INTRODUCCIÓN

La peroxidación lipídica es un proceso en el que tanto los oxidantes como los radicales libres atacan los lípidos que contienen doble enlace carbono-carbono, especialmente en ácidos grasos poliinsaturados ¹, condición que puede afectar las funciones celulares, ya sea directamente -al reaccionar con proteínas, ácidos nucleicos- o indirectamente -a través de receptores de las vías de señalización- ¹, y que induce a la célula a realizar procesos inflamatorios, de apoptosis y, en algunos casos, eventos mutagénicos ². El daño oxidativo producido por los radicales libres, generados como consecuencia de una intensa actividad celular para responder a las necesidades energéticas, forman metabolitos como propanal, hexanal, 4-hidroxinonenal (4-HNE) y malondialdehído (MDA) ^1,3, que pueden ser detectados en sangre u orina ⁴ por la reacción con el ácido tiobarbitúrico ⁵ en condiciones ácidas, que lleva a la formación de un producto coloreado que se puede medir por espectrofotometría o cromatografía líquida de alta eficacia (HPLC, por sus siglas en inglés) ^6-8. La medición de estas sustancias y su relación con el estrés celular sigue siendo un desafío si se tiene especial cuidado en las cuestiones preanalíticas y analíticas ⁹.

La exigencia energética en el organismo suele producirse cuando el ser humano realiza diversas actividades o se encuentra en situaciones de estrés laboral, cuando se ve forzado a lidiar con situaciones en las que sus conocimientos y habilidades son inconsistentes con su realidad ¹⁰. Se ha afirmado que existe la posibilidad que esto altere la calidad de vida de las personas, que no solo están sometidas a condiciones laborales exigentes, sino también a enfermedades metabólicas o de otro tipo como diabetes, obesidad, problemas de sueño, párkinson, alzhéimer o cáncer ¹¹.

En la universidad, como en muchas instituciones, los trabajadores se ven sometidos a situaciones de estrés laboral, sumado a que algunos de ellos padecen enfermedades crónicas ¹². El estrés suele medirse con pruebas psicológicas, que identifican el nivel: leve, moderado y severo leve, moderado y severo; es decir, solo cualitativos. Según ello, las terapias orientadas a contrarrestar los estresores se han aplicado sin tomar en cuenta qué tanto daño se ha producido a nivel somático.

Por lo tanto, precisar cuantitativamente el nivel de MDA permitiría proponer un tratamiento efectivo ante los daños ocasionados por el estrés ¹³.

Sobre esta hipótesis, se podría definir una relación directa o indirecta de diversos indicadores de estrés con los valores sanguíneos de MDA. Esto facilitará implementar medidas correctivas al personal para promover su bienestar físico y psicológico, lo que permitirá buscar un mejor desenvolvimiento en su actuar frente a eventos estresantes. El objetivo de esta investigación fue establecer la relación entre los niveles de estrés laboral y la peroxidación lipídica, expresada en valores plasmáticos de MDA, en trabajadores de una universidad privada durante el segundo semestre académico 2019.

MATERIALES Y MÉTODOS

RESULTADOS

En la investigación participaron 23 hombres y 49 mujeres. La edad media fue de 45,1 años y la desviación estándar de 11,33, con un mínimo de 25 y un máximo de 68 años.

El estrés laboral elevado se observó en mayor porcentaje en las dimensiones influencia del líder (19,4 %), estructura organizacional (16,7 %) y territorio organizacional (16,7 %) (Tabla 1).

Tabla 1 Frecuencia de los niveles de estrés laboral en trabajadores de la USAT 2019-II 

El 54 % (39) de trabajadores presentaron niveles altos de MDA, es decir, valores superiores en plasma a 3,94 µM. De ellos, 17 fueron hombres y 22, mujeres.

Al evaluar, con Rho de Spearman al 95 % de significancia, la correlación entre los valores de MDA con el sexo, trabajar en otro centro laboral y la atención de hijos en el hogar, resultaron valores de p = 0,08, p = 0,61 y p = 0,33, respectivamente; por lo tanto, no hubo significancia estadística (Tabla 2).

Tabla 2 Valores p de Rho de Spearman al correlacionar concentraciones de MDA con el sexo de los trabajadores de la USAT, hijos en el hogar y trabajo en otro centro laboral 

DISCUSIÓN

Actualmente, la palabra estrés se utiliza para definir la sensación de incomodidad o incomodidad de un individuo; sin embargo, este es un término que la psicología viene utilizando desde 1930 en una investigación publicada por H. Selye, quien definió el estrés en términos biológicos como respuestas neutrales del sujeto ante cualquier solicitud de cambio ¹⁶. La definición de estrés y los términos que abarcan peligros psicosociales, han cambiado a lo largo de los años. El estrés influye de gran manera en el bienestar físico y mental del trabajador así como en su rendimiento laboral. Se ha encontrado mayor incidencia en personas que sufrieron accidentes de trabajo, con riesgo de arritmias y, en casos extremos, de suicidio. En Perú se ha encontrado que los factores externos repercuten en gran medida en el estrés laboral, como lo demostró un estudio con 168 colaboradores de una empresa privada de Lima, donde se evidenció una relación significativa entre las variables de estrés y clima laboral. El clima favorable destacó con menores valores de estrés ¹⁷.

La escala propuesta por la OIT es poco utilizada a pesar de ser un instrumento válido y fiable para medir el estrés organizacional; un estudio realizado con 254 trabajadores mexicanos utilizando este instrumento determinó que un 8,3 % de los participantes se ubicaba en el nivel alto de estrés en la parte organizacional, mientras que en los demás aspectos, relativamente bajo -resultados que coinciden con nuestro estudio. Así mismo, se encontraron diferencias significativas en los niveles de estrés reportados por sexo; el sexo femenino reportó mayor nivel ¹⁸.

Para la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el estrés es la respuesta física y emocional de un individuo a una lesión causada por un desequilibrio entre las necesidades percibidas y los recursos, así como su capacidad percibida para satisfacer esas necesidades ¹⁹. El estrés mostrado, relacionado con el trabajo, está determinado por la OIT como el diseño del trabajo y las relaciones industriales, y se define cuando los requisitos del trabajo no coinciden o superan las capacidades, los recursos o las necesidades de un trabajador; o cuando el conocimiento y las habilidades de un trabajador o los equipos que satisfacen esas necesidades no coinciden. Se deben cumplir con las expectativas de la cultura organizacional de la OIT.

La docencia, entre otras actividades demandantes del intelecto, es una de las ocupaciones más estresantes debido a que constantemente se debe estudiar nuevas publicaciones de la especialidad y, sobre todo, se acentúa cuando el docente tiene pocos años de haber iniciado labores lectivas ²⁰. Esto no deja de lado al personal administrativo, que trabaja como soporte de la parte académica en una institución educativa. En la población estudiada, tanto el personal docente como administrativo mostró niveles altos de estrés en cuanto a la percepción que se tiene de la influencia del líder y de la estructura organizacional, entendida como el ámbito donde el individuo se desenvuelve laboralmente. Según la OIT, existen factores de riesgo psicosocial donde las interacciones entre el ambiente de trabajo, el contenido del trabajo, las condiciones de organización y las capacidades, sumado a ello las consideraciones personales externas al trabajo, pueden tener influencia en la salud, rendimiento del trabajo y satisfacción laboral.

Aspectos como el rol en la empresa, el desarrollo de carrera, los márgenes de decisión y control, la relación entre la vida familiar y laboral y las relaciones interpersonales en el lugar de trabajo son particularmente importantes en las organizaciones como entornos para el desarrollo y la solución de problemas ²¹. Los resultados obtenidos demuestran que existen niveles bajos de estrés en las dimensiones clima y estructura organizacional, donde la base de la institución es fuerte y adecuadamente estructurada; por lo tanto, el trabajador tendrá orden y capacidad para dar solución a los problemas. También se encontró niveles bajos en la dimensión referida a la influencia del líder. Aunque pareciera contradictorio, por los resultados obtenidos (mayor porcentaje en nivel alto de estrés laboral), un buen porcentaje de trabajadores (47,2 %) percibe al líder como aquella persona capaz de dirigir y generar un ambiente armonioso.

Algunos biomarcadores determinan la extensión del daño celular y de la peroxidación lipídica intracelular, los que sirven como indicadores de degradación por estrés o enfermedad ²², como el malonildialdehído. Su determinación en tejidos, plasma u orina, es uno de los métodos principales para evaluar el estrés oxidativo ^23-25, considerada una condición importante en varias enfermedades como diabetes, hipertensión, cáncer ^26,27,28. Se han observado altas concentraciones plasmáticas de MDA durante la infección viral ²⁹, aumentando en las primeras etapas de la infección y sus niveles gradualmente suben con la progresión de la enfermedad. Se han obtenido correlaciones entre las concentraciones plasmáticas de MDA y el curso de la enfermedad viral en diferentes estudios ^30,31. Los trabajadores expuestos a radiación tenían niveles significativamente más altos de MDA y marcadores inflamatorios ³¹. Los internos somnolientos tienen casi el doble de peroxidación lipídica, en comparación con el control ¹⁰. En investigaciones con animales, las ratas estresadas exhibieron niveles más altos de MDA ²⁸,lo cual se relaciona con los resultados de este estudio, sin embargo, no se pudieron correlacionar.

Es importante mencionar que la influencia del grupo mostrada en los participantes manifiesta valores que sugieren un fortalecimiento de estrategias de trabajo en equipo. Esta situación enfatiza la percepción que se tiene de las organizaciones con un clima, estructura y territorio organizacional bueno, el cual favorece el desempeño laboral. Tanto en docentes como en trabajadores administrativos puede percibirse que existe esta situación, aunque con un porcentaje mínimo de estrés influenciado por el líder.

En conclusión, del total de trabajadores evaluados, 54,0 % presentó alta concentración de malondialdehído plasmático. Aunque no hubo correlación estadísticamente significativa, las dimensiones con alto nivel de estrés, según el test aplicado, influencia del líder, estructura organizacional y territorio organizacional mostraron niveles de estrés en el orden de 19,4 %, 16,7 % y 16,7 %, respectivamente.

Debido a que no se encontró relación entre estrés y la concentración plasmática de MDA, y de acuerdo a las investigaciones consultadas, se sugiere seguir realizando trabajos con este metabolito con otras variables, como el síndrome metabólico o estrés.