Introducción
En el mundo, cada año aproximadamente 80 millones de mujeres tienen embarazos no deseados o no planeados, de los cuales hasta un 60% termina en aborto. De estos, el 97% ocurre en países en desarrollo y llevan a la ocurrencia de aproximadamente 68 000 muertes anualmente1. Se estima que, hacia inicios de la década pasada, el número de mujeres que tenía necesidades insatisfechas en relación con los métodos anticonceptivos convencionales superaba los 222 millones. Por otro lado, se ha calculado que el uso de métodos anticonceptivos en los países de ingresos bajos evitaría 218 millones de embarazos no deseados y 55 millones de nacimientos no planeados por año2.
Por su parte, la utilización de anticonceptivos reduce la mortalidad materna y mejora la salud de las mujeres al prevenir los embarazos no deseados, reduciendo la necesidad de abortos practicados en condiciones no asépticas3,4. Además, el mal uso de los anticonceptivos está directamente relacionado con el aumento de las tasas de error del método5-7.
El número de embarazos no deseados / no planeados se puede reducir en más del 50% mediante la implementación de programas de planificación familiar8. Esto se torna más preocupante al documentar que la prevalencia de uso de métodos anticonceptivos en muchos países en desarrollo se encuentra cerca de 4 a 12%1,5. A nivel mundial se calcula que al menos 200 millones de mujeres no tienen acceso a servicios de planificación familiar, a pesar que las condiciones relacionadas con el embarazo, parto y puerperio constituyen un tercio de la morbimortalidad en mujeres en edad reproductiva (15 a 44 años)1).
El objetivo de la presente investigación es describir las prácticas de planificación familiar en mujeres de una institución educativa de la ciudad de Popayán, Colombia.
Métodos
Se realizó un estudio descriptivo, de corte transversal de mujeres matriculadas en los programas de educación para el trabajo del Instituto Forensis de la Ciudad de Popayán, en el segundo semestre de 2019. Se incluyó a mujeres mayores de 18 años dispuestas a participar de forma voluntaria en el estudio, excluyéndose a quienes no desearon participar y las mujeres con métodos de planificación definitivos (salpingectomía). La realización del estudio estuvo previamente aprobada por las directivas de la institución, toda vez se cumplían con los requerimientos éticos necesarios para su desarrollo. Para ello, se desarrolló un cuestionario, con consecutivo interno seriado que permitiera su operacionalización, en favor de evitar la necesidad de consignar cualquier dato de identificación por parte de las estudiantes a quienes estaba dirigido. El cuestionario se diligenció una vez se obtuvo consentimiento informado directo por cada participante. En este, se consignó los datos objeto de investigación en dos secciones: una dirigida a determinar las características sociodemográficas y otra a esTablecer las prácticas de planificación familiar de la población estudiada. El análisis estadístico se realizó con el programa Microsoft Excel 2016 para Windows. Las variables cuantitativas son presentadas en forma de porcentajes.
Resultados
En total, se encuestó a 204 mujeres. La caracterización de la población se describe en la Tabla 1.
El presente estudio encontró una media de edad de 21 años (DE 4,6), pertenecientes especialmente a los estratos bajo y medio de la zona urbana de la ciudad, que en su mayoría contaban con afiliación al régimen de seguridad social en Colombia. Las variables sociodemográficas variaron en función de la población en la que se realizó el estudio.
Aproximadamente 90% de las participantes refirió vida sexual activa, 59% tenía pareja esTable y 53% planificaba actualmente, mientras 21% mencionó tener interés en la concepción. El método de planificación más común fue el condón, seguido de los anticonceptivos orales y los métodos hormonales inyecTables. El método del ritmo no fue considerado como un método de planificación, por su alta probabilidad de fallo. Entre las mujeres que no planificaban, el método de barrera era utilizado casi siempre en 30% o, rara vez, en 34,4% de las participantes. Fueron principales razones para no planificar el temor a los efectos adversos (33%) y por no considerarlos necesarios. Un 16% de las mujeres refirió haber recurrido en alguna oportunidad a la anticoncepción de emergencia, mientras que, de las mujeres que refirieron haber tenido hijos, 81% mencionó haber vivido embarazos no planeados. Por su parte, apenas 29% conocía la gratuidad de los servicios de planificación. De las mujeres que refirieron haber tenido hijos, 81% mencionó haber vivido embarazos no planeados. La Tabla 2 recopila los principales resultados obtenidos en la investigación.
Discusión
El presente estudio encontró una media de edad de 21 años (DE 4,6), parámetro que varía entre los distintos estudios en función de las poblaciones estudiadas. Cerca de 90% de las participantes mantenía una vida sexual activa, valor superior al encontrado por Franco y col4 en Medellín. Esta diferencia probablemente esté justificada por las características epidemiológicas de las dos poblaciones, siendo la de la presente investigación compuesta por mujeres más jóvenes.
Entre las mujeres que no planificaban, las principales razones para no hacerlo fueron el temor a los efectos adversos (33%) y no considerarlos necesarios (27%). En este mismo grupo, el 34,4% refirió utilizar métodos de barrera (condón) para la prevención de infecciones de transmisión sexual ‘casi nunca’, mientras que 24,5 refirió nunca recurrir a su uso. Además, 5,4% de las participantes inició su vida sexual antes de los 14 años, mientras que 63,9% lo hizo antes de cumplir la mayoría de edad (18 años). Asimismo, cerca de 20% de las mujeres respondieron afirmativamente a la presencia de parejas sexuales múltiples. Estos resultados podrían explicarse si se considera la edad promedio de la población estudiada (21 ± 4,6 años). El inicio temprano de la vida sexual ha sido relacionado con la no utilización de métodos de planificación familiar, así como con la aparición de embarazos no planeados. En Colombia, respecto al uso de métodos de planificación familiar entre la población adolescente, reportes previos han encontrado que este es heterogéneo entre regiones, siendo la región Pacífica (a la cual pertenece la Ciudad de Popayán, capital del departamento del Cauca) en donde menos se utilizan métodos de anticoncepción por parte de las adolescentes (44%)9).
Por otro lado, el 47% de las mujeres de la presente investigación no planificaba al momento de la entrevista, cifra intermedia entre las encontradas en otras investigaciones realizadas en Medellín (38,7%) y en España (51,8%)4,10. Además, el 81% de las mujeres con hijos refirió haber vivido embarazos no planeados, cifra mucho más alta que la reportada en otras localizaciones (30%)4), pero similar a lo encontrado por Moreno y col (70%), también en la Ciudad de Popayán11.
De igual manera, en el presente estudio, el interés concepcional estuvo ausente en aproximadamente 79% de las mujeres encuestadas, cifra también intermedia entre las informadas por dos estudios análogos (93% y 63%)4,12. Por su parte, el método de planificación más usado fue el condón (22,6%), con porcentaje inferior a lo informado por otro estudio (47),6)(12. Además de la edad media de las participantes, los resultados de ambas variables podrían estar relacionados con el hecho que 44% de las participantes refirió no tener pareja esTable.
En relación a la planificación familiar y el nivel educativo de la mujer, muchos estudios han documentado una relación positiva entre el nivel educativo de la mujer y su conocimiento sobre métodos anticonceptivos9. El presente estudio no indagó por escolaridad debido a que el acceso a la educación para el trabajo requiere en Colombia haber cursado al menos básica secundaria, conociéndose de antemano que el bachillerato era el máximo nivel de escolaridad alcanzado en la población estudiada.
Aunque en la presente investigación no se midió dicha relación, otros estudios no han encontrado relación entre el nivel de conocimientos acerca anticonceptivos y el uso de los mismos4. De hecho, en Colombia, se calcula que existe conocimiento generalizado de los métodos anticoncepción, de forma que 99,8% de las mujeres están al tanto de al menos un método de planificación12.
En conclusión, en la población estudiada, la receptividad respecto a los métodos de planificación familiar fue limitada. Las prácticas de planificación familiar están influenciadas por las características sociodemográficas de cada población, siendo diferentes en los diversos contextos socioculturales. En el presente estudio, la edad de las participantes fue el principal determinante de los resultados obtenidos.