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Boletín de la Academia Peruana de la Lengua

versão impressa ISSN 0567-6002versão On-line ISSN 2708-2644

Bol. Acad. peru. leng.  no.73 Lima jan./jun. 2023  Epub 30-Jun-2023

http://dx.doi.org/10.46744/bapl.202301.001 

Artículos

Colexificación e imbricación en redes polisémicas: el caso del verbo mover en castellano

Colexification and imbrication in polysemous networks: the case of the verb mover in Spanish

Colexification et imbrication dans les réseaux polysémiques: le cas du verbe ‘mover’ en espagnol

Gisela Silva Escudero1 
http://orcid.org/0000-0003-1410-0574

Estela Vicenta Castillo Silva2 
http://orcid.org/0000-0002-2469-8664

Marilú Soledad Atanasio Asencios3 
http://orcid.org/0000-0002-1707-7368

1Universidad Tecnológica del Perú, Lima, Perú c15072@utp.edu.pe

2 Universidad Tecnológica del Perú, Lima, Perú c16066@utp.edu.pe

3 Universidad Tecnológica del Perú, Lima, Perú c18238@utp.edu.pe

Resumen:

El verbo mover en castellano presenta un conjunto de sentidos que la tradición monosémica ha interpretado como un único significado que responde al contexto en el cual se usa; sin embargo, en el presente trabajo abordamos el fenómeno polisémico del verbo de movimiento en cuestión en términos de sus asociaciones con el lexema, esto es, con su capacidad para colexificar sentidos distintos. En tal sentido, determinamos los entrecruzamientos semánticos organizados en estructuras en las cuales es evidente la configuración de mapas semánticos; es decir, nos servimos de los presupuestos de la Lingüística Cognitiva (LC), según la cual los significados operan en relaciones que evidencian una clara motivación. Esta forma de evaluar los significados del verbo mover permite comprender cómo los hablantes de castellano son capaces de establecer distintas direcciones en las relaciones de significados o sentidos colexificados, de manera que es posible predecir y explicar los significados manifestados, los sentidos que pueden interpretarse y las diferencias dialectales. Detectamos que el verbo mover define un punto de referencia cognitivo motivado por la realidad material, pero puede extenderse a sentidos asociados con el concepto de proceso o cambio.

Palabras clave: mover; polisemia; colexificación; redes semánticas

Abstract:

The verb mover in Spanish shows a set of senses that the monosemic tradition has interpreted as a single meaning that responds to the context in which it is used; however, in this paper we address the polysemous phenomenon of the verb of movement in question in terms of its associations with the lexeme, that is, with its ability to colexify different senses. In this sense, we determine the semantic interweavings organized in structures in which the configuration of semantic maps is evident; that is, we make use of the assumptions of Cognitive Linguistics (CL), according to which meanings operate in relationships that show a clear motivation. This way of evaluating the meanings of the verb mover allows us to understand how speakers of Spanish are able to establish different directions in the relations of colexified meanings or senses, so that it is possible to predict and explain the meanings manifested, the senses that can be interpreted and the dialectal differences. We detected that the verb mover defines a cognitive reference point motivated by material reality, but it can be extended to senses associated with the concept of process or change.

Key words: mover; polysemy; colexification; semantic networks

Résumé:

Le verbe espagnol ‘mover’ présente un ensemble de sens que la tradition monosémique a interprété comme un sens unique répondant au contexte dans lequel il est utilisé. Dans cet article, par contre, nous abordons le phénomène polysémique du verbe de mouvement en question du point de vue de ses associations avec le lexème, c’est-à-dire, de sa capacité à colexifier différents sens. En ce sens, nous déterminons les croisements sémantiques organisés dans des structures où la configuration de cartes sémantiques est évidente. Nous utilisons donc les hypothèses de la linguistique cognitive (LC), qui postule que les sens opèrent dans des relations qui témoignent d’une motivation claire. Cette façon d’évaluer les significations du verbe ‘mover’ nous permet de comprendre comment les locuteurs espagnols sont capables d’établir différentes directions dans les rapports de signification ou les sens colexifiés, de sorte qu’il est possible de prédire et d’expliquer les significations manifestées, ainsi que les sens pouvant être interprétés et les différences dialectales. Nous constatons que le verbe ‘mover’ définit un point de référence cognitif motivé par la réalité matérielle, mais qu’il peut s`étendre à des sens associés au concept de processus ou de changement.

Mots clés: ‘mover’; polysémie; colexification; réseaux sémantiques

1. Introducción

El significado ha sido abordado desde perspectivas claramente diferenciadas; en lo concerniente al fenómeno de la polisemia, cuando menos se proponen dos direcciones o formas de interpretar el significado. Así, un análisis posible es aquel que supone la ocurrencia de diversos usos que se vinculan con un único significado de acuerdo con el uso de un vocablo en diferentes contextos. Esta concepción ampliamente difundida supone que es posible establecer relaciones entre los sentidos, puesto que, al fin y al cabo, todos derivan de un único significado. Esta propuesta monosémica (Evans y Green, 2006; Ruhl, 1989), sin embargo, es problemática. Por ejemplo, en el inglés, la preposición over (Evans y Green, 2006, p. 329) expresa el sentido de ‘sobre’ en una oración como Perry glanced at the clock over the door , pero también puede usarse para expresar ‘al otro lado’ ( Sandra’s brother lives just over the road ) e incluso ‘a través de’ ( Several bridges over the River Danube were destroyed ). Una evaluación rápida de estos usos posibles de over podría devenir en la consideración siguiente: se trata de formas que se vinculan al sentido espacial. Así, el significado único se utiliza en contextos diversos que coocurren para que proyecte sentidos tradicionalmente entendidos como figurados. No obstante, la preposición puede también usarse en una oración como Jane has a strange power over him (Evans y Green, 2006, p. 330), donde expresa sentido de control. Así, la espacialidad propia de los casos anteriores se contrapone con el ámbito de lo emocional en el último dato: ¿cómo se podrían unificar sentidos de naturaleza tan disímil en un solo significado? La afirmación de que el contexto determina las formas diferentes en que este se interpreta no responde la interrogante, con lo cual el único camino posible sería considerar que se trata de dos palabras diferentes que coinciden en la forma; es decir, son formas homófonas con significados claramente distintos: el primero es espacial, mientras que el segundo se vincula con el control.

La propuesta monosémica es discutible en esos términos; como contraparte, una evaluación menos problemática es la que concibe que los significados presentan una relación intrínseca que se estructura en una motivación experiencial; esto es, la experiencia cotidiana genera relaciones en los significados posibles de una palabra y mecanismos como la metáfora conceptual permiten que estos significados se integren en redes bien definidas. En este estudio hemos pretendido describir los significados posibles del verbo de movimiento mover a partir de la propuesta de las redes radiales, a fin de determinar cuál sería el significado central y cuáles los periféricos; por supuesto, estos deben asumirse como propios de la experiencia que se realiza a través de los sentidos, de manera que el significado se corporeiza y, por tal razón, la motivación es de carácter físico: es la espacialidad del mundo circundante la que permite organizar significados a través de mecanismos conceptuales metafóricos. Si bien existen trabajos seminales sobre los verbos de movimiento en español, estos se circunscriben a propuestas formalistas que distan de abordar los aspectos extralingüísticos; por ejemplo, el estudio de Yuko Morimoto (2001) y el de Ying Luo (2016) se enfocan en la explicación de los verbos de movimiento desde la teoría generativa.

Los significados medulares del verbo mover que analizamos son dos1: uno está vinculado con la experiencia espacial; el otro, con la generación de acciones y de sentimientos. En el banco de elementos verbales de la Universidad de Vigo se presentan en dos entradas diferentes. Esta es, precisamente, la forma en que se proponen cuando se asume la ocurrencia de dos unidades léxicas autónomas, cada una con diferentes sentidos. Consideramos, sin embargo, que estas pueden ser analizadas como significados diferentes organizados en una red donde existe un significado central del cual irradian otros sentidos2. Por otro lado, en cuanto a las posibilidades de uso del vocablo en cuestión, en el registro lexicográfico de la Real Academia Española3 se proponen diez definiciones en las cuales alternan las relativas al mundo físico y aquellas que se vinculan con el mundo emocional. En rigor, los registros presentan solo las formas en que se explicitan; sin embargo, aun cuando sería plausible vincularlos de cierta manera, se carece de un mecanismo formal para explicar por qué se proyectan múltiples significados, razón por la cual nuestro trabajo intenta suplir ese vacío. En los siguientes apartados formulamos los presupuestos teóricos bajo los cuales se analiza el verbo mover y un sistema consistente de sentidos cuya motivación parte de la experimentación del mundo físico; estos, como proponemos, se colexifican en torno de un lexema.

En el siguiente subcapítulo se sientan las razones por las que es importante reconocer la forma en que se estructura y dinamiza el significado a través de un estudio de caso, sobre el cual hemos planteado algunas hipótesis al respecto, aun cuando las descripciones gramaticales del castellano son copiosas en sus diversos niveles. Dicho en otros términos, consideramos que los estudios del significado desde una óptica diferente a la formalista son importantes para asegurar una comprensión cabal de fenómenos como la polisemia. Más allá del reconocimiento de sentidos contextualizados, es pertinente el planteamiento de un marco explicativo que permita superar los inventarios de usos desorganizados; en tal sentido, es relevante delimitar cuáles son las implicancias de un estudio semántico en el marco de la Lingüística Cognitiva. Con la finalidad de esclarecer los procedimientos realizados para evaluar el estatus del lenguaje en el marco del espacio cognitivo basado en el uso (Gonzálvez-García y Butler, 2006), presentamos la metodología utilizada en nuestra investigación.

2. Metodología

El estudio se enmarca en la teoría basada en el uso (usage-based theory) (Bybee y Beckner, 2009), la cual evalúa el lenguaje en situaciones reales de interacción y se desmarca de la idealización de la evidencia lingüística, pues considera que la capacidad lingüística se define como un comportamiento social esencialmente corporeizado. A propósito de ello, nos parece menester recurrir a procedimientos de documentación lingüística que devengan en la obtención de datos contextualizados en situaciones comunicativas específicas de todo tipo. ¿Qué herramientas son las más idóneas para orientar el análisis lingüístico al análisis del lenguaje en uso? Consideramos que la obtención de evidencia empírica es crucial; aunque la aparición cada vez más tenaz de experimentos se corresponda con el carácter interdisciplinario de la empresa cognitiva3, seguimos los presupuestos de Gibbs (2007), quien propugna que, si bien la psicología experimental o la informática pueden contribuir con los resultados del análisis lingüístico, no es menester que el lingüista se incline a ser un informático o un psicólogo cognitivo. Antes bien, si el uso lingüístico determina el conocimiento de la lengua, es en esos términos en que debemos emprender la tarea de la obtención de evidencia empírica: los métodos bajo los cuales se consiguen datos deben ser, ante todo, empíricos antes que experimentales. En consecuencia, nos ceñimos a una propuesta de trabajo basada en el corpus (corpus-based work), a fin de desarrollar una investigación de naturaleza empírica que permita definir patrones lingüísticos (Mittelberg et al., 2007). No obstante, debemos advertir que es altamente probable que el procedimiento investigativo en el nivel semántico esté inmerso en sesgos propios de las valoraciones del estudioso (Gonzalez-Marquez et al., 2007); en cierta medida, se corre el riesgo de que la interpretación de los datos esté impregnada de valoraciones subjetivas, aun cuando se sustente en datos extraídos del corpus: en el caso del verbo que ha motivado nuestro estudio, algunos de los significados posibles se refieren al ámbito inmaterial, específicamente al dominio de las emociones, de manera que la interpretación de estos significados amerita una contrastación permanente respecto de lo que los hablantes interpretan en el uso de los distintos significados verbales vinculados con mover.

En consideración con lo recientemente expuesto, utilizamos un corpus específico: el repositorio de verbos en español creado por la Universidad de Vigo, denominado Base de datos verbos, alternancias de diátesis y esquemas sintáctico-semánticos del español (Adesse). Este banco de datos cuenta con información proficua, como se señala en su sitio web; se trata de «una versión ampliada de la Base de Datos Sintácticos del español actual (BDS) que contiene información sintáctico-semántica sobre las cláusulas y los verbos registrados en un corpus del español (Arthus) de 1,5 millones de palabras»4. El verbo que analizamos presenta una entrada conformada por dos macrosentidos posibles, de los cuales se derivan siete sentidos adicionales; dado que el referido repositorio permite obtener abundante información sobre este predicado, añadimos a la información ofrecida la proporción de ejemplos con cada uno de los significados relativos al verbo mover. Consideramos que el análisis de la colexificación semántica del verbo mover en imbricaciones radiales se ha nutrido de los datos de forma determinante, de manera que nos circunscribimos a la metodología sustentada en la evidencia empírica o, como señalamos, sustentada en el corpus.

De acuerdo con los datos propuestos en el banco de datos, evaluamos la funcionalidad de los significados más arraigados según la frecuencia de uso. Esta ha sido medida a partir del número de casos que aparece contabilizado en la referida página. En la Tabla 1, pueden observarse las divergencias semánticas del verbo mover en los diversos sentidos ejemplificados. De acuerdo con la detección precisa de cuál es la motivación principal que hace posible la conformación de subcategorías adicionales, proponemos en el análisis una estructura semántica que predice todos los usos propuestos. Por supuesto, la interpretación de los datos y la propuesta de una organización de significados dista de ser concluyente y de representar la complejidad de la explicitación del verbo mover en su conjunto: es posible que muchos significados nuevos se creen de forma dinámica, por lo cual consideramos que la estructura puede variar; sin embargo, el núcleo de la organización semántica sigue siendo el mismo para los hablantes de castellano en su conjunto.

Tabla 1 Entrada del verbo mover en Adesse, banco de datos de la Universidad de Vigo (2022) 

Nota. Los significados posibles están referidos al dominio espacial (1), específicamente, de entidades materiales, mientras que los demás son extensiones de ese significado central. Los sentidos adicionales se vinculan con el desplazamiento metafórico de entidades no materiales.

El primer significado relativo al dominio espacial evidencia una frecuencia de uso muy alta. Adicionalmente, en cuanto al proceso de espacio, se añaden significados vinculados con conceptos inmateriales; es decir, el ámbito de las experiencias físicas se expresa para referirse a entidades que no son de tipo físico. En rigor, hay un total de 159 significados relativos a entidades materiales. El resto de sentidos posibles carecen del volumen robusto de casos relativos a este primer significado. El mayor número de casos o ejemplos respecto del primer significado se corresponde con una mayor frecuencia de uso, lo cual representa un alto grado de arraigo de este y se corresponde con su manifestación en innumerables eventos comunicativos (Croft y Cruse, 2004).

3. Marco teórico

La propuesta que se desarrolla en este subcapítulo es la Lingüística Cognitiva (LC), la cual propone un viraje de la tradición formalista que se asentó de forma sólida durante la segunda mitad del siglo xx. La teoría generativa del lenguaje propuso un proficuo terreno de investigación acerca de la naturaleza humana que, sin embargo, generó una gran deuda con el análisis semántico. Este vacío fue cubierto de forma diligente por la teoría cognitiva, la cual rechaza la autonomía del lenguaje y el escaso valor que se le atribuye a la experiencia; asimismo, considera que la experiencia define el marco de conocimientos de los hablantes de una lengua. En los siguientes subapartados, determinamos la identidad de la propuesta basada en el uso; analizamos los inconvenientes de sostener la hipótesis de un único significado que se manifiesta pragmáticamente a través de múltiples sentidos; y consideramos en la reflexión teórica la asunción de colexificación y sus implicancias en la organización de redes polisémicas.

3.1. La teoría basada en el uso

Los dos principios fundamentales de la teoría basada en el uso son el significado en uso y la estructura emergente del uso (Tomasello, 2015); los cuales presentan profundas implicancias respecto de las dimensiones de la comunicación lingüística. De acuerdo con esta propuesta, el primero se refiere a la dimensión semántico-funcional, mientras que el segundo está engarzado con la dimensión gramático-estructural. A propósito de estas dos dimensiones, la teoría se enfoca en determinar los procesos necesarios que definen la experiencia lingüística, pues a partir de esta el niño recupera los usos definidos a lo largo de su desarrollo lingüístico; es decir, el marco experiencial de tipo lingüístico que el niño almacena es útil para él porque accede a la experiencia lingüística con facilidad (Tomasello, 2001). Algunas consecuencias derivadas de esta propuesta apuntan al desarrollo lingüístico de un infante: ¿de qué manera la experiencia influye en la consolidación de patrones arbitrarios? Se sostiene que la unidad sine qua non del desarrollo lingüístico en una etapa prelingüística no es la palabra, sino la explicitación verbal, que no necesariamente ocurre en los primeros meses de vida de forma lingüística (Galebhi y Sadighi, 2015). Aunque existen disensiones acerca de cómo ocurre el proceso de adquisición, cuando menos la propuesta asumida en este trabajo dista de la asunción fuerte del generativismo, que sostiene la naturaleza innata del lenguaje humano. Por el contrario, asumimos la emergencia del lenguaje a través de bases experienciales consistentes con factores extralingüísticos (para una discusión más detallada de las propuestas generativa y cognitiva, véanse Tang y Shojamanesh, 2019; Zyzik, 2009).

La teoría sustentada en el uso considera que los mecanismos de aprendizaje lingüístico implicados en el desarrollo lingüístico son de distinto tipo y responden al continuo planteado entre el conocimiento gramatical y la cognición general: la riqueza de la memoria, el emparejamiento de forma con significado, la búsqueda de patrones, la generalización conceptual, etc. (Gettys et al., 2018). Los procesos cognitivos que interactúan de manera conjunta definen la constitución de relaciones de sentido; entre estos, la conformación categorial a partir de la experiencia (conformación de miembros de una familia o ejemplares semejantes) adquiere una relevancia especial. Permite organizar y ordenar la experiencia corporeizada (Ibarretxe-Antuñano y Valenzuela, 2012) -esto es, experimentar el mundo a través de los sentidos-, un procedimiento que exige un orden: la categorización resulta apremiante para poder ejecutar esta tarea. Así, categorías como los colores, las gradaciones de temperatura, las clasificaciones de animales, etc., permiten comprender y ordenar el mundo. Consideramos que la polisemia es también un producto de la categorización; en otros términos, los diversos significados que se relacionan en torno de una misma entrada léxica son categorías que se organizan en torno de un significado central, que supone el prototipo de las demás categorías y que motiva la ocurrencia o la emergencia de los demás significados (Lewandowska-Tomaszczyk, 2007).

3.2. La naturaleza polisémica del significado y la superación de la tesis monosémica

La tradición estructural se sustenta en la condición del significado en términos monosémicos; es decir, la correspondencia tradicional de forma y significado (De Saussure, 1915/1995, p. 99): «Le signe linguistique est done une entité psychique à deux faces […]. Nous appelons signe la combinaison du concept et de l’image acoustique». Esta propuesta consideraba entonces la correspondencia entre un único significado mentalmente inalienable y las unidades discretas de naturaleza psíquica (los sonidos); además, las reflexiones saussureanas contemplaban que un signo establecía relaciones de oposición con otros signos de la lengua, de forma que su relación en el sistema se evidenciara en términos negativos: los contrastes diferenciales (François, 2008). Esta concepción, sin embargo, resulta problemática a la luz de los múltiples casos que se evalúan en las lenguas: las palabras son, por regla, polisémicas y, aun cuando una palabra puede en su origen ser monosémica -es decir, que el lexema se corresponde con un único significado (Murphy, 2010) (por ejemplo, los nombres propios que devienen en léxico común)-, la versatilidad del significado genera su conversión rápida en polisémica (Carston, 2020).

Sin embargo, esta propuesta fricciona con la poderosa fuerza del cambio semántico. Una de las propiedades fundamentales del lenguaje humano es su plasticidad y versatilidad, divergente de la consideración unívoca entre forma y significado. Así, el significado es sumamente dinámico y sujeto a variaciones que, aunque ocurren de múltiples formas, siguen direcciones consistentes que son sensibles al análisis y las predicciones (Robert, 2008). La naturaleza dinámica del significado involucra una manera diferente de evaluar fenómenos como el de la polisemia, el cual es recuperado como objeto de estudio con pleno derecho en las aproximaciones cognitivas del lenguaje. De acuerdo con esta propuesta teórica, el significado es flexible y, además, se justifica la consideración de organizaciones semánticas que predicen los efectos polisémicos en los términos siguientes: la polisemia es una forma de categorización de significados motivados que se agrupan según su mayor o menor proximidad con el punto de referencia cognitivo (cognitive reference point), denominado también significado prototípico (Lewandowska-Tomaszczyk, 2007). La polisemia se sostiene a través de la confluencia de significados, más allá de los simples inventarios que conforman los registros de un diccionario. De acuerdo con ello, los significados o sentidos de una palabra están organizados, y estas organizaciones predicen cambios, variaciones dialectales, procesos históricos, entre otros fenómenos posibles relacionados con el cambio semántico. Un aspecto importante de esta propuesta polisémica que asume la organización de múltiples sentidos es el abordaje de estos en términos orgánicos, mediante procedimientos de análisis que responden a las exigencias teóricas de considerar el lenguaje como concreción antes que como idealización o abstracción.

3.3. Colexificación e imbricaciones radiales semánticas

La colexificación consiste en la confluencia de múltiples conceptos en torno de una misma palabra (Di Natale et al., 2021); es decir, una lengua colexifica en casos donde dos (o más) sentidos son razonablemente asociados a la misma forma léxica (François, 2008): en el inglés, por ejemplo, la palabra straight se asocia con los conceptos de undiluted, classical, heterosexual e inmediately. Esta noción está estrechamente vinculada con los estudios de tipo interlingüístico, específicamente los relativos al abordaje tipológico cuyos resultados permiten profundizar fenómenos diversos, como el cambio semántico, la reconstrucción semántica y la lingüística histórica (Pericliev, 2017). Estos estudios presentan interesantes aportes en la comprensión de las combinaciones de significados de mayor frecuencia y regularidad en las lenguas, las cuales son altamente predecibles a partir de principios como la economía cognitiva (Xu et al., 2020); no obstante, la colexificación también es un concepto fundamental en el análisis profundo de la conformación de complejas redes de categorías semánticas que se engarzan en torno de la misma base léxica.

Uno de los conceptos fundamentales de la propuesta semántica desde una aproximación cognitiva es el de prototipo, el cual se relaciona con el de red radial y presenta fuertes implicancias con la forma en que diversas categorías se organizan en torno de una más prominente (Brugman y Lakoff, 2008). La categoría prototípica está conformada por un elemento central (el punto de referencia cognitivo), el cual determina la red: a partir de este, se configuran múltiples significados que se aproximan o se alejan del significado nuclear o central (los significados que se alejan se denominan periféricos). De esta forma, un lexema como mover se referirá prototípicamente al movimiento físico; sin embargo, también expresa otro tipo de categorías no materiales, como las concernientes al cambio de decisión o al impulso anímico, las cuales se relacionan metafóricamente y están motivadas por el prototipo semántico (Lemmens, 2015). La semejanza se corresponde con una organización que irradia significados de acuerdo con el prototipo semántico. La configuración de esta estructura se presenta en la Figura 1.

Nota. La red semántica se sustenta en el trabajo de Lakoff (1987): el punto oscuro es el prototipo del cual irradian las otras categorías, algunas de ellas posiblemente proyectadas a través de relaciones metafóricas.

Figura 1 Categoría de prototipo semántico (red radial) propuesta porLemmens (2015) 

En el marco de esta reflexión sobre las implicancias de la colexificación en los estudios acerca del significado -específicamente, los relacionados con la polisemia entendida como la conexión sistemática de múltiples significados o sentidos-, analizamos los significados de mover y proponemos un mapa semántico de las imbricaciones en redes semánticas. El mapa semántico supera los inventarios desorganizados de datos, de manera que representa una organización consistente de los resultados. Seguimos, en ese sentido, la propuesta de Haspelmath (2003), quien considera que los mapas semánticos son representaciones geométricas que configuran en el espacio semántico-conceptual funciones asociadas con líneas de conexión que representan una organización en red. Si bien el autor le confiere una utilidad patente en el análisis interlingüístico, consideramos su pertinencia en términos más específicos: no realizamos un análisis de significados polisémicos a través de la comparación entre lenguas, sino que nos inclinamos por la detección de funciones concretas del verbo mover en el espacio semántico que se plantea en esta aproximación del mapa semántico (semantic-map aproach). Esta aproximación se entiende como la manera formal de presentar los significados en un sistema organizado en conjuntos de redes radiales, las cuales suponen la ocurrencia de un núcleo, que es el punto de referencia cognitivo, a partir del cual otros significados se aproximan o se alejan.

4. Análisis de datos y discusión

El verbo mover en castellano presenta un sentido espacial que supone un cambio de lugar o de posición. La realidad, en este caso, se corresponde con el dominio de lo físico o material. A propósito de una aproximación cognitiva a los verbos de movimiento en castellano, Silva Escudero (2021a, 2021b) propuso una explicación de las metáforas conceptuales que constituyen el mecanismo fundamental a través del cual se originan significados de diverso tipo. Plantea metáforas conceptuales como El cambio Es movimiEnto, la cual consiste en conceptualizar un proceso de modificación o cambio a partir del dominio del espacio, de manera que las propiedades del movimiento de entidades físicas se proyectan hacia los procesos. Todo ello a propósito de expresiones metafóricas del tipo El precio del dólar se movió un poco el día de hoy. De igual manera, propuso que los datos relativos a los múltiples sentidos permiten organizar dos dominios consistentes con las categorías de lo material y lo inmaterial.

Iniciamos el análisis a través de la evaluación de los dos sentidos vinculados con lo material; a saber, ‘cambiar de lugar o posición’ y ‘menear o agitar’. Así, consideramos que los sentidos colexificados se pueden formalizar de manera básica en los siguientes términos:

Nota. Tanto el primer significado como el segundo constituyen categorías conformadas a partir de la experiencia espacial asociada con el movimiento de entidades materiales, aunque es posible que esta experiencia espacial cubra otros dominios de naturaleza no espacial.

Figura 2 Significados colexificados del verbo mover en castellano 

Los significados interrelacionados en torno del lexema mover se manifiestan en expresiones relativas al mundo físico: los objetos se mueven, cambian de lugar, se agitan o menean, de manera que el centro semántico o significado prototípico se corresponde con el dominio espacial. Algunas de las expresiones que recopilamos adicionalmente para evaluar cómo funciona la colexificación se presentan en (1):

  1. a. Juan se movió de la habitación.

  2. b. Movió las manos con fuerza.

  3. c. La pared se movió unos segundos durante el temblor.

En las expresiones anteriores, las entidades a las que se hace referencia son materiales. Sostenemos que el primer nivel de colexificación de sentidos es consistente con el punto de referencia cognitivo, pues, a partir de este, se conforman otros significados en los cuales el verbo manifiesta correspondencias con dominios abstractos, inmateriales -esto es, la colexificación opera a través de mecanismos metafóricos-.

El segundo sentido que analizamos es el de ‘cambiar o alterar algo no material’. Las expresiones propuestas en (2) fueron importantes para evaluar el alcance de este significado en el mapeo semántico posterior.

  1. a. Después del discurso se me movió la conciencia.

  2. b. El precio de los departamentos se movió de forma alarmante.

  3. c. Se movieron los índices de natalidad este año.

Los enunciados de (2) constituyen la evidencia palmaria de que la experiencia material como categoría central permite comprender metafóricamente otras categorías de mayor complejidad: tal es el caso de los precios, la conciencia o los porcentajes. Al tratarse de abstracciones, se recurre al centro semántico, que expresa el mundo material para interpretar otras realidades que son de difícil manifestación. Este significado se colexifica con el verbo mover. El proceso de cambio se entiende en términos del movimiento; de esta forma, se añade un significado que se aleja del dominio material y se proyecta como resultado de la metáfora conceptual El cambio Es movimiEnto. A este procedimiento cognitivo, que consiste en comprender procesos inmateriales a partir del movimiento de entidades materiales, se suman otras realidades como categorías posibles de ser conceptualizadas a partir del mundo físico. Este es el procedimiento productivo para la conformación del mapa semántico global con los diferentes significados colexificados, cuya motivación se genera a partir del significado de desplazamiento.

Sobre la base de estas categorías, hemos propuesto un mapa semántico parcial que permite ordenar el puzzle semántico y añadir esta nueva categoría, dependiente del primer significado de la palabra mover, pues el significado de agitar carece de trayectoria, a diferencia de cambiar de lugar:

Nota. LI hace referencia a ‘lo inmaterial’, puesto que el proceso de cambio de entidades abstractas se incluye en este significado. Se asocia con el sentido de ‘permutar’, pues lo inmaterial se desplaza metafóricamente.

Figura 3 Mapa semántico del verbo mover con la inclusión del sentido de alteración de lo inmaterial 

El siguiente sentido del mapa es el relativo al proceso de obtener beneficios mediante la ejecución de ciertas acciones. Así, en la expresión Movió todo lo que estuvo a su alcance para conseguir el puesto de gerente, se refiere a un proceso que sigue un derrotero: como en el caso anterior, el movimiento no es aleatorio. El proceso no ocurre al margen de potenciales direcciones que pueden configurarse metafóricamente, sino que el cumplimiento del objetivo supone una trayectoria definida que está motivada nuevamente por el significado de cambiar de lugar. En consecuencia, el mapa semántico requiere de una nueva relación proyectada por el primer significado del verbo mover, a saber, el de cambio de posición de algo o de alguien.

Se completa la configuración de la red semántica con el añadido del significado 3 (S3), cuya motivación responde a la experiencia física y cuya aparición en la construcción de significados manifestada en el uso se corresponde al prototipo semántico relativo al desplazamiento. Este último aspecto es importante para entender la naturaleza de la organización de sentidos propuesta, pues lo aleatorio de la agitación o el meneo (S2) impide que pueda ser este el significado del cual irradia el S4. En la Figura 4 se representa el mapa de mover con el correspondiente sentido colexificado:

Nota. OB supone la obtención de beneficios mediante la ejecución de múltiples acciones. En este caso, también se organiza el sentido de proceso a través de la proyección del dominio físico del movimiento con trayectoria.

Figura 4 Mapa semántico con el sentido de ‘ejecutar una acción para obtener beneficios’ 

El siguiente caso carece de especificidad en el marco de la conceptualización de esta categoría a través del movimiento con trayectoria; es decir, ‘actuar o desenvolverse’ como sentido adicional es ajeno al desplazamiento a través de una vía. Por ello, sostenemos que la motivación, si bien continúa siendo el movimiento físico de entidades materiales, esta vez se corresponde con el sentido de ‘agitar o menear’ por la ausencia de trayectoria. El desempeño es acción, pero sin un rumbo en particular; es decir, se trata de un proceso que opera en el espacio conceptualizado como desarrollo sin un derrotero.

  1. a. Me muevo en círculos de intelectuales.

  2. b. Espero que te muevas bien en el periodismo.

  3. c. Creo que nos moveremos sólidamente en el debate.

Las expresiones en (3) son consistentes con el sentido de desempeñarse de una determinada forma. Se alude a la performance, pero esta es inexpresable como abstracción; por consiguiente, se recurre a la metáfora conceptual El dEsEmpEño Es movimiEnto. La importancia de este mecanismo metafórico radica en que el mapa puede configurar un nuevo miembro categorial pero ramificado en la organización a partir del significado de ‘menear o agitar’:

Nota. El mapa semántico permite completar la organización en la que se dispone de los significados posibles a partir de la presencia o la ausencia de trayectoria. De acuerdo con ello, se organizan las demás categorías.

Figura 5 Mapa semántico de mover con la inclusión del sentido de ‘actuar o desenvolverse’ 

El siguiente caso que analizamos es el de ‘no hacer nada por alguien o por algo’. Esta categoría se expresa en enunciados que aluden a un objetivo, de manera que existe una trayectoria. Por ello, debe incluirse dentro del significado de permutación o cambio de lugar, el cual involucra una trayectoria definida. Para evaluar el correlato cognitivo de este componente de la red, presentamos algunos casos ilustrativos al respecto en (4).

  1. a. Nunca se movieron para buscar una solución a la bancarrota.

  2. b. Nadie se movió para conseguir agua.

Las dos expresiones presentadas en (4) son proyecciones del movimiento con trayectoria. Este sentido es parte de la colexificación de mover y consiste en la ausencia de ejecución, pero con un fin; en otros términos, existe un objetivo, pero el movimiento aparece solo como una proyección. Por esa razón, las expresiones se presentan mediante construcciones negativas. Aunque el desplazamiento carece de concreción, en términos potenciales existe; por ello, este sentido se ramifica desde la categoría semántica de ‘cambiar de lugar o posición’.

La organización que comprende cada una de las unidades de la red se consolida con la proyección de los dos últimos significados que expresan procesos, uno de los cuales es de naturaleza emocional:

Nota. ‘No hacer nada’ se corresponde con el correlato de movimiento sin ejecución, aunque con trayectoria. Por ello, se ha añadido a la red desde el significado de ‘permutar’.

Figura 6 Mapa semántico de mover con la inclusión del sentido de ‘no hacer nada’ 

Finalmente, el mapa semántico con los significados colexificados adicionales del verbo mover incluye el significado de ‘impulsar una acción’ y el significado de ‘producir un sentimiento’. Estos se corresponden con dos categorías de movimiento diferentes: el sentido de ‘impulsar una acción’ se corresponde con el desplazamiento a través de una trayectoria detectable, mientras que la producción de una emoción o sentimiento carece de trayectoria específica. Estos sentidos de mover completan el mapa semántico configurado a través del dominio semántico del movimiento espacial de elementos materiales (ya sea con trayectoria o sin ella). La colexificación vincula categorías semánticas motivadas por el desplazamiento. En cuanto al impulso de una acción, este significado se manifiesta en expresiones en las cuales se constata una construcción con sintagma preposicional de objetivo encabezado por para. En la proyección metafórica que irradia el significado de producir emociones, el ámbito de la experimentación psicológica producida por los sentimientos se proyecta motivado por el movimiento sin trayectoria; por consiguiente, se asocia con el sentido de ‘menear o agitar’: la conceptualización metafórica del inefable dominio de lo emocional a través del verbo de movimiento.

Lo inmaterial comprendido en las dos últimas categorías semánticas que analizamos a continuación constituye la proyección del paradigma de significados organizados a través de correspondencias rastreables en los enunciados que proponemos en (5). En estos se impone de forma robusta la categoría de lo físico, pues a partir de esta se construye todo el sistema.

  1. a. Ayer moví a todos para alentar a tu hermano.

  2. b. Tu padre movió a los organizadores para lograr la recaudación.

  3. c. Fuiste el que siempre movió la alegría de vivir.

  4. d. Moviste mis fibras sensibles al llamarme así.

Los dos primeros enunciados metafóricos se refieren a la consecución de una acción impulsada por un agente en concreto, mientras que los dos últimos son manifestaciones de la categorización de las emociones como movimientos sin desplazamiento. El mapa semántico final, con las proyecciones semánticas configuradas en la red, es el siguiente:

Nota. La categoría Impulsar (A) hace referencia a la promoción de acciones (A), mientras que la categoría Producir (E) se refiere al dominio de los sentimientos o las emociones.

Figura 7 Mapa semántico de mover en castellano 

De acuerdo con el mapa semántico, la organización se erige sobre la base de dos significados asociados con lo material. Mediante este procedimiento de análisis sustentamos la configuración de una red radial, entendida como mecanismo categorial que les permite a los hablantes de castellano la enunciación de expresiones metafóricas motivadas por la realidad material. La red radial que proponemos (Figura 8) proyecta como significado prototípico el relativo a desplazarse con una trayectoria rastreable. A partir de este significado, la organización se genera a través de proyecciones metafóricas que incluyen dominios diferentes al material: abstracciones, procesos, emociones, etc.

Nota. S1 = ‘cambiar de lugar’; S2 = ‘agitar’; S3 = ‘alterar lo inmaterial’; S4 = ‘ejecutar acciones para obtener beneficios’; S5 = ‘impulsar acciones’; S6 = ‘no hacer nada’; S7 = ‘desenvolverse’; S8 = ‘producir emociones’. S1 es el significado prototípico; S2, el más próximo en la red, y S6, el más alejado. S3 está conceptualizado metafóricamente. S7 y S8 están relacionados a movimientos sin trayectoria como producto de procedimientos metafóricos.

Figura 8 Red radial de mover en castellano 

5. Conclusiones

El verbo mover colexifica sentidos motivados por la realidad material que experimentan los hablantes de castellano. En tal sentido, el verbo de movimiento configura una estructura de significados cuyo centro prototípico es el de cambio de lugar, es decir, el desplazamiento con trayectoria.

El movimiento vinculado con entidades materiales se corresponde alternativamente con el sentido de ‘agitar’. Este motiva la ocurrencia de otros significados cuyos correlatos son inmateriales: las emociones y el desenvolvimiento o performance, los cuales irradian de la red radial de acuerdo con el movimiento indeterminado expresado en el significado de meneo o agitación.

Los demás significados de la red están altamente motivados por el desplazamiento con trayectoria: la red se completa con mecanismos de tipo metafórico, que incluyen la proyección de dominios no materiales como los procesos, la alteración de lo inmaterial, la ausencia de acciones, etc.

Es importante la conformación de un mapa semántico, pues este mecanismo metodológico es útil en el planteamiento de la red radial como mecanismo de categorización. Las categorías semánticas encuentran una fuerte motivación en el desplazamiento.

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1Casos extraídos de la base de datos de unidades verbales Adesse de la Universidad de Vigo: http://adesse.uvigo.es/data/verbos.php?verbo=mover

2Consideramos en este caso la equivalencia conceptual entre sentido y significado. 3 Revisado del diccionario académico en línea: https://dle.rae.es/mover

3Recordemos que muchas de las asunciones teóricas defendidas por la Lingüística Cognitiva responden a indagaciones en el ámbito de la psicología o las neurociencias.

4Este corpus no solo ofrece información sintáctica, sino la configuración de los predicados verbales en términos del tipo semántico de los argumentos que define, los roles semánticos implicados, la clase semántica a la que pertenece el verbo, etc.

Recibido: 30 de Octubre de 2021; Aprobado: 15 de Abril de 2023

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