INTRODUCCIÓN
La ardua labor de formar un profesional de alto nivel, asignado de un gran sistema de saberes y de destrezas para poder realizar con elevada calidad y eficiencia la promoción, prevención, detección, curación y rehabilitación de personas aquejadas por padecimientos, demanda de un docente capacitado en el campo de la Enfermería y que paralelamente posea en su desempeño las competencias profesionales necesarias y suficientes para practicar la docencia.
Con respecto a planos superiores: la contribución, la colaboración y el protagonismo de los alumnos, el desarrollo el rol docente como eje potenciador del conocimiento y la labor educativa personalizada, demanda de la tutoría como uno de los puntos primordiales que debe efectuar el profesor en la educación contemporánea1.
Tal es el caso que el tutor debe adecuarse a nuevos roles, juicios y estrategias del proceso de enseñanza-aprendizaje, enfocándose en los estudiantes, además de regir, orientar y proporcionar dicho proceso2.
Se contempla al tutor como el profesional de enfermería que toma libremente el compromiso del aprendizaje práctico clínico de los alumnos en su ámbito laboral, planeando, regulando y valorando dicha enseñanza; siendo referente y soporte didáctico del estudiante3.
Asimismo, posee las siguientes peculiaridades académicas: percibir la realidad con una actitud de autonomía crítica; permanecer actualizado, ser capaz de admitir sus restricciones, avalar un escenario pedagógico de carácter democrático y humanista; fomentar el uso fructífero de las tecnologías; prevenir y apoyar a los alumnos y brindarles soporte moral para desarrollar en ellos competencias, además de incitar el esfuerzo colectivo4.
Los docentes no solo enseñan, sino que también estimulan al educando a la toma de decisiones, a realizar observaciones, a establecer relaciones y a trabajar con indagaciones. De esta forma, el docente provee al estudiante el impulso de destrezas y cualidades que llevan a la obtención de un poder técnico y también político, de tal manera que se pueda actuar en pro de la sociedad5.
La combinación de la teoría y la práctica en la formación académica es una de las grandes inquietudes de las instituciones. Las escuelas de enfermería no son una excepción y el contraste entre lo que se predica en las aulas y lo que se adquiere en los centros asistenciales en los que se realizan las prácticas clínicas, suele orientar a los alumnos un gran desafío6.
La didáctica engloba aquellas condiciones de la enseñanza para lo cual se solicita ciertos elementos: el docente (quien enseña), el discente (quien aprende) y el escenario de aprendizaje. Los modelos didácticos, por su parte, pueden estar basados por un perfil teórico o tecnológico7.
Asimismo, implica el rol del docente como agente que a través de los procesos de instrucción se encarga de orientar, dirigir, proporcionar y guiar la interacción de los estudiantes con el saber colectivo culturalmente organizado para que puedan edificar su propio conocimiento8.
La docencia revela la situación desarrollada en el contexto educativo, a partir de la interacción que se logra entre docentes y alumnos, la cual se rige por una serie de pautas explícitas e implícitas delimitadas por la institución y las personas en interacción9.
Por tanto, se asume a la capacidad didáctica del docente como la disciplina que responde a los procesos de enseñanza, lo que involucra abordar el para qué se enseña, el por qué y el cómo; atiende de igual manera a la organización de los procesos de preparación de cada docente que está sujeto a adecuar su metodología a la organización educativa, a las circunstancias del contexto, al aspecto socio-cultural y a cualquier clase de condicionamientos que constituyen el ambiente y la formación de cada estudiante10.
En un trabajo desarrollado por Huamantupa (2018) se demostró que la capacidad didáctica del docente de educación secundaria fue de regular (55.2%) a buena (32.4%)11.
La contribución de los alumnos en el proceso de valoración es un aspecto esencial para el impulso de su autonomía. Estimula la capacidad crítica y se vigorizan cualidades acerca de la esfera afectiva (saber ser) como: la honestidad, el compromiso y la autonomía que incurren en la formación personal del estudiante. Varias pesquisas mencionan que la principal utilidad de la percepción de los educandos es que toman sapiencia de su proceso formativo, pueden valorar el aporte de los demás y emiten juicios convenientes para la toma de decisiones12.
El concepto de competencia tan conveniente del mundo laboral, se ha incluido en el horizonte universitario como un catalizador de modelos curriculares desde la década del 90 obteniendo distintas calificaciones: formación por competencias, planes de estudio determinados en el enfoque por competencias, planteamientos educativos por competencias; todo con designios a convertirse en una opción de formación académica13.
El término competencia procede del latín competentia que se refiere a “disputa o contienda entre dos o más personas”; es decir, un sujeto es competente cuando establece un trabajo concreto hacia la complacencia de quien lo encomienda o lo contrata para tal efecto14.
La competencia profesional envuelve la disposición de los saberes, destrezas y aptitudes indispensables para realizar una carrera y que puede además solucionar inconvenientes profesionales de forma íntegra y flexible, por lo que está apto para asistir en su medio profesional y en la distribución del trabajo. Se concibe que un sujeto está cualificado cuando en su desempeño laboral obtiene los efectos esperados, con los recursos y el nivel de calidad debido15.
Se clasifica en: (1) Competencias básicas o instrumentales, es decir aquellas relacionadas a saberes fundamentales y enfocadas a la comprensión y resolución de los problemas periódicos para el ingreso al trabajo. (2) Competencias genéricas o transversales son aquellas que se vinculan con capacidades, caracteres, acciones y cualidades extensas a distintos ámbitos profesionales como trabajar en equipo, planificar o la pericia para negociar. (3) Competencias específicas, técnicas o especializadas son las que conciernen con aspectos técnicos directamente afines a la ocupación o a una determinada área de estudio, que no son tan fácilmente transferibles a otros contextos laborales o académicos16.
Las competencias del alumno precisan aquello que deben instruirse y debe ser valorado, además de componer el centro de todo el intervalo de enseñanza-aprendizaje. La exactitud de las competencias es una labor esencial, tanto para los agentes implicados en la formación del futuro profesional como para las instituciones y la sociedad general. Las prácticas del grado de Enfermería abordan una parte esencial de la disposición de los futuros profesionales, ya que fundan una inicial relación con los pacientes y familiares, con el nosocomio y con el que va a ser su trabajo cuando terminen sus estudios. Este tiempo figura para los alumnos la oportunidad de situar a tentativa los saberes que han ido alcanzando sobre los diferentes cursos17.
En la práctica clínica, se funda una relación entre el alumno y su tutor de prácticas de manera vertical y unidireccional, en donde el educando asume una posición inferior a su tutor, tanto por su deficiencia de saberes, como por su inexperiencia en esa área específica de enfermería, en donde el tutor es quien posee el saber para poder actuar.18
López et al. (2017) en su trabajo encontraron que las competencias profesionales (asistencial, gestión y educativa) de los internos de enfermería alcanzaron un alto nivel de logro en un 86%, mientras que las competencias genéricas (generales y sello) obtuvieron un nivel de logro satisfactorio, alrededor de un 82%, es decir que el desempeño de los estudiantes es satisfactorio al culminar su internado19.
En la investigación de Jimenez y More (2016) se evidenció que los internos de enfermería son competentes en el plano actitudinal (77.1%), es decir que sus conductas son las más acertadas al momento de la asistencia al paciente, en cambio, en el plano cognitivo (58.3%) y aptitudinal (62.5%) son no competentes20.
Por otro lado, Matos (2017) en su estudio publicó que los internos de enfermería consideran haber logrado competencias sociales durante su formación, las cuales aplican en el quehacer de enfermería, desarrollando así las competencias básicas, de sociabilidad, posicionamiento, de establecer vínculos y de autorregulación21.
Villar (2016) en su investigación demostró que existen diferencias significativas entre la percepción del tutor y del alumno sobre el logro de competencias durante la práctica clínica en el periodo de internado de los alumnos de ciencias de la salud22.
En base a lo atribuido, en el presente trabajo la evaluación de la competencias profesionales y la trascendencia de la labor a nivel didáctico del docente representan un elemento céntrico en el desarrollo de las carreras, siendo la clave para lograr la calidad de los servicios sanitarios, y de esta manera favorecer a la formación profesional del enfermero, orientándose al crecimiento académico del alumno, a un alto nivel de satisfacción del paciente, un adecuado reconocimiento social de la Enfermería, una dirección clara hacia los cuidados y una gran motivación y desarrollo profesional de la Enfermería.
El objetivo de este artículo es identificar la relación entre la capacidad didáctica del docente tutor y el logro de competencias del interno de Enfermería durante sus prácticas clínicas en el Hospital de Emergencias Grau en el año 2019.
MÉTODOS
Se realizó un estudio de enfoque cuantitativo, correlacional y diseño no experimental. Para la selección de la muestra se utilizó un muestreo no probabilístico por conveniencia, debido al tamaño reducido de la población, siendo la muestra constituida por 50 internos de enfermería del Hospital de emergencias Grau EsSalud durante el año 2019, que aceptaron participar del estudio a través del consentimiento informado y además cumplieron los criterios de inclusión y exclusión.
Criterios de inclusión
- Internos de enfermería que aceptaron participar en la investigación. - Interno con más de un mes de permanencia en el hospital. - Interno que firme el consentimiento informado.
Criterios de exclusión
- Internos de otras especialidades de pre grado. - Interno que no acepte participar del estudio.
La técnica utilizada fue la encuesta personalizada y la observación directa. Se usaron dos instrumentos: Una Escala de Percepción de la capacidad didáctica del docente tutor emitida por los internos de enfermería, la cual se divide en la dimensión comunicación y didáctica, conformada por 10 preguntas, siendo el tipo de respuesta Likert con 5 alternativas de respuesta (Totalmente de acuerdo=5, De acuerdo=4, Ni de acuerdo ni en desacuerdo=3, En desacuerdo=2, Totalmente en desacuerdo=1). El otro instrumento fue una Lista de Cotejo de competencias del interno de enfermería, conformada por 50 ítems, cuyo tipo de respuesta es de la siguiente manera: (1) Nunca, (2) A veces y (3) Siempre.
Ambos instrumentos fueron validados mediante juicio de expertos, obteniendo concordancia entre sus apreciaciones (p<0.05). Asimismo, ambos instrumentos fueron confiabilizados por una prueba piloto, obteniendo un coeficiente de alfa de Cronbach de 0.96 para la Escala de Percepción de la capacidad didáctica del docente tutor, y un alfa de Cronbach de 0.96 para la Lista de Cotejo de competencias del interno de enfermería, es decir una muy alta confiabilidad para ambos, siendo aptos para su aplicación.
Para categorizar la percepción de la capacidad didáctica docente, se obtuvo una calificación total de 10 a 50 puntos, y se realizó una baremación de la siguiente forma:
Con el valor de la constante (K) se utiliza para obtener las categorías:
- Buena capacidad didáctica del docente: 38 - 50 puntos. - Regular capacidad didáctica del docente: 24 - 37 puntos. - Mala capacidad didáctica del docente: 10 - 23 puntos.
Respecto a las dimensiones Comunicación y didáctica, la baremación fue:
- Bueno: 19- 30 puntos. - Regular: 12 - 18 puntos. - Malo: 5 - 11 puntos.
En cuanto al logro de competencias del interno, la baremación fue:
- Nivel de Competencia lograda: 118- 150 puntos. - Nivel de Competencia en proceso de logro: 84 - 117 puntos. - Nivel de Competencia no lograda: 50 - 83 puntos.
Se empleó para el análisis descriptivo, la distribución de frecuencias absolutas y relativas y para las variables cuantitativas las medidas de tendencia central (promedio) y de dispersión (desviación estándar). Además, se empleó la prueba de correlación de Rho de Spearman para obtener la relación entre las variables.
Se efectuó el estudio con la autorización del Comité de Ética del Hospital de Emergencias Grau Essalud, y se cumplió los principios bioéticos, aplicando el respectivo consentimiento informado a los internos de enfermería, resguardando la confidencialidad de sus datos.
RESULTADOS
Fueron 50 internos de enfermería durante sus prácticas clínicas en el Hospital de Emergencias Grau durante el año 2019, quienes participaron del estudio, siendo la edad más frecuente entre 20 a 27 años en un 56%, y de sexo femenino en 98%. (Figura 1)
En latabla 1se observa que la capacidad didáctica del docente según la percepción del interno de enfermería, fue 62% de nivel regular, 34% de nivel bueno, y 4% de nivel malo; y respecto a su dimensión comunicación, fue 62% de nivel regular, y 34% de nivel bueno, y para didáctica, fue 54% de nivel bueno, y 44% de nivel regular.
Capacidad didáctica del docente y sus dimensiones | N | % | |
---|---|---|---|
Capacidad Didáctica | Bueno | 17 | 34.0% |
Regular | 31 | 62.0% | |
Malo | 2 | 4.0% | |
Comunicación | Bueno | 17 | 34.0% |
Regular | 31 | 62.0% | |
Malo | 2 | 4.0% | |
Didáctica | Bueno | 27 | 54.0% |
Regular | 22 | 44.0% | |
Malo | 1 | 2.0% |
En la tabla 2 se muestra que el logro de competencias del interno de enfermería durante sus prácticas clínicas, fueron 46% logrado, 32% en proceso, y 24% no logrado. Y las dimensiones de las competencias del interno: administración de medicamentos, obtuvo 50% logrado, atención preoperatoria, obtuvo 52% en proceso, admisión hospitalaria, obtuvo 70% en proceso, canalización de Vía endovenosa Periférica, obtuvo 60% no logrado; colocación de Sonda Nasogástrica y Sonda Foley, obtuvo 46% logrado, toma de electrocardiograma, obtuvo 38% logrado, y habilidades interpersonales, obtuvo 62% no logrado.
Logro de Competencias del Interno de Enfermería y sus dimensiones | N | % | |
---|---|---|---|
Competencias del Interno de Enfermería | Logrado | 23 | 46.0% |
En Proceso | 16 | 32.0% | |
No logrado | 11 | 22.0% | |
Administración de medicamentos | Logrado | 25 | 50.0% |
En Proceso | 15 | 30.0% | |
No logrado | 10 | 20.0% | |
Atención Preoperatoria | Logrado | 23 | 46.0% |
En Proceso | 26 | 52.0% | |
No logrado | 1 | 2.0% | |
Admisión Hospitalaria | Logrado | 11 | 22.0% |
En Proceso | 35 | 70.0% | |
No logrado | 4 | 8.0% | |
Canalización de Vía endovenosa Periférica | Logrado | 19 | 38.0% |
En Proceso | 1 | 2.0% | |
No logrado | 30 | 60.0% | |
Colocación de Sonda Nasogástrica y Sonda Foley | Logrado | 23 | 46.0% |
En Proceso | 16 | 32.0% | |
No logrado | 11 | 22.0% | |
Toma de electrocardiograma | Logrado | 19 | 38.0% |
En Proceso | 16 | 32.0% | |
No logrado | 15 | 30.0% | |
Habilidades Interpersonales | Logrado | 2 | 4.0% |
En Proceso | 17 | 34.0% | |
No logrado | 31 | 62.0% |
También se demostró una relación directa considerable entre la capacidad didáctica del docente y el logro de competencias del interno de enfermería durante sus prácticas clínicas, ya que alcanzó un coeficiente de correlación de Spearman de 0.793, siendo significativo (p=0.000). Asimismo, también se encontró una relación directa considerable entre el logro de competencias del interno de enfermería y la capacidad didáctica del docente en sus dimensiones comunicación (rho=0.785; p=0.000), y didáctica (rho=0.806; p=0.000). (VerTabla 3,tabla 4ytabla 5)
Variable | Logro de Competencias del interno de enfermería | |||||
---|---|---|---|---|---|---|
Capacidad didáctica del docente | Correlación de Spearman | 0.793 | Sig. | 0.000 | Nº | 50 |
Variable | Logro de Competencias del interno de enfermería | |||||
---|---|---|---|---|---|---|
Capacidad didáctica del docente en su dimensión Comunicación | Correlación de Spearman | 0.785 | Sig. | 0.000 | Nº | 50 |
DISCUSIÓN
Los profesionales de Enfermería requieren conseguir muchas capacidades y una estructura de valores y actitudes que le faciliten ofrecer un servicio de calidad que básicamente muestre contemple respeto a la vida y dignidad humana, una comprensión del entorno y de la cultura, características que se adquieren a través de la preparación académica y se sensibilizan en el quehacer diario de las prácticas clínicas.
El contar con buenos profesionales no depende exclusivamente de una adecuada estructura curricular, ni de un plan de estudios modernizado, sino que debe ser primordial que haya una excelente plana docente a lo largo del proceso educativo tanto en las aulas universitarias como en las prácticas clínicas.
Sin embargo, la problemática de la formación universitaria, se forma a partir del logro de objetivos educacionales tomando como base no sólo al interno de Enfermería sino a la capacidad docente, el cual se plantea que, dentro de las actuales exigencias de la sociedad es necesario formar ciudadanos profesionales no solo con conocimientos científicos, sino también con habilidades para la innovación e investigación, así como para la proyección social y ética.
En cuanto a los resultados generales en el estudio de Hernández R. (2018) evidenciaron que un 54% de educandos consideraron que el docente se desempeñaba de forma regular, el 26% indicó que fue bueno, el 10% que fue muy bueno; y 10% opinaron que fue malo23.
Sin embargo, en el presente trabajo, los internos de enfermería consideraron que la capacidad didáctica del docente fue 62% regular y 34% bueno, lo cual refleja un resultado intermedio en cuanto a la comunicación y didáctica por parte de los docentes de práctica clínica del hospital de Emergencias Grau-Essalud.
En referencia a la competencia del tutor, los resultados de la investigación de Chávarry P (2016) mostraron que, según la dimensión de la didáctica el 82,9% de los docentes tienen un desempeño medianamente satisfactorio, y en la dimensión aspectos relacionales el 45,7% de los docentes tienen un desempeño medianamente satisfactorio24.
Mientras que, en el presente estudio, los resultados revelan en la dimensión didáctica, la mayoría de los docentes (54%) fueron calificados con un nivel bueno y el 44% un nivel regular, siendo lo más resaltante la explicación de los procedimientos de forma clara y precisa, así como las experiencias compartidas y casos clínicos en las prácticas clínicas. En síntesis, el docente tutor muestra un desenvolvimiento intermedio, no obstante, emplea diversos materiales que posibilitan ser didácticos y lograr el aprendizaje del alumno. Por otro lado, en cuanto a la comunicación del docente, el aspecto más débil fue el no identificar a los internos por su nombre.
En cuanto al logro de competencias del interno de enfermería, en el presente trabajo se obtuvo que la mayor parte alcanzó un nivel logrado (46%), seguido por en proceso (32%), lo cual demuestra que la instrucción brindada por el docente es buena tanto a nivel teórico como práctico, viéndose reflejado en el actuar del interno.
El hallazgo de relación directa entre la capacidad didáctica del docente y el logro de competencias de los internos de enfermería, demuestra que es fundamental contar con adecuados docentes que influyan de forma positiva en la adquisición de las competencias por parte de los estudiantes, a nivel de salud. Asimismo, los métodos didácticos son pieza importante para llegar de forma más efectiva al interno de enfermería.