnas y los alumnos que plantean poseer bajos niveles de satisfacción por la escuela, 26.0% fueron hombres, ante solamente tres mujeres que compartieron este criterio para un bajo (0.41%). Entre las causas fundamentales expresadas por los participantes se encuentran: aburrimiento con las actividades desarrolladas en las escuelas, no siempre son escuchadas sus propuestas por los docentes e interés por trabajar, en lugar de estudiar.
A partir del análisis de la literatura académica disponible se pudo identificar un vacío teórico, debido a que la mayoría de los estudios previos analizan la relación entre la calidad de vida y el rendimiento académico y muy pocos investigan acerca de la relación con la satisfacción académica, expectativas (académicas y futuras) y metas de progreso en población universitaria.
A diferencia de lo reportado en la literatura existente este estudio se centra en analizar la relación de la CVRS con otras variables académicas importantes como las expectativas académicas, satisfacción, metas de progreso, expectativas de futuro de los estudiantes que permitirá brindar un aporte en el conocimiento sobre dichas variables, y atender de manera oportuna problemas relacionados con la salud de los universitarios y de desempeño escolar. Por lo anterior el objetivo de este artículo fue determinar la relación entre las dimensiones de la calidad de vida relacionada con la salud y las expectativas académicas de resultado, las expectativas de futuro, metas de progreso y la satisfacción escolar de jóvenes universitarios.
MÉTODO
Diseño
El tipo de investigación es cuantitativa, con diseño transversal, observacional, descriptivo y correlacional (Méndez et al., 1990).
Participantes
La selección de la muestra se hizo de manera no probabilística; la estrategia que se utilizó fue el muestreo por conveniencia, el total de la muestra fue de 346 estudiantes mexicanos, de diversas carreras profesionales (Diseño gráfico, Educación, Medicina, Ingenierías, Arquitectura y fisicomatemáticas), de la región sureste del estado de Coahuila, México, de los municipios de Saltillo y Arteaga.
Instrumento
Para caracterizar a la población de estudio, se utilizó un apartado de datos demográficos donde se consideró la edad, el sexo, consumo de alcohol y tabaco, así como la realización de ejercicio físico.
Calidad de vida relacionada con la salud, se midió a través del cuestionario SF-12 (Alonso et al., 1995). Compuesto por doce ítems, cuya finalidad es proporcionar un perfil del estado de salud, definiendo un estado positivo y negativo de la salud física y mental, por medio de ocho dimensiones: función física, rol físico, dolor corporal, salud mental, salud general, vitalidad, función social y rol emocional y dos componentes sumarios; salud física y mental. Las opciones de respuesta son mediante una escala Likert donde el número de opciones varía de tres a seis puntos. Algunos ítems del instrumento son “En general, usted diría que su salud es”, “Durante las últimas 4 semanas, ¿Hasta qué punto su salud física o los problemas emocionales han dificultado sus actividades sociales habituales con la familia, los amigos/as, los vecinos/as u otras personas”. Cada pregunta recibe un valor que posteriormente se transforma en una escala de 0 a 100. Las puntuaciones tienen una media de 50 con una desviación estándar de 10, por lo que valores superiores o inferiores a 50 indican un mejor o peor estado de salud. Las propiedades de medición reportadas en la literatura indican que el α de Cronbach es alto y oscila entre .74 y .89 (Vilagut et al., 2008). En el presente estudio, el α de Cronbach fue de .88.
Las Expectativas académicas se evaluaron mediante la encuesta de Expectativas Académicas de Resultado propuesta por Lent, 2005, para este estudio se utilizó la versión adaptada de Zalazar-Jaime & Cupani, (2018). Indagan sobre los posibles resultados de la graduación. Consta de una estructura factorial compuesta por dos factores: expectativas académicas intrínsecas (relacionadas con experiencias subjetivas tales como el interés y satisfacción) y extrínsecas (consecuencias reforzantes tangibles, tales como el dinero y el respeto). La escala está compuesta por 10 ítems que los participantes deben responder utilizando una escala tipo Likert con 10 opciones de respuesta. Las propiedades de medición reportadas en la literatura indican que la consistencia interna de la escala oscila entre .84 y .90 (Zalazar-Jaime & Cupani, (2018). En el presente estudio, el α de Cronbach fue de .89.
Las metas de progreso se evaluaron mediante la encuesta de Metas de Progreso Académicas. Su versión original fue propuesta por Lent, 2005, sin embargo en este estudio se utilizó la adaptación realizada por Zalazar-Jaime & Cupani, (2018). Indaga el progreso académico de los estudiantes en temáticas como aprendizaje y comprensión de la currícula universitaria. La escala está compuesta por 7 ítems que los participantes deben responder mediante una escala tipo Likert con 5 opciones de respuesta, desde 1 “Ningún progreso” a 5 “Excelente progreso”. El estudio de (Zalazar-Jaime & Cupani, (2018) reportó una confiabilidad compuesta satisfactoria de (ρ = .89). En nuestro estudio se obtuvo un alfa de Cronbach de .90.
La variable de Satisfacción Académica se evaluó mediante el cuestionario de Satisfacción académica (Lent en 2005). Para este estudio se utilizó la versión abreviada de Zalazar-Jaime & Cupani, (2018). Indagan sobre el nivel de satisfacción de los estudiantes respecto a su experiencia académica. La escala está compuesta por 7 ítems que los participantes deberán responder usando una escala tipo Likert con 5 opciones de respuesta, donde 1 representa “totalmente en desacuerdo” y 5 “totalmente de acuerdo”. La Consistencia interna reportada por Zalazar-Jaime & Cupani, (2018 fue satisfactoria (ρ = .87), en nuestro estudio se obtuvo un resultado similar de confiabilidad (.88).
La variable expectativa de futuro evaluada mediante la Escala de Expectativas de Futuro en la Adolescencia (Sánchez & Verdugo, 2016). Mide las expectativas de futuro que tienen los jóvenes, y permite conocer cómo creen que será su futuro imaginándose a sí mismos dentro de unos años. Se trata de un autoinforme compuesto por 14 ítems, a responder con una escala Likert de cinco puntos, que forman parte cuatro dimensiones: expectativas económicas, expectativas académicas, expectativas de bienestar personal y expectativas familiares. La puntuación de cada ítem indica el grado de probabilidad de que ocurran o no ciertas cosas en su futuro. A mayor puntuación, expectativas más positivas respecto a que los hechos presentados ocurran en un futuro. La escala global y las subescalas muestran una fiabilidad aceptable α de Cronbach .84 y McDonald´s Omega Ω=.89 (Verdugo et al., 2018). En nuestro estudio se obtuvo una confiabilidad de .90.
Procedimiento
La fase del trabajo de campo inició con una solicitud formal enviada a los directores de cada escuela o facultad de la Universidad Autónoma de Coahuila de la unidad Sureste, específicamente en los municipios de Saltillo y Arteaga, posterior a la autorización de los directores se visitó a las escuelas participantes y se aplicaron las encuestas, dicha actividad tuvo una duración de dos semanas. Previamente a la aplicación de las encuestas se les brindaron las instrucciones de manera general a los encargados de la aplicación, pidiendo de requisito que cada participante firmara la carta de consentimiento. Posteriormente, la aplicación tuvo una duración aproximada de 15 minutos, incluyendo el tiempo que tardaban los encargados en recoger cada encuesta.
Análisis de datos
El análisis de la información se realizó mediante el paquete estadístico para las ciencias sociales (SPSS), en primer lugar, se procesó la confiabilidad para cada escala, en segundo se analizaron las frecuencias y porcentajes de los datos generales de los participantes, y por último se realizó la estadística descriptiva y se calculó el coeficiente de correlación de Pearson entre las variables del estudio.
Para obtener los componentes sumarios del SF-12 se realizó lo siguiente: a) cálculo de las puntuaciones de las 8 dimensiones básicas; b) estandarización de las puntuaciones de cada dimensión-restando la media poblacional de los valores anteriores y dividiendo por la desviación estándar (DE) poblacional-; c) suma ponderada de los valores estandarizados, y d) transformación lineal para obtener una distribución de media =50 y DE= 10 en la población general de referencia.
Aspectos éticos
Se cumplió con los principios éticos y código de ética recomendados en el APA 2002, lo que permitió asegurar la precisión del conocimiento científico, proteger los derechos y garantías de los participantes en la investigación a través de su consentimiento informado. También, el estudio cuenta con la aprobación del Comité ético científico de la Universidad, conformado por expertos en el área de competencia del estudio, quienes analizaron el protocolo de investigación y el cumplimiento de los aspectos éticos para estudios con seres humanos.
RESULTADOS
En la Tabla 1 se puede observar que el 49 % son mujeres y el 51 % son hombres. La edad promedio fue de 20 años. El 74 % de los universitarios no fuma, mientras que el 24 % sí, por otra parte, el 43 % no consume alcohol y el 57 % sí y, por último, el 64 % sí realiza ejercicio y el 36 % no.
En el análisis de las puntuaciones de CVRS por dimensión, se pudo observar que la función física y el rol físico obtienen los puntajes más altos, seguidos de la dimensión de salud general, por último, el dolor corporal obtuvo la evaluación más baja (ver Tabla 2). En cuanto a las dimensiones relaciona al componente de salud mental se observó que el rol emocional y la salud mental obtienen los puntajes más altos, no obstante, la vitalidad obtuvo puntajes regulares y la función social fue la dimensión más débil. Se pudo observar que los jóvenes universitarios tienen altas expectativas acerca de su futuro, así como expectativas académicas de resultado y metas de progreso definidas durante su proceso de aprendizaje. Además, valoran positivamente su experiencia en la escuela con puntajes altos en su satisfacción académica.
Existe una relación positiva entre la función física y rol físico con las expectativas académicas, lo que indica facilidad para realizar todo tipo de actividad física y mantener expectativas escolares altas (ver Tabla 3). A su vez, se observaron correlaciones entre la salud general, el rol emocional y la vitalidad con las expectativas académicas de resultado. Mientras que el dolor corporal y la función social mostraron correlaciones inversas con las expectativas académicas de resultado de los estudiantes.
** Correlación significativa al nivel de 0.01.
* Correlación significativa al nivel 0.05.
Fuente: elaboración propia.
Existe una relación positiva entre el rol físico, salud general, rol emocional, vitalidad y salud mental con las expectativas de futuro. No obstante, el dolor corporal y la función social presentaron una correlación inversa con las expectativas de futuro de los estudiantes.
Existe una relación positiva entre el rol físico y las metas de progreso. También la salud general, la vitalidad y el rol emocional se correlacionaron con las metas de progreso. Por otra parte, las dimensiones dolor corporal y función social mostraron una relación inversa con las metas de progreso.
Se observó una relación positiva entre la función física y rol físico con la satisfacción académica, lo cual indica que los estudiantes no sufren problemas de salud que interfieran considerablemente en sus actividades físicas de la vida diaria y muestran altos niveles de satisfacción en la escuela (ver Tabla 3). Existe relación entre la salud general y la satisfacción académica. El rol emocional y la vitalidad obtuvieron una relación positiva con la satisfacción académica. El dolor corporal y la función social presentaron una correlación inversa con la satisfacción académica.
Los universitarios que gozan de salud física presentaron correlaciones positivas con las expectativas académicas de resultado, satisfacción académica y expectativas de futuro. Así como aquellos que poseen salud mental mostraron asociación con las expectativas académicas de resultado y de futuro, así como con las metas académicas y satisfacción académica.
DISCUSIÓN
El presente estudio buscó determinar la relación entre las dimensiones de la calidad de vida relacionada con la salud y las expectativas académicas de resultado, las expectativas de futuro, metas de progreso y la satisfacción escolar de jóvenes universitarios. Los hallazgos demuestran que seis de las ocho dimensiones de la CVRS se relacionan con las expectativas, metas y satisfacción escolar de los estudiantes.
De manera general se puede afirmar que los jóvenes universitarios tienen una buena calidad de vida, sin embargo, se puede deducir diferencias importantes que señalan que una proporción de estudiantes no adoptan hábitos saludables y otros sí. La salud física y mental son importantes en la vida académica de los estudiantes, no obstante, los universitarios no visualizan el impacto de dichos beneficios en el éxito escolar, el logro de sus expectativas académicas, metas de progreso e incluso con sus expectativas futuras.
En cuanto a la percepción de la relación de las diversas dimensiones de la CVRS y las variables académicas, se observaron correlaciones significativas y débiles. Lo que permite reflexionar en la necesidad de concientizar a los jóvenes en el autocuidado de su salud y su calidad de vida académica. En este sentido, Díaz et al.,(2017) observaron que algunos aspectos analizados de manera individual en las dimensiones de CVRS se encuentran en riesgo, así como se señala en estudios más recientes (Keener et al., 2021; Hanna et al., 2020; Qiu et al., 2019).
El impacto en la salud pública de dichos resultados radica en que a partir de estos hallazgos se pueden generar estrategias para la promoción de estilos de vida saludables y mejorar la satisfacción académica, expectativas y metas de los estudiantes universitarios, lo cual incidirá en la mejorar de la satisfacción con la vida y de sus aspiraciones futuras (Gaeta-González et al., 2020). Es importante reconocer que el contexto universitario debe mirar de una manera holística el desarrollo académico del estudiante en aras del mejoramiento de su calidad de vida (Díaz et al., 2017).
Un hallazgo del estudio es la existencia de una relación pequeña entre las dimensiones de la CVRS y las expectativas académicas, futuras, metas de progreso y satisfacción, lo que permite afirmar que se debe trabajar en el mejoramiento de la salud física y mental de los estudiantes desde el contexto escolar, debido que en la medida que éstos presentan bienestar emocional y satisfacción podrán cumplir con sus metas y expectativas académicas.
Los universitarios habituados a realizar actividad física y deporte tendrán una buena trayectoria escolar, disfrutarán su ambiente escolar y pensarán en su futuro. Asimismo, la salud mental es un aspecto relevante en la vida académica de los estudiantes, la incidencia en su comportamiento es evidente, de ahí que es imperante fortalecer el aspecto psicológico y emocional para favorecer su satisfacción académica. Lo cual coincide con Morales & Chávez, (2019) quienes encontraron que a mayor autoeficacia académica y menor desgaste emocional, será mayor la satisfacción académica.
Dentro de las limitaciones del estudio se encuentra el tipo de muestreo utilizado, al ser una selección no probabilística por conveniencia reduce la posibilidad de generalizar los resultados a una población más grande. Las investigaciones futuras sobre la CVRS y su relación con variables académicas deberían considerar factores del contexto escolar y social que pudieran afectar de manera directa el aprendizaje y la satisfacción estudiantil.
Lo jóvenes universitarios son un grupo población que debe estudiarse sistemáticamente debido a que existen diversas problemáticas sociales y variables escolares que ponen en riesgo su salud y satisfacción académica. Lo anterior permite reflexionar en la importancia de la calidad de vida universitaria y la necesidad de promover estilos de vida saludables desde las instituciones de educación superior.
CONCLUSIONES
La salud física y mental de los estudiantes está relacionada con variables académicas poco estudiadas de manera conjunta, si bien es cierto que la satisfacción escolar se ha analizado en sus efectos en el bienestar de los educandos, es necesario considerar otros aspectos como las expectativas académicas de resultado, las metas de progreso y las expectativas de futuro.
De manera general los estudiantes se perciben con buenos niveles de CVRS, sin embargo, se deben seguir analizando sus dimensiones debido a que el entorno escolar es complejo y las expectativas de los estudiantes, así como sus niveles de satisfacción pueden disminuir durante su trayectoria académica. El estrés académico, la sobrecarga escolar, el desinterés y la poca satisfacción con las actividades escolares son variables que afectan el desempeño de los estudiantes.
La salud física es una variable relevante en la mejora de las expectativas académicas de resultado y futuras, así como de los niveles de satisfacción académica. Mientas que la salud mental es primordial para lograr que el estudiante cumpla con sus metas de progreso, sus expectativas y satisfacción académica.
ORCID
Jesus Alberto García García https://orcid.org/0000-0003-1369-311X
Daniella Carrizales Berlanga https://orcid.org/0000-0002-4241-3052
CONTRIBUCIÓN DE LOS AUTORES
Jesus Alberto García García: Trabajó en toda la propuesta y específicamente en la introducción, resultados y discusión.
Daniella Carrizales Berlanga: Participó en el análisis de los resultados, así como en la lectura e interpretación de estos, además revisó la literatura sobre el tema, se encargó de dar formato a las referencias del documento.
FUENTE DE FINANCIAMIENTO
El estudio fue autofinanciado.
CONFLICTO DE INTERESES
Los autores expresamos que no hubo conflictos de intereses al redactar el manuscrito.
AGRADECIMIENTOS
No aplica.
PROCESO DE REVISIÓN
Este estudio ha sido revisado por pares externos en modalidad de doble ciego. El editor encargado fue Renzo Rivera. El proceso de revisión puede encontrarse como material suplementario 1.
DECLARACIÓN DE DISPONIBILIDAD DE DATOS
La base de datos se adjunta en el artículo como material suplementario 2 disponible desde la plataforma de la revista Interacciones.
DESCARGO DE RESPONSABILIDAD
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