INTRODUCCIÓN
El gran crecimiento de la población humana y el incremento de la demanda de alimentos originan competencia entre el humano y los animales por ciertas materias primas que se usan para la elaboración de concentrados para la alimentación de los animales, lo que provoca un incremento en sus costos. Este entorno obliga a los nutricionistas a buscar alimentos alternativos más económicos para la alimentación de los animales de granja y de las mascotas (Abdulrashid y Nnabuenyi. 2009).
El costo de alimentación en un sistema de producción animal representa alrededor del 60-70% del costo total. Reducir el costo de la alimentación podría lograrse mediante el uso de ingredientes de alimentos no convencionales más baratos (Maertens et al., 2002). La búsqueda de fuentes de alimentos alternativos requiere el conocimiento adecuado de su valor nutricional, lo cual implica caracterizar adecuadamente las materias primas, toda vez que el forraje y los subproductos agroindustriales varían según la procedencia y el estado vegetativo (Maroto et al., 2011).
En Cuba existe gran cantidad de residuos derivados de la actividad agrícola, siendo uno de estos productos la harina de copra del coco Cocos nucifera L (Acosta et al., 2016), que actualmente constituyen materia de estudio con el fin de emplearlos como fuentes alternativas en la alimentación de conejos (Oryctolagus cuniculus), especie que se explota para el consumo de la población, especialmente en la provincia de Guantánamo.
La harina de copra de coco se obtiene industrialmente a partir del fruto seco (coco). La harina de coco se obtiene de la separación del aceite de la parte fibrosa de la copra, con una eficiencia industrial de dos toneladas de copra para producir una tonelada de aceite y 500 kg de harina. La producción promedio en la zona es de 1500 kg/día.
La harina de copra de coco en Cuba constituye una materia prima de importancia, empleándose de forma integral y desgrasada en las dietas de cerdos, conejos y aves. Su uso como fuente alternativa de alimento en los animales ofrece la posibilidad de sustituir materias primas convencionales de alto costo en el mercado internacional como el maíz (Zea mays L), soya (Glycine max L) y alfalfa (Medicago sativa L), contribuyendo a disminuir los costos de alimentación. La digestibilidad de sus nutrientes, al ser incluida en dietas para conejos en diferentes niveles de inclusión, presenta valores para la materia seca, proteína bruta y fibra bruta de 57.658.9%, 74.9-77.8% y 46.1-49.8, respectivamente (Acosta et al., 2016). Ante esto, el objetivo de este estudio fue evaluar la calidad nutricional de este subproducto para su posible uso en la alimentación del conejo.
MATERIALES Y MÉTODOS
El estudio incluyó harina de copra de coco desgrasada de la fábrica de extracción de aceite de coco de Baracoa (Guantánamo, Cuba). Se tomaron muestras a la 08:30, 12:00 y 16:00 h de un día de producción. En cada momento se colectaron 20 kg, llegando a tener una muestra de 60 kg al final del día. De esta, se tomaron cinco muestras de 2 kg que fueron remitidas a los laboratorios en bolsas de naylon de 3 kg destinadas para este fin para evitar su contaminación.
En el Centro de Tecnología Agropecuaria y Forestales de la Universidad de Guantánamo se determinó extracto etéreo (EE); en el Instituto de Ciencia Animal se determinó materia seca (MS), materia orgánica (MO), proteína bruta (PB), fibra bruta (FB), cenizas (Cnz), fibra detergente neutra (FDN), fibra detergente ácida (FDA), lignina y celulosa; en el Departamento de Evaluación de Alimentos del Instituto de Investigaciones para la Industria Alimentaria de Cuba se determinó calcio (Ca), fósforo (P), magnesio (Mg) y potasio (K); y en el laboratorio de bioquímica del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (CINVESTAV), Guanajuato, México, se determinó el perfil de ácidos grasos.
Se empleó el método descrito por la AOAC (2016) para la determinación de la materia seca (MS), materia orgánica (MO), proteína bruta (PB), fibra bruta (FB), extracto etéreo (EE) y cenizas (Cnz). Asimismo, para la determinación de calcio (Ca), fósforo (P), magnesio (Mg) y potasio (K) se siguieron los procedimientos indicados por AOAC (2002). Las fracciones de la fibra detergente neutra (FDN), fibra detergente ácida (FDA), lignina y celulosa se determinaron según Van Soest (1993).
La determinación del perfil de ácidos grasos se dividió en tres etapas: extracción de lípidos, metilesterificación de los lípidos y determinación cromatográfica. Para la extracción de los lípidos se empleó un extractor Soxhlet (AOAC, 2002, 2006), para la metilesterificación de los lípidos se utilizó un Rotavapor Heidolph Hei-VAP core (AOAC, 2002) y para la determinación cromatográfica de ácidos grasos totales se empleó un cromatógrafo de gases acoplado a espectrometría de masa con Ionización por impacto electrónico GC-EIMS, modelo G4513A inert XLMSD. El equipo fue controlado por un operador de datos NIST MS v2 Spectra (AOAC. 2006).
Se realizaron estadísticas descriptivas sobre los datos obtenidos (promedio, desviación estándar y coeficiente de variación). La comparación de medias se efectuó mediante la dócima de Tukey. El procesamiento de la información se realizó con el paquete estadístico SAS v 9.1 (SAS, 2013).
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Los resultados de la composición nutricional de la harina de copra de coco desgrasada se presentan en el Cuadro 1. El subproducto muestra una elevada concentración de todos los nutrientes al ser comparados con otros subproductos no convencionales utilizados en la alimentación animal como la harina de la fruta del pan (Artocarpus altilis) (Leyva, 2010), algarrobo (Prosopis pállida) (Macías, 2017). El valor de materia seca fue superior al reportado por Moorthy y Viswanathan (2010) y por la NRC (2012) con valores de 94.46 y 92.9%, respectivamente, utilizando métodos similares para la extracción.
Indicadores (%) | Promedio | Desviación estándar | Coeficiente de variación |
---|---|---|---|
Materia orgánica | 93.27 | 0.74 | 0.80 |
Materia seca | 96.22 | 2.24 | 2.32 |
Proteína bruta | 19.42 | 0.46 | 2.37 |
Extracto etéreo | 3.72 | 0.16 | 4.44 |
El valor de la materia seca de la harina de copra de coco desgrasada fue superior al valor de la materia seca de otros subproductos habitualmente utilizados en la alimentación del conejo, como la harina de copra de coco con 86-89% (Retore et al., 2010) o similares con la harina de albaricoque (Apricot kermnel) con 93-96% (Mennani et al., 2017).
El valor promedio de la proteína bruta fue inferior al valor de 22.75% reportado por Moorthy y Viswanathan (2010), mientras que Stein et al. (2015) obtuvieron rangos de 20 a 26% con un alto contenido de arginina. que es casi el 10% del total de la PB total y una relación de 5:1 Arginina-Lisina. No obstante, el valor obtenido en el presenta estudio fue superior a los valores de 12.31 y 12.6% reportados por Igbabul et al. (2014) y Sujirth y Mahendran (2015) utilizando el método de prensado para la obtención de aceite de coco y una segunda deshidratación de la harina de coco después de haberle extraído el aceite, respectivamente. Las variaciones en el contenido de PB de la harina de copra de coco se atribuyen usualmente a los métodos de extracción del aceite, así como a los ecotipos utilizados (Mahadevan, 1957; Andriguetto, 1983).
El bajo contenido de extracto etéreo (3.72%) obtenido refleja la alta eficiencia del proceso de extracción de aceite a la copra de coco, lo cual favorece la conservación del producto obtenido al disminuir los riesgos de enranciamiento. Moorthy y Viswanathan (2010) reportaron un valor de 2.89% en la harina de coco por métodos similares, en tanto que Sujirth y Mahendran (2015) reportaron un valor mucho más alto (9.2%).
Los resultados de la composición de carbohidratos estructurales obtenidos en el presente estudio (Cuadro 2) siguen la misma tendencia de otras investigaciones, como son los casos de Moorthy y Viswanathan (2010) con 12.11%; Jaworski et al. (2014) con 1016 %; Sujirth y Mahendran (2015) con 13.0%. Por otro lado, el contenido de FDA, FDN y celulosa mostraron valores promedios altos.
Indicador (%) | Promedio | Desviación estándar | Coeficiente de variación |
---|---|---|---|
Fibra bruta (FB) | 9.79 | 0.69 | 7.02 |
Fibra detergente neutra (FDN) | 70.46 | 0.41 | 0.59 |
Fibra detergente ácida (FDA) | 41.36 | 0.17 | 0.42 |
Lignina ácida detergente | 3.63 | 0.03 | 0.93 |
Celulosa | 38.54 | 0.06 | 0.16 |
Es importante notar el alto contenido alto de fósforo (Cuadro 3), lo cual significa que la harina de copra de coco desgrasada podría ser un aportador de fósforo alternativo para el fosfato dicálcico. La composición de cenizas fue similar al 7.41% reportado por Moorthy y Viswanathan (2010) e inferior al 8.2% reportado por Sujirth y Mahendran (2015).
El perfil de ácidos grasos de la harina de copra de coco desgrasada se muestra en el Cuadro 4. Los ácidos grasos saturados representaron la mayor fracción (85.47%). predominando el ácido láurico con 41.36%, seguido del ácido mirístico con 22.56 %. Asimismo, se encontró una fracción de ácidos grasos insaturados que representó el 14.49%, siendo el ácido oleico el más representativo, además de otros como el linoleico, linolénico y araquídico o araquidónico. Por otra parte, los ácidos grasos saturados (AGS) y los ácidos grasos monoinsaturados (AGMI) pueden ser biosintentizados por los animales pero no el ácido linoleico (C18:2n-6). ni el ácido linolénico (C18:2n-3) (Mallo et al. (2017), siendo por estas razones nutrientes esenciales en las dietas de los animales, de allí que se resalte la presencia de estos ácidos en la harina de copra de coco estudiada.
Indicadores (%) | Promedio | Desviación estándar | Coeficiente de variación |
---|---|---|---|
Cenizas | 6.73 | 0.070 | 1.04 |
Calcio | 0.23 | 0.008 | 3.48 |
Fósforo | 0.54 | 0.020 | 3.60 |
Magnesio | 0.31 | 0.007 | 2.26 |
Potasio | 1.85 | 0.030 | 1.66 |
Ácidos grasos | Promedio (%) | Desviación estándar | Coeficiente de variación |
Láurico | 41.36 | 1.88 | 4.6 |
Mirístico | 22.56 | 0.50 | 2.2 |
Palmítico | 13.00 | 0.64 | 5.0 |
Oleico | 11.35 | 0.71 | 6.2 |
Esteárico | 4.54 | 0.30 | 6.6 |
Cáprico | 3.79 | 0.65 | 5.0 |
Linoleico | 2.85 | 0.17 | 6.1 |
Lignocérico | 0.14 | 0.02 | 6.2 |
Araquídico | 0.13 | 0.01 | 7.7 |
Eicosanoico | 0.08 | 0.01 | 4.2 |
Linolénico | 0.01 | 0.00 | 3.9 |
Orsavova et al. (2015) indica que los lípidos presentes en el coco, y que aparecen en la harina de copra de coco, fueron ácidos grasos saturados, monosaturados y poliinsaturados. predominando el ácido palmítico (4.620.0%), el ácido oleico (6.2-71.1%) y el ácido linoleico (1.6-79 %), valores que coinciden con los reportados en el presente estudio. Así mismo, Kostik et al. (2013) mencionan que los ácidos grasos predominantes en el aceite de coco son el láurico (47.7%) y mirístico (19.9%), valores similares a los obtenidos en esta investigación. Por otro lado, Belén-Camacho et al. (2005) describen que los ácidos saturados representaron la mayor fracción de las grasas de los derivados del coco, siendo el nivel más alto el correspondiente al ácido láurico (50.9%), valores que son ligeramente superiores a los señalados por Méndez (2006) con 48.2% y a los obtenidos en este estudio con 41.36%.