INTRODUCCIÓN
En la actualidad, el turismo se destaca como una actividad con repercusiones económicas benefi-ciosas para las comunidades locales, y se percibe además como una herramienta para el progreso respaldada por diversos grupos y entidades gubernamentales (Orgaz & Moral, 2016; Ponce et al., 2022). La integración del turismo en la vida de las naciones y comunidades a nivel global se atribuye a un creciente entendimiento de que esta actividad tiene potencial de estimular la economía, generar conciencia, ofrecer experiencias significa-tivas, mejorar la salud pública, preservar el patrimonio cultural y natural, revitalizar el ámbito rural, así como involucrar activamente a las poblaciones que han tenido limitadas oportuni-dades (Li & Wen, 2024; Du et al. 2023; Orgaz & Moral, 2016).
El Turismo Rural Comunitario en Perú abarca cual-quier iniciativa turística planificada y sostenible llevada a cabo en áreas rurales y que incluye a la población local organizada para beneficiar a la comunidad. Es vital que la comunidad desarrolle capacidades para gestionar el desarrollo local y turístico, así como para mejorar y asegurar la calidad de los destinos y servicios. Además, se fomenta un compromiso de valoración, respeto y conservación del patrimonio, alentando a la comunidad a promoverlo a nivel tanto nacional como internacional (MINCETUR, 2008).
Perú alberga una diversidad de bosques naturales, incluyendo el bosque estacionalmente seco o bosque seco. Este ecosistema está conformado por árboles que coexisten con matorrales, herbazales efímeros, arbustos y cactáceas, extendiéndose a lo largo de la costa norte del país. Se caracteriza por una cobertura de copa igual o superior al 10% y árboles de una altura mínima de 2 m. En el bosque seco son típicos las altas temperaturas, aridez extrema, precipitaciones irregulares y la eventual ocurrencia del Fenómeno de El Niño (MINAM, 2021). El bosque estacionalmente seco de colina es un sub-tipo del bosque localizado en las laderas occidentales de los Andes, donde presenta vegetación caducifolia con árboles que alcanzan una altura de 8 a 12 m. Las colinas presentan alturas relativas máximas de 30 a 180 m con pendientes que varían entre el 15% y 80% (MINAM, 2019).
El bosque seco abarca 43,1% (1 548 512 ha) del territorio del departamento de Piura, 69,7% (266 188 ha) de la provincia de Morropón y 64,7% (11 002 ha) del distrito de Morropón (MINAM, 2021). Ofrece una diversidad de servicios ecosistémicos, siendo su principal contribución el suministro de alimentos, productos forestales no maderables y maderables (Balvanera et al., 2011). A pesar de esto, este ecosistema enfrenta una amenaza constante debido a la pérdida de su composición original (Leal-Pinedo & Linares-Palomino, 2005). Se calcula que entre el 10% y el 20% del bosque seco está actualmente experimentando procesos de degradación, mientras que cerca del 30% enfrenta amenazas derivadas del cambio climático, cambio de uso de suelo y crecimiento poblacional. Estos factores inciden en el adecuado funciona-miento del ecosistema, disminuyen su resiliencia y representan riesgos para las comunidades huma-nas que dependen directamente de su entorno, afectando su seguridad alimentaria (Yirdaw et al., 2017). La condición de degradación que experi-mentan los bosques secos en diversas escalas geográficas subraya la necesidad de dar prioridad a su conservación (Cárdenas-Camacho et al. 2021).
En Perú, se han implementado medidas para la protección y conservación de los ecosistemas a través de la Ley de Áreas Naturales Protegidas - ANP- y su Reglamento (aprobado por Decreto Supremo 038-2001-AG). Esta legislación clasifica las ANP en tres niveles: ANP de administración nacional, Área de Conservación Regional - ACR - y Área de Conservación Privada - ACP -. Esta última se define como iniciativas privadas con fines de conservación. Estas áreas se establecen en terrenos donde se implementa un manejo que posibilita la preservación de muestras representativas del ecosistema natural propio de la zona en la que se encuentra. Las comunidades campesinas peruanas son titulares de 48 ACP que equivale al 93,73% (360 972 ha) de la extensión abarcada por las ACP. En Piura se cuenta con 16 ACP que protegen 56 280,37 ha del departamento (Monteferri, 2019).
En Piura, se encuentra el ACP BSC JVA de propiedad de la CC JVA, aprobado bajo la Resolución Ministerial RM 048-2017-MINAM con una vigencia de perpetuidad, cuyo objetivo es conservar el bosque seco de colina y su biodiversidad (El Peruano, 2017; Monteferri, 2019). Este bosque forma parte de la ecorregión del bosque seco ecuatorial y el distrito de Morropón abarca dos zonas de vida que se distribuye de la siguiente manera: el 84,14% corresponde a bosque muy seco - Tropical (bms-T), 13,5% a bosque seco - Premontano Tropical (bs-PT) y el 2,30% comprende áreas urbanas (Holdridge, 1967; GORE Piura, 2018).
La vegetación predominante de esta área son las poblaciones de “palo santo” (Bursera graveolens), “hualtaco” (Loxopterygium huasango), “pasayo” (Eriotheca ruizii), “overo” (Cordia lutea), “algarrobo” (Neltuma pallida), y “sapote” (Colicodendron scabridum), (More et al., 2014; Manchay, 2015; GORE Piura, 2016). Respecto a la fauna silvestre se encuentra una diversidad de 95 especies: 2 anfibios, 6 reptiles, 78 aves y 9 mamíferos (GORE Piura, 2016). Adicionalmente, se considera al Cerro Pilán como el recurso turístico más importante debido a su connotación mística, atribuidas a los reportes de avistamientos de objetos voladores no identificados (OVNI) (Moreno, 2020).
El ACP BSC JVA presenta una zonificación para la gestión del territorio dividida en dos zonas: la Zona de Uso Múltiple (1380,57 ha) que permite actividades como la extracción de árboles muertos y ramas secas, apicultura y pastoreo de ganado; y la Zona de Uso Limitado (1031,88 ha) donde se permite actividades de turismo e investigación. En ambas zonas está prohibido la tala y caza comercial, introducción de especies exóticas y expansión de frontera agrícola (SERNANP, 2014; GORE Piura, 2016; SERNANP, 2023). En este contexto, la implementación del uso sostenible emerge como una parte esencial de la estrategia de conservación. Los progresos en la recopilación y desarrollo de investigaciones contribuyen al manejo forestal; no obstante, se requiere un esfuerzo particular en el fortalecimiento de las comunidades locales, ya que son ellas las que mantienen una interacción constante con estos ecosistemas y, en cierta medida, influyen en sus condiciones presentes y futuras (Avella & Cárdenas, 2010). Es precisamente por esta razón que el turismo orientado a la comunidad se reconoce como un catalizador fundamental para lograr la sostenibilidad en la industria turística en áreas rurales (Aguirre-Vélez & Mestanza-Ramón, 2022).
A pesar de que el turismo ha experimentado una continua expansión, diversificación y un rápido crecimiento en las últimas décadas (Mihalič, 2014), no ha sido convenientemente abordado por los tomadores de decisiones (Farsari et al., 2011). En este sentido, las ACP podrían surgir como una oportunidad para aquellas comunidades campe-sinas de Piura que buscan emprender actividades de turismo rural comunitario y contribuir a la estrategia de conservación de los recursos natu-rales que constituyen los principales atractivos turísticos. En este aspecto, el objetivo de esta investigación fue identificar y analizar el potencial turístico, así como elaborar una propuesta de plan de acción para el desarrollo del turismo rural comunitario en el ACP BSC JVA, a través de un análisis situacional de la oferta y la demanda turística del ACP.
METODOLOGÍA
Área de estudio
El ACP BSC JVA se sitúa a una altitud que oscila entre 250 - 800 m.s.n.m., ubicado en el distrito y provincia de Morropón, en el departamento de Piura. Abarca una extensión total de 2 412,45 ha, divididas en dos sectores: sector I con un área de 247,67 ha, y el sector II con 2 164,78 ha. Este se encuentra en el territorio de la CC JVA con un área total de 3 476,30 ha (figura 1) (GORE Piura, 2016; SERNANP, 2023).
Recolección de información
En primer lugar, se realizó la identificación y recopilación de información sobre los recursos turísticos del ACP BSC JVA entre febrero y abril de 2021.
Para la realización de las encuestas de oferta turística (Anexo 1), se determinó el tamaño de la muestra utilizando la fórmula propuesta por Mendenhall et al. (1986); con base en una población de 4004 y un nivel de confianza del 95%, probabilidades iguales de éxito y fracaso, y error máximo admisible de 10%.
Se seleccionaron 94 pobladores aleatoriamente entre hombres y mujeres de la CC JVA en el rango de 14 a 65 años de los sectores de Franco Alto, Franco Bajo, Zapotal, Cerezo y Talanquera.
Respecto a la demanda turística (Anexo 2), se consideró un muestreo probabilístico por conveniencia, seleccionando 30 turistas. El periodo de realización de las encuestas fue entre febrero y abril del 2021. Las encuestas de oferta se realizaron presencialmente, mientras que las de demanda fueron presencial y virtual debido a la coyuntura del COVID-19.
Análisis de información
El análisis de la oferta turística implicó identificar y analizar los elementos que conforman la actividad turística, en cuanto al análisis de la demanda turística se pudo analizar las características de los visitantes, establecer los perfiles de la demanda e identificar los tipos de turismo. Posteriormente se realizó un análisis FODA del ACP BSC JVA relacionado a la actividad turística (Benzaghta et al., 2021). Seguido, se empleó el diagrama de Ishikawa con el fin de identificar la interacción de las posibles causas del problema principal que dinamizan y condicionan la actividad turística (Botezatu et al., 2019).
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Recursos turísticos
El recurso turístico, según MINCETUR (2009), se define como aquella manifestación natural, cultural o de historia de un lugar determinado, el cual es la base del desarrollo de la actividad turística y brinda un valor agregado al destino. En la zona de estudio se identificaron cuatro recursos turísticos como los más importantes del ACP BSC JVA (Figura 2). El más resaltante es el Cerro Pilán que está categorizada como la primera de las Siete Maravillas del Distrito de Morropón según consta en la Resolución Directoral N° 001-2009-CC “PMAM” - M, y catalogada como zona prioritaria con potencial Muy Alto (Albañil, 2016; GORE Piura, 2018); además, es reconocido como recurso turístico en la categoría Sitio Natural (MINCETUR, 2017). Se encuentra situado entre los centros poblados Franco Alto y San José del Chorro, a una altitud de 450 m.s.n.m., con pendientes empinadas de 25% a 50% y está compuesta por rocas metamórficas (Albañil, 2016). Asimismo, el Cerro Pilán tiene un potencial de turismo ufológico (Llaque, 2018; Moreno, 2020) y ha sido la inspiración para la publicación de producciones literarias como “Cerro Pilán, una carretera de ovnis” (Vásquez, 2013).
La Mina Inca es un nuevo reporte para el turismo en Morropón. Según las declaraciones de los locales, este lugar fue una zona de extracción de oro en las etapas pre-inca e inca. In situ se visualiza una excavación enterrada debido a las lluvias del Fenómeno de El Niño, ubicada en las faldas de una colina aledaña al Cerro Pilán, que debe ser objeto de estudios para revelar su historia.
El Jaguay Salas se considera un nuevo reporte para el turismo. El término “jaguay” o “jagüey” se define como un manantial, ojo de agua, o bebedero para la fauna silvestre y el ganado con un nivel de agua supeditado a las lluvias estacionales en la costa piurana (Puig-Tarrats, 2007). Toma su nombre por la proximidad al Cerro Salas que se encuentra en el ACP BSC JVA. El Jaguay Salas se recarga de agua en la temporada de lluvia, mientras que el resto del año permanece seco. Presenta vegetación ribereña donde se alberga la avifauna. Además, se ha encontrado hoyos en las formaciones rocosas llamados “morteros” que, según los testimonios locales, fueron empleados por las culturas preincas para refinar oro. El Jaguay Cerezo, de igual atractivo que el anterior, es un nuevo reporte y toma su nombre por la localidad cercana.
En esta investigación se reconoce al Cerro Pilán como el atractivo turístico más importante en el ACP BSC JVA, por ende, se convierte en el foco principal para el desarrollo del turismo rural comunitario en la zona. Así mismo, los nuevos recursos turísticos descritos, como la Mina Inca, el Jaguay Salas y el Jaguay Cerezo, también pueden ser explotados. En ese sentido, se debe considerar la estrategia de atraer investigadores que puedan estudiar los vestigios históricos encontrados en la zona y que, según los comuneros, corresponden a culturas preincaicas e incas, a fin de enriquecer aún más el destino turístico y ofrecer experiencias más completas a los visitantes.
Oferta y demanda turística
Se realizaron las encuestas a los comuneros de CC JVA para recoger información sobre la oferta turística del ACP BSC JVA (Anexo 3). La CC JVA expresó mayoritariamente que en los últimos años su comunidad es un lugar atractivo para el turismo (75%), que es una buena idea atraer turistas (88%) y que pueden tener beneficios económicos de ello (91%); sin embargo, también manifestaron que el turismo no ha beneficiado económicamente a sus familias (72%) ni a la comunidad (90%) y que no han tenido contacto con turistas (73%). Adicionalmente, la población local manifestó que los principales problemas que obstaculizan el desarrollo del turismo son: la falta de conocimiento (49%), falta de interés de las autoridades (27%) y falta de capital (16%). Respecto a los servicios que la población está dispuesta a prestar a los turistas, indicaron como los principales la venta de comida (23%) y el servicio de tour en el ACP (22%), seguido por el alquiler de bestias para paseo (18%), entre otros. Los principales recursos turísticos de la CC JVA que la población señaló fueron el Cerro Pilán (43%), los bosques (19%), los jaguayes (17%), entre otros.
Por otro lado, se realizaron encuestas a los turistas que visitaron el ACP BSC JVA (Anexo 4). Se reveló que el motivo de visita de los turistas a la CC JVA fueron para disfrutar de los atractivos turísticos (36%) y realizar investigación (23%) entre los principales. El recurso turístico más visitado fue el Cerro Pilán (55%). Asimismo, los medios de transporte más utilizados por los turistas fueron el mototaxi (36%), caminando (34%) y a bestia (30%). Por otro lado, el promedio de gasto diario más frecuente de los visitantes fue S/. 60 (30%). La permanencia de los turistas en la comunidad fue mayoritariamente de un día (60%) y mayor a dos días (23%).
La oferta turística en el ACP BSC JVA es aún insipiente. La realización de encuestas de forma aleatoria resultó fundamental para captar diversas opiniones, ya que el turismo sostenible busca fomentar la equidad en el beneficio global para toda la comunidad (Aguirre-Vélez & Mestanza-Ramón, 2022). En ese sentido, se puede aseverar que la CC JVA percibe al turismo como una actividad potencial que permitiría el desarrollo generando beneficios económicos. En la comunidad, el sector Franco Alto es el más visitado por los turistas que los sectores Talanquera, Franco Bajo y Zapotal debido a la facilidad de acceso a los recursos turísticos. Sin embargo, la mayoría de la población local no ha percibido los beneficios del turismo puesto que hay muy poca frecuencia de visitantes a determinados sectores de la comuni-dad y, principalmente, por el acaparamiento del servicio turístico de empresas ajenas a la comunidad que no tiene la autorización del CC JVA para ingresar al área. Por otra parte, la CC JVA reconoce la importancia cultural, patrimonial, natural y espiritual del Cerro Pilán. Entre las creencias populares que rodean a este recurso turístico, los pobladores describen la existencia de una piedra “energizada” en su cumbre que purifica energías, así también, la aparición regular de OVNI (Llaque, 2018; Moreno, 2020), tal como lo expone en su novela Luis Vásquez (2013). Esto a su vez explica por qué la demanda turística en el ACP BSC JVA se centra en la visita al Cerro Pilán. Además, se han identificado que los visitantes con estancias cortas (1 día) son con fines de ocio y recreación, mientras que los de estancias más largas (> 2 días) son con fines de investigación.
Análisis FODA
Basado en los resultados obtenidos en campo, se llevó a cabo un análisis FODA del ACP BSC JVA relacionado al turismo rural comunitario, desde seis perspectivas: medio ambiente, gobernanza, territorio, infraestructura y servicios, y recursos (Anexo 5). Se afirma que las fortalezas que posee el ACP BSC JVA son sus atractivos turísticos naturales y otros recursos con potencialidad, el saneamiento físico legal sobre el área, y la junta directiva organizada de la CC JVA. Entre sus principales debilidades presenta el cambio de uso del suelo, áreas degradadas, reducida capacidad técnica de gestión, y ausencia de infraestructura ecológica. Cabe resaltar que la actual ausencia de un plan maestro para el manejo del ACP BSC JVA y el empleo, en su lugar, de una ficha técnica desactualizada del área como la herramienta principal de gestión demuestra la relevancia de este estudio para contribuir con la mejora del ACP.
Asimismo, se sostiene que existen oportunidades como las lluvias estacionales que embellecen el paisaje natural, capacitaciones en diversos temas para la CC JVA, facilidad de acceso por la carretera asfaltada a la CC JVA, y la atracción a investigadores y voluntarios para trabajar en el ACP BSC JVA. Así también tiene amenazas como, el Fenómeno de El Niño que representa el riesgo de inundaciones y sequías, pérdida de los conocimientos vernáculos, envejecimiento demográfico, y la presencia de empresas turísticas ajenas a la CC JVA.
Sintetizando el análisis FODA, se elaboró un diagrama de Ishikawa o causa-efecto (Anexo 6). en la que se reconocen las causas a partir de las seis perspectivas estudiadas que confluyen en el efecto o problema principal que es la deficiente gestión del turismo rural comunitario en el ACP BSC JVA por parte de la CC JVA. Es preciso indicar que el desarrollo del turismo rural comunitario en la CC JVA no debe sólo basarse en la existencia de los recursos turísticos del ACP BSC JVA, sino también de la organización de la misma comunidad y su capacidad de gestión para articularse con las autoridades correspondientes, y así aprovechar de forma óptima sus recursos (Huertas, 2015).
Propuesta plan de acción
La propuesta de plan de acción para un adecuado desarrollo del turismo rural comunitario en el ACP BSC JVA propone tres estrategias prioritarias (Anexo 7). El fortalecimiento de capacidades técnicas en gestión y turismo, que permita y permita el empoderamiento de la comunidad, con el objetivo de contribuir al desarrollo del turismo rural comunitario para brindar un buen servicio al visitante, en concordancia con las sugerencias de Burgos & Cardona (2014); la implementación de infraestructuras ecológicas, para asegurar la buena experiencia de los turistas; y la formación de alianzas con actores estratégicos, con el objetivo de ejecutar proyectos para fomentar el turismo rural comunitario. Con esto se busca mejorar el desarrollo socio-económico de la población local, además de conservar los recursos turísticos que existen en el ACP BSC JVA y fomentar el respeto de los visitantes y los pobladores (Bernales, 2018).
Adicionalmente, con base a la experiencia de la población local y al trabajo en campo realizado se proponen rutas turísticas para el acceso al ACP BSC JVA (Anexo 8). En la propuesta se considera el acceso hacia el ACP BSC JVA (Anexo 9), así como las rutas turísticas dentro del área (Anexo 10).
CONCLUSIONES
El ACP BSC JVA destaca al Cerro Pilán como su recurso turístico más importante, mientras que la Mina Inca, el Jaguay Salas y el Jaguay Cerezo emergen como nuevos puntos de interés para el turismo. El principal problema identificado fue la deficiente gestión del turismo rural comunitario en el ACP BSC JVA por parte de la CC JVA. Por consiguiente, se propuso un plan de acción que enfatiza en el fortalecimiento de capacidades técnicas, la implementación de infraestructura ecológica y la formación de alianzas estratégicas con actores del sector público y privado.