Sr. Editor,
Recientemente hemos leído con gran interés el artículo titulado "Seroprevalencia de la infección por el virus SARS-CoV-2 en estudiantes de pregrado de ciencias de la salud de una universidad pública" de Lucy López Reyes y col. donde mencionan la necesidad de implementar medidas de bioseguridad, educación, prevención y control antes del retorno a la presencialidad, para así proteger a la población de estudiantes, utilizando como parámetros de selección: detección de anticuerpo con prueba rápida (Kit Cellex Qsars-CoV-2 IgG/IgM Rapid Test) y test inmunoensayo cromatográfico de flujo lateral, el cual, según el resultado de la prueba serológica de anticuerpos contra el SARS-CoV-2, 67,1% de los que dieron positivo no tenían diagnóstico de COVID-19, 93,9% dieron positivo pero no tuvieron síntomas, y finalmente 40,2% no tuvieron contacto con algún sospechoso de COVID-19 pero salieron positivos 1. Sin embargo, los autores no consideraron realizar pruebas de PCR de rutina en los estudiantes; así, evidenciaron que el 34,58% de los estudiantes de medicina tuvieron resultado positivo, siendo la población con la más alta seropositividad. Otro estudio realizado en estudiantes de medicina de los tres primeros años, quienes asistieron a clases presenciales, a las cuales se les realizó un seguimiento con PCR, evidenció que solo un 6% presentó seropositividad al inicio de la presencialidad. Las pruebas rápidas son complementarias para descarte, pero no sustituyen la detección del material genético viral por RT-PCR 2.
La detección de la infección por COVID-19 mediante PCR implica el uso de la variante RT-PCR, reacción en cadena de la polimerasa con transcriptasa inversa. Mientras se realiza esta prueba, se miden los niveles de fluorescencia en tiempo real. Se ha demostrado que un paciente se encuentra definitivamente infectado si el resultado de la prueba es positivo, pero no necesariamente si el resultado es negativo. La PCR tiene limitaciones que pueden ser compensadas por otras pruebas diagnósticas y tomar la decisión de repetir o la RT-PCR 3.
Además, el artículo menciona que no es importante tomar en consideración los factores de riesgo asociados a la infección por SARS-CoV-2 porque la proporción es baja en estudiantes, exactamente del 8%, ya que estos dan más énfasis a las enfermedades crónicas en adultos de mayor edad. No obstante, se debe considerar otros posibles factores de riesgo, como los hábitos nocivos, obesidad o el sedentarismo, que también pueden presentarse en la población de estudiantes 4.
Al conocer la magnitud de la población seropositiva de estudiantes de medicina, es necesario incluir a las medidas de prevención un seguimiento de pruebas PCR a todo interno que reaperture sus actividades académicas de forma presencial en el hospital, con el fin de mitigar posibles casos de COVID-19 y proteger a la comunidad universitaria.