INTRODUCCIÓN
La adolescencia es el periodo en el que una persona crece y se desarrolla física y emocionalmente, motivo por el cual no cuenta con adecuada capacidad para orientar sus pensamientos, reflexionar sobre sus emociones y expresar sus sentimientos de manera asertiva y clara (Guerra-Bustamante et al., 2019). Esto conlleva a que los adolescentes se encuentren más expuestos a la influencia social latente en todos los medios de vida, lo que ocasiona una modificación de su conducta o comportamiento en función del contexto en el que se desarrolla y se relaciona. Así, se destaca que la familia representa el primer grupo social donde se crean los primeros vínculos; además de permitir aprender sobre la coexisten cia (Oropesa, 2022).
A partir de esta premisa, se reconoce que la calidad de relación familiar y social puede condicionar o tener una influencia directa en el bienestar emocional de los adolescentes por los diversos cambios significativos que afrontan (Guevara et al., 2021). Por tanto, ante los diversos conflictos que se presen tan diariamente en un contexto familiar y social, se considera preciso destacar la importancia de que los adolescentes convivan y se relacionen en ambientes apropiados que le permitan desarrollar las habilidades necesarias para manejar, comprender y regular sus emociones, así como respetar las emociones de los demás (Silva et al., 2020).
Asimismo, investigaciones desarrolladas permitieron deducir que existe una serie de factores que favorecen el incremento de la inteligencia emocional, entre los cuales destaca el apoyo afectivo-familiar, ámbito social, desarrollo de habilidades sociales, etc., por cuanto permiten que actúe de una mejor manera frente a las circunstancias negativas que se presentan (Ostos et al., 2021). En ese sentido, se ha determinado que los adolescentes que tienen una buena relación con su entorno social y familiar tienen mayor probabilidad de adquirir alto nivel de inteligencia emocional (Antonio-Aguirre et al., 2020).
Una de las problemáticas principales que se abordan hoy en día se centra en la reducida inteligencia emocional que desarrollan los adolescentes. Por ello, presentan problemas de comportamiento agresivo, conflictos interpersonales que no solo se manifiesta dentro del hogar (irrespeto e incumplimiento de las normas, ausencia de respeto por la figura paterna), sino también en el ambiente escolar (ciberacoso, agresión y victimización) (Castillo et al., 2013; Segura et al., 2020). Por tanto, el contexto sociofamiliar es considerado como un elemento importante, toda vez que la presencia inadecuada de estos vínculos interfiere en el desarrollo y bienestar los adolescentes (Farina et al., 2021).
Así, se busca analizar el contexto sociofamiliar de los adolescentes y el desarrollo de su inteligencia emocional en función a lo descrito en la bibliografía científica obtenida a nivel internacional con el propósito de proponer medidas, estrategias y acciones que permitan a los adolescentes expresar sus emociones proactiva y responsablemente. Por tal motivo, la investigación pretende responder este problema: ¿de qué manera el contexto sociofamiliar favorece la inteligencia emocional en adolescentes?
Finalmente, es oportuno señalar que el desarrollo de esta investigación es importante porque busca describir los componentes, características o aspectos más representativos identificados y analizados dentro de la literatura científica con la finalidad de extraer información relevante que permita desarrollar el objetivo general: analizar la literatura científica que pone en evidencia la manera en que el contexto sociofamiliar favorece la inteligencia emocional en adolescentes.
METODOLOGÍA
Diseño
Para la realización de la investigación, se tuvieron en cuenta las directrices de la matriz PRISMA, elaboradas en función a lo que concentra la selección de artículos que contengan las investigaciones seleccionadas y excluidas. Asimismo, el manual de Cochrane con el propósito de contar con una base de datos actualizada, vigente y confiable (Pardal-Refoyo & Pardal-Peláez, 2020). Se consideró, también, conveniente efectuar una revisión de la literatura con la finalidad de identificar aquellas investigaciones que estudiaron el contexto sociofamiliar y la inteligencia emocional de los adolescentes, previa búsqueda y análisis del contenido (Fernández-Sánchez et al., 2020; Terreros et al., 2019).
Estrategia de búsqueda
El proceso de recolección de datos inició con la identificación y reconocimiento de las palabras clave, términos o descriptores para la búsqueda como lo son “socio-family context”, “emotional intelligence”, “adolescents”, “family environment”. En este proceso, se utilizó los operadores booleanos AND y OR para la combinación de búsqueda que se detalla en la tabla 1. Después, se revisó de forma detallada las diferentes bases de datos como Redalyc, Scielo, Scopus y PubMed. Asimismo, resulta conveniente mencionar que, respecto de los criterios de inclusión, se ha seleccionado solamente aquellos que fueron desarrolla dos durante los últimos 5 años; es decir, estudios que se realizaron durante el periodo 2018-2022.
Criterios de selección
Por otra parte, en cuanto a los criterios de exclusión, se exceptuaron a los artículos cuyas conclusiones no permitían responder al problema planteado, así como aquellos realizados en función a un plazo de tiempo amplio y donde la muestra no se encuentra sustentada en sujetos de estudio; así también, se excluyeron cartas al editor, artículos de revisión y programas de intervención observacional.
Síntesis de datos
La identificación se inició en la base de datos de Scopus en la que se realizaron tres estrategias de búsqueda, obteniendo un total de 21 artículos. En la base de dato PubMed se realizó dos estrategias de búsqueda que arrojó un total de 2113 artículos; de igual manera, en Scielo se realizó dos búsquedas obteniendo solo un artículo por revisar. Finalmente, en Redalyc, mediante dos estrategias de búsqueda, se registró 1309 artículos; de manera general las bases de datos plantearon 3444 artículos, de los cuales solo 1810 fueron de acceso abierto, 1124 comprendido entre los 2018 y 2022; en tanto, solo 1122 fueron clasificados como artículos científicos empíricos. Cabe precisar que, para cumplir con los criterios de calidad metodológica, se tuvo en cuenta la relevancia de las investigaciones, la similitud de estas con el tema planteado, depuración de las investigaciones duplicadas y la preparación de la base de datos. Además, se consideró el contenido de los estudios, si estos eran novedosos en este trabajo de revisión (Pizarro et al., 2021).
Luego de la identificación, se procedió a realizar una revisión preliminar de 30 artículos. Una vez revisados los resúmenes, se quedó con 25 y, finalmente, en la sistematización se obtuvo solo 14 artículos, debido a que existió duplicados, tal como se evidencia en la matriz PRISMA detallada a continuación (figura 1).
RESULTADOS
En la tabla 2, se da a conocer la sistematización de los estudios encontrados referentes a los temas; asimismo, se expone el contenido de cada uno de estos, lo cual le da el valor científico a la investigación, cuyos resultados son de importancia para los lectores. Se describen a continuación:
Características de los artículos
La presente investigación permite evidenciar que 2 de 14 artículos (14.3 %) se obtuvieron a través de la base de datos de Scopus, 2 (14.3%) de Pubmed, 1 (7.1 %) de Redalyc y 9 (64.3 %) de otras bases de datos científicas. De igual manera, en cuanto al país donde se ha desarrollado la investigación, se reconoce que 5 de 14 artículos (35.7 %) se realizaron en España, 3 (21.4 %) en Perú, 2 (14.3 %) en China, 1 (7.1 %) en Brasil, 1 (7.1 %) en Corea, 1 (7.1 %) en Egipto y 1 (7.1 %) en India. Así también, respecto del tipo de investigación, se ha registrado que 12 de 14 artículos (85.7 %) fueron descriptivos, donde el 20 % presentó un diseño correlacional y el 7.1 % transversal; además, 1 (7.1 %) fue de tipo exploratorio y 1 (7.1 %) básico.
Por otra parte, en relación con el objetivo que plantearon los artículos revisa dos, se observa que 9 de 14 artículos (64.3 %) buscaron analizar y evaluar, en un primer momento, el contexto sociofamiliar en el que se relacionan los adolescentes y la inteligencia emocional que poseen para afrontar diversos hechos cotidianos. El análisis persigue determinar la relación, influencia, incidencia o efecto que tiene una variable en otra. Así, 4 artículos (28.6 %) han propuesto evaluar la inteligencia emocional y bienestar mental de los adolescentes para identificar los principales factores influyentes, y 1 artículo (7.1 %) solo pretendió evaluar el contexto social y familiar donde los adolescentes interactúan o se relacionan.
De la misma forma, en lo que concierne a los participantes, queda demostrado que en 12 de 14 artículos (14.3 %) los adolescentes representaron la unidad de análisis y fuente de información principal para la resolución de los objetivos planteados y elaboración de los resultados respectivos. Esto se debió a que son los adolescentes quienes se encuentran directamente involucrados con la problemática descrita. Por otro lado, adicionalmente a los adolescentes, 1 artículo (7.1 %) ha seleccionado como participantes a los docentes y 1 (7.1 %) a los padres de familia con el propósito de conocer la percepción que tienen sobre la conducta de los adolescentes desde un contexto social y familiar en el que interactúan.
Principales hallazgos
En última instancia, sobre los resultados y conclusiones, nueve de 14 artículos (64.3 %) dedujeron que el contexto sociofamiliar se encuentra directa y significativamente relacionado con la inteligencia emocional de los adolescentes, así como con sus respectivas dimensiones. Se establece que los adolescentes que conviven y se relacionan dentro de un contexto social y familiar asertivo y agradable experimentan un mayor nivel de bienestar mental, dado que desarrollan las habilidades y destrezas necesarias para controlar sus emociones y expresar sus sentimientos de manera asertiva. Esta afirmación se encuentra debidamente acreditada desde un punto de vista estadístico por medio del valor de significancia y el coeficiente de correlación correspondiente.
DISCUSIÓN
Los resultados encontrados demuestran una clara relación entre el clima familiar y la inteligencia emocional de manera significativa (Elmaghraby, 2022; Esteves et al., 2020; Naushad, 2022; Ruiz & Carranza, 2018). Dado que esta premisa está sustentada estadísticamente a través de los valores de significancia correspondientes, se puede deducir que el desarrollo de la inteligencia emocional puede estar determinado por el contexto sociofamiliar (Rueda et al., 2021). Además, el óptimo desarrollo de la inteligencia garantizará que los estudiantes puedan obtener diversas herramientas para el afrontamiento de problemas con los que lidian cotidianamente. Es decir, la inteligencia emocional es fundamental, dentro de un contexto educativo, social y familiar, en vista de que permite que los adolescentes refuercen sus habilidades, capacidades y competencias personales para identificar y expresar sus emociones, pensamientos y sentimientos.
Dentro del escenario evaluado, la producción de investigaciones centradas en la inteligencia emocional vinculada con el clima sociofamiliar ha resultado ser limitada, tal como refiere García-Martínez et al. (2012): en el ámbito mundial, esta problemática ha reducido su impacto por la existencia de problemas actuales que requieren ser analizados a profundidad. Por otra parte, en América Latina, los factores externos tienen una injerencia sobre el comportamiento social (Ravelo et al., 2016; Vera-Villarroel et al., 2011). Esta realidad impulsa a seguir explorando estrategias para el desarrollo de inteligencia emocional debido a que es un factor importante para el desarrollo de la adecuada salud mental en la población en general (Sánchez-Núñez et al., 2020).
En un análisis a nivel de clima social familiar, se ha evidenciado que, en América Latina, especialmente en países como Brasil y Perú, el contexto familiar es percibido de manera negativa. Asimismo, la inteligencia emocional, evaluada a partir de la atención, claridad y reparación (Vaquero-Diego et al., 2020), alcanza niveles bajos (Esteves et al., 2020), ocasionando de esta manera conductas de riesgo (Esteves et al., 2020). Estos datos difieren de los resultados en los países europeos como España y países orientales como China, India y Corea, que refieren una presencia favorable de clima familiar (Pérez-Fuentes et al., 2019; Choi et al., 2018; Edo & Domingo, 2020; Sánchez-Núñez et al., 2020; Naushad, 2022; Cheung et al., 2018; Chen, 2019; Elmaghraby, 2022; Larraz et al., 2020; Garcés-Delgado et al., 2022). Debido a ello, se da una mayor comprensión de las emociones, los pensamientos y conductas, permitiendo alcanzar un mejor nivel de bienestar.
Esta investigación presenta una limitada cantidad de artículos científicos que han estudiado el contexto sociofamiliar de los estudiantes y la inteligencia emocional, los cuales fueron desarrollados durante los últimos 5 años; así como aquellos artículos que fueron de paga, donde se tuvo que recurrir a descifradores para acceder a estos. En ese sentido, a pesar de contar con una amplia variedad de base de datos académicas con información científica de diversos temas relevantes, la obtención de una buena cantidad de artículos ha tenido limitaciones (Livia et al., 2022; Espinoza, 2020; Ramírez et al., 2014). Esto se debe a la falta de aplicación de ciertas estrategias de búsqueda y condiciones facilitadoras que contribuyan con la selección de los artículos científicos, así como el bajo nivel de producción científica en psicología.
CONCLUSIÓN
Los principales hallazgos de los artículos revisados han permitido reconocer que el adecuado contexto sociofamiliar favorece la inteligencia emocional. Un con texto sociofamiliar apropiado (caracterizado por la atención continua y oportuna por parte de los padres a las necesidades de los adolescentes, diálogo asertivo, clima afectivo, práctica de valores positivos y buenas costumbres familiares) es muy favorable para los adolescentes. Al convivir en un contexto de esa índole, los adolescentes presentan un mayor desarrollo de sus capacidades para identificar y respetar sus emociones propias y de los demás, lo cual genera que sean más proactivos y muestren una actitud positiva frente a las diversas circunstancias que afrontan. Asimismo, se acredita que el adecuado contexto sociofamiliar favorece el desarrollo de la inteligencia emocional de los adolescentes. Finalmente, se constata una diferencia entre la realidad de América Latina frente a los países europeos y de Oriente, donde se alcanza un mejor clima social familiar.