INTRODUCCIÓN
Se ha demostrado que el sueño está estrechamente relacionado con el aprendizaje y la consolidación de la memoria. Varios estudios en humanos y roedores indican que la falta de sueño interrumpe el aprendizaje de tareas que involucran al hipocampo 1. Desafortunadamente, la epidemia de falta de sueño o sueño insuficiente entre los adolescentes es particularmente alarmante. La American Academy of Sleep Medicine (AASM) recomienda que los adolescentes de 13 a 18 años deben dormir de 8 a 10 horas cada 24 horas para una salud óptima 2. Sin embargo, en Estados Unidos, la prevalencia de la duración del sueño corto o breve (< 8 horas) entre los estudiantes de secundaria es del 72,7% 3. En el Perú, esta problemática no es ajena, puesto que datos estadísticos nacionales informan que el 60% de los adolescentes peruanos (12-19 años) duermen menos de 9 horas diarias 4. Se ha descrito que esto podría deberse a que el patrón biológico de sueño cambia durante la adolescencia, ocasionando una disminución en la duración del sueño, disminución de la profundidad y un retraso en el inicio de la hora de sueño 5). Al mismo tiempo, el comportamiento del sueño está influenciado por factores externos como la hora de inicio de clases, que obliga a los adolescentes a levantarse temprano en los días escolares, que en combinación con una hora de acostarse tarde conduce a la acumulación de "deudas de sueño" durante la semana escolar 6. Además, se debe considerar que el consumo de alcohol, tabaco, el uso de dispositivos electrónicos para ver películas, jugar o ver televisión afecta de manera negativa los patrones y la calidad del sueño 7.
Por otro lado, el rendimiento escolar se entiende como el grado de alcance de los objetivos pedagógicos de acuerdo a las capacidades intelectuales de los estudiantes y su edad 8. Las causas del bajo rendimiento escolar pueden ser varias, incluyendo aspectos emocionales, afectivos, biológicos 9, o hasta una conjunción de varios factores como la familia, el entorno social - económico 10. Diversos pediatras han señalado y concordado que uno de los posibles factores que altera el desempeño escolar son los relacionados con el sueño 11, como la somnolencia (el principal trastorno de sueño), ya que tiene efectos negativos en las actividades de los adolescentes, como el deterioro del desempeño escolar, la disminución de la concentración y aprendizaje, y el incremento de la cantidad de cursos aplazados 12, además de afectar en la relación memoria - trabajo y la consolidación de la memoria a largo plazo 11.
El objetivo de la presente investigación fue evaluar la relación entre la calidad del sueño, la somnolencia diurna y los resultados académicos en escolares adolescentes de una institución educativa estatal de la provincia de Lima.
MÉTODOS
Población de estudio
La población de adolescentes entre 3º año y 4º año de secundaria de la Institución Educativa "Emblemática" Ventura Ccalamaqui de Barranca, matriculados en el año 2018, fue de 909. Utilizando la fórmula para estimar una proporción, con nivel de confianza del 95%, error de precisión del 5,5% y proporción esperada de adolescentes con rendimiento A de 50%, se calculó una muestra de 235 adolescentes, finalmente se evaluaron a 217 de ellos.
Variables de estudio
Las variables independientes fueron somnolencia y calidad de sueño. La variable dependiente fue el rendimiento escolar. Las variables intervinientes fueron las características epidemiológicas.
Procedimientos e intervenciones
Se obtuvieron los datos mediante una ficha de recolección que incluía información sobre las características epidemiológicas y el rendimiento escolar del adolescente. De acuerdo al currículo nacional, esto último se evalúa en torno a once asignaturas y se clasifica como: destacado (AD), esperado (A), en proceso (B) y en inicio (C) 13. Sin embargo, para el presente estudio se consideraron solamente las asignaturas de comunicación y matemática, puesto que estas materias son las utilizadas por la comunidad internacional para medir el rendimiento escolar 14,15. Así también, se aplicó la Escala de Somnolencia de Epworth (ESE) 16, que evalúa la tendencia de un sujeto para quedarse dormido en 8 distintas situaciones de la vida diaria, en el cual obtener puntuaciones mayores a 10 son indicativo de presencia de somnolencia diurna y el Índice de Calidad de Sueño de Pittsburg (ICSP) 17, donde puntuaciones menores de 5 indica mejor calidad de sueño. La ESE fue validada en el contexto latinoamericano; en Perú 18, Colombia 19 y México 20. El ICSP fue validado para su aplicación en Perú 21 y Colombia 22.
Análisis de datos
La información fue procesada por el programa SPSS versión 25 en español, para su respectivo análisis estadístico, aplicando estadística descriptiva, realizando cálculos de frecuencias absolutas y relativas en las variables cualitativas y medidas de tendencia central y dispersión para las cuantitativas. Asimismo, se realizó el análisis inferencial a través de la prueba Chi cuadrado, considerando un nivel de confianza del 5%.
Aspectos éticos
El estudio fue aprobado por el Comité de Ética e Investigación de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. El mismo comité revisó y autorizó los textos del consentimiento de los padres y asentimiento del menor. Se solicitó el asentimiento informado de los estudiantes y el permiso de los padres de familia o tutores de los estudiantes considerados en el desarrollo de la investigación, a través de la firma de un consentimiento informado con una declaración de cumplimiento de la declaración de Helsinki.
RESULTADOS
Participaron del estudio 217 adolescentes que estuvieron matriculados en el tercer y cuarto año de secundaria de la institución educativa, debido a que de los 235 obtenidos luego del muestreo aleatorio simple, tres padres no autorizaron la participación de sus menores hijos, siete adolescentes decidieron no participar del estudio y ocho estudiantes completaron mal la ficha de recolección (Figura 1).
De los adolescentes de la Institución Educativa "Emblemática" Ventura Ccalamaqui, Barranca, la edad promedio fue de 15,9 ± 0,6 años, predominando el sexo femenino (51,2%), un IMC normal (62,7%), el consumo de café, té y/o gaseosas menos de una vez por semana (51,6%) y la práctica de deportes una o más veces por semana (67,7%). Además, el 49,7% de los adolescentes presentó somnolencia diurna y el 84,8% presentó problemas de sueño. Respecto al rendimiento escolar, solo el 6,9% de los adolescentes presentó un rendimiento destacado (AD), el 52,1% presentó un rendimiento esperado (A), el 38,7% un rendimiento en proceso (B) y el 2,3% un rendimiento en inicio (C) (Tabla 1).
El análisis bivariado demostró que los problemas de sueño se asociaron significativamente con el bajo rendimiento escolar de los adolescentes (p=0,004); observándose que la mayoría de los adolescentes con problemas de sueño presentaron un rendimiento esperado (52,8%) y en proceso (44,4%), mientras que los adolescentes sin problemas de sueño presentaron principalmente rendimiento destacado (12,8%), esperado (51,4%) y en proceso (33%) (Tabla 2).
El análisis inferencial reveló que la calidad de sueño de los adolescentes se asoció significativamente con su rendimiento escolar (p=0,045); los adolescentes con problemas de sueño presentaron rendimiento esperado (52,7%) y en proceso (40,2%), mientras que los adolescentes sin problemas de sueño presentaron principalmente rendimiento destacado (18.2%), esperado (48.5%) y en proceso (30.3%) (Tabla 3).
DISCUSIÓN
El presente estudio tuvo como objetivo determinar la relación entre la somnolencia diurna y la calidad de sueño con el rendimiento escolar. Los estudiantes adolescentes con puntuaciones en la Escala de Somnolencia de Epworth superiores a 10 se clasificaron con presencia de somnolencia diurna, y la calidad de sueño se basó en la suma de las puntuaciones dadas a las respuestas relacionadas con la calidad de sueño por el Índice de Pittsburg, donde una puntuación menor a 5 indicó una mejor calidad de sueño. La frecuencia de somnolencia diurna observada en el presente estudio (49,7%) se compara relativamente con los estudios realizados por Pereira et al. 23 (33.1%) y Duarte et al. 24 (32.2%) en Portugal, así como de Merdad et al. 25 en Arabia Saudita (37%), pero muy por encima de lo reportado por los estudiantes de Hong Kong (17,6%) evaluados por Mak et al. 26. Esto puede explicarse en parte por las diferencias en etnias, costumbres culturales y sociales, así como a las diferentes versiones de la Escala de Somnolencia de Epworth que se utilizaron.
Con respecto a la calidad del sueño, nuestros hallazgos mostraron que el 84,8% de los adolescentes tenían problemas de sueño, una frecuencia muy por encima a la informada por otros estudios, como los elaborados en Arabia Saudita por Merdad et al. 25 quienes informaron que la prevalencia de sueño perturbado fue de 65% en los adolescentes que analizaron, mientras que Duarte et al. 24 demostraron que el 29% de los adolescentes tenían dicho sueño. Al igual que el análisis anterior, esta discrepancia puede deberse a sus diferentes antecedentes sociodemográficos, etnia y procedencia (urbana o rural) principalmente, así como a las diferentes versiones del instrumento aplicado.
En el estudio actual, se encontró que la somnolencia diurna y la mala calidad del sueño se asociaba significativamente con el rendimiento escolar de la población adolescente (p=0,004 y p=0,045; respectivamente). Estudios previos han demostrado que el bajo rendimiento académico se asociaría a una interrupción circadiana subyacente, que a su vez estaría mediado por la somnolencia diurna 27,24,28. De la misma forma, otros estudios han demostrado que los adolescentes con sueño insuficiente tienen un mayor riesgo de bajo rendimiento o hasta fracaso académico 29,30,31,32. Perkinson, et al. 33 evidenció que dormir menos de 8 horas por noche se asoció con calificaciones más bajas en la escuela, en comparación con una mayor duración del sueño (p < 0,05), mientras que recientemente Bugueño et al. 34 demostró que la mala calidad del sueño influyó en el rendimiento académico entre estudiantes chilenos. Lo cual se logra evidenciar en el presente estudio. Mientras que Silva 35 no pudo demostrar que la calidad de sueño se asocia con el rendimiento académico en un grupo de estudiantes procedentes de Chiclayo. No obstante, al asociar la calidad de sueño y la somnolencia diurna se observaron diferencias significativas (p =0,015), al igual que en el estudio de Huamaní y Rey 12, donde la excesiva somnolencia estuvo presente en el 11,9% de los escolares estudiados, esta se asoció de forma significativa a la mala calidad su sueño. De nuestros resultados demostramos que existe una alta prevalencia de somnolencia diurna y mala calidad de sueño entre los estudiantes de la Institución Educativa "Emblemática" Ventura Ccalamaqui de Barranca, Perú, donde la somnolencia diurna se asoció con el bajo rendimiento académico y no hubo diferencias estadísticas según edad, sexo, estado nutricional, práctica deportiva o hábitos de consumo de café, té o gaseosa.
El diseño de nuestra investigación requirió la participación directa de los adolescentes; frente a ello, la principal limitación fue la disposición y veracidad con la que cada participante respondió a la Escala de Somnolencia de Epworth y al Índice de Calidad de Sueño de Pittsburg. Además, es importante mencionar que es posible que el tamaño de la muestra no sea lo suficientemente grande como para que los hallazgos se generalicen. Se necesitan más estudios para confirmar si la somnolencia diurna afecta o no el rendimiento académico entre los estudiantes adolescentes de Barranca.
Este estudio demuestra la realidad de los adolescentes analizados pertenecientes a la Institución Educativa "Emblemática" Ventura Ccalamaqui en Barranca, añadiendo conocimiento científico local, con lo cual se puedan realizar e implementar estrategias que permitan reducir la somnolencia diurna y mejorar la calidad de sueño en los adolescentes. Se concluye que existió asociación entre la calidad de sueño de los adolescentes y el rendimiento escolar, notándose que los problemas de sueño de los estudiantes influyeron en el bajo rendimiento escolar de los mismos.