INTRODUCCIÓN

El stock caprino en Argentina es de 4 281 000 cabezas, mayormente destinado a la producción de carne, seguido por la producción láctea, fibra y cueros (^{SIGSA, 2021}). La cría de cabras Saanen en el país está orientada exclusivamente a la producción de leche (tambo) basado en un sistema productivo semi-intensivo / intensivo, generalmente con altos niveles de tecnificación (^{Steffen et al., 2021}). Entre los factores que afectan las tasas de crecimiento se encuentran los factores maternos (número de lactación, tipo de parto), la época de parto, el sexo de las crías y las prácticas de manejo (^{Deeming et al., 2016}; ^{Rojo-Rubio et al; 2016}). La ganancia de peso (GDP) reportadas para las cabras lecheras son muy variables: 133-208 g/día (^{Deeming et al., 2016}; ^{Gökdal et al., 2017}; ^{Dinçel et al., 2019}).En Argentina se reportan GDP para la raza Saanen de 137-143 g/día (^{Martínez et al., 2017}) y para crías de cruzas Saanen x Anglo Nubian de 137 ± 7 g/día (R. Arias, comunicación personal). No se encontraron datos referidos a la raza Saanen en provincia de Buenos Aires; pero ^{Simonetti et al. (2019}) reportan GDP de 132-141 g/día y con sustituto lácteo de 127-136 g/día para crías de raza Anglo Nubian.

Los errores que se cometen durante el periodo de crecimiento pueden afectar la productividad futura al disminuir o limitar el aumento de peso, aumentar el riesgo de enfermedades, reducir el valor reproductivo e incluso provocar la muerte (^{Rojo-Rubio et al., 2016}; ^{Steffen et al., 2022}). El peso vivo es un factor importante para determinar las características de los animales de producción, en especial, las relacionadas al impacto económico (^{Khandoker et al., 2018}). Por otro lado, los criterios comúnmente utilizados para el destete son la edad (días), el peso corporal y el consumo diario de concentrado ingerido por las crías (^{Gökdal et al., 2017}). Es posible destetar a las crías cuando triplican su peso al nacer (^{Gökdal et al., 2017}) o cuando alcanzan el 20% del peso corporal adulto. El peso al destete informado para la raza Saanen es de 10-14.6 kg (^{Gökdal et al., 2017}; ^{Dinçel et al., 2019}) y, en Argentina, a las 8 semanas varía entre 10.7 a 11.2 kg (^{Martínez et al., 2017}).

Si bien en la literatura existe información sobre tasas de crecimiento, peso vivo al nacimiento y peso durante el periodo de cría para razas criollas en diferentes regiones del país (^{Lanari et al., 2012}; ^{Revidatti et al., 2012}), es limitada la información sobre las crías de raza Saanen en establecimientos lecheros. En el país no existen registros oficiales de: producción de leche caprina, controles lecheros regulares, número de establecimientos habilitados y población de esta raza en producción (^{Ghibaudi et al., 2018}; ^{Steffen et al., 2021}, ²⁰²²). Por lo tanto, se desconoce en qué medida incide el número de lactancia de la madre, el tipo y época de parto y el sexo de las crías sobre la tasa de crecimiento en este sistema. Ante esto, el objetivo del estudio fue determinar en crianza artificial, las variaciones de las tasas de crecimiento de crías de raza Saanen en un tambo comercial de la provincia de Buenos Aires, considerando el peso inicial y sexo de las crías, número de lactancia, tipo y época de parto.

MATERIALES Y MÉTODOS

El presente trabajo se llevó a cabo en un tambo caprino comercial, localizado en el partido de General Paz, provincia de Buenos Aires, Argentina. El protocolo de trabajo fue aprobado por el Comité Institucional de Cuidado y Uso de Animales de Laboratorio (CICUAL), FCV-UNLP (protocolos 97-119T). Asimismo, el propietario del tambo avaló el estudio mediante el consentimiento informado.

Se trabajó con registros de 138 cabras Saanen y sus crías (n= 164) de partos de 2019. Las crías estuvieron con sus madres durante las primeras 48-72 h del parto para la ingesta de calostro y luego pasaron a crianza artificial. Las crías fueron identificadas con caravanas Rototag y alojadas en un galpón con temperatura ambiente entre 18 a 22 °C hasta el desleche. Fueron pesadas en ayuno a los 20 ± 5 días de edad y 15 ± 3 días hasta el término de la crianza artificial (75 ± 5 días). Se utilizó una balanza digital de 100 g de precisión. Se calculó la GDP de las crías entre el peso inicial (20 días) y final de la etapa de crianza (75 días). Las crías fueron deslechadas cuando alcanzaron 10 ± 1.5 kg de peso vivo y pasaron a alimentación con sustituto lácteo (1.5-2.0 L/día/animal) suministrado en dos tomas diarias mediante alimentadores de leche con tetinas a temperatura constante (37-40 °C). Los cabritos tenían agua fresca y comenzaron a recibir alimento iniciador croquer y fardo de alfalfa ad libitum a partir de las tres semanas de edad.

Las crías fueron clasificadas de acuerdo con el número de lactancia de la madre (Primera: n= 58; Segunda y Tercera lactancia; n= 57; Cuarta o más; n= 49), tipo de parto (Simple: n= 57; Múltiple: n= 107), época de parto (Invierno [julio-agosto]; n= 96; Primavera [septiembre-octubre]: n= 68) y sexo (Hembra: n= 155; Macho; n= 9). El bajo número de machos se debe a que estos son vendidos en la primera semana de vida.

Para evaluar la incidencia del peso inicial sobre la GDP se agruparon los pesos iniciales como Livianos y Pesados, siendo el punto de corte el peso promedio. Así, el rango de peso para el grupo Livianos (n= 96) fue de 1.8 a 5.0 kg y Pesados (n= 68) de 5.1 a 8.2 kg (media general: 4.7 ± 0.9 kg). Para evaluar el peso inicial y la época de nacimiento con relación al tiempo (días) se utilizaron regresiones lineales simples, mientras que los datos fueron evaluados mediante un análisis de varianza multifactorial (Statgraphics Centurión XVII), con un nivel de significancia de 5% para determinar el efecto de las variables en estudio sobre la GDP y el peso vivo a los 75 días (como indicador de la persistencia a lo largo de la crianza artificial). Además, se empleó la prueba de Chi cuadrado para evaluar la independencia de las variables número de lactancia y tipo de parto.

RESULTADOS

El Cuadro 1 resume el efecto de los factores en estudio sobre la GDP, peso a los 75 días (P75) y su nivel de significancia. El Chi cuadrado reveló que el número de lactancia y el tipo de parto no son independientes (p=0.000), existiendo una incidencia del número de lactancia sobre el tipo de parto. Asimismo, las crías nacidas en invierno evidenciaron una GDP y un peso vivo a los 75 días significativamente superior (p<0.05) a las nacidas en primavera. Con relación al peso inicial, la categoría Pesados verificó las mayores GDP y P75 que los Livianos (p<0.05).

Cuadro 1. Ganancia diaria de peso (g/día) y peso vivo (kg) a los 75 días de crías Saanen en un tambo de la provincia de Buenos Aires, Argentina 

En la Figura 1 se observa la evolución del peso vivo de las crías en función del número de lactancia y del tipo de parto. Las regresiones lineales de los pesos vivos para las categorías Livianos y Pesados en función del tiempo permiten determinar que a los 75 días las crías con el mayor peso inicial superan en 16.9% a las crías de la categoría Livianos. Este análisis, además, demuestra que los Pesados llegan a peso de desleche (10.0 ± 1.5 kg) 13.85 días antes que los Livianos (Figura 2). Aplicando el mismo análisis a la época de nacimiento, se observan diferencias de 9.45 días a favor de los nacidos en invierno y de 13.7 % más en el peso vivo a los 75 días (Figura 3). Por otro lado, se observó una media de peso vivo superior en toda la etapa de crianza en las crías macho (12.9 kg) en comparación al de las crías hembra (11.6 kg).

Figura 1. Variación del crecimiento de las crías Saanen según número de lactancia (A) y el tipo de parto (B) desde el día 20 de edad al término de la fase de crianza artificial (día 75) en un tambo de la provincia de Buenos Aires, Argentina 

Figura 2. Regresiones lineales del peso inicial (kg) de las crías Saanen de un tambo de la provincia de Buenos Aires, Argentina, con relación al tiempo (días) 

Figura 3. Regresiones lineales del peso (k) de crías Saanen de un tambo de la provincia de Buenos Aires, Argentina, según la época de nacimiento con relación al tiempo (días) 

DISCUSIÓN

La ganancia diaria de peso y el peso están asociados con la salud, el bienestar y el potencial genético de producción de los animales (^{Deeming et al., 2016}; ^{Gökdal et al., 2017}). Las tasas de crecimiento están determinadas por diversos factores que influyen desde el nacimiento (^{Ugur et al., 2004}; ^{Rojo-Rubio et al., 2016}; ^{Dinçel et al., 2019}). Las GDP reportadas en países como Nueva Zelanda, México y Turquía para las crías Saanen fueron de 160-208 g/día (^{Deeming et al., 2016}); 146-159 g/día (^{Rojo-Rubio et al., 2016}); 140-151 g/día (^{Dinçel et al., 2019}); 133-193 g/día (^{Gökdal et al., 2017}) y 133147 g/día (^{Ugur et al., 2004}) fueron superiores a los promedios encontrados en el presente estudio (122-137 g/día). No obstante, en Argentina, ^{Luparia et al. (2009}), comparando dietas en crías Saanen, obtuvo menores GDP (74-106 g/día) a las reportadas en este trabajo.

El tipo de parto es determinante para el peso al nacimiento, GDP y pesos vivos en general (^{Deeming et al., 2016}; ^{Khandoker et al., 2018}). En este sentido, ^{Ocak et al. (2006}), ^{Calderón-Leyva et al. (2010}) y ^{Dinçel et al. (2019}) evidenciaron diferencias significativas entre el tipo de parto y peso al nacimiento, y a los 60, 90 y 120 días de edad. No obstante, ^{Castillo-Rodríguez et al. (2013}) y ^{Rojo-Rubio et al. (2016}) no observaron efecto del tipo de parto sobre la GDP (simples: 168 g/día; dobles/triples: 168-166 g/día) en coincidencia con lo expuesto en este trabajo.

El tamaño de la camada es un rasgo esencial para seleccionar cabras de elevada producción lechera (^{Deeming et al., 2016}; ^{Khandoker et al., 2018}; ^{Dinçel et al., 2019}). Por otro lado, en el número de lactancias, si bien sin diferencias significativas, se encontró una mayor GDP en crías de cabras e»4 lactancias (134-148 g/día), coincidiendo con lo demostrado por ^{Martínez et al. (2017}) quienes reportaron para cabras Saanen de e»3 lactancias una GDP de 137-143 g/día. A pesar de esto, se tienen evidencias que demuestran la influencia del número de lactancias de las madres sobre el peso al nacer y el peso vivo de las crías (^{Calderón-Leyva et al., 2010}; ^{Dinçel et al., 2019}; ^{Akbas et al., 2020}).

Diferentes autores le asignan al sexo un efecto significativo sobre el peso al nacimiento y su posterior evolución durante la crianza (^{Ugur et al., 2004}; ^{Ocak et al., 2006}; ^{Rojo-Rubio et al., 2016}; ^{Dinçel et al., 2019}). En este sentido, ^{Castillo-Rodríguez et al. (2013}); ^{Dinçel et al. (2019)}; ^{Akbas et al. (2020}) documentaron mayores pesos en los machos al nacimiento y a los 30 y 60 días de edad. Debido a que, en el establecimiento en estudio, el sistema de crianza no conserva a los machos, la relación entre ambos sexos impidió un análisis estadístico riguroso; sin embargo, estas diferencias numéricas concuerdan con los hallazgos reportados.

Por último, en el presente estudio se registraron diferencias significativas en las crías nacidas en Invierno (GDP = 143 ± 5.2 g/día; P75 = 12.7 ± 0.3 kg) frente a las nacidas en Primavera (GDP =105 ± 7.3 g/día; P75 = 10.4 ± 0.4 kg), aun siendo alimentados bajo un mismo sistema de crianza. Posiblemente esto se deba a los factores climatológicos de la época y del año que afectarían el crecimiento intrauterino de las crías (^{Liu et al., 2005}; ^{Calderón-Leyva et al., 2010}; ^{Dinçel et al., 2019}). Por lo tanto, el efecto de la época de nacimiento de las crías sugiere que la planificación de la temporada de parto mejoraría la eficiencia de la producción (^{Liu et al., 2005}).

CONCLUSIÓN

En función de los resultados obtenidos, la elección de los animales de mayor peso inicial y nacidos en invierno permitirían optimizar el proceso de crianza artificial.