INTRODUCCIÓN
Las dermopatías son una de las principales causas de consulta médica en la clínica veterinaria. Esto se debe a que el problema de la mascota es evidente para el propietario, por lo que la afección no pasa desapercibida. Por otra parte, muchas de las patologías son de origen infeccioso y pueden tener una repercusión zoonótica debido a los vectores implicados (Rejas, 2008; Pulido et al., 2011).
En los últimos años, diversas investigaciones han demostrado diversas tendencias en las presentaciones de las enfermedades, debido en parte al aumento de algunos componentes ambientales y tóxicos que han incrementado el riesgo de neoplasias, tanto en animales de compañía como en humanos (Backer et al., 2001). Autores como Córdova y Trigo (1999) indicaron que la incidencia de las dermatitis alérgicas es variable, debido a que estas patologías pueden tener un componente nutricional, estacional o infeccioso como los ectoparásitos, que pueden complicar los cuadros clínicos. Además, debe considerarse que existen enfermedades con predisposición racial (O'Neill et al., 2014), por lo que la reseña del paciente juega un papel importante en el análisis clínico. A su vez, las pruebas de primera intención (raspado cutáneo, prueba de hidróxido potásico, citología, tricograma) y otras específicas (biopsia y pruebas hormonales, entre otras) deben complementarse y correlacionarse para obtener el éxito diagnóstico (Foil, 2013).
Por lo anteriormente expuesto, es necesario obtener una metodología práctica para el diagnóstico clínico. El sistema VITAMIND (Pellegrino, 2014; Reeve, 2018) permite al clínico la aproximación diagnóstica con menor error, ya que considera la reseña, anamnesis y examen físico del paciente. El propósito del estudio fue utilizar el sistema VITAMIND para clasificar las patologías de los pacientes con afecciones dermatológicas que se presentaron en el Hospital Veterinario de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad de San Carlos de Guatemala. Esto con el fin de obtener un panorama general de las dermopatías más frecuentes en la población canina del área de estudio.
MATERIALES Y MÉTODOS
El estudio se realizó en el Hospital Veterinario de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad de San Carlos de Guatemala, Guatemala. Se realizó un estudio retrospectivo evaluando 1127 registros médicos de los pacientes que asistieron a consulta médica en 2017.
Los datos fueron clasificados categorizando las patologías de los pacientes utilizando la regla nemotécnica VITAMIND según su acrónimo: V = vascular; I = inflamatorio/ infeccioso; T = traumático/tóxico; A = alérgica/autoinmune/anomalía del desarrollo; M = metabólica; I = Idiopática; N = neoplásica/nutricional y D = Degenerativa (Pellegrino, 2014; Reeve, 2018). Finalmente se clasificaron los datos en hojas de registro según las siguientes características: raza, sexo, edad y patología clínica según VITAMIND.
Para el análisis de datos se utilizó estadística descriptiva utilizando distribuciones de frecuencias para las variables. Además, se determinó la prevalencia de a los pacientes con afecciones dermatológicas (Blair y Taylor, 2008). El software estadístico utilizado fue SPSS Statistics(r).
RESULTADOS
La prevalencia de enfermedades dermatológicas fue de 27.1%, siendo el 54% de pacientes hembras. La edad promedio de los pacientes afectados fue de 6.9 ± 0.2 años. Los grupos raciales más afectados fueron el indefinido (16.14) y el French Poodle (16.1%); sin embargo, se pudo observar una gran variabilidad de razas afectadas y debido al bajo número de afección por raza, se les agrupó en una sola categoría formada por 34 razas que constituyeron el 48.5% de los pacientes afectados (Cuadro 1).
Las patologías clínicas con mayor frecuencia, según clasificación VITAMIND, fueron de origen neoplásico/nutricional (37.4%) e inflamatorio/infeccioso (27.9%). Sin embargo, un 15.7% de los casos no pudo clasificarse debido a que no obtuvieron resolución por la falta de ayudas diagnósticas o presupuesto del propietario (Cuadro 2). En el Cuadro 3 se describen las etiologías más comunes, según categoría de VITAMIND, de los pacientes evaluados.
DISCUSIÓN
La prevalencia obtenida en el presente estudio demuestra que las dermatopatías son la casuística más común en la práctica clínica, y en coincidencia con otros autores (Hill et al., 2006; Henao et al., 2010; O'Neill et al., 2014).
Las hembras presentaron una ligera mayor frecuencia de afecciones con respecto a machos; no obstante, Henao et al. (2010) no encuentra diferencia significativa con referencia al sexo. De hecho, enfermedades como pioderma, demodicosis y dermatitis por Malassezia no tienen predisposición de sexo (Foster y Foil, 2012; Seckerdieck y Mueller, 2018; Ferreira et al., 2013). La excepción son ciertas neoplasias que tienen predominancia en hembras, donde el factor hormonal puede ser un factor relevante (Rodríguez et al., 2009).
En cuanto a la edad, la población más afectada fueron los animales adultos. Unos de los principales motivos que explicarían una mayor presencia de adultos en el estudio sería el rol de la mascota como miembro de familia (O'Neill et al., 2014), lo que podría generar mayor importancia a su bienestar y salud y, por ende, alcanzar edades mayores, donde las neoplasias son más frecuentes (Foster y Foil, 2012). De hecho, Aparicio y Forero (2008) obtuvieron una edad promedio de 6.5 años en perros diagnosticados con masas cutáneas neoplásicas.
La mayor frecuencia de perros sin raza definida que se presentaron a consulta podría deberse al aumento de perros aceptados en las casas como animales de compañía, como resultados de campañas de concientización, ferias de adopciones y el hecho de que es más económico adoptar perros que comprarlos (Alvarado et al., 2017). Por su parte, las razas Poodle y Schnauzer ofrecen ciertas ventajas con respecto al tamaño como espacio y costos, además de presentar predisposición genética a dermopatías alérgicas e infecciosas (Gough y Thomas, 2004).
El 90% de pioderma canina es causado por Staphylococcus intermedius (Navarro y Verde, 2010; Foster y Foil, 2012), habiendo una mayor susceptibilidad a sufrir demodicosis en perros de razas puras en comparación con perros cruzados (Foster y Foil, 2012). No obstante, la dermatitis por Malassezia puede darse en cualquier raza, aunque algunas razas están predispuestas, aunque no parece haber predilección de edad o sexo (Foster y Foil, 2012). Cafarchia et al. (2005) determinaron que la especie de Malassezia más frecuente de piel y oídos de perros sanos y enfermos fue M. pachydermatis. Esto supone el papel que desarrolla como patógeno oportunista, a pesar de ser una levadura comensal de piel (Pulido et al., 2011). Por tanto, se puede concluir que los agentes infecciosos son componentes de la enfermedad multicausal (anatómica, racial e inmunológica) y no deben aislarse de otros factores, ya que pueden complicar los cuadros clínicos de los pacientes.
De las enfermedades alérgicas/autoinmunes/anomalías del desarrollo la dermatitis alérgica a la picadura de pulgas (DAPP) se considera la causa más común, viéndose reflejado en los resultados del presente estudio. Foster y Foil (2012) demostraron que perros atópicos están predispuestos al desarrollo de DAPP clínico. La dermatitis atópica se considera una de las enfermedades crónicas de la piel más comunes en los perros y afecta aproximadamente al 10% de los perros (Rodrígues et al., 2014); asimismo, estos autores demostraron que la microbiota de la piel en perros sanos y atópicos presenta diferencias en cuanto a la diversidad de especies, siendo los perros alérgicos los que presentan mayor riqueza de especies respecto a los perros sanos.
El hipotiroidismo fue la única enfermedad diagnosticada de las enfermedades metabólicas, correspondiente al 6.9%, valor similar al estudio realizado por González y Serrano (2017) en donde obtuvieron un 8% de incidencia y una frecuencia igual para machos y hembras. Y es que el hipotiroidismo es la endocrinopatía canina más reportada (Foster y Foil, 2012; González y Serrano, 2017). Las hormonas tiroideas influyen en diversos órganos, aunque los signos clínicos más comunes del hipotiroidismo son los de una tasa metabólica disminuida y manifestaciones dermatológicas (seborrea, mixedema, alopecia). Sin embargo, debido a la diversidad de los signos clínicos y a los factores que influyen en las concentraciones de la hormona tiroidea, puede llegar a ser mal diagnosticada (Scott, 2007).
La piel es la ubicación anatómica más común de las neoplasias y presenta entre 9.5 y 51% de todos los tumores en perros (Bronden et al., 2010). La categoría de neoplasia en este estudio fue de 37.4%, siendo la de mayor frecuencia entre las demás categorías analizadas. Bronden et al. (2010) en Dinamarca identificaron el 43.5% de neoplasias cutáneas e indicaron que la mayoría de los perros tenían una neoplasia benigna (66%) siendo lipoma e histiocitoma como los más comunes, y el 21% neoplasia maligna, siendo mastocitoma y sarcoma los más comunes. De Vivero et al. (2013) en Lima, Perú, reportan 39.5% de neoplasias cutáneas, Aparicio y Forero (2008) encontraron 51% de neoplasias cutáneas, siendo la mitad de ellas de tipo benigno, con el histiocitoma y el mastocitoma como los más comunes. Por su parte, Torres et al. (2017) en La Habana, Cuba, obtuvieron una prevalencia del 13.59%; en donde las principales neoplasias fueron carcinoma de células escamosas, mastocitoma y linfoma cutáneo.
Si bien el acrónimo VITAMIN D es utilizado como herramienta para el diagnóstico de enfermedades neurológicas (Pellegrino, 2014), se puede adaptar a diversos tipos de patologías, ya que permite su clasificación según señalización por procesos fisiopatológicos con base a información como historial y hallazgos del examen del paciente; de esta manera asegura que todos los procesos fisiopatológicos sean considerados y como resultado se obtenga una lista diferencial priorizada que conduzca al diagnóstico definitivo. De hecho, Reeve (2018) utilizó este acrónimo para el enfoque diagnóstico de la tos en perros y gatos.
CONCLUSIONES
La prevalencia de enfermedades dermatológicas fue de 27.1%.
Las categorías con mayor casuística fueron Neoplásicas (37.4%), Inflamatorias/ Infecciosas (27.9%) y Alérgicas/Alimentarias/Autoinmunes (12.1%).
Las hembras obtuvieron mayores frecuencias en cuanto a las dermatopatías evaluadas (54%).
Los pacientes diagnosticados con dermatopatías obtuvieron una edad media de 6.9 ± 0.2 años.
Los perros sin raza definida presentaron mayor frecuencia de enfermedades dermatológicas (16.4%) con respecto a perros de raza